Disfrutando de mi hermana II

Pasaron unos días sin que se produjese nada especial que contar, llego el momento más intenso de aquella tórrida relación.

Pasaron unos días sin que se produjese nada especial que contar, llego el momento más intenso de aquella tórrida relación.

Al igual que otras tardes, después de recoger nos sentamos en el sofá, yo en uno individual y mi hermana se tumbó en el tresillo de al lado. Iba con su vestido elástico de andar por casa, este cada vez más ajado se le ahuecaba el escote cada vez más. Se puso a leer una revista tumbada bocabajo apoyándose en sus brazos, yo en la butaca de al lado tenía una esplendida visión del gran canalillo que dejaba asomar el vestido, me empecé a excitar, casi podía ver sus tetas por completo y gran parte de sus pezones.

Medio tartamudeando la dije que se le iban a salir las tetas, me miro, me insulto y me dijo que era un salido y que lo que tenía que hacer es buscar novia, riéndose. Esto me dio pie a levantarme y quitarle la revista, se levantó para arrebatármela y comenzamos a forcejear jugando. La tumbe en el suelo bocabajo y me senté sobre ella sujetándola los brazos e inmovilizándole la cabeza con ellos. Aproveche para bajar mi mano y alzarla su falda sin que se diera cuenta, dejando su culo provocadoramente al aire, seguí un rato así, sujetando sus brazos y su cabeza y yo mirando hacia atrás viéndola el culo.

Ella se movía intentándose liberar, lo que provocaba un sensual movimiento de su culo, la deje soltarse y se giró quedando bocarriba. Yo continuaba sentado encima, ahora sobre su estomago, la volví agarrar sus brazos con una mano y los apoye contra su cara para girársela hacia un lado y que no me viera lo que yo hacía, empecé a mover mi culo hacia atrás para arrastrar el elástico del vestido y descubrir sus tetas, gire mi cabeza y vi sus piernas moviéndose intentando zafarse de mí, esto hizo que su falda se alzase, y yo con mi mano libre termine de subírsela, dejando su braga al descubierto. Volví a correr un poco más mi culo hacia abajo, provocando que la parte superior del vestido bajase más y dejase al descubierto sus pezones casi por completos. Se los veía hinchados y duros, subiendo y bajando al ritmo de sus agitadas respiraciones provocadas por forcejeo.

Empecé a excitarme y perder el control de mis actos viendo aquellas tetas como subían y bajaban. Volví a girar mi cabeza y fijar mi vista en el triángulo de su braga, vi como estaba abultado por su pelambrera y como había una pequeña mancha de humedad a la altura de su rajita.

Me vino a la cabeza las imágenes de la noche en que la había apartado mientras “dormía” su braga y la había metido el dedo dentro. Ella seguía intentando liberarse si éxito, no pude contenerme y baje mi mano hasta su vientre desnudo, la deslice hacia abajo y la sumergí de golpe bajo su braga, note su frondoso pubis bajo mi mano. Ella grito -guarro quita- pero sin hacerla caso baje más mi mano hasta llegar a sus labios, deslice mis dedos sobre su raja que encontré encharcada y la hinque dos dedos dentro de su vagina, soltó un profundo suspiro y volvió a decirme – cerdo déjame- comencé a meter y sacar mis dedos con fuerza. Ella al poco ceso de sus intentos de librarse de mí y empezó a gemir.

Continúe taladrándola con mis dedos y la solté los brazos. No hizo ningún intento de nada. Con la mano que me había quedado libre, termine de bajarla el vestido y dejar sus tetas al aire, ella jadeaba y movía su pelvis hacia arriba para clavarse más mis dedos en su coño, empecé a sobarle las tetas y pellizcarle los pezones.

Sin decirla yo nada, llevo su mano hacia mi polla y la apretó con fuerza, soltó el botón de mi pantalón, bajo la cremallera y metió la mano dentro de mi bóxer y saco mi polla. La tenía dura como un palo, comenzó a masturbarme apretándomela con fuerza mientras yo la seguía metiendo los dedos y tocándole las tetas. Empezó a gritar de placer y tuve que dejar sus tetas y taparla la boca con la mano, pues nos iba a terminar oyendo mi hermano desde su cuarto, también deje de mover mis dedos dentro de su coño.

Me levante de encima de ella y cuando la libere se lanzó como una loca hacia mi polla, se la metió por entero en la boca y empezó a chupármela ansiosamente, volví a comenzar a meterla los dedos, mientras ella gemía y me la chupaba. Era la primera vez que me la chupaban y no aguante aquello mucho, rápidamente sentí como mi polla se hinchaba como si fuese a explotar y empecé a soltar chorros y chorros de semen en su boca, vi como su garganta subía y bajaba tragándose toda mi corrida.

Se sacó mi polla de la boca y se limpió con la mano las comisuras de la boca, nos quedamos unos minutos sin decir palabra alguna, ella tumbada y yo sentando a su lado jugando con su coño. Pasaba mis dedos entre sus pelos, separándolos por la parte de su raja que los tenía pringosos y pegados unos con otros por su flujo.

Pasaron varios días en los que nos esquivábamos y no sucedió nada, hasta la noche del viernes.

Estaba yo sentado en el salón por la noche junto a mis padres viendo la tele cuando llego mi hermana, entro y paso por el pasillo saludándonos, note por su voz que venía un poco ebria. Se fue directa a su cuarto y a los pocos minutos dio una voz diciéndome que fuese un momento, me levante y fui a su cuarto, entre y empezó hablarme, viendo su cara no me quedaba duda de que venía algo colocada. Empezó a desvestirse frente a mí sin darme la espalda, se quitó la camiseta despacio mientras reía y me vacilaba. Mirándome fijamente a los ojos se desabrochó la falda y se la deslizo piernas abajo, casi se cae al sacar los pies de ella, se empezó a reír como una tonta. La hice con el dedo una señal de que callará pues se iban a dar cuanta nuestros padres de cómo venia. Poniendo cara puta y muy sensualmente se quitó el sujetador dejándome ver sus tetas.

Debí poner cara de merluzo pues se empezó a tronchar de risa y mofarse de mí. En eso que oímos a mi madre llamarnos y decirnos que fuésemos para el salón y dejásemos de hacer el tonto. Me quede con ganas de ir hacia ella y engancharla las tetas pero regrese al salón y me senté en el sofá. A los pocos minutos llegó ella y se hizo hueco entre mi madre y yo.

Mi padre estaba en su butaca al lado de mi madre. Mi hermana se puso hablar, pero mi padre la dijo que callase que estaba viendo la película. Mejor para ella, pues su voz la delataría su “colocón”. Callo y puso una de sus piernas encima de la mía y apoyo su hombro contra el mío, quedó su muslo al descubierto, sus piernas medio abiertas y pegada a mí.

Me desconcentro, perdí el hilo de la película y mis ojos se desviaban hacia su muslo cada dos por tres. Mis padres estaban inmersos en la película y mi hermana giraba la cabeza hacia mí y me sonreía, se rascó la pierna y dejo caer su mano posándola en mi muslo, sonrió maliciosamente mientras poco a poco disimuladamente iba subiendo su mano hacia mi entrepierna. Me excito y a la vez me puso nerviosos, nos podían ver. Llego a mi paquete y empezó a tocarme, tenía la polla dura y cuando me la rozo sentí un escalofrió, empezó a pasar sus dedos por ella despacio para que mi madre no notase los movimientos de su mano.

Estaba poniéndome muy caliente con sus caricias y el morbo de la situación. Mis padres seguían atentos a la película y no se daban cuenta de nada, cruce los brazos sobre mi pecho y ella se pegó más a mí, dejando su teta pegada a mi mano, movió el brazo para facilitar el roce de mi mano en su teta. Poco a poco y pendiente de mis padres, fui metiendo los dedos por el hueco del camisón y empecé acariciar su teta mientras ella me apretaba la polla. Mis pulsaciones estaban disparadas al igual que mi excitación, ya le palpaba toda la teta y le apresaba el pezón con mis dedos.

Estaba en la gloria a la vez que acojonado de que nos pillasen. Aunque la tele estaba enfrente de nosotros y mis padres no apartaban la mirada de la película. Estuvimos un buen rato así tocándonos, su pezón estaba durísimo y mi hermana hacia leves movimientos con la pierna que tenía en el suelo, abriendo y cerrándola sobre la otra, mordía su labio ligeramente cada vez que le apretaba el pezón, creo que estaba a punto de correrse o por lo menos muy excitada.

De repente mi madre giró la cabeza y yo saque la mano del costado de ella rápidamente. La dijo que se estuviera quieta y que cerrase las piernas que se le iban a ver las “vergüenzas”. Paro mi hermana sus movimientos sobre mi polla pero no retiro la mano y cerro las piernas, subiendo la otra también sobre mi muslo. Así estuvimos hasta el final de la película. Cuando termino se levantaron mis padres y nos dijeron que se iban a dormir, nos preguntaron si apagaban la tele o si nos íbamos a quedar, justo en ese momento empezaba otra película y los dos dijimos que nos quedábamos. Se despidieron de nosotros diciéndonos que no metiéramos ruido y que no nos acostásemos tarde y se fueron a dormir.

Nos quedamos los dos en la misma posición, ella con sus piernas encima de la mía, pero las abrió más para dejarme ver sus bragas, puse mi mano en uno de sus muslos y empecé a acariciárselo mientras estábamos pendientes de los ruidos que venían de la habitación de nuestros padres. Cuando dejamos de notar ruidos en la zona de los dormitorios, mi hermana se levantó y fue al baño. Regreso a los cinco minutos y con mucho sigilo cerró la puerta del salón mientras me susurraba que ya se habían acostado y que mi padre estaba roncando ya.

Fue hacia el mueble bar y se sirvió un chupito de Bayleis y vino hacia mí, se sentó a horcajadas sobre mí, con su coño contra mi paquete y de un trago se bebió el chupito. Deslice mis manos por debajo del camisón, le aprese el culo y me puse a sobárselo mientras ella movía su pelvis sobre mi polla. Seguía algo borracha, se reía y me decía en voz baja que como andaba de cachondo yo y si me apetecía follarme a mi hermanita.

Acerco su boca hacia la mía y nos besamos. Yo muy inexperto me dejaba llevar por ella. Comenzó a meter su lengua en mi boca y a jugar con mi lengua, seguía frotando su coño contra mí. Me agarro mis manos y las subió a sus tetas, se las agarre fuerte y las estruje, soltó un gemido y acelero sus movimientos de pelvis. Me besaba profundamente y suspiraba, yo seguía sobándole las tetas excitado. Se irguió y levanto su camisón que dejo enganchado en sus hombros dejando sus tetas al aire, las acerco hacia mi cara dejándomelas enfrente a mí boca, las empecé a chupar y a morder inmediatamente. Sus pezones estaban erguidos e hinchados, yo se los mordisqueaba provocándola gemidos que ella intentaba ahogar, mientras me susurraba que continuase, pero que no lo hiciese con fuerza pues la hacía daño.

Bajo sus manos hacia mi bragueta, me desabrocho, saco mi polla y me empezó a masturbar mientras me besaba. Mis manos nerviosamente iban de sus pechos a su culo sobándola.

Se levantó, metió sus manos bajo el camisón y se sacó las bragas, dejándome ver su coño. Tenía los pelos de alrededor de su raja mojados, se echó hacia mí volviéndose a sentar a horcajadas otra vez, agarro mi polla y empezó a pasarla por sus mojados labios, buscando su hendidura, me dijo- te voy a quitar el calentón- con voz guarra.

¡No me lo podía creer!, por fin me la iba a follar.

Coloco la punta sobre su orificio de la vagina y comenzó a hundírsela entre pequeños suspiros, note como mi capullo se iba abriendo paso entre sus labios. Mi polla empezó a sentir el calor y la humedad de su vagina según se iba introduciendo, cuando entro por completo solté un gran suspiro, le alce de nuevo el camisón y apretándola las dos tetas volví a chupárselas. Estaba que reventaba de placer, mi hermana me dijo que fuese tranquilo y que a ver si me iba a correr ya.

Cuando la escuche decirme eso, casi me corro, con mi polla clavada hasta el fondo de su vagina, comencé a pensar en cosas desagradables para no correrme en el acto. Acerco su boca a la mía y volvió a besarme a la vez que empezaba a mover su pelvis y a sacar y meter mi polla de su coño. Yo ya no podía más, y aunque ella se movía muy despacito, aquel calor húmedo que atenazaba mi polla me pudo y dando un empujón hacia arriba, que hasta la alce a ella me corrí dentro de su coño. Se quedó encima de mí, yo suspiraba agitadamente con mi polla dentro de su vagina, note su cavidad más mojada por los chorros de esperma que acababa de soltar  dentro, mientras ella seguía moviéndose. Mi verga seguía con la misma dureza, mi hermana siguió moviéndose cada vez más deprisa y metiendo su lengua en mi boca, haciéndome recuperarme rápidamente del todo.

Comenzó a cabalgarme cada vez más deprisa y a gemir bajito, agarre su culo ayudándola en sus movimientos. Al poco se nos acelero la respiración a los dos y besándonos apasionadamente para tapar nuestros jadeos note como apretaba sus músculos de la vagina alrededor de mi polla, empezó a soltar pequeños grititos y a susurrarme que se corría y volví a descargarme dentro de ella. Quedamos los dos inmóviles recuperando el aliento y aguzando nuestro oído por si oíamos movimientos que viniesen de la otra parte de la casa, pero no se oía nada, pasaran unos minutos entre besos y caricias y mi hermana se levantó de encima de mí. Me dijo que no contase nada a nadie de lo ocurrido, recogió sus bragas y me alargo una mano para que me levantase y me mando para la cama con tono de hermana mayor.

Abrimos la puerta del salón con cuidado de no meter ruido, nos asomamos al pasillo; reinaba el silencio en la casa, nos fuimos juntos por el pasillo cada uno para su cuarto. Al llegar a su puerta la bese, esta vez metiéndole yo la lengua a ella, baje mi mano tocándola el coño, estaba totalmente encharcado, hundí mis dedos enterrándolos en esa calidez y suavidad embriagadora de su vagina, llena de mi leche, me deleite un poco hurgando en aquel sabroso agujero hasta que me apartó. Nos dimos las buenas noches y se metió en su cuarto.

Al entrar en mi habitación, mi hermano dormía en su cama, me hice una paja recordando todo y olía mi mano que estaba impregnada por el olor de su coño. Quede dormido como un ángel.

Cuando desperté a la mañana siguiente aún seguía excitado, me levante y encontré a mi hermana desayunando en la cocina en camisón, hablando con mi madre, me sentí bastante cortado.

Los días siguientes fueron espectaculares, aprovechábamos cualquier ocasión para besarnos, tocarnos, masturbarnos. No salíamos prácticamente de casa para estar juntos, incluso cuando estaban mis padres en casa, bajamos unas cuantas veces por separado a la calle y follábamos en el cuarto del portal donde guardábamos las bicis. Una locura.

Pero aquel desenfreno llegó pronto a su fin, una tarde que estaban mis padres en el trabajo nos metimos en su cuarto. Le agarre por detrás, baje de un tirón la parte superior de su vestido y aprese sus tetas. Me puse a sobárselas mientras ella movía y apretaba su culo contra mi polla. La mordisqueaba el cuello y la empezaba hacer gemir, cuando de repente vimos pasar a mi hermano por la ventana que daba a la terraza, me quede paralizado, pero con mis manos enganchando sus tetas, giro su cara y nos pillo in fraganti.

Debió chivarse, pues al día siguiente mi hermana cambió su forma de vestir, iba más recatada por casa y casi no me hablaba. Mi madre me echo una pequeña charla sin concretar mucho las cosas, pero me  prohibió quedarme a solas con mi hermana y el entrar en su habitación bajo cualquier concepto.

Nunca hemos vuelto hablar de esto entre nosotros dos es como si nunca hubiese sucedido.