Diomedeidae - 6
Nadia descubre nuevas cosas de Luismi, debido a esto decide tomar una decisión y hablar con él en serio poniendo las cartas sobre la mesa
Diomedeidae -6
Cuando los demás llegaron los encontraron dormidos uno sobre el otro aunque no les dijeron nada. Cuando se levantaron lo primero que hicieron fue ir directos a la piscina, más que nada para disimular en lo posible lo que ocurrió. Tras ello volvieron una vez más a tumbarse, pero esta vez cada uno a una. A los diez minutos fue Jakie quien se tumbó sobre Luismi, Nadia tuvo un inicio de reacción que sofocó enseguida, aunque todos se dieron cuenta. Jakie le pidió permiso para poder usarle para restregarse un poquito, ya que según le dijo con recochineo cómo novia extraoficial debería de darle su permiso. Al final Luismi mosqueado le dijo a Jakie que la dejase en paz de una vez, le preguntó también qué era lo que esperaba conseguir metiéndose con ella. Jakie le dijo que lo que había hecho él en ese mismo instante, que saltase para defenderla.
Las risas de todos fueron cómo música celestial para los oídos de Nadia, también asomó a sus labios una tímida sonrisita cuando Jakie le guiñó un ojo entre risas tras lo que había dicho. Luismi por su parte refunfuñando se volvió a recostar en su hamaca sin hacer comentario alguno. Aunque lo cierto es que por dentro estaba sonriéndose para sí mismo, Jakie tenía razón, había saltado para defenderla cómo hacia cuando eran jóvenes hacia siempre que se metían con ella. Desgraciadamente eso al instante también trajo a su mente su traición, cómo le engañó y destruyó esa confianza que él tenía.
En los diez días que quedaban hasta que por una parte llegaran los padres de Luismi junto con los de Nadia, y por otro el que empezasen el trabajo, que se llevaría a cabo en la hermosa ciudad de Mérida, en Extremadura. Luismi había elegido la posibilidad del Teatro Romano de la ciudad, junto con algunos otros enclaves en la zona. En esos diez días Nadia y Luismi no avanzaron ni medio centímetro más en su relación personal. En este tiempo Luismi se había acostado con Nadia dos veces más, aunque luego en un intento de vete a saber qué, también se había acostado con Jakie delante de las narices de Nadia por así decirlo. Sin embargo ésta no demostró nada de lo que sintiese por ello, la procesión la llevaba por dentro y aguantó el tipo permaneciendo al margen pese a lo que le dolía esa situación. De hecho y aunque la primera vez realmente Jakie no había podido evitar irse a la cama con Luismi después de lo caliente que éste la puso, la segunda fue la propia Nadia quien le dijo que si lo deseaba lo hiciese, decidiendo no arriesgarse a tener un encontronazo con él cuando hacía tan poco que había vuelto a admitirla en su vida.
Nadia había llamado a su madre tras la primera vez que Luismi se acostó con Jakie de nuevo sabiendo con seguridad que ella se enteraría. Margarita le dijo que probablemente lo único que sucediese es que Luismi la estuviese intentando negar, que sus sentimientos por ella pudiesen estar resurgiendo e intentase ahogarlos haciéndola daño para que fuese ella misma quien se alejase de él. No obstante le dijo que no podía asegurar nada sin hablar antes con él, pero que puesto que sólo había sido con esa amiga suya con la que ya se había acostado antes, sabiendo de sobra que ella se enteraría, tenía toda la pinta de que esa fuese la situación. Le recalcó también que todo lo que le había dicho era siempre en función de lo que ella misma le había contado sobre cómo marchaba su reencuentro.
Ése fue el motivo por el que le dijo a Jakie pese a que los celos la devoraban, que si quería lo hiciese, aunque lo que realmente desease fuese gritar que “no” con todas sus fuerzas. Lo que ella no sabía es que esa última vez, mientras Luismi poseía con furia a Jakie, le había llamado por su nombre, en lugar de llamarla Jakie, le había llamado Nadia. A Jakie aunque le jodío sobremanera la situación, entendió lo que él trataba de lograr follando con ella ante la cara de Nadia. Hacia un par de años que en cierta ocasión tras salir de una mala relación ella había estado con él en la parte contraria. En esa ocasión estuvo follando con él por motivos similares y también le había llamado con el nombre del otro, esa vez fue Luismi quien tragó con que le llamasen por otro nombre en medio del orgasmo, no con gusto, pero tragó.
Cuando por fin se pusieron todos en camino hacia el sitio elegido por él, tanto Nadia, cómo Lorena y Ana pudieron ver por fin a Luismi en su elemento, cómo el reputado fotógrafo que era. También entendieron el porqué de su fama y porque también a la gente le encantaba trabajar con él. La primera modelo que pasó por su cámara fue la joven eslovaca que estaba en la revista cuando acompañó a Jakie y a Frank, la misma que él eligió en ese instante para este trabajo. Si la joven ya estaba nerviosa por la importancia de la oportunidad que tenía al trabajar con alguien tan importante, cuando vio quién era el fotógrafo casi se cae de espaldas, aún se puso mucho más nerviosa que antes. Nadia había visto esto mismo anteriormente las veces suficientes cómo para saber que el Gran Diomedeidae estaba a punto de montarle alguna bronca por hacerle perder su valioso tiempo.
Para su total asombro una hora después seguían en el mismo punto, sin embargo esta vez era porque por culpa del fotógrafo la gente era incapaz de dar pie con bola a causa de la risa, modelo incluida. Vio cómo él, de repente muy serio, dijo que les daba un descanso y en diez minutos todos a trabajar, aun así, cuando dejó la cámara para el descanso siguió riéndose. El caso es que pasados los diez minutos todo el mundo se puso las pilas, no hubo ni un solo problema más, ni el más mínimo, incluso la modelo estaba de lo más tranquila. Cuando terminó la última foto que le tocaba ese día, la joven modelo se sentó a comer un helado al que Luismi la invitó, sentados los dos juntos sobre el bordillo de la acera, riéndose mientras hablaba con ese mismo del que se mostraba tan asustadísima sólo un par de horas antes.
Nadia, Lorena y Ana estaban asombradas de ver el caos que parecía aquello. Cuando lo comentaron con Jakie y Frank éstos se partieron de risa, lo cierto es que Frank les dijo que estaban de suerte, porque casi todos los que estaban allí ya habían trabajado con él y sabían de qué palo iba cómo decían en España. Les explicaron que el Diomedeidae que aparecía cuando no le tomaban en serio en el trabajo era de cuidado, todo lo divertido que habían visto ese día que era se transformaba en un plan muy malo, en esos momentos todo el que podía se quitaba de su vista cómo por ensalmo. Lo cierto es que vieron que pese a las apariencias, iban realmente bastante más rápido de lo que sería habitual en los trabajos anteriores que ellas habían presenciado.
Sin embargo Jakie sí sabía una cosa que Nadia y sus amigas ignoraban, y avisó a estas dos últimas para que estuviesen pendientes de Nadia. No era algo normal, pero con Luismi sí ocurría bastante que alguna que otra que nunca había trabajado con él se equivocaba. Inconscientemente hacía lo mismo que cuando quería ligar, usaba esa expresión entre pícara, un pelín gamberra, divertida, picantona y de niño bueno, que las volvía locas a todas para no resultar intimidante, con eso además de lograr lo que quería, también provocaba sin querer que se derritiesen. Cuando quería ligar sí que lo hacía apropósito, pero cuando trabajaba e intentaba distender el ambiente, no era consciente de ello.
Sin embargo no ocurrió nada de nada, cómo ya se dijo en este caso prácticamente todo el mundo ya había trabajado con él y sabían más que de sobra de qué palo iba. El problema vino esa noche en una discoteca a la que fueron, Luismi resultó un imán para las chicas, más aún al ir al lado de un grupo de monumentos cómo el que le acompañaba. La mayoría de las chicas que le entraban se iban con una sonrisa o riéndose, no se llevaban su objetivo, pero se iban divertidas de su lado, con muy buen rollo. Pero normalmente antes o después, casi siempre terminaba por aparecer alguna en plan tigresa que no terminaba de entender cómo una mujer cómo ella era rechazada, sin duda del modo más simpático que nunca hubiese podido imaginar, pero rechazada, lo que llevaban francamente mal.
Esa noche apareció una de éstas, empezó en plan loba lanzándose poco menos que a su cuello. Con enorme habilidad Luismi se la quitó de encima, sólo que no se dio por vencida y regresó aún con más bríos si cabe. Le intentó meter la mano en la polla, de nuevo se la consiguió quitar de encima entre risas de ambos, pero el caso es que la tía seguía sin conseguir nada con él, poniéndose cada vez de más mala leche en cuanto se daba cuenta de que de nuevo acababan de rechazarla. Cada vez que ella volvía a la carga Luismi parecía tener una especial habilidad para darla esquinazo sin que pudiese considerarse ofendida, aunque pese a todo cada vez se iba enfadando más.
Cuando Luismi se empezó a temer que tendría que recurrir a una de sus frases drásticas para que le dejase en paz de un vez, ocurrió lo que menos podía esperarse. Nadia se acercó contoneándose, marcando cada una de sus voluptuosas curvas, haciendo ostentación de sus enervantes encantos se echó encima de Luismi pegándose a él como una lapa, dándole un morreo de escándalo delante de la loba. Cuando se separó empezó a tratarlo como si fuese su novio y hubiese estado esperándola. Pero no coló, la loba se puso en plan salvaje con Nadia que afiló las uñas para defender lo que consideraba suyo, y Luismi por mucho que él se pensase ahora que no, era suyo desde que eran críos, cada vez lo tenía más claro desde que él había regresado.
Cuando más calentita se estaba poniendo la cosa entre ambas, Luismi intervino dejando a Nadia completamente descolocada y desconcertada. De repente cambiando de registro en décimas de segundo se metió entre medias, abrazando a Nadia por los hombros, dejando caer su mano desde ellos justo encima de uno de sus pechos, que empezó a masajear al instante. Entonces con un tono nada agradable se dirigió a la loba...
- Mira tía, a ver si te enteras de una vez y me dejas en paz, cuando quiero una puta ya tengo a ésta que además me sale gratis, si piensas que me voy a ir contigo y pagarte una pasta por algo que ya tengo, vas lista guapa.
Nadia con la boca abierta vio cómo la loba en cuestión metía el rabo entre las piernas e insultaba a Luismi, que cómo respuesta le hizo la señal del pajarito, pero se fue a toda velocidad. Nadia enfadada por lo que Luismi había dicho fue a quitarle la mano de donde la tenía, en ese momento él le estaba apretando y acariciando con suavidad el pezón, sorprendiéndose al encontrase con que poco a poco se había ido excitando con la caricia. Lo peor fue que segundos después de eso, ella que tantas veces había manejado a los hombres, se encontró de repente sin saber muy bien cómo en un rincón oscuro con Luismi, mientras éste estaba comiéndole el cuello, lamiéndoselo mientras sus manos le amasaban con delicadeza sus pechos jugueteando con sus pezones, haciéndola gemir de gusto.
De repente nerviosa le separó de ella de forma bastante brusca, rechazándolo le chilló que la dejase, se retiró a toda velocidad a donde estaban sus amigas. Lorena y Ana le preguntaron qué le pasaba y ella se lo contó, pero no se dio cuenta de que Jakie también estaba escuchándola, cuando terminó esta última se empezó a reír. Jakie no pudo evitarlo, lo de reírse fue más fuerte que ella, para enfado de Nadia. Cuando la interpeló Jakie le dio donde más le podía doler a Nadia, le preguntó riéndose si de verdad pensaba que Luismi, con todo el mundo que llevaba recorrido, seguía siendo aquel crío al que ella podía manejar a su antojo, para añadir a posteriori que desde luego acababa de patinar bien patinado. Irónica le dijo que parecía no darse cuenta de que Luismi había ido a por ella, aceptando de una vez sus intentos de acercamiento de estos días, y cuando por fin lo había conseguido, lo único que se le había ocurrido hacer era rechazarle de mala manera. Jakie sonriente le dijo que lo que acababa de hacer al rechazarle era darle vía libre para que pudiese liarse con cualquier otra, incluso aplaudió a Nadia de forma irónica por, según ella, su gran éxito en sus intentos de conquista.
Nadia fue consciente de que la morena tenía razón, toda la razón, hasta el momento, pese a todo lo sucedido seguía pensando en Luismi cómo aquel chico con el que estuvo saliendo y no cómo el imponente ejemplar de hombre que ahora mismo era. También por primera vez se dio cuenta de que hasta ese instante cada vez que se habían acostado había sido ella la que llevó la voz cantante al dar el primer paso, él sólo se había dejado llevar, con la única excepción de esa noche..., en que ella misma había salido corriendo asustada de él, chillándole y dejándolo allí tirado. Se puso en movimiento de nuevo para volver donde le dejó antes de que se tuviese que arrepentir de haberlo hecho, sólo que al llegar allí no lo encontró.
Nadia estuvo buscándole durante un buen rato cuando escuchó a dos chicas decir que menudo polvo que estaban echando a una en la escalera que daba al piso de arriba, tuvo una desagradabilísima sospecha al escuchar eso. Logró dar con el sitio, cuando se fue a asomar se retiraban otras dos chicas diciéndose entre ellas que desde luego ésa estaba teniendo suerte con semejante semental, que parecía estar completamente ida del todo. Cuando miró lo que sucedía su corazón dio un vuelco, allí estaba la loba con la que se enfrentó, estaba siendo empotrada literalmente contra la pared, estaba inclinada con el culo hacia atrás y tragando vergazo tras vergazo. Quien estaba follándosela cómo un salvaje era Luismi, el mismo Luismi al que ella había rechazado. Pese a los celos salvajes que la asaltaron no pudo por menos que mojarse viva al ver la brutal follada que estaba recibiendo la loba..., se le hizo el coño agua sólo de pensar que esa puta pudo ser ella y también ser quien estaría en esos momentos berreando de placer.
Peor fue cuando se dio cuenta de que la golfa esa se estaba corriendo cómo una perra, estuvo en un tris de saltar a por ellos y liarse a golpes cuando vio cómo Luismi se la sacó de forma brusca, luego le tapó la boca con una mano y nuevamente volvió a clavársela hasta los cojones. Sólo que en esta ocasión su polla entró por entero y de golpe en su culo. La zorra esa pareció emitir un alarido que pese a todo sonó como si la estuvieran matando. Apenas tres minutos después se desplomó de rodillas yéndose Luismi tras ella sin dejar de follarle el culo a lo bestia, entonces Nadia vio cómo la muy guarra volvía a correrse cómo una puta, notó que también Luismi se había vaciado en ella. Se la llevaban los demonios viendo todo aquello.
Antes de salir de allí corriendo para no ser sorprendida vio el culo y el coño de la zorra abiertos como si fuesen sendos agujeros de golf. Antes de irse aún pudo ver cómo Luismi le hacía chuparle la polla para dejársela limpia, salió corriendo de allí en un fuerte estado de nervios. Cuando la vio pasar hacia la salida andaba un poco espatarrada, parecía como si le costase dar dos pasos seguidos aunque mostraba una cara de estar muy satisfecha. Una rabiosa Nadia no pudo por menos que pensar que si no podía andar es porque le habían reventado el coño y el culo a pollazo limpio. Pensó que se lo merecía por zorra, puta, golfa y un completísimo registro de insultos de todo tipo que vertió sobre ella. Aprovechó esos instantes para, rabiosa pérdida, marcharse al hotel a descansar, para pensar en lo que había visto, pero sobre todo para odiar a Luismi por ser un cabròn insensible con ella, estaba a un tris de llorar, aunque no quería darle la satisfacción de que la viese hacerlo.
Se había terminado ya de duchar mientras le daba vueltas a todo lo que había visto cuando llamaron a la puerta de su habitación, abrió tal y como estaba, sólo con el albornoz, pensando que serían Lorena o Ana preocupadas porque se hubiese ido sin avisarles. Al abrir se sorprendió al encontrarse con Luismi, que sin decir nada de nada se abalanzó sobre su boca besándola, empujándola adentro y abriéndole el albornoz antes de que fuese consciente de lo que ocurría.
Intentó negarse, pero una de las manos de él terminó sobre su coño, introduciendo dos dedos en su interior, arrancándola un gemido de placer. Esto a su vez provocó un leve desconcierto en ella, encontrándose cuando quiso recuperarse sobre la cama y con Luismi comiéndole el coño como nunca se lo habían hecho antes..., no podía parar de gemir y jadear por el placer, incapaz de hacer nada.
Alcanzó un orgasmo muy intenso, cuando se recuperó Luismi ya estaba encima suyo, pasando su miembro por su rajita, frotando su glande contra su clítoris, haciendo que no pudiese parar de gemir con el roce. De nuevo estaba mojadìsima y no era capaz de hacerle parar, no tenía fuerzas para nada. No podía coordinar muy bien sus ideas, sus sensaciones la tenían completamente bloqueada. Por fin le metió por completo el pene en su interior, escapando de su garganta un profundo jadeo al sentir cómo se abría camino. Intentó evitar lo de la vez anterior, trató de tomar conciencia para no seguir siendo un pelele en sus manos sin conseguirlo. Cuando por fin pareció que empezaba a recuperar el control, Luismi se las apañó para enterrarle dos dedos en el culito, sin dejar de embestirla con fuerza.
Después de un rato de ser follada con esa saña y casi al borde del orgasmo, Luismi paró para nuevamente hacerle cambiar de posición, esta vez la puso a lo perrito, incapaz de oponerse tampoco, era cómo un fardo, no podía ni con su alma. Sintió en la entrada de su culito la polla de Luismi. Asustada intentó separarse sólo para encontrarse bajo el peso de su amante, mientras éste le enterraba centímetro a centímetro su pene, despacio, muy despacio, abriéndose camino poco a poco, muy lentamente. Para su sorpresa no sintió dolor, sino únicamente una fuerte sensación de molestia. Pocos minutos después de esto, para su asombro, estaba gimiendo de nuevo, las sensaciones eran muy diferentes de cuando se la clavaban por el coño pero igual de placenteras e intensas que estas. Nadia suspiraba y gemía sin parar, sorprendida porque cada vez que anteriormente algún hombre le había follado el culo sólo había conseguido dolor. Ése era un dolor que en cierto modo le gustaba, pero que para correrse necesitaba masturbarse a la vez. Sin embargo en esta ocasión era su mismo culito el que le transmitía todas esas sensaciones placenteras que desembocaron en un nuevo orgasmo. Ésta vez Luismi se corrió en su interior, llenándole el recto con su semen.
- Ahora tú junto con la zorra de la que me defendiste y con la que luego me viste fòllandomela, estáis igual de satisfechas conmigo. Dos zorritas me he follado esta noche, dos veces me he corrido -le susurró al oído antes de vestirse y dejarla en la habitación.
Para asombro de Nadia, al día siguiente Luismi estaba como si nada hubiese pasado entre ellos esa misma noche. Le trató igual que el día anterior, trató del mismo modo a todo el mundo en el set de trabajo. Nadia estaba completamente descolocada del todo con él, no sabía cómo tratarlo después de lo sucedido, no se atrevió tampoco a comentarlo con nadie y lo que era aún peor, no podía evitar reconocer que le gustaría recibir una nueva visita de Luismi esa misma noche. Sólo había pensado en esa visita durante diez minutos y estaba segura que sus braguitas debían de estar empapadas, las sentía completamente mojadas sobre su sexo. Nunca había sentido algo semejante con ningún hombre, mención aparte del serio puntazo de celos que aún sentía por lo de la zorra de la noche anterior.
Durante todo el reportaje le estuvo viendo manejar a todo el mundo a su antojo, sin impartir ni una sola orden en un tono desagradable, borde, por la fuerza o aprovechándose de su posición de mando. En los últimos días entendió porque la gente después de trabajar con él no tenían ningún problema en volver a hacerlo, porqué en cuanto decían su nombre y que el trabajo lo llevaría él desaparecían todas las trabas que se hubiesen podio plantear. No pudo evitar sorprenderse cuando el último día le vio rodeado por todas las modelos, apoyadas sobre él, o incluso pasando sus brazos por su cintura mientras mostraba los resultados del trabajo que habían hecho en la pantalla de un portátil, mostrándolas cómo había quedado cada una en las fotos, comentándolo todo con ellas.
Era la primera vez desde que llevaba en esto que veía algo así, normalmente la gente tendía a no arrimarse mucho a nadie para evitar problemas y malentendidos, aquí sin embargo había siete u ocho preciosas mujeres abrazadas o apoyadas tranquilamente sobre Luismi riéndose y hablando entre ellas del trabajo. Nadie parecía ver nada extraño en ello, nadie hacía luego comentarios maliciosos sobre ello. Descubrió también que en esos momentos no solo le hacían caso, sino que se reían de las bromas y puyitas que les lanzaba con sus fotos, devolviéndolas con la misma diversión. Cuando le preguntó a Jakie sobre esto, divertida le contestó que a ver qué otra cosa se podía esperar de alguien que es capaz de abrasarse un brazo para hacer una foto de cerca a un río de Lava...
Nadia le preguntó si esa leyenda que corría sobre sus quemaduras por acercarse al magma era cierta, una Jakie socarrona le dijo que al menos ella tuvo que hacerle las primeras curas en el brazo, aunque tras eso y todo, casi tuvo que llevárselo de allí a tortas porque aún quería acercarse un poquito más. Nadia recordó entonces unos de los primeros reportajes publicados de ella con unas ropas y de fondo un feroz paisaje del magma en erupción, sólo tuvo que sumar dos más dos para darse cuenta de que ella decía la verdad. Involuntariamente empezó a mirar a Luismi con diferentes ojos..., quizá por primera vez desde que se habían vuelto a encontrar no veía ya en él al chico con el que se crió.
Cuando el reportaje terminó, Jakie y Frank regresaron a su vida, alejándose de Luismi para alegría de Nadia, principalmente por Jakie, quien le caía muy bien, pero prefería verla lejos por el momento. Al regresar Nadia tuvo una charla larguísima con su madre, que quiso saber todo lo sucedido en este tiempo. La madre de Luismi por su parte se puso a interrogar a éste sobre cómo le había ido trabajando con Nadia sin que le explicara nada al respecto. Margarita también le preguntó discretamente, pero nuevamente se negó a hablar de ello, remitiéndola a su hija.
Una tarde en que él se montaba en su moto para irse, Nadia se acercó, indicándole si por favor podía reunirse con ella al día siguiente en cierta cafetería para poder hablar los dos con calma, él aceptó. Al día siguiente cuando llegó se la encontró vestida realmente sexy, con su mano le daba vueltas, jugueteando a un colgante que asomaba por el hueco que dejaban los dos botones desabrochados en la parte superior de su blusa. Luismi vio lo que era y lo reconoció, era el Taijitu que él le dio a la madre de ella para que se lo entregase. Sonrió irónico creyendo entender lo que quería Nadia. Luismi preguntó:
¿Ya ha llegado el momento de entregármelo? –señaló el colgante
¿Lo dices por esto? –llevó la mano al Taijitu.
Evidentemente –repuso.
No –negó también con la cabeza-, éste no es para ti. Cuando considere que merezco poder devolvértelo te haré entrega del mío, del Blanco, éste lo conservaré siempre, para que me recuerde cada vez que lo vea, lo que se puede perder por una estupidez. Lo que verdaderamente me importa y lo que no. Por otra parte, me gustaría que el mío cuando llegue ese instante, lo vieses como una promesa firme por mi parte hacia ti..., pero esta vez en serio, de una mujer, no de una cría inconsciente y estúpida.
Lo cierto es que aunque no es lo que Nadia pretendía al decir aquello, por primera vez Luismi quedó realmente sorprendido e impresionado con ella desde que se habían vuelto a encontrar. Eso era algo que no se esperaba, menos aún los motivos por los que no pensaba devolverle el suyo y sí a cambio quería darle el de ella. Quizá en ese mismo instante fue cuando más cerca estuvo Nadia desde que Luismi regresó de poder ganárselo de nuevo por completo; además lo notó, notó la sorpresa y la admiración en sus ojos. Prefirió dejarlo pasar sin intentar aprovechar la ocasión, ella quería conquistarlo de nuevo con todas sus consecuencias con sus actos, no a través de simples palabras, no pensaba arriesgarse a dar pasos que no hubiese medido previamente con precisión.
Nadia de inmediato, sin dejarle reponerse de la sorpresa, le preguntó directamente si tenía intención de intentar arreglarlo con ella de verdad o solo quería divertirse a su costa. Le dejó clarísimo que quería intentar volver con él, demostrarle que de verdad le quería. Quería ser de nuevo su pareja cómo lo fue en su día hasta el momento en que se equivocó e hizo algo que jamás de los jamases debió de hacer. Pese a lo que pudiese sentir Luismi cuando Nadia le puso de ese modo tan brusco sus cartas sobre la mesa, no pudo evitar tampoco esta vez un pequeño pinchazo de orgullo por ella, por cómo había cambiado para mucho mejor.
Luismi también fue muy clarito con ella al respecto, si ella quería, por él estaba dispuesto a intentarlo de nuevo. También le explicó que pese a todo Lucia aún seguía siendo alguien que estaba ahí e influiría sobre su relación, por injusto que le pudiese parecer, si lo intentaban en ésos momentos. Luego le explicó que quizá poco a poco se fuese difuminando pero que dudaba seriamente que se marchara del todo algún día. También quiso que entendiese que pese a haberla perdonando, que pese a lo bien que se llevaban otra vez de nuevo, no podía pretender el mismo nivel de confianza que él le tenía antes de lo que pasó, esa parte se vio irremediablemente tocada, que cualquier otra cosa que la dijese seria una mentira. Que debía de entender que serian cómo cualquier otra pareja, que debía de abandonar la idea de aquel Luismi que parecía tener idealizado.
También le pidió que entendiese que todo el crédito que tuvo con él cuando eran críos se esfumó por completo, fue incluso sangrante con ella. Aprovechó también para explicarle que la veía como Nadia, una mujer realizada, una profesional en lo suyo, su amiga, pero sólo una "posible pareja”. Le recalcó también que ella debería de verlo igual, sólo como Luismi, "una posible pareja", nada más que eso, dejar fuera todo lo anterior a éste momento y sobre todo la parte buena que tenia idealizada de su juventud.
Nadia de nuevo para sorpresa de Luismi le dio la razón en lo que dijo, le explicó que ella también era consciente que aquellas dos personas que habían sido desaparecieron a lo largo de los años de no verse y que más que posiblemente fuese por su culpa en gran parte, por todo lo que pasó. También aceptó que deberían de empezar casi de cero, recorriendo un nuevo camino los dos juntos que no sería nada fácil, e intentar recuperar aquello que tuvieron y ésta vez Nadia le aseguró que no permitiría que ni nada, ni nadie se volvería a interponer de nuevo entre los dos si decidía darle una oportunidad.
CONTINUARA