Dios, el puto y la monja

AyDolores participa en el Ejercicio con la microhistoria de una joven que por amor se retiró al convento.

No contaré bien tu historia. Me guardará cosas. No diré que te acostaste con cuanta puta se te atravesó en el camino ni que también te acostaste con cuanto puto se atravesó en ese mismo camino. Que resumiendo no contaré que cogiste con Dios y María Santísima porque me da pudor, porque tengo moral, porque gracias a Dios mi único secreto es haberte amado hasta el cansancio. Sí. Cansancio. Me cansé y por eso estoy en este convento en donde se oyen hasta los secretos. En donde muero de soledad por no querer morir de amor.

- Dios en el camino, Gloria a Dios en las alturas y amén

Y me metí un crucifijo en la concha imaginándome puta, otra de tus putas pero vestida de monjita.