Disfrutando de esos rincones del parque... I

Acabo por correrse dentro de mi… sintiendo como me llenaba, siendo el mismo quien se asusto de ello

Disfrutando de esos rincones del parque... I

Sabéis una cosa… no hay chico que tras verme conectada y preguntarme por mi estado… su siguiente pregunta es saber qué es lo que más me gusta hacer, no quedándome más remedio que intentarle explicar que tras llegar a casa lo que más me gusta hacer y no solo en la cama sino en el mismo sofá… es masturbarme.

Me gusta ponerme cómoda… no importándome si me quito las braguitas o dejármela puesta, comenzando a recordar mi última experiencia… pero no siempre es la ultima sino la mas morbosa, aquella que con solo pensar en ella se me moja las braguitas sin llegar a tocarme… esa es la ideal. A veces me masturbo aunque haya finalizado mi relación en menos de un cuarto de hora… mmm, lo primero que hago es llevarme un par de dedos a la boca a modo de humedecérmelo… mmm y en especial a chuparme cada una de las yemas de mis dedos… en especial la de mi dedo corazón… mmm.

Comienzo por deslizar mis dedos alrededor de mi pubis… ooohhh, sintiendo mis cálidos dedos rozar mis labios vaginales… mmm, continuo por mi clítoris y sobre todo en mi mas que sensitiva vulva… mmm,

con la palma de mi mano deslizo mis dedos de arriba hacia abajo sobre mis labios vaginales y mi vulva… ooohhh alternándolo con movimiento circulares sobre mi vulva… aaahhh.

Llevada por el mismo placer retiro de mis manos y me la llevo a la boca de forma que pueda saborear mis fluidos… mmm, me introduzco no solo uno sino hasta dos de mis dedos dentro de mi boca y los saboreo de la misma forma como si fuera un miembro… ooohhh. Pellizco mis pezones que noto que están duros y el volcán de mi entre pierna me pide nuevamente caricias… no me puedo contener, por lo que comienzo nuevamente a acariciarme mientras me estremezco y gimo de placer.

Pero no puedo mas y mientras con un par de dedos me masturbo… penetrándomelos en mi orificio vaginal… aaahhh al tiempo que comienzo a hacerme un dedo sobre mi vulva… ooohhh, mi dedo entra una vez tras otra dándome ese placer que necesito y mientras me estremezco comienzo a tener convulsiones y calambres que no es otra cosa que mi primer orgasmo… ooohhh.

Cuando digo que os voy a hacer partícipe de mis confesiones… os lo digo de corazón, pues no solo son confesiones… sino anécdotas, vivencias, experiencias, desahogos, alivios, revelaciones y porque no justificaciones.

En estas últimas confesiones os estoy haciendo saber momentos o anécdotas de mi adolescencia, siendo estos años muy instructivos... mmm. Os debo confesar que cuando realmente me inicie en esta “desviación” cuando cursaba 7º de E.G.B., algunos diría que tendría alrededor de 12 años que era del grado de la primaria, pero lo cierto que no era tan buena en mis estudios, haciéndome repetir hasta en dos ocasiones por sugerencia de mis profesores.

Repetí por dos cursos… 6º y 7º y en su momento un sicólogo al cual me llevaban mis padres les hizo saber que el motivo más probable del fracaso escolar no era otro que un abuso, ya sea en el hogar con algún pariente o alguien cercano o por alguna persona ajena. Haciéndoles saber que esto se sabe por las pruebas realizadas en mí y por las charlas, mostrando entre otros síntomas desconfianza, aislamiento, incomunicación, hostilidad, cambios de humor, vergüenza e incluso culpabilidad. Por lo que en vez de acabar con 14 años que era lo que mandaba el sistema en su día al finalizar la E.G.B., yo los acabe con 16 años e ingrese gracias a los contactos de mi padre en BUP, COU, selectividad y finalmente la Universidad pero no cursándola en Sevilla sino en Madrid.

Pero esta confesión se en marca cuando yo cursaba octavo curso y seguía frecuentando el parque María Luisa sobre todo de medio día hasta el atardecer, almorzar en casa ligera y me marchaba justificando que había quedado con las compañeras de clase para repasar… claro esta era una trola, pero mi madre no decía nada y me dejaba marchar. Mirad os debo confesar que son muchos los recuerdos por no decir anécdotas al menos para mí… aunque para vosotros serán confidencias, todas llegado el momento se me agolpan de manera que quieren salir... desean liberarme de este peso y de alguna manera redimirme de mis pecados, librarme de esta mancha moral y rescatarme de esta soledad, pues esta adicción es lo que tiene.

La primavera estaba comenzando a entrar y por los calurosos días más parecían que eran de verano, tras atravesar las cancelas los enormes eucaliptos ensombrecen el parque que aun así hace un calor bochornoso. Desde siempre al parque se le conoce por otro tipo de experiencias pues es bien sabido por muchos que aquí los hombres buscan a otros hombres, pero no todos los hombres maduros, ancianos o viejos buscan jovencitos pues como heteros que nacen si se le pone a tiro una jovencita… van a por ella.

Paseando por el interior del parque por la Avenida Hernán Cortés pero no en dirección hacia la glorieta de los hermanos Álvarez Quintero, sino hacia el lado contrario caminaba con mi vestuario del colegio… mi falda tableada a cuadros y mi blanca camisa, escuchando música mediante los auriculares aunque en verdad no los tenía muy fuerte mas por poderme enterar si me llaman.

Creo recordar que cuando vi a un hombre caminar no muy lejos de mi… por su aspecto adivine pronto que este era uno de esos que buscan plan (joder, se les nota de lejos), tendría cerca de los 45 años quizás 50 años, barrigón, con escasos cabellos de color oscuro al igual al de su bigote.

Me detuve en varias ocasiones como si estuviera cambiando de canal de mi radio… e incluso de forma intencionada cuando me agachaba a modo de recoger algo pero siempre disimulado con mi auricular, obviamente cuando me agache deje que viera parte de mis braguitas como si fuera un descuido. Caminando me adentre por los caminos de arena de albero en dirección hacia la Plaza de España pero buscando con conocimiento de saber que se haya allí una fuente, oculta entre tuyas y setos muy alto… con una entrada y una salida.

Entre e hice como la que se quitaba los auriculares y se disponía a beber pero teniendo cuidado de mojarse, pues creo recordar que estaba casi siempre lleno de charcos producido por el agua que caía de la misma fuente. Hice como aquella que no llegaba bien a beber con la dificultad de los charcos, acercándose este hombre que tras saludarme y presentarse se ofreció muy amablemente a ayudarme, claro está dude… no por las intenciones reales sino que debía de mostrarme dudosa y temerosa. El hombre desistió inicialmente su ayuda comenzando a darme una conversación sobre las historias del parque María Luisa, historias que ya sabía yo de ante mano pero calle para que no se ofendiera y pecara de maleducada.

Nuevamente intente beber e igual que la vez anterior no pude, este nuevamente se ofreció a auparme hasta que bebiera y después me dejaría de nuevo en el suelo, aunque dude unos segundos acabe por aceptar. Aun recuerdo como este bonachón se metió en el charco al tiempo que alzaba sus brazos y me sujetaba contra su cuerpo, me vi sujetada con sus manos en mis caderas oprimiéndome contra su ingle… mmm. Estaba nerviosa os lo confieso… estaba demasiada excitada y lanzada sin saber que pretendía este, pero la situación me excitaba cada vez mas… y aun mas cuando me incline a modo de beber y sentí un bulto no muy grande pero si duro, presionar mis nalgas… ooohhh.

El hombre ni se molesto en revelarlo y menos aun se disculpo por ello… ya que hice como si no lo hubiera notado, me incorpore un poco haciéndole saber que volvería a beber un poco mas y este bonachón, me hizo saber que estuviera tranquila… como si quería quedarme en esa posición todo el día, cuando volví a beber la note nuevamente y en esta ocasión hubiera jurado que era con efecto 3D… ji ji ji.

Cuando me soltó con el cuidado de no meterme en el charco… no como estaba el que el pobre le llegaba el barro hasta dos dedos por encima de la suela, no me di cuenta y el encima cayó apropósito en ese detalle y no fue otro que se me había subido la falda, mostrando mis braguitas de encajes blanca… avergonzada y sonrojada calle, no dije nada y a él menos aun pues aunque no fue a propósito ni con intensión alguna que esta se me subiera.

Recuerdo que con esta persona entable una pequeña amistad pues solo pudimos vernos en no más de cuatro ocasiones, finalizando nuestra amistad cuando fuimos sorprendidos por una trabajadora de los ases públicos que hay en el parqué. La verdad es que aun no comprendo como que este hecho propino su desaparición, obviamente yo era una menor y él una persona adulta… demasiado adulta, lógicamente no lo entendí en aquellos momentos el motivo… pues llegue

a pensar que esa persona quizás fuera un familiar. Este no estaba haciendo nada malo o al menos yo no lo veía de esa forma, me enseño durante esas cuatro ocasiones cosas que yo ya sabía, pero me gustaba que me lo hiciese en esa ocasión en que fue sorprendido su daño fue… que me tenía contra la pared apoyada con las manos, inclinada hacia delante y con las nalgas hacia atrás y este restregaba su miembro contra estas… mmm, aunque ese día precisamente estaba aun con mi ropa interior puesta.

Con el pasar de los meses no encontraba nada que me apeteciera probar o dejarme hacer, solo espiaba a parejas o me masturbaba… mmm, hasta que uno de esas calurosas tarde me encontré a un maduro que mantuve una conversación con él y nada más… sobre la vida y el sexo entre los jóvenes. Se me presento como Manuel un hombre de unos 50 años más o menos, cabellos oscuro pero con ya canas, corpulento y no muy alto de unos 1.65 cm. Desde el día que me conoció me hizo sentir aquello por lo que amaba a estos pervertidos, aquel día espiaba a una pareja como era costumbre en mí… Manuel se me coloco detrás de mí… mmm, sentí sus manos cogerme por mis caderas y deslizarlas descendiéndolas… ooohhh (obviamente calle… disfrutaba con esas caricias furtivas). Volviéndolas a ascender pero en esta ocasión por debajo de mi falda hasta mis nalgas… mmm, comenzó a magrear mis nalgas primero y continuo por juguetear con mis orificios… uuummm, haciendo hincapié en mi orificio vaginal.

Busco mi boca algo que no deje, beso mi cuello y se dio cuenta que aquello me gustaba por lo que continuo haciéndome estremecer… sintiendo tantos escalofríos que gracias a esas caricias y esos dedos obtuve un maravilloso orgasmo, tan grande que sentí flaquezas en mis piernas… ooohhh. Pero cuando pensé que aquello se terminaba allí mas por haber alcanzado yo este orgasmo… me lleve la sorpresa, sentí como una de sus manos apartaba mis braguitas y acto seguido su glande se alojaba en mi orificio vaginal… mmm.

Con rapidez silencio mis gritos con una de sus manos mientras me embestía con fuerza… ooohhh, sintiendo su glande golpear mi útero una vez tras otra y llevado por la situación, rasgo mi camisa al tirar de ella y salto mis senos de las copas de mi sujetador… aaahhh. Pellizcando mis pechos y mordisqueando mis pezones al hacerme doblar de cintura… uuummm, besaba mi cuello y aunque siempre deseaba que no me dejaran marcas por ese hombre fue el culpable de ello, pues mordía mi cuello dejándome marcada como un animal… como el decía soy su animal… mmm.

Acabo por correrse dentro de mi… sintiendo como me llenaba, siendo el mismo quien se asusto de ello y quien me informo las medidas a tomar, siendo la primera en llegar a casa y enjuagarme a conciencia e ir a la farmacia a comprarme la píldora del día después, cosa que hice al pie de la letra y que gracias a una amiga… en especial a su madre, comencé a tomar la píldora. Bueno mi relación con esta persona se ha alargado durante unos cuatro años, viéndonos furtivamente cada una de ellas y es una de esas personas que me instruyeron a la hora del sexo, ya sea con él o con otros hombres… me refiero tríos o sexo grupal.

Bueno dejamos aquí mi confesión mas por no alargarla más, pues aun ni me duchado y estoy en braguitas en el sofá con el ventanal abierto y encima con mí vecino de enfrente mirando, he dejado que crea que no lo he visto… por lo que le he dejado ver como jugaba y le he visto jugar con su miembro… ji ji ji, claro está me gusta y me siento aludida… pero aun mas cuando le toque consolar y hacer disfrutar a su mujer y este no pueda, bueno me marcho… besis.

Pero bueno mis queridos lectores y lectoras no me enrollo más, hasta aquí llego mi confesión, de esta ardiente Sevillana que debe de marcharse hasta otra nueva confesión... pero si queréis saber más de mí, ya sabéis mandarme vuestro emails a…

susanabix@hotmail.com

Mirad como bien sabéis y para los que no… yo solo publico mis confesiones en

www.todorelatos.com

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aunque lo tengo abandonado pero no por eso lo he borrado… es el único sitio por donde me podréis ver más natural, me refiero a mí blogs personal

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[http://susanabix-misconfidencias.blogspot.com.es/)

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pero para aquellos que deseáis estar más cerca de mí… os invito a seguirme por mi cuenta en Twitter

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https://twitter.com/Susanabix

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