Disfruté con la amiga trans de mi hija ii

Una tarde en casa de Natalia, la amiga trans de mi hija, con una sopresa preparada por ella

DISFRUTE CON LA AMIGA TRANS DE MI HIJA II

Desde el día que Natalia, la amiga trans de mi hija, me rompió el culo, no dejaba de pensar en ella. Me masturbaba todos los días recordando esa tarde. Natalía venía de vez en cuando por casa, acompañando a mi hija y sus miradas me excitaban. Me sonreía o guiñaba un ojo, cuando podía, me apretaba furtivamente el culo, asegurándose de que uno de sus dedos fuera justo a mi ano o se acercaba y me decía cosas susurrando, procurando que nadie lo escuchara.

Natalia: ¿como tienes el culo maricón?. Seguro que tienes ganas de repetir, ¿verdad?. ¿echas de menos mi polla?, ¿te pajeas todos los días, a que si?, ¿tienes ganas de mamar?. Eres una buena putita y pronto estaremos juntos otra vez

Al escuchar esas cosas, con mi hija y mujer en casa, mi polla se endurecía al momento, tanto que de forma inmediata tenía que salir corriendo al baño, para pajearme de nuevo. A veces, coincidía que ella seguía en casa y me sonreía al verme, sabiendo perfectamente lo que había ocurrido.

Deseaba enormemente volver a estar con ella, poder mamar de nuevo su polla, ponerla bien dura y que me follara hasta la extenuación. Quería sentir de nuevo su leche en mi boca y en mi ano. Quería volver a ser su putita.

Una tarde, estando en casa bastante aburrido y solo, sonó el teléfono.

Yo: si

Natalia: hola putita

Me quedé cortado y sorprendido, pero una cierta excitación hizo que mi cuerpo se tensara

Yo: hola

Natalia: ¿que estás haciendo putita?

Yo: navegando en internet, para pasar el tiempo

Natalia: seguro que viendo porno gay, ¿verdad maricón?

Yo: pues … estaba viendo porno trans

Natalia: y estás cachondo viendo como se follan a los tíos, ¿verdad?, pensando que eres tu

Yo: si

Natalia: ¿tienes ganas de polla?

Yo: bufff, si

Natalia: ¿puedes venir a mi casa ahora?

Yo: claro

Natalia: venga, no tardes, te tengo una sorpresa preparada. A, ponte un tanguita de tu mujer, el más pequeño que encuentres

Yo: vale

Me duché y limpié bien mi ano, incluso metí el tubo de la ducha dentro, para dejarlo bien limpio. No tardé ni media hora en estar en su casa, vivimos bastante cerca. Enormemente excitado y nervioso, llamé al timbre y me abrió Natalia.

Natalia: hola putita, pasa

Estaba preciosa, como siempre. Llevaba puesto una pequeña bata, que no llegaba a sus rodillas. Atada por un cinturón, podía adivinarse que debajo estaba completamente desnuda.

Natalía: ¿como estás maricón?

Yo: nervioso

Natalia: tranquilo, no va a pasar nada, salvo que vas a mamar y te voy a follar, ya lo has hecho antes

Yo: si

Natalia: quieres tomar algo?

Yo: una cerveza (eran las siete de la tarde) me vendrá bien

Natalia: vale, siéntate en el sofá, ahora vuelvo

Me senté a esperarla, mientras no dejaba de pensar en ella, en su pecho y sobre todo, en su preciosa polla. A los pocos minutos apareció con las cervezas. Se sentó frente a mi, mientras me ofrecía una de ellas. Al sentarse, su bata subió lo suficiente como para dejar a la vista su bien depilados huevos y su morcillona polla. No hizo nada por taparse, a sabiendas de que me gustaba verla así.

Natalia: como has pasado estos días putita?

Yo: pensando en lo que hicimos

Natalia: y?

Yo: deseando que se repitiera

Natalia: jaja, sabía que no lo olvidarías y que querrías repetirlo, se ve que eres una buena maricona con ganas de polla. Dime, ¿cuantas pollas te has comido, aparte de la mía¿

Yo: cinco, pero de eso hace muchos años, cuando era joven

Natalia: y desde entonces ninguna?

Yo: no, ninguna

Natalia: y siendo tan maricón y gustándote tanto, ¿como has podido aguantar sin comerte ninguna?

Yo: pues la verdad, no lo se, quizás porque me casé y no me atreví a dar ese paso de nuevo. Mi mujer hizo que me olvidara de ellas

Natalia: y ahora, ¿porque has vuelto a hacerlo?

Yo: no lo se, quizás porque en el fondo lo deseaba desde hace tiempo y porque fuiste tu quien me empujó a hacerlo de nuevo, siempre me he sentido atraído por ti

Natalia: te arrepientes?

Yo: nooooo, para nada

Natalia: lo imaginaba. Venga, ven y empieza a comer, que te veo con ganas, además no dejas de mirarla desde que me he sentado

Natalia se recostó en el sillón, mientras yo, a cuatro patas, me acercaba a ella, con mi mirada clavada en su entrepierna y deseoso por tenerla en mi boca.

Natalia: mmmm, vienes a cuatro patas, como un perrito, ¿te gusta ser perrito?

Yo: si

Natalia: además de maricón chupa pollas y putita, ¿eres sumiso?

Yo: si, soy sumiso

Ya me había apoderado de su polla, con una mano la acariciaba, mientras con la otra, amasaba sus huevos, sintiendo el calor de su piel.

Natalia: y eso lo sabe tu mujer?

Yo: sabe que de joven me gustaba mamar polla, pero no que soy sumiso. Ella no piensa de mi misma forma, por desgracia

Natalia: te gustaría que ella te tratara como a una putita sumisa?

Yo: bufff, me encantaría

Natalia: y porque no se lo propones?, igual acepta que seas su esclavo

Yo: muchas veces le he hablado de ello, igual que de hacer un trío o que folle con otro, ya ves mi polla, pero no quiere de ninguna manera

Natalia: oooo pobre putita, quiere ser cornudo y su mujer no quiere, tranquilo, que yo seré tu dueña, yo te haré mi esclavo, ¿quieres?

Yo: siii, claro que quiero, contesté a la vez que metía su polla en mi boca y empezaba a mamar

Natalia: mmm putita, así, chupame así. Veras lo bien que lo vamos a pasar juntos, te haré mi esclavo y vivirás situaciones que jamas pensaste

Mientras me hablaba, yo chupaba, lamía y comía su polla y huevos. Pasaba mi lengua por cada milímetro de su piel, sin dejar nada. Desde el ano, hasta la brillante y preciosa cabeza de su polla.

Natalia: así putita, sigue chupando así, mmmm

Natalia acariciaba mi cabeza, jugando con mi pelo. Yo me afanaba en mamar su polla, en tragar aquel pedazo de carne caliente y dura, pero no conseguía meter todo en mi boca. Dejando de mamar, le dije

Yo: me ayudas a meterla entera?

Natalia: quieres tragar toda?

Yo: si, me gustaría

Natalia: abre la boca

Abrí la boca, introduje su polla en ella y Natalia comenzó a hacer presión. Mmmmm, su polla entraba al fondo de mi garganta, causándome varias arcadas. No conseguía permanecer mucho tiempo con ella tan dentro.

Natalia: tranquila putita, con práctica lo conseguirás, verás como terminas tragando toda

¿Se había dirigido a mi como a una tía?, la verdad es que el que hiciera eso, me gustó y mucho

Yo: mmmm, me gusta cuando me hablas así, como a una tía

Natalia: claro, es que eres una buena maricona, puta y sumisa y no hay otra forma de hacerlo. Venga, sigue mamando

Volví a mis quehaceres, metí de nuevo su polla en mi boca, ya sin las manos de ella en mi cabeza, haciendo movimientos de sube y baja, follándome yo mismo, mientras Natalia permanecía recostada en el sillón, con los ojos cerrados, acariciando sus tetas y disfrutando de la mamada. De pronto, se escuchó un portazo. Sorprendido y asustado, dejé de mamar, pero Natalia hizo presión y su polla entró de nuevo en mi boca.

Natalia: no dejes de mamar putita

¿Quien sería?, estaba acojonado, terriblemente asustado, pero seguí mamando ya que ella me lo había pedido. Poco me importaba quien fuese, ya me daba igual, solo quería disfrutar de nuevo el estar con ella.

Natalia: hola

Desconocido: vaya, veo que lo estás pasando muy bien. ¿Es la maricona de la que me hablaste?

Natalia: si, es ella. Ya te dije que vendría a casa en cuanto la llamara, está deseando comer polla. Putita, mira, ¿te acuerdas que te dije que tendría una sorpresa?, pues bien, este es mi padre. Justo en ese momento, Natalia levantó mi cabeza y pude ver a su padre.

Un tipo de unos 50 años, de complexión fuerte, moreno y bastante alto, al menos eso me pareció desde mi posición entre las piernas de Natalia.

Yo: ho.. hola

Padre: hola maricón, ¿te lo estás pasando bien?

No sabía que responder, no me salían las palabras.

Natalia: venga, sigue mamando, que ya te he presentado. Volvió a agarrar mi cabeza y la dirigió de nuevo a su polla, enterrándola en mi garganta

Padre: se le da bien a la maricona, no

Natalia: buffff, la chupa de maravilla. Venga, cambiate y vienes

Padre: vale, me ducho y vengo ahora mismo, no le canses, jaja

Natalia: de ella, hablale de ella, la gusta más así. Tranquilo, que la puta tiene mucho aguante, jaja

Cuando su padre se retiró, Natalia comenzó a aclararme la situación.

Natalia: putita, mi padre hace mucho que se separo y de vez en cuando necesita follar. Tenemos mucha confianza entre los dos, hablamos y nos contamos todo. Le hablé de ti, lo puta y maricona que eres, como te folle el culo y te desvirgué y me dijo que quería follarte, me preguntó si estarías dispuesto y yo le dije que si, que lo harías con agrado, porque eres muy maricón y te encantan las pollas en tu boca y culo, eres una puta, ¿verdad que dejarás que te folle?, además ahora eres mi esclavo, no puedes negarte, lo harás quieras o no

No decía nada, con su polla en mi boca, mi mente no dejaba de pensar en esta nueva situación. Me calentaba sobre manera, pensar en que su padre me follaría, mientras yo, seguramente, continuaría mamando la polla de Natalia. Debido a esto, mi mamada se intensificó, quería que Natalia se corriera antes de que su padre saliera, quería tragar de nuevo su espesa y caliente leche y limpiar su polla de todo rastro.

Natalia: joder putuaaaaa, se nota...que te pone… muy cachondaaaaaaaa

Continué mamando, a la vez que metí un dedo en su ano.

Natalia: ahhhhhh siiiiiiiii joderrrrrrrrrrrrrrrrrrr…… me…..me….corrooooooooooooooo

En ese momento, Natalia levantó mi cabeza y su corrida cayó en mi cara, llenándola por completo.

Natalia: siiiii toma mi leche….. putaaaaaaaaaaaaa

Con mi cara dispuesta y la boca abierta para ver si en caía algo de leche en ella, esperé hasta que terminó de correrse.

Natalia: joder putita, lo de mi padre te ha puesto muy cachonda, menuda manera de mamar

Yo: gracias, pero quería tragar tu leche

Natalia: lo se, pero yo quiero que mi padre te vea así, con tu cara llena, así pareces aún más puta. Venga, desnudate antes de que venga

Rápidamente me desnudé. Natalia pudo ver mi pequeña polla, dura y reluciente por el precum.

Natalia: jaja, no me extraña que quieras que tu mujer folle con otro, será para que le de placer y sepa de verdad lo que es follar, ¿no?, ¿tienes ganas de correrte putita?

Yo: si, tengo muchas ganas, contesté mirando al suelo

Natalia: pues de momento no, no puedes correrte. Seguro que lo haces cuando tengas la polla de mi padre en el culo o la mía, jaja

Padre: que , ya ha terminado de mamar?

Natalia: si, la putita se ha portado muy bien, mira como la he dejado la cara

Agarró mi cabeza, la levantó y giró para que su padre pudiera verme

Padre: joder Natalia, estabas bien cargadita, jaja. Le queda muy bien a la puta, así lo parece aún más

Natalia: vedad que si?, está estupenda. Anda, acercate y con tu polla se lo vas metiendo en la boca. La puta está deseando tragar mi leche y que mejor manera de que empieces con ella, que hacerlo de esta mamera

Padre: tienes razón, creo que será un buen comienzo, jaja

El padre se acercó, con su polla aún dormida en la mano. Pude fijarme en ella, aún no estando dura, era bastante grande, no tanto como la de Natalia, recordad que a esta le mide 21 cm, pero si que parecía más gruesa. Su polla y huevos estaban cubiertos de pelo, no es que me disguste, pero las prefiero bien depiladas.

Padre: putita, abre la boca, que te voy a dar la leche de Natalia, seguro que estás deseando disfrutar de su rico nectar

Abrí la boca y comenzó a pasar su polla por mi cara, llevando el semen de Natalia hacía ella. Cuando su cabeza se introducía, yo relamía, pasaba mi lengua por todo su capullo y sorbía para recoger hasta la última gota de semen.

Padre: joder Natalia, tenías razón, que buena mamona es y además glotona, se ve que le gusta la leche

Natalia: le encanta, seguro que está deseando probar la tuya

Natalia seguía sentada en el sillón, acariciando su polla mientras su padre la metía en mi boca. Yo, arrodillado, tragando ese pedazo de carne que poco a poco se estaba endureciendo y llenandome. En ese momento, pude comprobar que era bastante más gorda que la de Natalia, mi boca casi no podía abrirse más a su paso, pero también comprobé que era más corta, unos 19 cm, cosa que no está nada mal, al menos para mi.

Natalia: le está costando a la puta, la tienes muy gorda

Padre: si, pero ya verás como la traga, ¿verdad maricón?

No podía responder, su polla comenzó a desaparecer dentro de mi boca. Abriendo todo lo que podía, conseguía introducirla casi por completo. Me dolía la boca de tener que abrirla tanto, pero esa polla me estaba volviendo loco y no dejaría pasar esa ocasión.

Padre: ves, mira como se la traga, a la puta le gustan las pollas gordas

Natalia: a la puta le gustan todas las pollas, sean como sean, jaja

Padre: pues verás cuando te la meta en el culo puta, te volverás loca, aunque seguro que te va a doler

Natalia: seguro que le dolerá, pero no tendrá más remedio que aguantar. Quiero que folles a esta puta, le duela o no y que te corras dentro, que la preñes igual que lo hice yo

Las palabras de ambos, no hacían más que acrecentar mi calentura, haciendo que la mamada a la polla de su padre, se intensificara. Poniendo las manos en su culo, apreté fuertemente contra mi, haciendo que se enterrase en lo más profundo de mi garganta.

Padre: bufffffff ¿te gusta bien dentro?, pues te voy a dar lo que te gusta.

Sujetó mi cabeza y no dejó que su polla saliera un milímetro. Durante unos instantes, que me parecieron eternos, la dejó enterrada, haciendo que por la comisura de mis labios cayese una gran cantidad de baba. Su pelvis apretada contra mi nariz, impedía mi respiración, me ahoga. Con mis manos, intenté apartarle, pero haciendo presión sobre mi cabeza, me lo impedía. Notaba que mis pulmones comenzaban a quedarse sin aire y mi cara se estaba poniendo completamente roja.

Natalia: pero no seas bruto, deja que respire, no querrás matar a la puta

Gracias a la intervención de Natalia, dejó de presionar mi cabeza y pude sacar su polla de mi boca. Comencé a toser y respirar agitadamente, mientras de mi boca caían al suelo grandes cantidades de baba.

Natalia: joder, mira como la has dejado, casi no puede ni respirar. Un poco más y te la cargas, ¿que pasa, no quieres disfrutar de ella, no quieres follarla, tener una zorra para desahogarte cuando quieras?

Padre: lo siento, joder, es que me ha puesto a mil con eso que ha hecho

Natalia: puedes hacerlo, meter tu polla hasta el fondo y dejarla, pero no tanto tiempo, la puta también necesita respirar

Padre: vale, vale. Puta, ponte a cuatro patas, que te voy a follar el culo

Natalia: ven aquí putita, mientras me comes la polla. Lleva cuidado, que desde el día que la desvirgué, no le ha entrado nada y lo tendrá cerrado

Padre: tranquila, llevaré cuidado

Me acerqué a Natalia y comencé a chupar su polla, mientras ella acariciaba mi cabeza.

Natalia: pobre putita, mi padre se lo ha hecho pasar muy mal, pero tranquila, no volverá a hacerlo

Su voz me calmaba y excitaba, me encantaba estar en sus manos y darle placer, me trataba con cariño y eso me gustaba. Su padre, mientras tanto, se acercó por detrás, separó mis cachetes y observó mi ano.

Padre: pues si que lo tiene cerrado, ¿tienes alguna crema?, para ponerle un poco

Natalia: ya está usado, conque escupas un poco creo que será suficiente

Puso saliva en mi ano, acercó su polla y apretó fuertemente. Un dolor desgarrador recorrió mi cuerpo, haciendo que dejara de chupar la polla de Natalia.

Natalia: joder, no seas bruto hombre, que es la segunda y además la tuya es muy gorda, vas a destrozar el culo de la puta

Padre: es que no he podido evitarlo, verla chuparte la polla y su culo así, a mi disposición, además hace meses que no follo. Pero ya está toda dentro

Natalia: si ya la tiene dentro, lo peor ha pasado, deja que se acostumbre un poco a tu polla

Padre: vale, estaré quieto un poco, pero ¿luego puedo darle duro?

Natalia: siiiii, luego podrás darle bien duro, a la putita le gusta así

El dolor seguía invadiendo mi cuerpo, notaba mi culo enormemente abierto, esa gran polla en mi interior destrozaba sus músculos.

Natalia: putita, ya verás que pronto pasa el dolor, recuerda cuando te lo hice yo, al principio te dolió mucho, pero luego te gustó aún más. Mi padre es un poco bestia, pero te va a hacer disfrutar como nunca y vas a desear que su polla te folle muchas veces

Mientras continuaba mamando la polla de Natalia, su padre comenzó a moverse, por suerte, lo hizo despacio, lentamente sacaba su polla, hasta casi por completo, para volver a meterla hasta el fondo. Esa suavidad y delicadeza, comenzaron a hacer que disfrutara de la follada. Por momentos, el ritmo de la follada aumentaba, metiendo y sacando su polla más rápidamente y más fuerte. El dolor desapareció por completo, dando paso a un placer indescriptible. Esa sensación era la que había estado buscando toda mi vida, desde que probé mi primera polla y por fin la había encontrado. Sus arremetidas eran tremendas, haciendo que mi cuerpo se moviera bruscamente a cada sacudida, tragando aún más la polla de Natalia.

Natalia: así, dale bien duro, ¿ves como le gusta a la puta?, estás consiguiendo que se trague mi polla entera y hasta ahora no lo había logrado

Padre: siii joderrr que buen culo tiene, me gusta joderla

Natalia: pues no pares, sigue dándole bien fuerte

Padre: creo que me va a gustar esta puta, la usaré muy a menudo

Natalia: podrás usarla cuando quieras, seguro que estará dispuesta y con ganas de polla

Mientras hablaban, Natalia no dejaba de acariciar mi cabeza y su padre no paraba de follarme. Sentía un enorme placer, mi ano completamente abierto, igual que mi boca, ambos ocupados por dos estupendas y preciosas pollas, hasta el punto, que no pude aguantar más y me corrí, mi pequeña polla comenzó a soltar leche.

Natalia: mira la puta, se está corriendo, jaja

Padre: pues si que es puta, se corre sin tocarse, jaja

Natalia: eso es porque le gusta estar así, con dos pollas para ella sola, ¿verdad putita?

No decía nada, no contestaba, solo me concentraba en recibir el placer de mi ano y mi boca. El padre de Natalia, seguía follando mi ano, este hombre era incansable, sudaba dando grandes, profundas y fuertes embestidas, me dolían las rodillas de estar en esa posición, pero el placer que sentía era superior al dolor. Esa gorda y dura polla, me estaba llevando al cielo. De repente, metió su polla en lo más profundo y comencé a sentir correr por mis entrañas un líquido caliente.

Padre: ohhhhh siiiii me corroooooooooooooooooooo

Natalia: siii, preña a la puta, dale tu leche bien dentro

Padre: siiii la preñoooooo tomaaaaa putaaaaaaaaa toda mi lecheee aaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Dios que delicia, sentir como tu interior es inundado por una descarga de semen, mientras chupas una polla, que seguramente, luego ocupara el lugar de la otra.

Natalia: vamos, echale hasta la última gota, dejala bien preñada

Padre: joderrrr siiiiiiiii, toma putaaaaaaaaaaaaa

El padre de Natalia, terminó de follarme, cayó exhausto sobre mi espalda, haciendo que mi cuerpo sintiera todo su peso. Estaba reventado, la follada había sido larga y muy intensa, se notaba que llevaba tiempo sin follar y me sentía orgulloso de haber sido el que le calmó sus ganas.

Natalia: ves putita como mi padre te haría disfrutar?, ¿a que te ha gustado como te ha follado?

Yo: joder, me ha encantado, si me he corrido y todo

Natalia: jaja, lo sabía, por eso no te dejé hacerlo antes

Yo: gracias por esta sorpresa

Natalia: ehhh, no tan deprisa, ahora me toca a mi, ¿o no quieres?

Yo: si, si que quiero

Natalia: jaja, sabía que no te negarías, te gusta demasiado, creo que hemos sacado a flote la puta que llevas dentro y vamos a aprovecharlo, ¿verdad putita?

Yo: si, has sacado a mi puta interior. Nunca pensé que volvería a mamar una polla y menos que alguien me follara, aunque siempre lo he deseado, pero tu has hecho realidad todas mis fantasías y especialmente hoy, con tu padre delante

Natalia: bueno, más que delante, detrás, no, jaja

Padre: jaja, si más bien detrás

Natalia: bueno, ya está bien de hablar. Papa, siéntate en el sofá, que la puta limpie tu polla, mientras yo la follo

Yo: Natalia, puedo pedirte una cosa?

Natalia: dime putita

Yo: me duelen mucho las rodillas, llevo mucho tiempo así y no aguanto, ¿me puedes follar tumbado?

Natalia: hay putita, es verdad, llevas más de una hora en esa posición y con los movimientos, tus rodillas estarán doloridas. Pero no te vas a tumbar putita, me voy a sentar en el sillón y tu encima de mi, vas a follar tu culo tu sola, mi padre se puede poner al lado, de pié, para que comas su polla mientras tanto, ¿te parece bien así?

Yo: si, si me parece bien

Natalia: pues venga, ven y metete mi polla, quiero ver como te mueves, como follas tu culo de puta

Natalia, ya sentada y con su polla bien empalmada, espero a que me colocara encima. Separé mis piernas y me senté sobre ella, comenzando a meter su polla en mi ano empapado por la leche de su padre, notando como resbalaba hacía mi interior sin obstáculo alguno. La gorda polla de su padre y el añadido de su leche, hacían que mi ano acogiese esa polla sin dificultad alguna. Una vez ensartado, su padre se colocó a mi lado.

Padre: vamos puta, limpia bien mi polla, que está llena de eso que tanto te gusta

No tuvo que pedirlo de nuevo, agarré su polla y comencé a chupar, mientras hacía movimientos de subida y bajada, mientras me follaba a Natalia.

Natalia: mmmm putita, así, me gusta como te follas tu sola y verte mamando la polla de mi padre

Estaba reventado, pero no tenía intención de dejar pasar la ocasión. Durante varios minutos, estuve follándome a Natalia, haciendo que su polla entrara y saliera de mi culo, cuando me cansaba de subir y bajar, me sentaba totalmente pegando mi culo contra su pelvis y hacía movimientos circulares, sintiendo como su polla se movía en mi interior.

Natalia: mmm putita, sigue, no pares, siiiiiiiii

Su padre, sacó la polla de mi boca y se sentó en el sillón, mientras se masturbara, veía como hacía disfrutar a Natalia. Ahora podría concentrarme solo en ella, en darle el máximo placer. Puse mis manos en sus tetas, las apretaba y amasaba a la vez que no paraba de follarme.

Natalia: ohhh siiiii asiii siiiiiiiii

Natalia hizo lo mismo, colocó sus manos en mis tetas (he de decir que al estar un poco rellenito, tengo tetas y me encanta que me las toquen y aprieten).

Yo: por … favor.. aprieta fuerte… mis pezones….

Natalia: te gusta fuerte putita, así?

Comenzó a apretarlos y tirar de ellos. Otra vez volvió la sensación de máximo placer. Mi polla despertó de nuevo y Natalia se dio cuenta.

Natalia: putita, te has vuelto a empalmar, me dijo a la vez que me agarró la polla, ¿quieres que te pajee?

Yo: si tu quieres, me gustaría, pero no es necesario

Natalia: ya se que no, porque te correrías otra vez sin tocarte, pero estás siendo una buena puta y mereces un premio, aunque será la última vez que lo haga, ¿has entendido puta que será la última vez?

Yo: si, gracias

Mientras continuaba follándome, sentado sobre su polla, Natalia meneaba la mía, la agarraba con su mano, apretaba y pajeaba. La verdad es que poco asomaba de ella, solamente la cabeza sobresalía de su palma.

Natalia: mira papa, mira que pequeña, casi es como la palma de mi mano, jaja

Padre: joder, no me extraña que disfrute con una polla y que le gusten bien grandes, aunque más grande que esa, son todas, jaja

No me importó que me dijeran esas cosas, estaba disfrutando de la follada y la paja que Natalia me estaba haciendo, es más, el escucharles hizo que mis movimientos se aceleraran, quería volver a sentir la sensación de mi interior lleno de leche y era cierto que mi polla era pequeña y me gustasen bien grandes y gordas.

Natalia: putitaaa me voy a correr, no paresssssssss

Aceleré como pude mis movimientos, haciendo que la polla de Natalia comenzara a descargar ríos de semen en mi interior, volviendo a disfrutar de esa maravillosa sensación. A la vez, mi polla comenzó a soltar leche, llenando el pecho de Natalia.

Natalia: toma putaaaa toma mi lecheeeeeeee

Yo: siiiiii damelaaaaa dentroooooooooo

Natalia: te preñoooooooo putaaaaaaaaaaaa

Su padre, se acercó a nosotros, con la polla en la mano y giró mi cabeza.

Padre: puta, abre la boca que te vas a tragar mi leche

No pude rechazar semejante oferta, abrí mi boca justo en el momento que comenzaba a descargar, haciendo lo posible por no dejar escapar nada. Me llenó de leche, tragué y seguí tragando, hasta que no salia nada de ella, dejándola bien limpia. Cuando terminé de hacerlo, la polla de Natalia había vuelto al estado de reposo y salió de mi ano, dejando un inmenso vacío.

Natalia: putita, me ha encantado como te has follado tu sola, creo que volveremos a repetirlo muchas veces

Yo: gracias, a mi me ha encantado hacerlo

Natalia: y cuanta leche me has echado y eso que ya te habías corrido antes, mira como me has puesto

Yo: lo siento

Natalia: tranquila putita, anda ven y limpiala

Me acerqué y comencé a limpiar mi leche del cuerpo de Natalia, hasta que no quedó rastro alguno de ella.

Natalia: ha sido una buena tarde, no?

Padre: joder, claro que ha sido buena, esta zorra nos ha hecho disfrutar y creo que no será la última vez

Natalia: claro que no, es bien puta y volverá a por más, además, desde hoy es mi esclava y estará a mi disposición cuando yo quiera

Yo: si, haré lo que quieras, pero mi mujer, mi hija

Natalia: tranquila putita, soy amiga de ellas y tendré en cuenta tu situación, no te preocupes que no se enteraran de nada. No quiero joderte la vida, sino hacerte disfrutar de lo que más te gusta, te vas a hartar de comer polla y de que te follen. Pero una cosa, cuando estemos tu y yo solos, serás mi esclava, harás lo que te pida sin protestar, de lo contrario, tu familia sabrá lo que eres en realidad, una puta mamona, ¿has entendido?

Yo: si, lo he entendido y no te preocupes, haré lo que me pidas con muchas ganas

Padre: joder que puta y viciosa eres

Natalia: ya no tendrás que ir de putas, teniendo esta, no tendrás que gastar dinero

Padre: ya lo creo hija, se acabaron las putas pagadas, teniendo una gratis, jaja

Natalia: venga, vístete y vete a casa. Ya nos veremos de nuevo

Comencé a vestirme, al ponerme el tanga noté como la leche resbalaba por mis piernas.

Yo: me dejas algo para limpiarme?

Natalia: no, vete así, como una puta recién follada, al fin y al cabo eso eres, ¿no?

Padre. Ha venido con eso?

Natalia: si, se lo pedí yo, creí que lo habías visto

Padre: pues no, me habría gustado follarla con el puesto apartando la tira, le hace un buen culo

Natalia. Bueno, la próxima vez. Venga, vete ya

Ya vestido, mientras ellos seguían sentados en el sillón, me dispuse a marcharme. Cuando llegué a la puerta, me giré.

Yo: gracias por esta tarde

Abrí la puerta y me marche en dirección a casa.

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