Dispuesta todo por aprobar la última materia

Experimentando con un chimpancé para lograr que se apare con la hembra, descubrí que su mejor afrodisiaco era yo misma, no sabía que un viejo me observaba todo el tiempo mientras trataba de excitar al animal.

Hola, me llamo Priscila, tengo 25 años, me considero una mujer atractiva, definitivamente, tengo muchos seguidores en Instagram, lo que más publico son mis rutinas de ejercicios y sesiones de fotos, ya que trabajo como modelo independiente, me gusta vestir pantalones licrados, los jeans son mis favoritos aunque el pantalón que más miradas y piropos roba es un leggin blanco, tengo un lindo trasero pero lo que más me gusta de mi cuerpo son mis senos, son relativamente grandes, talla 38 b. Tengo la piel blanca, cabello castaño aunque me lo tiño de rubio. Estudio zootecnia ya en el último semestre, una materia denominada “Modalidad de Graduación” para lo cual hice un proyecto con una antigua amiga; Ivone.

Lastimosamente, no nos fue bien en la materia, estábamos a punto de reprobar y nuestro docente, joven y educado no se prestaba a regalar puntos, era demasiado estricto. En fin, mi amiga y yo necesitábamos aprobar esa materia para egresar, como cualquier estudiante tuvimos que ir a rogar nota, teníamos experiencia en estos casos y con una actitud juguetona tratábamos de suavizar al docente para que nos regale unos puntos que nos hacía falta, pero nada… solo había una cosa por hacer, nos propuso participar de un grupo de apoyo a en un laboratorio de reserva animal, donde necesitaban cuidar de unos chimpancés, mi amiga quedó encantada porque adora a los animales, yo estaba algo molesta pero al final accedí.

Fuimos a la reserva que estaba algo alejada del centro de la ciudad y los colegas nos pusieron al tanto, eran dos chimpancés, un macho y una hembra, se llamaban Laika y Bruno, el objetivo era simple, lograr que se aparear y tener descendencia, la macho tenia problemas de estimulación y la hembra era agresiva, nuestro trabajo era también simple, solo observar e ir anotanto las reacciones con los diferentes estímulos y medicación que les daban.

Cuando al macho le daban viagra, se la pasaba pajeandose y no le importaba la hembra, y ésta solo estaba interesada en jugar, imitaba lo que hacia la cuidadora una señora de unos 40 años que se había ganado su confianza. Era gracioso ver a la hembra Laika, haciendo exactamente lo mismo que la señora, saltaban, movían la cabeza de un lado a otro, etc y al fondo Bruno atendiéndose sólo jaja, así no íbamos a llegar a nada.

Mi amiga Ivone y yo nos quedábamos en horario de almuerzo en la reserva ya que habían médicos que intentaban ligar con nosotras y no estábamos interesadas, de paso cada vez que salíamos a comer, estaba el cuidador a lado de la puerta principal y no nos dejaba de ver… claro que yo estaba acostumbrada a que me miraran en la calle pero era diferente con este tipo ya que era muy raro, un hombre mayor de aspecto algo descuidado, no se preocupa mucho por su higiene personal, gordo, tiene la piel grasosa y amarillenta, mide como 1,60 y se viste siempre con camisas antiguas a rayas y pantalones anchos, cuando pasamos cerca de él es imposible no notar un olor nauseabundo, como a sudor, pero lo que más llama la atención es su enorme papada que junto a una barba descuidada parecía que no se había bañado en años, da ganas de salir corriendo. En fin, por esas cosas decidimos llevarnos el almuerzo y de paso seguir con nuestras investigaciones para que por fin podamos egresar. Nos encariñamos mucho con los chimpancés, tanto que habíamos perdido ese miedo del principio y ya nos hacía normal su compañía, de todas formas, estaban tras una jaula.

Una tarde, cuando el equipo trabajaba, Ivone me dijo que Bruno se me quedaba viendo, yo ya lo había notado, pero no le di mucha importancia, me decía que se había enamorado de mí, yo solté una risa, eso no podía ser… Entonces decidimos probar, Nos acercamos a Bruno muy cerca a la jaula y sí, me miraba muy atentamente, a Ivone ni la notaba, me hacía gestos con sus labios, me sonreía y comenzaba a rebotar agarrándose de las barras de metal, yo lo tomé como un cumplido así me pareció muy tierno. Pero desde ese día todos me molestaban con que era mi novio, paso de ser algo graciosos a ser molesto. Cada vez era: “Cuando la boda” “Por qué no le das un besito” “Hacen una linda pareja” “Como serán sus hijos” … Ya era tan repetitivo que perdía la gracia y solo conseguían enojarme.

Una tarde cuando nos quedamos solas con Ivone, como siempre Bruno estaba pegado a la barandilla, observando… Yo ya no quería verle, estábamos con batas blancas y quería que no me reconociera, asi que le di la espalda, Ivone se me acerco, yo estaba de pie frente al mesón de anotaciones que quedaba al medio del ambiente, Ivone a mi costado me preguntaba sobre lo que había estado anotando y de repente Bruno comenzó a mover la jaula, cada vez lo hacía con más fuerza, yo pensé que era para llamar la atención, mi atención, no le vería para nada, luego comenzó a gritar con el clásico UH UH UH y luego un grito ensordecedor Arrrr…. Ya era muy molesto, ni siquiera le habían dado medicación ese día, ¿por qué estaba tan excitado? su reacción era espontanea, quería que le diera atención, yo ya me sentía incomoda y entonces Ivone comenzó a reír suavemente; ¡Déjame en paz!! Le dije, y ella ya no pudo más y soltó una carcajada, giré hacia ella y ahí fue que noté que me había subido la bata más arriba de la cintura y que Bruno tenía una vista espectacular de mi trasero en jeans y más aun agachándome para seguir con los apuntes, rápidamente me hice al quite pero ella hizo fuerza mientras seguía riendo, me sentí ultrajada, avergonzada y sobre todo furiosa, pude quitarle mi bata y arreglarme nuevamente, pero estaba furiosa con Ivone, me fui al baño para arreglarme mejor….

Tocaban la puerta, era Ivone que aún con risas me decía que lo había hecho por “el bien de la ciencia”, ya que ningún otro estimulo o medicación funcionaba para Bruno… Ya no hablamos más del asunto todo el día, y así pasaron algunos días más, yo evitaba totalmente acercarme a Bruno y ponía mi cara de molesta, los demás lo notaban, ya dejaron de molestarme.

Tiempo después, un día temprano, me llamo Ivone para decirme que no asistiría y que le hable al docente, para pedir permiso por ella, si así de cara dura es… Tuve que hacerlo, la molestia fue notoria en nuestro decente, paso la mañana entera y no me había percatado que esta vez me quedaría sola en la reserva a la hora del almuerzo, dude por un momento para salir con los demás, pero ver al cuidador sentado con su horrible papada y su mirada lasciva, decidí quedarme, total Bruno no molesto toda la mañana así que parecía que había entendido el mensaje, me sente en el lugar de nuestro docente y revisaba los informes… No había avances, Bruno era incapaz de entender que debía preñar a Laika, se satisfacía sólo, era como si no supiese que hacer más que tomar su miembro y jalárselo, la medicación era en vano, ¿cómo hacerle entender que debía montar a Laika?

Entonces se me vino a la mente las palabras de Ivone “Es por el bien de la ciencia” Además si lográbamos que se preñaran de seguro ya nos aprobaban y la defensa del proyecto será una simple exposición, todos quedarían maravillados… Miré de reojo a Bruno… Creo que sabía qué hacer, ese día me había puesto un pantalón guindo apretó y una blusa suelta, nada del otro mundo, pero de todas formas al desabotonarme la bata blanca me veía sexy, me acerque a la jaula lentamente, aun dudando, Bruno me vio hizo un gesto de asombro y se acercó rápidamente, ¿Te gusto Bruno? Se pegó a las barandas con los ojos bien abiertos, y si, no había mejor afrodisiaco para él que mi atractivo, note su pene que era alargado comenzaba a despertar, de su prepucio salió una cosa puntiaguda y roja, tal como se muestra en los libros, y poco a poco comenzó a endurecerse… Para ayudarlo me jale la blusa, formando un escote y dejando ver casi la mitad de mis senos, me agaché para darle una mejor vista y entonces noté que su pene estaba totalmente erecto, era curvo y largo, había aumentado no solo de largo, sino de ancho, como si sufriera de una hinchazón, se puso rojo….

Era el momento, tome la silla giratoria del doctor, puse una rodilla sobre ella y me agache agarrándome del espaldar, jalé mi bata dejándole ver todo el costado izquierdo de mi cuerpo, levanté el trasero como lo hacía en una sesión de fotos, me puse el cabello a un costado y mire a Bruno como pidiéndole que me penetrara

¡El muy idiota no lo entendió, ya se había comenzado a jalar la verga como un desquiciado, No! ¡No Bruno! Le dije mientras me incorporaba, me pare frente a la jaula nuevamente y le hice los movimientos que él debía hacer, moviendo la cintura y poniendo los brazos como agarrando a la hembra delante, tarde un tiempo pero por fin me imitó, así que cada vez que se movía como le había enseñado, yo me destapaba la bata, se volvía a masturbar y yo me cubría, así estuvimos un rato hasta que entendió que si quería ver más, si quería desnudarme tendría que hacer lo que yo le estaba enseñando, no teníamos mucho tiempo, porque ya iban a regresar los otros médicos, asi que pude arreglar que me aumentaran un turno los sábados, sin que Ivone se enterara porque seguramente me seguiría, es una de esas amigas “pegajosas”, los sábados no iba mucha gente y yo les animaba a salir a los que estaban, a ellos no les importaba irse más temprano y salir a dar una vuelta, así que tenía más tiempo con Bruno para enseñarle a coger

Tardé casi un mes, pero por fin logré que Bruno hiciera los movimientos, no podía mostrar el avance a los demás ya que solo lo hacía cuando yo me ponía en cuatro o estaba en la silla y abría mis piernas, eso era lo que le animaba, haciéndole pensar que estaba sobre mí, el único problema era que cada vez exigía más y tenía que hacer más poses o ir con ropa más ajustada y hasta que tuve que mostrarle las tetas, eso definitivamente le animaba, pero comenzaba a pajearse y me las volvía a cubrir, solo le dejaba ver cuando se ponía a mover su cintura como cogiéndome…. Ahora tenía que trabajar con Laika, realmente me emocionaba el proyecto y ya todos se habían dado cuenta que yo era la más entusiasmada, cualquier logro en gran medida me lo atribuirían a mí y con eso seguro conseguía terminar la materia, quizás hasta conseguir un trabajo ahí mismo. Solo que no podía mostrarles mi método jaja.

Lo de Bruno se hizo rutina, cuando estábamos solos me pedía que me ponga en posición, casi como ordenándome, tenía que hacer caso para que no pierda la costumbre, y luego me ponía a trabajar con Laika, lo de ella no fue tan simple pensé que me imitaría como lo hacía con la señora pero antes debía ganarme su confianza, Igual tarde otro par de semanas y comenzamos a jugar, yo le hacía un gesto y ella me correspondía, tuve más tiempo ya que eso no lo hacía de ocultas, no había nada que ocultar, el avance fue más rápido con Laika, lo más difícil fue pedirle a la señora que se alejara un poco para que Laika pueda entrar en confianza conmigo, me dio pena pero por suerte entendió, Laika ya me imitaba, hacia todo lo que yo hacía, claro que tenía que ponerle entusiasmo, pero lo había logrado, así que llegó la hora, poner en marcha mi plan… Que Laika me imite y paralelamente seducir a Bruno, conseguir que se apeguen y no importa que mientras Bruno me observe se coja a Laika y que Laika haga lo que yo dejándose coger… que loco pero tenía que funcionar!!!

Llegó el día, los sábados fueron descartados ya que nadie salía, les habían llamado la atención, tuvo que ser un día particular, jueves para ser exactos, en la hora de almuerzo, había pensado en todo, le pedí a Ivone que vaya a mi casa a recoger unos informes, como vivía lejos, tardaría un par de horas, yo no podía ir porque estaba en medio de “algo muy importante”, no necesite darle más explicaciones, ella con gusto iría, le pedí permiso por ella al docente una vez más.

Quede sola, Bruno y Laika estaban descansando, ya era obio la rutina de Bruno, comenzó a gritarme, para ponerme en posición, ese día me puse la bata desde mi casa porque por debajo llevaba una ropa realmente sexy, una minifalda negra, un top rojo, me había puesto medias nylon negras que me llegaban hasta los muslos con un encaje al final, los tacones si tuve que traerlos en el bolso para que sea más disimulado, antes de quitarme la bata llame a Laika para jugar, ella me correspondió, le daba comida en forma de recompensas, no podía fallar… En medio del juego jale el sillón del fondo para estar más cómoda, lo puse de costado a la jaula y pude hacer que Laika me imitará, se sentó en el piso de la jaula, abrí las piernas sonriéndole, y ella lo hizo también, llego el momento, miré a Bruno… Me descubrí, desabotonándome la bata dejándole ver mi sexy vestimenta, más piel de lo que nunca antes había visto….

Maldito Bruno, fue tanto el asombro para este mono que de inmediato comenzó a pajearse apuntándome con su pene, ¡no! Le grite… y me cubrí nuevamente, él seguía, me puse de pie para regañarlo, Laika me imitaba, tenía que mirarle y sonreírle para que no pierda el juego, otra vez me acosté e hice un gesto de llamado con mis manos, laika me imitaba, Bruno tenía que estar sobre ella y estaba a un metro de distancia, así que tuve que jalar el sillón y Laika me imito, se acercó a Bruno, se me ocurrió una idea, enrolle un par de hojas y las puse delante, simulando ser un pene, Laika estiro su pata y tomo el pene de Bruno, funcionó!!!   Moví de atrás hacia adelante y Liaka también, hice que se acercara a su vagina y saque mi mejor jugada, me quite nuevamente la bata y comencé a moverme, Bruno sin quitarme la vista de encima también comenzó a hacerlo, el problema es que no la penetraba, trataba de explicarles, pero era inútil, para animarlos más comencé a gemir como si Bruno me estaría penetrando…. ahhh… fue entonces que sentí una mano en mi seno izquierdo, me espante, miré, era el cuidador anciano, con su cara de excitación fuerte, sudando, el olor era fuerte, ¿cómo no lo había notado antes? y obvio que lo alejé, le reñí, le dije ¡salga de aquí! mientras me volvía a cubrir pero note que laika se había separado de Bruno, imitándome, que rabiaaa… Tuve que volverme a echar para que Laika siga en posición, mientras seguía regañando al viejo, ¿que no oye? ¡Salga de aquí!! Bruno estaba quieto, como a la defensiva, pero expectante, el anciano me hablo… -Te estado observando tras la pequeña ventana del otro lado, hoy no pude más cuando te vi tan puta y tenía que acercarme, realmente me pones a full mamacita… entonces se me cruzaron los cables, todo este tiempo este tipo tan asqueroso y feo me estaba observando, me imaginé todas las veces que practicaba con Bruno, él también se daba su festín, alguna vez había escuchado un ruido, pero pensé que era mi imaginación, incluso cuando salí a ver por las dudas, no había nada, seguramente estaba ahí, desde su escondite, observándome… y ahora viene a arruinarme la vida, mi plan, mi proyecto, que bronca, ¡váyase!! Le dije con la voz ya quebrada a punto de llorar, giré y ya no estaba, tenía unas ganas tremendas de llorar, pero me controlé, ¡Bruno!! ¡Cógetela!! Ya era inútil, me tome la nuca con las manos, la tierna Laika me seguía imitando… -¿Te ayudo? Otra vez el anciano, no pude más me tapé la boca, me agaché y comencé a llorar tomándome la frente

-Bruno, asi asi… el anciano le hablaba, se agachó y sorprendentemente Bruno le hizo caso, lo imitaba. Jugaba igual que yo con Laika, hacían gestos, daban vueltas, Bruno se había calmado, ya no era ese chimpancé malcriado, el aciano lo dominaba

-Bruno, creció conmigo, yo lo rescaté, me dijo el anciano y de un moviendo brusco se me apego, sin pedir permiso, totalmente torpe estaba frente mío, queriendo subirme encima, otra vez el olor a sudor, como a humedad, miré a un lado, Bruno estaba sobre Laika y ella empujándolo del pecho como yo lo hacía con el anciano, peleábamos, él por tocarme las tetas y yo agarrándolo de las muñecas pero acercaba su cara para besármelas, yo cerraba los brazos, por suerte el tipo no era tan fuerte, no lograba tocarme… pero mire a Laika, también rechazaba a Bruno, “Todo por la ciencia” las palabras de Ivone en mi cabeza “Mi nota”…. Ok, le dije, ¿solo haga el movimiento como si me estuviera cogiendo ok? Rápidamente comenzó a mover la cintura, sentía su pene duro masajeándome por debajo del ombligo, por encima de mi vagina, eso no estaba tan mal…. Laika, Laika, mira, le dije, abrí un poco más las piernas, Bruno se movía como el viejo, no veía bien pero parecía que si ya lo estaban haciendo, estaba acomodándome, aceptando esa incomodidad por “el bien de la ciencia” entonces en un movimiento hábil el viejo de la papada sucia me levanto el top por la cintura, la parte izquierda de mi torso quedo desnudo y se veía algo de mi brasier, sentí su pulgar por debajo de mi seno y el resto de sus dedos, subiéndome con fuerza el top, y yo tratando de bajármelo, miraba a Laika, forcejeaba también, ¡no, no Laika!!... mira, mira!! Tuve que hacerlo, abrí las manos entregándome toda, el viejo se tomó un par de segundos para asimilarlo, y masajeo mis tetas con sus manos callosas, yo miraba a Laika, me imitaba, Bruno hacía lo propio, - Solo no me sea tan brusco por favor, ni  bien terminé de decir eso y me jaló el top, esta vez por encima, fue tan rápido, no tuve oportunidad de detenerlo, mis tetas estaba expuestas solo con el brasier negro, el top quedo a la altura del nacimiento de mis senos, quedando descubiertos solo con el brasier al igual que mis hombros también desnudos, ya basta, tranquilo… fue en vano, yo estaba haciendo puños y doblando mis codos, tratando de cubrirme las tetas, pero debía resignarme, el viejo me subió el brasier, yo trataba de detenerlo haciendo fuerzas con mis brazos, no podía usar mis manos, porque Laika me imitaría, los chimpancés ya comenzaron a hacer ruidos de satisfacción, no podía arruinarles el momento… lo consiguió, mi brasier quedo por encima de mis senos, mi top a la altura del ombligo, las mangas hacían que no pueda cerrar más los brazos, el viejo me tomo de las muñecas haciéndome abrir los brazos, se acercó lentamente, lo que más recuerdo es la papada que fue lo primero que hizo contacto justo debajo del pezón derecho, su barba pinchándome, me quedé quieta, su boca ya estaba a medio centímetro, me miro, yo lo miré horrorizada, luego cerré los ojos resignada, sentí ese aliento caliente en mi pezón, y luego… la lengua, alrededor de la aureola, me sentí extraña, ya me había rendido, esperaba su lengua en mi pezón o sus labios chupando con fuerza, pero no, solo la lengua alrededor, comencé a temblar, algo dentro mío en el fondo quería que lo haga, ¿se estaba burlando de mí? Ya no importa nada, pensé, quizás Bruno dejo algo de líquido seminal dentro de Laika y con eso basta… Tenía que parar, abrí los ojos… Ahhh lo que vi, mi pezón estaba hinchado, se había endurecido como esperando a ser tomado, el anciano se había alejado y me miraba sonriendo, los chimpancés seguían en lo suyo…. ¿cómo llegué a esto? Me indigna, me avergüenza, me excita…. Con un movimiento brusco también lo empujé me paré, luego, lo empujé al sillón, hice que sus manos se quedaran quitas alado de sus piernas, y puse mi teta en su boca, mi pezón, el viejo comenzó a chupar, intercalaba con lengüetazos, me jalaba con sus labios y luego abría la boca y movía la lengua rápidamente, comencé a gemir como loca que rico que era… luego me eche en el sillón, el viejo quedó de costado y seguía chupando cambiando de seno cada vez, pero sin descuidar el otro, porque mientras me chupaba la teta izquierda, me pellizcaba el pezón derecho, había quedado mal acomodada para ver a los chimpancés, moví mi cuello como mirando hacia arriba para verlos, trataban de igualarnos, vi la verga roja de Bruno, ya llegué hasta aquí, que demonios, separé al viejo empujándolo, casi se cae, me di la vuelta, mi falda era fácil de sacar, quedé con mi tanga negra, de esas que casi no cubre nada, luego apoyé mis rodillas en el sillón y encorve la espalda, de inmediato sentí la manos duras del viejo tomándome la cintura, tuve que bajar un poco y sentí su pene que seguía por debajo de su pantalón, ya estaba lista, hace rato, se movía y yo lo ayudaba, le tome las manos e hice que me tocara las tetas, quería me las jalara, el solo las hacia balancear que ayudados por el movimiento parecían unas pelotas de malabaristas yendo y viniendo, aunque sus manos eran demasiado chicas para cubrirlas, sentía tu cara y su saliva sobre mi espalda, babeaba, miré a los chimpancés, ¡no hacían lo mismo!!, se quedaron viendo… ya poco me importó, ni él tuvo tiempo de descubrirse el pene y penetrarme, solo me jalo la teta derecha sin dejar de moverse, aumento la velocidad como lo hace un perro callejero, mientras yo gemía con fuerza, saco la lengua y comenzó a jadear, sus movimientos eran torpes, sentiá su oene en mi vagina, luego frotándome la raya, le tome la otra mano, por el índice y le chupe el dedo… sentí como ese líquido tibio se disparaba en mi espalda baja, mientras el viejo gritaba con una voz muy ronca, quedo sobre mí, no quiera separarse, yo seguía moviéndome pidiéndole más, ahora que lo pienso fue mejor que no haya conseguido penetrarme, aunque parecía que le iba a dar un infarto, lo separé y le dije –largo!!, como perrito regañado obedeció, tal vez sintió que me había defraudado, pero yo tenía otros planes, no había acabado, necesitaba un pene dentro mío, pero lo tenía al buen Bruno, por primera vez me acerque a la jaula más de lo común, pasé la valla de seguridad, Bruno se acercó, su pene estaba flácido, pero aún largo, me di la vuelta, me puse de perrito, ofreciéndole mi culo, estaba tan excitada, en verdad estaba dispuesta a que me penetre, pero seguramente se sintió seducido por el olor y comenzó a lamerme, fue lo más rico, me hizo acabar más de tres veces, grite muy rico, me hubiese gustado que esté el viejo para que me siga chupando las tetas, pero se quedó observado desde la puerta del ambiente, reaccioné porque ya faltaba solo 20 min para que todos vuelvan

Las pruebas jaja, salieron negativas, Bruno no pudo preñar a Laika, pero ya sabemos la formula, lo intentaremos hasta lograrlo, solo que tendré más cuidado, no debo dejar que cualquiera me penetre, pero además descubrí una nueva faceta mía, me gusta tanto que me estimulen los pezones, les doy más atención de lo común, hasta pude venirme solo tocándome las tetas, haciéndolas rebotar, hundiendo mis manos, apretándome y para terminar siempre termino en los pezones, me imagino al viejo o hasta a Bruno sobre mí con esa lengua larga, dude mucho pero creo que le enseñaré a Bruno como chupármelas, tengo miedo de que me lastime pero al parecer mi  morbo es más fuerte, además fantaseo bastante y creo que cumpliré con ciertas fantasías, ahora mismo, quiero un viejo asqueroso, varias veces pensé en salir a buscar un vagabundo y entretenerle dejándome manosear, que me termine lengüeteando, hasta ahora lo más lejos que he llegado además de la experiencia en la reserva claro, es pagarle a un limpiaparabrisas de una manera muuuy rica, era un tipo de mediana edad que se puso a limpiar el vidrio de mi auto sin pedir permiso, era un claro drogadicto o algo así, yo me enojé y vino a cobrarme por el servicio “obligatorio” pero al ver que no tenía sueltos para pagarle, me jalé la blusa negra licra que traía, no tenía nada más debajo y deje que me manoseara un rato rápidamente, todo el camino a mi casa sentía todavía esa sensación de calor en mi seno izquierdo de sus dedos y palma en forma circular y como siempre terminaba masturbándome… no sé cuál sea mi siguiente movimiento, pero me encantará escribir para compartirlo por aquí. Besitos