Disfrutando del embarazo

Una situación embarazosa.

Disfrutando del embarazo

La calurosa tarde de verano sorprendió a Mónica en su sexto mes de embarazo, su panza y nalgas habían crecido mucho, pero se sentía voluptuosa , mas hembra, la sola imagen de su cuerpo desnudo en el espejo, la calentaba sobremanera, sus deseos sexuales habían aumentado a tal punto que su vagina, permanecía húmeda la mayor parte del día.

Su marido, por cuestiones de trabajo, estaba ausente casi todo el día y le hacia el amor pocas veces por miedo a perjudicar su embarazo y ella que lo deseaba tanto, pero tanto que se masturbaba a diario, para aplacar sus deseos.

Sus pezones transformadas en grandes aureolas de color café expelían grandes cantidades de leche materna, por lo que no acostumbraba a llevar corpiño, por lo que sus pechos se bamboleaban libremente.

Esa tarde se agachó a colocar el alimento balanceado a black su perro pastor alemán, que al notar restos de leche en los pezones de Mónica, paso su lengua con avidez, bebiendo los restos de esa preciosa leche

Las mano de Mónica, que se había excitado por la situación, acaricio su vagina que se inflamaba de deseos a cada lengüetazo de su perro, sus dedos acariciaban frenéticamente su clítoris, hasta arrancarle un poderoso orgasmo, se sacó completamente su bombacha y se recostó en la cama, abrió sus piernas y llamo a black acaricio sus orejas y atrajo la cabeza del perro a su entrepierna, la lengua del perro, recorrió su vagina, una idea rondó su cabeza y sus manos bajaron por el lomo del perro en busca de su miembro, unas suaves caricias hicieron que el miembro del animal saliera entero de su capuchón, un pene rojizo ancho y muy largo con una gran bola en su base fue el centro de su atención, su lengua toco la punta de ese pene deseado, del que brotaba, gotas de semen canino, que Mónica saboreaba, lo introdujo en su boca y un potente chorro de leche inundo su boca, cayendo por su comisura, miró hacia el espejo que le devolvió la imagen de una mujer abandonada a los mas depravados placeres , deseo que black la penetrara y la hiciera su perra.

Se puso en posición sobre la cama su panza voluminosa descansaba sobre un almohadón, arqueo la espalda, para que su cola quedara accesible para el perro, que se subió en su espalda, el pene del perro golpeaba a gran velocidad las nalgas de Mónica sin poder penetrarla, las manos de Mónica guiaron al pene del perro en la entrada de su vagina y el pene entro de golpe, arrancándole un grito de dolor, los movimientos del perro se aceleraron, así como el goce de Mónica que se sintió desfallecer cuando la gran bola de la base del pene del perro se introdujo en su interior completamente taponando la entrada, las interminables descargas de semen inundaron su vagina, diez minutos después cuando el perro hubo retirado su gran herramienta de placer cascadas de semen, rodaban por sus piernas, manchando las sabanas, se dirigió al baño y se dio una interminable y reparadora ducha, luego lavó las sabanas y baño al perro, eliminando todo indicio de su excitante aventura

Cuando su marido llego a su casa, Mónica lo esperaba desnuda, se arrodillo ante su marido y desabrochándole el pantalón dejo su miembro al descubierto, lo tomo entre sus labios y lo chupo y chupo hasta que su marido eyaculo en su boca, el recuerdo de el perro acabando en su boca la calentó aun mas y una vez que el pene de su marido se hubo recuperado, le pidió que la penetrara analmente, los empellones de su marido se hicieron cada vez mas violentos, como consecuencia de las palabras y jadeos que su mujer gritaba a modo de provocación, cuando su marido eyaculo en su interior, Mónica acabo de una manera impresionante, para una futura madre de familia.