Disfrutando del jardín.
Este es mi primer relato y espero las críticas y consejos para seguir escribiendo alguno más si así lo veis oportuno.
Vivía solo con mí madre ya que mi padre decidió marchar, no sé ni dónde ni los motivos que tuvo para hacerlo, y dejarnos solos.
Con mi madre lo compartía todo, nuestras experiencias, nuestros problemas, las risas, los llantos incluso me pedía el visto bueno de algún hombre con el que intentaba rehacer su vida.
Nunca me había fijado en el físico de mi madre, que era rellenita no muy alta con dos grandes tetas y un precioso culo bien apretado, ni me había sentido atraído por ella hasta que un cambio de casa hizo que empezará a mirarla más detenidamente.
Habíamos cambiado nuestra casa de siempre, grande y en el centro de la ciudad, por una pequeña y en un pueblecito para los dos solos pero con un jardín y una piscina que íbamos a empezar a disfrutar mucho.
Un día de verano de mucho calor me estaba dando un baño en la piscina y Aurora, mi madre, había salido a tomar el sol con un bikini que apenas le cubría los pechos y una braguita que dejaba gran parte de su culo a la vista.
Al salir yo del agua me dió un bote de protección solar para que le echase por la parte de atrás del cuerpo para no quemarse y se tumbó boca abajo.
Empecé a esparcir la crema por la espalda con un masaje suave bajando poco a poco hasta empezar a acariciarle el culo lo que hizo que mi polla empezará a ponerse dura, para seguir bajando por sus piernas hasta los pies y volver a subir mis manos por la parte interna de los muslos acariciando el coñito que estaba empezando a humedecerse.
Se dio la vuelta y me dijo que le echase también por la parte de arriba que le estaba gustando y relajando el masaje después de unos días de mucho trabajo.
Le pedí que se quitase la parte de arriba del bikini para que no molestase la tela y darle crema por todo el cuerpo, a lo cual accedió y dejó sus tetas completamente al aire, unas tetas que ahora sí se veian preciosas, redondas y grandes aunque un poco caídas debido ya a la edad. Empecé a subir las manos masajeando sus piernas, luego su barriga y muy suavemente por sus pechos lo que hacía que sus pezones se empezarán a poner duros con lo que me decidí a meter la mano dentro de la braguita para acariciar su coño que ya estaba mojado lo que me permitía meterle fácilmente los dedos. Ella empezó a gemir y a moverse frotándose todo lo que podía contra mi mano, aproveché para sacarme la polla y acercársela a la boca la cual abrió y empezó una mamada frenética escurriendo la saliva por los labios y cayendo sobre sus tetas. Apunto de correrme empecé un mete y saca con dos dedos en su coño haciendola llegar al primer orgasmo justo en el momento en el que le llenaba la boca de leche.
Con ganas de más polla ella se puso a cuatro patas con el culo bien levantado y abriendolo con las manos dejandome a la vista un coño empapado y completamente depilado pidiendo ser follado.
Después de darle las últimas chupadas a la polla para terminar de ponermela dura me acerqué a su coño y se la metí de un solo golpe haciendo que diera un grito entre dolor y placer para empezar un mete saca haciéndo que se corriera una vez más y corriéndome yo también al sentir el calor y la humedad de su orgasmo.
Después de una tarde tan agradable, terminamos dándonos un baño en la piscina y prometiendonos que no sería la última vez ni el único agujero dispuesto a ser explorado