Disfrutando el culo de mi madre
Comenzó a rebotar sobre sus nalgas logrando una total penetración, debajo de él tenía ese culo tan deseado y veía como su polla entraba hasta el fondo dándole un placer visual que nunca hubiese imaginado. Su madre, con la cabeza apoyada en el colchón, se retorcía de placer y gemía como una posesa
Este relato lo escribí hace más de once años y lo publiqué en otra web con otro seudónimo, ahora lo he actualizado y corregido, espero que os guste.
Eduardo, Edu para los amigos, era un muchacho extrovertido y muy atractivo, con sus 18 años y su metro noventa tenía bastante éxito con las chicas. Su padre, de nombre Javier, tenía 43 años y viajaba muy a menudo por motivos de trabajo, su madre Raquel, con 38 años, se cuidaba mucho, hacía deporte a diario y tenía un cuerpazo impresionante, más aún desde que se había operado el pecho poniéndose una talla 100. Ambos eran bastante liberales y desde pequeño le habían hablado con espontaneidad del sexo, llevándole a playas nudistas e incluso paseando sin ropa por la casa con toda naturalidad.
Cuando Edu tenía 13 años, y estando su padre de viaje, fue con su madre a casa de un compañero de clase que era huérfano de madre, al llegar allí, su amigo y él bajaron a la piscina y su madre se quedó con el padre de su amigo en el piso. Pasado un rato, Edu subió a por su MP3 y al entrar en la casa no vio a ninguno de los dos, se quedó un instante en silencio y percibió como en la puerta del padre se oían algunos susurros, se aproximó y entonces se abrió la puerta apareciendo su madre despeinada y abotonándose la blusa seguida del padre de su amigo que iba sin camiseta y bastante sudoroso. En aquel momento no comprendió a que se debía, pero con el paso del tiempo se dio cuenta que les había pillado en plena faena, lo que le hizo ver que a su madre le iba la marcha y no solo con su padre.
Pero ese no es el motivo de este relato, lo interesante para esta historia comenzó cuando hace unos meses un amigo de su padre fue a su casa a pasar el fin de semana, el viernes los padres le dijeron a Edu que saldrían a cenar con su amigo y luego tomarían una copa en algún pub, éste les respondió que había quedado con los amigos para ir a la disco y regresaría sobre las 5 de la mañana, aunque todo cambió cuando Edu discutió con sus amigos y decidió regresar a casa después de la primera copa.
Al llegar a casa, Edu, que vivía en un dúplex, subió a su habitación, encendió el PC y se conectó a internet, pasadas un par de horas oyó ruido en la planta baja, así que se asomó despacio y vio a sus padres sentados en un sofá y a su amigo Carlos tumbado en otro, los tres reían y tomaban unas copas mientras veían una película porno, por lo que se quedó quieto y en silencio escuchando lo que decían. A medida que transcurría la película y seguían bebiendo, los comentarios cada vez eran más obscenos.
JAVI: Joder, ese actor tiene una buena polla.
CARLOS: ¡Que va! esa es pequeña, tú la tienes más grande.
RAQUEL: ¿Y tú qué sabes como la tiene Javi?
CARLOS: ¡Coño! Porque se la he visto más de una vez y sé que está bien dotado.
JAVI: Jajaja. La mía es grande, pero tú al no estar operado de fimosis debes tener más sensibilidad, así que la disfrutas más.
RAQUEL: ¿No la tienes operada?
CARLOS: No, la mía tiene gorrito.
RAQUEL: ¿Y hay diferencia entre una operada y otra que no lo está?
CARLOS: Bueno, la diferencia está en la vista y en el tacto.
JAVI: ¡Ojo! Y en el gusto, no es lo mismo comerse una con piel que otra pelada, es como la fruta, jajaja.
CARLOS: Puede ser, puede ser, yo nunca me he comido ninguna, jajaja.
RAQUEL: ¡Guarros! Solo estaba preguntando por la forma, por saber qué diferencia hay entre una y otra.
JAVI: No te enfades tonta, eso tiene solución, que se la saque Carlos y lo ves tú misma.
CARLOS: Por mí no hay problema, hay confianza.
Sin esperar un segundo, Carlos se bajó el pantalón y tumbado como estaba se sacó la polla del calzoncillo mostrándosela sonriente a Raquel.
RAQUEL: ¡Joder! No te cortas un pelo.
CARLOS: Raquelita, no te molestes, solo te la estoy enseñando y tú ya habrás visto más de una.
RAQUEL: ¡Pues si! Pero ves, viendo la tuya con piel me parece más bonita que la de Javi.
JAVI: ¡Vaya! Ahora va a resultar que la mía es peor.
RAQUEL: Yo no digo que sea peor, pero estéticamente es más bonita con el glande tapado por la piel.
JAVI: La valoración no puede ser por la estética sino por el tacto, para poder juzgar tienes que tocarlas, coge la de Carlos y tócasela para ver si es mejor que la mía.
RAQUEL: ¡Si, ya! No te lo crees ni tú.
CARLOS: A mí no me importa, puedes hacerlo si quieres.
RAQUEL: Que va, me da vergüenza.
JAVI: No seas corta y tócasela, así luego valorarás más la mía que es más grande.
Sin darle tiempo a pensarlo, Carlos tomó la mano de su mujer y la llevó a la polla de Carlos.
JAVI: ¡Ves! No pasa nada tonta, ahora muévela un poco arriba y abajo para que saques mejores conclusiones del nabo de Carlos.
Al decir esto, Javier acompañó la mano de Raquel en un suave movimiento subiéndola y bajándola a lo largo de la verga de Carlos. Éste se acomodó en el sofá cerrando los ojos y emitiendo unos leves gemidos de placer.
JAVI: Ves que bien, así, acaríciasela así Raquel. ¿Qué te parece? ¿Te gusta su polla?
RAQUEL: Si, claro que me gusta. ¿Pero no os parece que os estáis pasando?
JAVI: No seas tonta, tú sigue así, acaríciasela suavemente, ahora tira del prepucio para descapullarla.
Javier ya había soltado la mano de Raquel y ella continuaba pajeando a Carlos deslizando sus dedos rítmicamente a la largo del tronco de esa verga que se mostraba enhiesta ante sus ojos. Al oír a su esposo tiró con más fuerza y vio como la piel bajaba dejando a la vista el glande rojo e hinchado en el que ya aparecían las primeras gotas de líquido preseminal.
JAVI: ¿Qué? Carlitos ¿Te gusta?
CARLOS: Ummm ¡Me encanta! Sigue así Raquel, no pares por favor.
RAQUEL: ¡Joder! Me da vergüenza.
JAVI: Shhhh. Cállate y sigue.
Edu, desde el rellano, contemplaba la escena sorprendido al ver como su madre pajeaba a Carlos mientras su padre miraba y la animaba a continuar. La sorpresa fue aún mayor cuando vio como su padre se ponía de pie, sacaba su miembro y se ponía frente a su madre.
JAVI: Me está dando envidia, coge ahora la mía con la otra mano y hazme una paja también.
Raquel levantó la vista un instante y sin dudarlo cogió esa nueva polla que se mostraba erecta ante ella y comenzó a menearla, ahora estaba haciendo una paja con cada mano.
CARLOS: Ummm ¡Que bueno! ¡Como me gusta!
JAVI: Siiii. Joder cariño, me gusta verte con dos pollas en la mano.
RAQUEL: ¿Así os gusta? Es que me cuesta mover las dos al mismo tiempo.
JAVI: Eso tiene fácil solución, cómete la mía, hazme una buena mamada.
Edu vio entonces como su padre se aproximaba un poco más y metía la polla en la boca de su madre que estaba de rodillas junto al sofá de Carlos. Para él aquello era increíble, nunca hubiese esperado ver a su madre chupando una polla mientras pajeaba otra al mismo tiempo, ni en el más caliente de sus sueños hubiese imaginado una escena como esa. Sin lugar a duda Carlos disfrutaba mucho por los gemidos que daba.
CARLOS: Ummmm. ¡Como me gusta! ¿Puedo tocarte las tetas?
RAQUEL: Ya puestos no voy a decirte que no, haz lo que quieras.
Carlos abrió la blusa de Raquel, desabrochó el sujetador y liberó sus tetas. Edu podía ver como el amigo de sus padres apretaba entre sus manos los pechos de su madre, los había visto muchas veces pero hasta ahora no se había dado cuenta de su perfección, eran grandes, turgentes, con una areola marrón del tamaño de una moneda y unos pezones pequeños y puntiagudos. No podía retirar la vista de ellos, más aún al ver como Carlos los apretaba entre sus dedos sacando de su madre gemidos de autentico placer.
CARLOS: ¡Que grandes y duras las tienes! Joder Javi, tiene que hacerte unas cubanas tremendas. ¡Qué callado lo tenias cabroncete!
JAVI: Jajaja Te gustan ¿Verdad? Tiene unas tetas de campeonato. ¿Te gustaría probarlas?
Mientras hablaban, Raquel seguía concentrada en su tarea, su cabeza se movía adelante y atrás tragándose una y otra vez el miembro de su esposo a la vez que con la mano sacudía sin descanso el rabo de su amigo. Las descargas de placer que sentía cada vez que Carlos pellizcaba sus pezones y el tener dos vergas a su disposición, hacia que disfrutase como una loca, participar en un trío era uno de sus deseos ocultos y ahora se estaba cumpliendo, aunque hubiese preferido que fuese con un desconocido y no con su amigo.
JAVI: Hazle una cubanita Raquel, demuéstrale a Carlos lo bien que utilizas esas tetas.
Raquel vio como Carlos se incorporaba en el sofá sentándose, sin dudarlo un instante dejó de mamársela a su esposo y se metió entre las piernas de su amigo colocando la polla de éste entre sus pechos.
Edu contemplaba como las impresionantes tetas de su madre envolvían el miembro de Carlos y se movían arriba y abajo sin cesar arrancando de éste gemidos cada vez más altos. Sin salir aún de su asombro vio como su padre se ponía de rodillas detrás de ella, subía un poco la falda y bajando las bragas hasta las rodillas metía la mano entre sus piernas. La respuesta fue inmediata y Raquel las levantó para que sacase por completo las bragas, después las separó dándole pleno acceso a su sexo. La visión de su madre inclinada sobre la verga de Carlos mientras su padre la pajeaba desde atrás hizo que la polla de Edu saltase como un resorte y éste comenzase a masturbarse sin poder contener su excitación.
JAVI: ¿Te gusta como te toco Raquel?
RAQUEL: Siiii Me encanta, sigue cariño.
CARLOS: ¡¡Ummmm!! ¡Vaya tetas tienes Raquel! Creo que me voy a correr de un momento a otro.
JAVI: Vamos cari, hazle una mamada para acabar.
RAQUEL: No, eso ya es mucho pedir.
CARLOS: Joder Raquel, hazlo por favor, no sabes cuantas veces me he masturbado pensando en ello.
RAQUEL: ¡Venga ya! ¿De verdad te la has meneado pensando en mí?
CARLOS: ¡Joder! Muchas veces, siempre pensaba en tocar tus tetas y correrme en tu boca, una cosa ya la he hecho, ahora depende de ti que cumpla mis dos sueños.
JAVI: Venga cari, no seas estrecha, demuéstrale como la chupas.
Raquel oía a su esposo y al mismo tiempo notaba como éste acariciaba su clítoris y empujaba su cabeza hacia abajo hasta poner sus labios junto a la verga de Carlos, ahora tenía frente a sus ojos aquella polla hinchada y erecta y no era capaz de apartar la mirada, por un lado pensaba que se estaban excediendo pero por otro sentía un deseo irrefrenable de rodear ese capullo con los labios y meterlo en su boca.
RAQUEL: Esto no está bien. ¿No os parece que nos estamos pasando?
Javier sin responder colocó su miembro entre los pliegues de la vulva de su esposa y presionó hasta meterla en lo más profundo de su vagina, ella dio un respingo soltando un gemido de placer y él comenzó a embestirla con fuerza mientras pellizcaba con fuerza sus pezones. Raquel, de inmediato, abrió los labios envolviendo con ellos el capullo rojo e hinchado de su amigo y comenzó a succionarlo con suma destreza.
JAVI: Vamos, trágatela enterita, ya verás como te gusta.
CARLOS: Si por favor, necesito correrme ya.
JAVI: Vamos cariño, cómele la polla como tú sabes, chúpasela bien.
Raquel no decía nada pero su cabeza subía y bajaba sin cesar y su lengua aparecía de vez en cuando relamiendo el capullo de Carlos. Éste, ya descontrolado, sujetaba con fuerza la cabeza de ella.
CARLOS: ¡Dios! ¡Que bueno! Cómemela ¡Si!
Carlos estaba tan excitado que presionaba la cabeza de Raquel para que se tragase mayor porción de polla mientras Javier la follaba con fuerza tomándola de las caderas.
JAVI: ¡Así me gusta! ¡Dos pollas para mi pequeña guarrilla! ¿Te gusta?
RAQUEL: Siii. Mucho, sigue follándome cariño.
JAVI: ¿Te gusta tener dos pollas para ti? Dímelo.
RAQUEL: ¡Siii! Me encanta. Me gusta tener dos pollas.
CARLOS: Joder, voy a correrme ya ¿Me dejas correrme en tu boca? Dímelo por favor.
RAQUEL: ¡Siii! Córrete, hazlo en mi boca.
Al instante un chorro de leche salió inundando la boca de Raquel que hacia verdaderos esfuerzos para poder tragarla mientras su esposo seguía follando su coño con violencia.
JAVI: Así me gusta cariño, cómesela bien, que no quede ni una gota.
Raquel sacaba y metía la polla de Carlos en su boca y se la comía con desesperación, la chupaba, la relamía y se la volvía a tragar nuevamente recogiendo cada gota de semen que salía de ella.
CARLOS: ¡Dios! Me encanta como lo haces, eres única chupando. ¡Que suerte tienes cabrón!
JAVI: ¡Así me gusta! Ahora me toca a mí, también quiero correrme en tu boca.
Javier sacó la polla del coño de su esposa y se sentó en el sofá, ella se dio la vuelta y se la tragó enterita.
JAVI: ¡Vamos chúpala, así! ¡Trágatela bien! ¡Así me gusta! ¡Así! Ummmmm Me voy a correr.
RAQUEL: Si, córrete ya. ¡Venga! Córrete en mi cara.
Edu veía como su madre se había puesto en cuatro y seguía mamando la polla esperando la corrida de su padre, al hacerlo daba la espalda a Carlos y le mostraba el culo en todo su esplendor, por lo que a éste le estaba creciendo el miembro por momentos.
JAVI: ¡Ya me corro! ¡Ya me corro! Pero ella no ha acabado, termina tú la faena Carlos.
Al oírle, Carlos se lanzó de inmediato colocándose detrás de Raquel y enterrando su polla en lo más profundo del coño de ésta.
RAQUEL: ¡Ehhh! Esto no por favor ¡Sácala! No hemos dicho nada de follar.
JAVI: ¡Joder cari! No seas así, sigue chupándomela hasta que termine y disfruta de la polla de Carlos.
RAQUEL: Pero esto no está bien.
Carlos se había inclinado sobre Raquel y estaba acariciándola el clítoris mientras Javi retorcía sus pezones sin parar.
JAVI: ¡Disfruta cariño! Verás como te gusta, muévete y clávatela bien a fondo. ¿No te gusta tener las dos pollas para ti?
Raquel excitada se la chupaba a su esposo y se movía adelante y atrás buscando ensartarse la polla de Carlos en cada movimiento.
JAVI: ¿Te gusta cariño?
RAQUEL: ¡Siii!! Me encanta. ¡Muévete Carlos! Métemela bien adentro.
CARLOS: Tómala toda entera, como me gusta clavártela, hacía tiempo que deseaba follarte.
JAVI: Pues ahora la tienes, es toda tuya. ¿No te gustaría metérsela por el culo?
CARLOS: ¡Joder! ¿De verdad? Claro que quiero. ¿Pero no te importa?
RAQUEL: Si hazlo, pero date prisa, necesito correrme ya, estoy muy caliente.
JAVI: Pues no lo pienses y encúlatela ya.
Sin esperar un segundo, Carlos recogió con sus dedos los flujos que salían del sexo de Raquel y lubricó el ano de ésta metiéndolos dentro, primero uno y a continuación los dos, el estrecho anillo marrón se abría y cerraba ajustándose a ellos y Raquel empujaba sus caderas hacia atrás intentando que la penetrasen más adentro.
RAQUEL: ¡Vamos! ¡Fóllame! Por lo que más quieras, métemela ya.
Carlos situó su glande a la entrada del ano y presionó con fuerza hasta romper la presión del esfínter enterrando el capullo en su interior, despacio comenzó un mete y saca de forma que la polla se iba hundiendo poco a poco en el culo de Raquel.
RAQUEL: ¡Ohhh… Como me gusta! Ummmm. Muévete, vamos muévete.
Javier, ya sin poder contenerse, sacó la polla de la boca de su esposa y soltó una descarga de leche en su cara. Ésta abrió la boca y sacó la lengua para recoger el blanco y cálido liquido que resbalaba por sus labios. Satisfecho al verlo, Javier se reclinó en el sofá disfrutando de la escena sin saber que su hijo, escondido en el rellano, se estaba haciendo una paja de campeonato viéndoles a los tres.
RAQUEL: ¡Fóllame! ¡Fóllame fuerte! Me encanta.
Carlos la cogió con fuerza por las caderas y comenzó a penetrarla con violencia, en cada envite se dejaba caer sobre ella para enterrar la polla hasta el fondo en ese culo que nunca hubiese pensado que podría disfrutar.
CARLOS: ¿Así te gusta? ¿Te la estoy clavando bastante o la quieres mas adentro?
RAQUEL: Siiiii, me gusta, clávamela hasta el fondo, la quiero toda dentro.
JAVI: ¡Joder cari! Eres una verdadera Zorra, como te gusta que te follen el culo.
RAQUEL: Siiii, me encanta que me la clave en el culo.
CARLOS: ¡Joder Javi! Tienes una auténtica Zorra en casa, no sabes la envidia que me das.
RAQUEL: Cállate y fóllamelo sin parar. ¡Sigue Cabrón!
Edu veía como el amigo de sus padres taladraba literalmente el culo de su madre y oía como ella le pedía más, no podía creer lo que estaba viendo, realmente era tan zorra como ambos decían.
RAQUEL: Voy a correrme, voy a correrme. ¡Que gusto! ¡Yaaaaa! ¡Yaaaaaa!
Raquel se dejó caer exhausta sobre el sofá mientras Carlos seguía penetrándola sin parar hasta que por fin eyaculó soltando la carga de semen en su interior.
Edu vio como se tumbaban en el sofá y consideró que era el momento de irse despacio a la habitación. A partir de esa noche no hacía más que pensar en lo que había visto y se hacía un montón de pajas recordando la cara de placer que tenía su madre al ser enculada por Carlos.
Meses después su padre se fue de viaje, y como siempre ocurría desde que era pequeño, su madre le pidió que durmiese con ella porque le daba miedo estar sola, esto hizo que su mente calenturienta comenzase a trazar un plan.
RAQUEL: Edu, esta noche cuando vengas de pasear con tus amigos duerme en mi cama. ¿Vale?
EDU: Mamá, he pensado que en vez de salir con mis amigos, hoy podemos salir tú y yo a cenar y tomar una copa. ¿Qué te parece?
RAQUEL: ¡Pero bueno! ¿Cómo este cambio? Si nunca quieres salir conmigo, creía que te avergonzabas de mí.
EDU: Pues ya ves que no. Y hoy vamos a salir a divertirnos los dos solos.
RAQUEL: Déjalo hijo, sal con tus amigos y diviértete. Deja a esta pobre madurita que se quede en casa.
EDU: De eso nada, además, quiero que te vistas con ropa provocativa para poder presumir de madre buenorra.
RAQUEL: ¡No paras de sorprenderme! Si así lo quieres de acuerdo, a las 9 P.M. salimos.
Durante toda la tarde Edu no paraba de pensar en el culo de su madre y en como gozaba con Carlos, y estaba deseando que llegase la hora para llevar a cabo el plan que había preparado.
A la hora prevista Raquel bajó por la escalera y apareció en el salón de forma que dejó a Edu sin aliento. Llevaba una mini con volantes negros, medias negras y unos zapatos de tacón alto. La blusa blanca que se había puesto tenía tal escote que el sujetador blanco de encaje se veía perfectamente y las tremendas tetas peleaban por salirse debido a la presión a la que estaban sometidas.
EDU: ¡Joder mami! ¡Como te has puesto! Estás que quitas el hipo.
RAQUEL: Es lo que querías ¿No? Pero si quieres me cambio de ropa.
EDU: ¡NOOO! Estás estupenda.
Edu la llevó a cenar a otro barrio en el que no les conocía nadie, a un restaurante muy discreto, con luz tenue y velas. Durante toda la cena los caballeros de las mesas próximas no paraban de mirar las tetas de Raquel, y más de uno intentaba ver también todo lo que podía por debajo de la mesa, ya que, al sentarse, la falda se le había subido demasiado dejando casi a la vista su ropa interior y, a pesar de los intentos que hizo por bajarla, su diminuto tamaño no se lo permitía subiéndose de nuevo.
Edu observaba a los hombres con envidia por el espectáculo que tenían y que él no podía contemplar. ¡Bueno! Sus tetas si, las tenía a dos palmos de sus ojos y eran tremendas, por el escote asomaban dos perfectos y enormes pechos y la blusa transparentaba lo suficiente para mostrar el sujetador blanco de encaje en el que se marcaban dos pezoncitos marrones y erectos que sobresalían con toda nitidez.
La cena se desarrolló como había previsto, pidió una botella de vino y le sirvió a ella la mayor parte, la excusa era que él tenía que conducir y era novato.
RAQUEL: Con tanto vino me voy a coger un colocón tremendo.
EDU: No pasa nada, como conduzco yo no hay peligro.
A los postres el camarero les ofreció un licor y Edu pidió dos chupitos de orujo de hierbas.
RAQUEL: Pero si tú no puedes tomar eso, si te pillan te quitan el carné de conducir.
EDU: Pues te tomas tú los dos, no vamos a desperdiciar la invitación del camarero.
Acabada la cena se levantaron y Raquel intentó en vano bajarse la falda, llevaba liguero y la parte de abajo se veía perfectamente. Dio un traspié por efecto del alcohol y Edu la sujetó rápidamente por la cintura hasta llevarla al coche. Al sentarse en el asiento delantero se reclinó hacia atrás abriendo ligeramente las piernas, por lo que la falda se subió de nuevo, desde su puesto de conductor Edu veía la puntilla de las medias y todo el liguero, así como un tanguita diminuto entre sus piernas, era negro trasparente, por lo que se veía claramente una fina fila de pelos en su pubis. Ya se los había visto muchas veces, pero no en una situación tan excitante como esta.
Arrancó el coche para ir a una discoteca de Salsa que había próxima y su madre se acomodó en el asiento cerrando los ojos y abriendo aún más las piernas, en esta posición se veía como el tanga se había metido en el surco de su sexo dejando a la vista su vulva, ahora Edu tenía el coñito de su madre bien visible ya que apenas era tapado por el hilo del tanga. Movido por la excitación puso la mano sobre el muslo de su madre y lo acarició acercando los dedos hasta el tanga, Raquel, en estado semiinconsciente, se movió de nuevo abriendo un poco más las piernas, esto hizo que Edu aprovechase la situación para tocar su coñito por encima del tanga, pasó el dedo suavemente y notó el contorno de sus labios, al tenerlo depilado la piel era muy suave, solo había una estrecha fila de pelo recortado que ascendía por su pubis. Al frenar en un semáforo se incorporó y Edu retiró rápidamente la mano.
RAQUEL: Creo que me he quedado dormida. ¿Dónde vamos? ¡Joder hijo! Voy medio desnuda y no me has dicho nada, que va pensar la gente si se para algún coche al lado y me ven así.
EDU: A una disco que hay aquí cerca, vamos a bailar un rato.
RAQUEL: Uyyy. Mejor sería ir a casa a dormir, yo estoy bastante bebida como para seguir por ahí.
EDU: No mami, creo que hoy vamos a seguir de marcha hasta que el cuerpo aguante.
Raquel se encogió de hombros aceptando la propuesta de su hijo y continuaron el camino hasta llegar a la disco, al entrar, los porteros se quedaron embobados mirando a Raquel. La verdad es que iba explosiva, al caminar, los volantes de su falda se movían y dejaban ver el comienzo de su culo, sus tetas desbordaban el sujetador dejando entrever sus pezones redondos y marrones. Al entrar fueron directamente a la barra, Edu pidió un Ron-cola para ella y a continuación la dijo que iba al servicio, se alejó un poco para dejarla sola y ver si algún caribeño la abordaba para bailar. No tardó mucho en aparecer el primer bailarín que quería llevarla a la pista, Raquel dijo que no, por lo que Edu se acercó y la dijo que no fuese tonta y bailase.
EDU: No seas tonta y baila con él, diviértete todo lo que puedas.
RAQUEL: Pero hijo, no quiero dejarte solo.
EDU: No te preocupes, yo voy pidiendo una copa para mí, pero antes toma un pelotazo de la tuya o se va a calentar el cubata.
Raquel dio un buen trago a la copa, salió con su acompañante a la pista y se pusieron a bailar salsa, al comienzo el chico guardaba las distancias, pero al ver el estado de ella y lo buena que estaba, la fue apretando contra él y puso la mano en su culo. El plan de Edu estaba funcionando y ya se estaba poniendo cachondo solo con ver la escena, y no era el único, a su lado había dos muchachos que no paraban de decir lo buenorra que estaba y lo que harían con ella si la pillasen por banda.
Acabada la canción y cuando regresó de la pista, Raquel bebió de nuevo del cubata y dio un traspié apoyándose en su hijo, entonces fue cuando él se percató del nivel de alcohol que llevaba.
Uno de los muchachos que estaban al lado se aproximó y pidió bailar con ella, a lo que Edu respondió que por supuesto. La sacó de nuevo a la pista y la apretó contra él metiendo la pierna entre las de ella, su mano subía y bajaba por su culo sin que ésta se resistiese, Raquel, excitada y sin ser consciente de sus actos, se apretó contra él frotando su pubis con la pierna del muchacho, éste, al sentirse autorizado, subió la minifalda dejando a la vista el liguero y el tanga y comenzó a sobarle las nalgas sin parar, después comenzó a besar su cuello y metió la otra mano por debajo de la blusa. Con un gesto avisó a su amigo, quien se acercó por detrás y se pegó a Raquel, mientras éste sobaba sus tetas desde atrás y apretaba el miembro contra su culo, el otro seguía rozando su pierna con el sexo de ella y metía la mano bajo la falda acariciando su trasero y todo cuanto podía.
La canción se acabó y Edu aprovechó para llevársela a la barra de nuevo.
EDU: Toma otro trago mami. ¿Lo estás pasando bien?
RAQUEL: ¡Ufff! Hacía tiempo que no lo pasaba tan bien, pero todo me da vueltas.
EDU: Voy al servicio y nos vamos. ¿Vale?
RAQUEL: Como tu quieras hijo.
Se alejó un poco y enseguida los dos chicos de la pista se acercaron a ella y comenzaron a meterle mano, la llevaron a unos sillones que estaban en una zona más oscura y rápidamente desabrocharon la blusa y sacaron sus tetas del sujetador, al ver aquellas magníficas tetas coronadas por esos oscuros y erguidos pezones, no pudieron creer la suerte que tenían, sin esperar un segundo uno de ellos se lanzó sobre ellas besándolas y apretándolas con fuerza, el otro, más decidido, sacó su polla y se la puso en la mano a Raquel, quien automáticamente comenzó a sacudirla pajeando al chaval con maestría, esto animó al otro chico que rápidamente la empujó para que se pusiera de rodillas, sacó su miembro y se lo acercó a los labios, Raquel inmediatamente la cogió con la otra mano y se la metió en la boca iniciando una profunda mamada. El primer chico al verlo se puso de rodillas detrás de ella, la obligó a separar las piernas y apartó el tanga a un lado para clavársela en el coño.
Al ver que la situación se le iba de las manos, Edu se acercó rápidamente, la cogí del brazo y se la llevó de allí escuchando las protestas de los dos muchachos.
EDU: Vámonos a casa mami.
RAQUEL: Si cariño, lo que tu digas.
Edu veía con claridad que su madre tenía un tremendo colocón y ya no era consciente de sus actos. La llevó al coche, la acomodó en su asiento y arrancó en dirección a su casa. Durante el trayecto pudo ver de nuevo una panorámica excepcional, sus piernas abiertas mostrándole el coño, pues a estas alturas el tanga ya no tapaba nada, y la blusa abierta con las tetas fuera del sujetador que se movían de un lado a otro al girar en cada calle. No lo dudó y su mano fue directamente al hermoso coñito que se mostraba ante él, acarició el vello púbico, deslizó sus dedos hacia abajo y acarició la vulva, después los introdujo entre sus labios, al hacerlo pudo comprobar que estaba totalmente mojada, la sesión de baile y los magreos de los bailarines habían producido el efecto que él esperaba, estaba excitada y con ganas de ser follada.
Raquel gimió ligeramente y abrió aún más las piernas, lo que le facilitó poder penetrarla con uno de sus dedos, al ir conduciendo su posición no era muy buena, pero ella comenzó a mover sus caderas de forma que se iba introduciendo el dedo más a fondo, una de sus manos bajó hasta coger la de su hijo y la presionó para que la penetración fuera mayor, al notar el dedo más adentro la soltó y comenzó a estimularse el clítoris. Los movimientos cada vez eran mayores y sus gemidos más altos. Con la otra mano se estaba masajeando las tetas y pellizcándose los pezones.
RAQUEL: Sigue cariño ¡No pares! Tú sabes como me gusta, ¡Sigue mi amor! No pares Javi, no pares.
Raquel, en el estado etílico en que se encontraba, confundía a Edu con su padre. Abría las piernas por completo y empujaba la mano de su hijo para que la tocase con más fuerza. Por miedo a tener un accidente, éste detuvo el coche en un callejón oscuro y metió dos dedos en el coño de su madre, ella movía aceleradamente las caderas y pedía más, por lo que Edu la penetró profundamente con tres dedos, Raquel estaba desesperada y seguía empujando las caderas intentando que la mano de su hijo entrase por completo en su sexo húmedo, el chapoteo de los dedos al entrar una y otra vez en su coño la excitaba terriblemente y los movimientos de su dedo acariciando el clítoris eran cada vez más rápidos, por lo que sus caderas no dejaban de subir y bajar.
RAQUEL: ¡Si! Cariño ¡Si! ¡Tócame, tócame! ¡Como me gusta! Haz que me corra. ¡Ya! Ya me viene, ¡Si! ¡Si!
Al instante se relajó en el asiento quedándose dormida. Su hijo no sabía si abalanzarse sobre ella y follársela allí en el coche o taparla con la falda por miedo a que alguien pudiese verla de aquella manera. Finalmente arrancó y la llevó a casa.
Al llegar la cogió en brazos y la subió a la habitación, la dejó en la cama y al ver como estaba, con la falda subida por encima de la cintura, las piernas entreabiertas, el tanga fuera de sitio y las tetas asomando con sus pezones bien firmes, no pudo controlarse, cogió la cámara de fotos y comenzó a hacer una sesión de fotos de lo más obscena. Primero tal como estaba, después le quitó la blusa y el sujetador, a continuación la falda y el tanga y así tal como estaba, solo con el liguero, acabó por hacerle multitud de fotos en las posiciones más provocativas, de su coño, de su culo, ni una parte de su cuerpo quedó sin ser fotografiada.
Una vez acabada la sesión se desnudo y se metió en la cama con ella. Muy despacio se pegó a su espalda y empezó a frotarse contra el culo de su madre, no paraba de pensar en la escena de ésta enculada por Carlos y esto hacia que tuviese una gran erección. Con mucho cuidado colocó su miembro entre las piernas de su madre y suavemente inició un movimiento de vaivén frotándolo contra sus muslos. Instintivamente Raquel se movió sacando el culo ligeramente hacia atrás, por lo que la polla de su hijo se deslizó hasta situarse a la entrada de su coño. Ahora o nunca pensó él, tenía que metérsela ya, pero algo le impedía hacerlo. Para su sorpresa, ella se movió de nuevo y pasó una mano hacia atrás tomando su polla y llevándola a la entrada de su vagina.
RAQUEL: Mi amor, tienes la polla para estallar, ven que yo te relaje
Echó sus caderas hacia atrás y se metió la polla poco a poco. Lentamente comenzó a moverse clavándosela cada vez más adentro, sus movimientos eran rítmicos y pausados y Edu no era capaz de moverme, estaba paralizado.
RAQUEL: ¡Así cariño! ¡Fóllame! Métemela como a ti te gusta, ¡Que rico! ¡Así!. Oh si Javi ¡Así! Tócame las tetas por favor. ¡Apriétame los pezones Javi, hazlo como tú sabes!
Edu vio que su madre le confundía de nuevo con su padre y, como ya no podía más, cogió las tetas entre sus manos y las apretó con fuerza pellizcando los pezones como había visto hacerlo a su padre. Animado al ver que ella no se quejaba, comenzó a explorar todo su cuerpo y cuando llegó al clítoris se detuvo acariciándolo con suavidad, su dedo hacía pequeños círculos alrededor y esto hacía que su madre se retorciera de placer.
RAQUEL: ¡Siii! Así mi amor, tócame. ¡Siiiii! Como me gusta. ¡Sigue tocándome! ¡No pares.
Sus movimientos eran cada vez más acelerados, empujaba sus caderas hacia atrás buscando la polla de su hijo que cada vez se clavaba en su vagina más profundamente.
RAQUEL: Ummm. Como me gusta que me folles.
EDU: ¡Voy a correrme! Estoy a punto.
RAQUEL: ¿Ya? No, aún cari, yo aún no estoy, espera un poco más, no te corras mi amor.
EDU: No puedo aguantarme, voy a correrme ya.
Sacó la polla del coño de su madre y se incorporó hasta ponerla junto a su boca, quería correrse en ella como había hecho Carlos.
RAQUEL: Ummmm. ¿Quieres que me tome tu leche?
EDU: ¡Si por favor!
RAQUEL: Dámela cariño, toda para mí.
Raquel la rodeó con sus labios y comenzó a chuparla con avidez, su cabeza subía y bajaba con una velocidad vertiginosa y la polla de su hijo desaparecía en su boca y al momento volvía a aparecer.
EDU: Ya, ya, voy a correrme.
RAQUEL: Vamos mi amor córrete mi boca, la quiero toda para mí.
Cerró los labios alrededor del glande y un latigazo de líquido caliente inundó su boca, al notarlo tragó con rapidez esperando el segundo.
RAQUEL: Ummmm, dame más.
Sintió la siguiente descarga y ésta la retuvo en la boca, quería saborearla, sentir su calor, retenerla en sus labios y mostrársela a él, los abrió y enseñó a Edu la leche con la que acababa de llenar su boca, después volvió a coger la polla y relamió el capullo hasta extraer la última gota de leche que salía de él.
RAQUEL: ¡Muy bien mi amor! Me has dado toda tu lechecita, ahora haz que me corra yo.
El espectáculo era sorprendente, abría las piernas pidiendo a su hijo que la comiera el coño. Sin dudarlo, éste metió su cabeza entre las piernas de su madre y recorrió su vulva con la lengua bebiendo todos los jugos que estaba derramando. Rápidamente, las manos de ella cogieron su cabeza apretándola contra su coño húmedo moviéndola en círculos y arriba y abajo, Edu sentía que su cabeza era un consolador a disposición de su madre, con sus labios apretaba el clítoris y su lengua continuaba explorando su interior al ritmo que ella marcaba.
De repente Raquel cerró sus piernas apretando con fuerza la cabeza de su hijo al tiempo que gemía y se movía convulsivamente.
RAQUEL: ¡Dios! Que rico, que bien me lo has comido mi amor.
Edu continuó lamiendo sus jugos y ella se quedó relajada, después los dos se quedaron dormidos abrazados.
De madrugada Edu se despertó y al girarse la vio dormida junto a él, estaba tumbada de lado y le mostraba su culo desnudo. Al principio no sabía que hacer, tenía miedo que se despertase y se acordase de todo lo que había pasado, por lo que dudó durante un buen rato, pero al rozarla el culo, su excitación fue tal que no pudo evitar ponerse pegado a ella y acercar la polla a éste. La imagen de Carlos follando ese culo no paraba de pasar por su mente. Casi sin querer comenzó a frotarse contra ella colocando su miembro en el surco de sus nalgas. Al ver que no reaccionaba separó las nalgas con una mano y situó el capullo a la entrada de su ano, volvió a rozarla contra éste ejerciendo ligeras presiones sobre su esfínter, al llegar a este punto ya estaba muy excitado y su verga a punto de reventar, pero le daba miedo intentar algo más por miedo a despertarla.
Se levantó sin hacer ruido, fue al baño y cogió un frasco de lubricante que guardaban allí sus padres, se echó en la mano y en su miembro erecto y volvió a la cama, se colocó nuevamente pegado a su madre y con el aceite de la mano lubricó suavemente el ano tan ansiado, estaba temblando de miedo y de ansiedad, pero ya no había marcha atrás, tenía en su retina la escena de Carlos con su madre y necesitaba follar ese culo como lo había hecho él.
Con mucho cuidado colocó la punta de su polla en el esfínter de su madre, presionó ligeramente y vio como éste cedía engullendo casi al completo su capullo, empujó un poco más hasta verlo dentro y se quedó parado esperando si su madre reaccionaba, al ver que no se despertaba dio un ligero golpe de cadera y consiguió introducir un poco más el tronco de su verga que estaba completamente hinchado por la excitación. En ese momento ella se movió y él aprovechó para presionar más y clavarle la mitad de su miembro, al tiempo que empezaba a moverse rítmicamente entrando y saliendo de su ano. Al notarlo, su madre se despertó se giró viéndole pegado a ella y culeándola cada vez con mayor fuerza.
RAQUEL: ¿Pero qué haces hijo? ¿Te has vuelto loco?
Edu no sabía que decir, no esperaba esto, deseaba que ella hubiese permanecido dormida y no se hubiese enterado de nada, pero ahora estaba hecho y no iba a renunciar a ello. A pesar de los esfuerzos de su madre por separarse, él la tenía cogida por las caderas y no paraba de bombear su culo penetrándola una y otra vez.
RAQUEL: ¡Esto no está bien! Déjame por favor hijo.
Edu estaba como loco y era incapaz de articular palabra, se inclinó hacia adelante echándose sobre ella y acariciando su clítoris con una mano mientras con la otra estrujaba sus tetas con fuerza y retorcía sus pezones.
RAQUEL: ¡Para hijo! Por favor.
EDU: ¡No puedo mami! Lo siento, desde que te vi con Carlos solo he pensado en follar tu culo.
Los dedos de Edu se movían con rapidez en el clítoris de su madre y ésta iba cediendo en sus esfuerzos por liberarse ante los espasmos de placer que estaba empezando a sentir, ya no intentaba soltarse, al contrario, su culo se movía acompasándose a los golpes de cadera que recibía de su hijo.
Al notarlo, Edu la giró con un movimiento rápido colocándola boca abajo y levantando sus caderas, ahora tenía ese ansiado culo a su total disposición. La cogió con fuerza por las caderas y comenzó a rebotar contra sus nalgas logrando una total penetración, la vista era de infarto, debajo de él tenía ese culo tan deseado y veía como su polla entraba hasta el fondo y salía dándole un placer visual que nunca hubiera esperado.
Su madre, con la cabeza apoyada en el colchón, sus manos agarrando fuertemente las sabanas y elevando las caderas todo lo posible ofreciéndole el culo para que lo penetrase mas profundamente, se retorcía de placer y gemía como una posesa.
RAQUEL: ¡¡¡FÓLLAME!!! ¡¡¡Métemela hasta adentro!!!
EDU: ¿Te gusta mami?
RAQUEL: ¡Si mi amor! ¡Mucho! Me encanta. Y a ti ¿Te gusta?
EDU: ¡Siii! ¡Me encanta tu culo!
RAQUEL: Pues fóllatelo, es todo para ti mi amor, clávame esa polla en culo, métemela bien adentro.
Edu, espoleado por las palabras de su madre, retorció con fuerza sus pezones y se dejó caer con violencia sobre su culo enterrando en él hasta el último milímetro de su verga. Su madre, al sentir como taladraba su culo, agarró con fuerza las sabanas resoplando y pidiendo más.
RAQUEL: Uffff. ¡¡Que bueno!! Hazlo otra vez, rómpeme el culo cariño.
EDU: Joder mami, tenían razón Carlos y Papá cuando te llamaban Zorra.
RAQUEL: Si mi amor, pero no me llames mami, en esta situación suena muy mal, prefiero que me llames Zorra y a esta Zorra le gusta que le follen el culo. ¡Dame fuerte! No pares.
Edu repitió la acción anterior retorciendo con fuerza los pezones de su madre.
RAQUEL: Siiiii. ¡Me gusta!
EDU: ¿Qué más quiere la Zorra?
RAQUEL: Clávamela otra vez mi amor. Tu Zorra quiere que la folles fuerte.
Edu volvió a elevarse impulsándose y dejándose caer con fuerza sobre sus nalgas penetrando su culo con toda la extensión de su miembro. Raquel cedió por el impacto pero inmediatamente elevó sus caderas pidiendo más.
RAQUEL: Siiiiii, así mi amor, me encanta sentir tu polla penetrando mi culo, estoy a punto de correrme.
EDU: ¡Si! ¡Córrete! Hazlo, que yo te vea.
RAQUEL: Uffff ¡Yaaa! ¡Me voy! ¡Yaaaaaa!
Edu aumentó sus golpes de cadera, su polla ya no podía entrar más pero el placer que le daba golpear los cachetes de su madre era indescriptible.
EDU: Voy a correrme mami.
RAQUEL: Si cariño córrete ya, llena de leche el culo de tu Zorra.
Edu se dejó caer encima de su madre abrazándola, no quería sacar su miembro de aquella caverna tan cálida y estrecha.
Cuando se despertaron, Raquel le pidió que no dijese nunca nada a su padre, porque aunque eran liberales y ambos acudían a locales de intercambio desde que sucedió lo de Carlos, no sabía como reaccionaria si se enterase que había follado con su propio hijo.