Dios o Odin?

Meglard un ex pueblo vikingo vigilado por los cristianos comienzan a ser obligados a ir a misas o si no la muerte. El cura era un hombre cruel, que no dudaría en matar a quien no asista a misa. Pero este cura tiene una debilidad.

Ya los soldados habían terminado de acomodar la iglesia y poner los vitrales, todos esos bárbaros estaban maraavillados con los vidrios, todos... excepto una familai que seguía trabajando las tierras. Me aserqué a ellos para charlar.

-Disculpen, pero...¿Porqueno se hacercan a la iglesia a mirar las maravillas que Dios crea?- dije tratando de ser amable con estas bestias.

-No podemos.- Dijo el hombre, entragandole la pala al que supongo será su hijo- Estamos trabajando, no podemos perder tiempo o no comeremos, y no es bueno eso.-

-Bueno pero Dios compensa a los que son atraídos hacia el.- EL hombre me miro y sonrió.

-¿Usted cree que una construccion nos dara de comer?- dijo el hombre, yo iba a hablar pero el hombre grito.- Freyja! vén a ayudar a tu madre deja eso.-

Miré a donde decía y vi a una mujer caminando pesadamente, era hermosa, la bestia mas hermosa que había visto en este asqueroso pueblo. Tenía el cabello largo hasta las rodillas lleno de tranzas, Cargaba un abrigo de piel gris, que combinaba con la nieve de invierno, me quede mirandola, hasta que una voz me sacó de mis pensamientos.

-¿Y usted de donde es?.- me pegunto el hombre.- por cierto soy Ull, jefe de este pueblo, bueno lo era, hasta hace unos años, el que esta allí es Eir mi hijo mayor, Ella que esta sentada por allá tejiendo es mi esposa Var. Y la que viene ahí y es mi hija menor Freyja. ¿Cómo se llama usted señor?

-Yo soy Anders, y vengo de la capital... si me disculpa volvere a la iglesia.- Salí rapidamente de ese lugar y entre a la Iglesia a rezar, como solía hacer antes de las misas.

Luego de rezar todo un rosario hice sonar las campanas llamando a todos a la Iglesia, me fuí a mi cuarto mientras las personas llegaban, me puse mi traje y me arregle, deje pasar unos minutos y salí a resivir a los que llegaban. Aún no llegaban muchos lo que me molestó, pero vi que entro Ull y detrás todos los otros que faltaban, se sentaron en primera fila, y los otros detras, como si solo por el hubieran ido por orden de el, eso me molestó mas. Suspiré y salude a todos los nuevos creyentes dando comienzo a la misa.

Al terminar, Ull se levantó y se despidió de mi con un movimiento de cabeza, y salió todos se empezaron a levantar he irse, yo me quedé atónito era como una manada de lobos siguiendo a su líder, un rebaño y el era el pastór que los guiaba, estaba tan metido en mis pensamientos que no me dí cuenta que aún quedaba alguien. Era esa chica atractiva, la hija de Ull, estaba observando todo me aserque a ella y me miró, sus ojos eran azules como el cielo de invierno, su padre tenía los mismos ojos, con una tez muy pálida.

-¿Aún no te has ido?- le pregunté y ella me miro seriamente.

-no, tenía curiosidad de este lugar.- se quedó callada viendo el vitral que tenía en frente.- mañana empieza el verano ¿no?-

-creo que si... es una epoca hermosa.- dije recordando mi niñez, cuando jugaba con mi madre en el pasto mientras mi padre cazaba.

-si, podremos estar mas comodos al trabajar, sin los pesados abrigos, a menos que ell invierno se atrace...- dijo mirando el suelo.

Ella salió de la iglesia,me quedé mirándola irse, era hermosa, su voz no era muy femenina pero era como una melodía para mis oidos.