Distancia de seguridad parte II

Siento tardar tanto, pero me ha sido imposible de verdad, intentaré subir los demas lo antes posible. Gracias por comentar y valorar!

Distancia de seguridad

Las cosas que no supe responder…

A pesar de que han pasado ya unos cuantos días del incidente de la playa, no puedo dejar de pensar en esa mujer, bueno, más bien en esa sonrisa que tiene. Ni en este momento, en el que acabo de tener a mi chica entre mis brazos puede salir de mi cabeza.

-          Cariño, ¿Qué tienes? – Preguntó preocupada.

-          ¿EH? ¡Qué voy a tener! ¿Por?

-          No sé, te noto ausente

-          ¿Ausente? Pero si aún sigo encima de ti.- Reí.

-          ¡¡Que payasa eres!!- Rió conmigo.

Comenzó a besarme de nuevo, no es un beso para volver a lo que minutos atrás hacíamos, sino para hacerme entender de qué está aquí conmigo.

-          Si no paras- Dije entre besos.- Acabaré por violarte.

-          Agua…-Beso.- Fiestas.

-          Yo también te quiero guapa- Le dije saliéndome de la cama.

-          ¡COBARDE! –Chilla.

-          Tienes razón amor, es que no me gusta como lo haces.- Contraataqué.

-           Eso no lo decías antes.- Empezó a deslizar la sabana hasta quedarse completamente desnuda ante mí.

-          Uff, preciosa, Carol me está esperando.- Rogué.

-          ¿Prefieres a Carol?- Pone cara de perro abandonado.

-          Vale, tu ganas, que me espere.

Me tiré literalmente sobre ella, que me espera con una sonrisa de triunfo que no lo cabe en la cara.

Beso su vientre despacio, con gusto, con autentica devoción, mi mano juega con su clítoris y comienza a gemir, gime lentamente, es un sonido encantador, que llena todo dentro de mí. Subo para besarla y así acallar sus ya gritos ahogados. – Te amo.- Me susurra. Nos miramos a los ojos, ternura y pasión…

-PARECEIS CONEJOS, ¡DEJARLO YA! – Gritó Alice aporreando la puerta.

Hicimos caso omiso a todos sus ladridos, Tania muerde mi hombro para no gritar, es un dolor placentero, un poco de sangre sale de el cuando alcanzó el clímax.

-          No saldré de esta habitación en la vida.- Me comentó avergonzada.

-          Yo me encargo de Alice.- Reí, por la cara que pone.

-          Cariño, ni aún así.- Se tapa la cara con la sabana.

-          Pensándolo bien, si no sales de mi cama mejor, ¿no?- Bromeé.

-          ¿No te pondrás seria nunca? – Me recriminó.

-          Vale, me pongo… Seria.- Sonreí.- Es mi casa, que tenga una amiga con complejo de ocupa no es mi culpa. – dije todo lo seria que pude.

-          Vale, tú ganas.

-          ¡¡Yujuuu!!- Grité.

Me di una ducha a la velocidad de la luz, ya que por sucumbir a los deseos de mi novia, llego tarde a trabajar y ¡¡ODIO LLEGAR TARDE!! Tengo un pequeño problema con la puntualidad. Bajé corriendo las escaleras, para encontrarme a Carol y Alice besándose tiernamente. Con poca delicadeza agarré a Carol por la oreja, como si de una niña pequeña se tratase, arrastrándola hasta la salida.

-          Tira anda.- La regañaba.

-          ¡¡Au, au, au, au, suéltame.- Se quejaba.

Logré que se levantara del sofá y me siguiera. Saliendo de la casa me di cuenta de algo, ¡SE ESTABAN BESANDO! Eché a correr a dentro de nuevo.

-          Tú.- La señalé.- Ya hablaremos

-          ¿Quieres irte ya? – mientras se relaja en el sofá.

-          Una cosa más.

-          Que sí, que seré buena con ella.- Adivinó.

-          Pórtate bien.- Chillé ya desde la entrada.

Carol y yo trabajamos juntas en una empresa de diseño gráfico,  aunque tenemos trabajos totalmente distintos, ella es la relaciones publicas de la empresa, es un as, no hay cliente que se le resista, y yo, pues yo me encargo de hacer sus deseos realidad.

Conseguimos llegar a tiempo gracias a mi gran habilidad automovilística, aunque sin hacer locuras tampoco. Es que tengo atajos secretos.

Nos separamos en la entrada del edificio, ambas tenemos cosas que hacer. No nos encontramos en todo el día, ella se pasó la mayor parte del día fuera de la oficina con unos clientes y yo en mi pequeña cueva como yo le digo.

No fue hasta la tarde que la vi aparecer a través de los cristales de mi “despacho-cueva”. Su cara es un poema. No sé cómo definirla, cansancio, frustración… ¿Alegría? Huele a mal día.

-          Vaya cara me tienes guapa.- Dije sin apartar la vista de la pantalla de mi Mac.

-          No sé ni por dónde empezar

-          Te ayudo. ¿Tenías la reunión con los Romero no? – Ya en modo profesional.

-          ¡Vaya par de gilipollas! Quieren el diseño del año.

-          ¿Tenemos la campaña? – Pregunté ansiosa.

-          He hecho la mejor presentación de mi vida, han puesto un millón de pegas por todo, pero… ¡¡LO HEMOS CONSEGUIDO!! Son nuestro Sam.- gritó de repente.

-          No esperaba menos de ti Ca, les demostraremos el gran equipo que hacemos, ahora me toca a mí impresionarlos.- Mis palabras son de total alegría.

-          ¡Vamos a celebrarlo! Han abierto una discoteca nueva….- La interrumpí antes de que se emocionará mas.

-          Estoy reventada cariño.- Me disculpé.

-          Vamos Sammy, Alice se viene y unas cuantas más, tomamos algo y te dejo en casa temprano. Una copa.- Rogaba.

-          Pero si no bebo.

-          Vale, míralo así, me has destrozado mi primer beso con tu mejor amiga, me lo debes.- Chantaje totalmente.

-          ¡Increíble! No fui yo quien se pone a intentar cortarme mientras estoy con mi chica.

-          Soy inocente.- Puso las manos en alto a modo de disculpa.

-          Anda vamos antes de que me arrepienta.- Finalicé.

Llegar a la discoteca de moda y que la cola para entrar llegué a la vuelta de la esquina, me quita completamente las pocas ganas que tenía de salir.

-          Sam, con esa cara no entramos.- Dice Alice divertida.

-          Ni porque ponga mi mejor cara.- Ironicé.

-          Mirad, ahí viene mi amigo.- Anuncia emocionada Carol.

Se nos acercaba y chico alto, fuerte y rubio. En su brazo izquierdo un gran tatuaje, si mi vista no me falla es como una fantasía japonesa, con budas, flores de loto y demás…

-          Hola chicas. Carol corazón, ¿Has visto como esta esto? Mi jefa está a punto de llegar, para que puedan pasar sin problemas

-          Genial Maik.- Carol le dio un fuerte abrazo.

Al final, solo bastó una sola llamada de la dueña del lugar, para que pudiéramos pasar. El lugar al final valió la pena porque era simplemente perfecto. Blanco. Me gustan los sitios así, puros, son agradables.

Maikel, el amigo de Carol, nos tenía preparado un reservado, justo sobre la pista, a diferencia del resto de la discoteca, los reservados están en una altura distinta. Nos sentamos a esperar al resto del grupo. Se nos unieron, varios amigos, Carmen, María, amigas de la infancia, y también lesbianas, pero no solo somos un grupo de homosexuales, también están, Cristian y Fanny, una de las parejas más firmes y reales que conozco, Kevin y Ruth, también pareja, pero esta es un poco más rara para definir, son algo así como “ni contigo ni sin ti”.

Pedimos una ronda de tequila, menos yo, a pesar de los intentos de los chicos, no bebo. Varias rondas después, las chicas ya estaban mas “contentillas” y más animadas para salir a bailar sin pensar en si aquel o aquella me está mirando.

-          Al, ¿Vamos a bailar? Adoro esta canción.- Dije ofreciéndole mi mano.

-          Claro, vamos a desfasarnos baby.

Alice y yo bajamos las escaleras agarradas de la mano, en la pista “no one de Alicia Keys”. Ninguna de las dos es que seamos bailarinas profesionales bailando, pero nos defendemos, y entre la pequeña borrachera que se está pillando Al, y yo que no sé lo que es la vergüenza, damos un pequeño espectáculo.

Ambas bailamos pegadas, sintiendo el ritmo, nos pegamos mas al sentir la mirada penetrante de Carol, no le quita ojo a Alice, y yo les doy mi empujoncito.

-          Vamos Alice, demuestra como bailas.- Le susurraba al oído.

-          Calla tía, que yo esto no lo sé hacer.

-          Deja de decir tonterías, fíjate en cómo te está mirando.

-          ¿Quién? – Preguntó.

-          Tú eres tonta niña… Cierra, los ojos siente lo que dice la canción anda.

-          Traduce. –Cerrando los ojos.

-          Nadie, nadie, nadie… puede entender lo que estoy sintiendo, nadie, nadie, nadie, puede entender lo que siento por ti… -Le cantaba la canción a medida que iba sonando.

Al, se dejó llevar y bailo como nunca, hasta yo tuve que separarme un poco para mirarla, Carol la miraba con cara de tonta, jamás había visto a nadie mirar de esa manera, era una mezcla de amor y pasión descontrolada, es una mirada pura. Carol se está enamorando de Alice.

Terminada la canción, Al sigue con los ojos cerrados pero yo veo como Carol se levanta, y baja totalmente decidida hacia nosotras. Me separo guiñándole un ojo. Justo cuando Alice abre los ojos esperando encontrarme, ve como Carol, avanza lentamente hacia ella, de nuevo cierra los ojos pero esta vez, para recibir el beso de la persona que la vuelve loca.

Vuelvo a la mesa con una sonrisa que no me cabe en la cara. Todos miramos lo mismo, como dos mujeres se besan despacio en mitad de la pista de baile, para ellas no existe nadie, no hay gente alrededor, son solo ellas.

La noche termina para mi, antes de que las chicas volviesen de su momento, logré escabullirme entre la gente. Una última mirada hacia atrás antes de salir, mirada que hace que choque contra alguien y perdamos el equilibrio.

La muchacha ha caído encima de mí, por lo que todo el golpe me lo he llevado yo, últimamente todos los golpes vienen a mí. Mantengo los ojos cerrados por el dolor, aún me tengo magulladuras del incidente de la playa.

-          ¿Estás bien? –Me preguntan.

-          Parece que soy un buen colchón.- Río abriendo los ojos.

La chica ríe, su risa logra alcanzarme a pesar de la música, el ruido y todo el barullo… Me paralizo, no sé por qué, ese sonido, se ha metido dentro de mí, recorre cada parte de mi interior.

La miro a los ojos y me sonríe, ¡¡no puede ser!! ¡Esa sonrisa! Es la misma sonrisa de la playa, es la chica de la playa. Me da la mano para ayudarme a levantar, mi corazón se acelera al sentir el contacto de su piel, la detallo con la mirada, es preciosa.

Detallo cara parte de su cara, su pelo castaño cubriendo sus hombros desnudos gracias a su vestido, sus ojos de un color miel, me pierdo en ellos durante unos segundos, me obligo a seguir mirándola y llego hasta su boca, es una boca perfecta, sus labios son finos y delineados, pero su sonrisa es indescriptible, es lo más bonito que he visto en mi vida, se le forman dos pequeñas arruguitas en los ojos al hacerlo. Es la segunda vez que veo como sonríe y ya sé, siento que no voy a poder dejar de mirarla nunca, que la necesitaré siempre. Una calma tremenda inunda mi ser solo con mirarla. Cuando nuestros ojos entran en contacto me pierdo, no sé exactamente donde estoy, quien soy, ni que ha pasado.

-          ¿Bonita estás bien? ¿Te duele algo? – Me pregunta.

Sé que lo hace porque veo sus labios moverse, pero aunque me muero por decirle que jamás he estado mejor en mi vida, ningún sonido sale de mí.

Me acaricia la cara y yo dejo de respirar, me arrastra a la salida agarrándome el brazo, me muevo solo por inercia. El aire inunda mis pulmones cuando logra sacarme a la calle. Camina con seguridad entre la gente que espera para entrar, no se detiene, no sé a dónde me lleva. Cierro los ojos y me dejo llevar por ella, me siento segura con ella. Abro los ojos de nuevo y veo como  entramos en el mismo edificio, pero una parte trasera, es un despacho. Me sienta con cuidado en el sofá y me da un vaso con agua.

-          Espérame aquí un segundo pequeña, no  te muevas eh.- Me sonríe por última vez antes de marcharse.

Cierro los ojos de nuevo, me relajo con el sonido de la música de la discoteca, intento analizar lo que me pasa, pero estoy en blanco, ¿Qué me pasa? Dejo de pensar, no puedo hacerlo, siento un millón de cosas en mi interior. Escucho pasos fuera, vuelve, escucho como habla con alguien, una mujer, esa voz me suena, ¿Gladys?

-          No me contesta tía, me estoy preocupando.- Dice el ángel al entrar.

-          Pero si es… ¡SAM!

-          ¿Gla…Gladys? Pregunto. Mi voz suena rara, frágil.

-           Sam, ¿Qué te pasa? Dani, dice que estas mal.

-          ¿Dani?

-          Soy Daniela, es un placer conocerte.

Esto va para ti, por formar parte de mi vida

Atenea89: rubia que te voy a decir eh, aunque has sido tu la culpable de mi demora jajaja :)

Lisa: Gracias por comentar, y por seguir leyendome. es un honor.

hombreFX: Como siempre un millon de gracias.

Lluppinna: Gracias, espero seguir viendo comentarios tuyos. :D

Patylove: Gracias guapa, espero y te guste esta parte.

arianna: Me gusta que te guste, un beso.

Butler: Gracias, Se ha puesto mejor?

Ambar: Gracias, espero y sigas leyendome :)

Noa89: Señorita Noa, le diré un par de cosas, así, de que coño te quejas si te envio los relatos antes de subirlos ehh? jajajja! es broma, lo siento, sabes que he tenido poco tiempo. Es un verdadero honor para mi que alguien tan importante para mi me siga de la manera en la que tu lo haces. pd: Este tiene hasta subtitulos, tambien tendre 5 estrellitas? un beso payasa

Sory: Amiga tu siempre subiendo mi autoestima, es un placer como iempre tener u comentario de tal magnitud, pero sobre todo viniendo de una persona como tu, gracias. Un beso enorme.

Vita: Un millon de gracias! :D que tal todo? espero que vaya perfecto, aunque tengo a alguien que me va chivando las cosillas, tu sabes que la presi siempre esta al pendiente. Un abrazo, espero y hablemos pronto.

Lemaga: A mi me alegra mas que te guste, tarde pero esta tu comentario, y eso me gusta muchisimo un beso :D