Dinero fácil: modelo por un día

Estaba harto de tener que aguantar a mis padres, y tener que sufrir su chantaje para tener dinero. Era joven y quería salir con mis amigos de copas y al cine y cenar con mi novia...Así que busqué la manera de ganar dinero fácil!

Tenía 20 años y estaba en la universidad. Otra vez me había vuelto a discutir con mis padres por la pasta. Estaba harto de tener esa dependencia y de no poder invitar a mi novia a una buena cena, o a tener que renunciar a mis cubatas con los colegas de fiesta.

Hola! Me llamo Marc, seguramente me recordaréis de un escrito anterior “quién dijo que depilarse no era un placer…”. Como comenté anteriormente esta historia sucedió con 20 años. Yo que era un chico que solía ligar, iba cambiando de chica bastante a menudo. También voy a confesar que alguna vez que otra el alcohol me hizo tener algún desliz. Qué le voy a hacer? Un chico alto, deportista y jugador de fútbol, con buen torso definido, pero no de gym, sino de hacer deporte, y con ojos azules que vuelven locas a las chicas. No me podía quejar.

Esa condición física es la que me llevó a probar una nueva experiencia en el mundo gay o exhibicionista. Sin querer, con el único objetivo de ganar pasta para mis gastos y caprichos. La cosa está en que empecé a mirar por internet como ganar pasta fácil. Empecé a pensar en temas de hacer de actor porno o algún tipo de trabajo en el que vendiera mi cuerpo sin mostrar mi rostro. Pensando empecé a buscar para posar como modelo, ya que mi hermana me insistía siempre que siendo tan guapo tendría que ser modelo,  y buscando fui a dar a una página de contactos en la que se anunciaba lo siguiente:

“SE BUSCAN CHICOS/AS JOVENES ENTRE 18-25 AÑOS, CON BUEN FÍSICO Y CUERPO DEPILADO PARA POSAR DE MODELO ERÓTICO PARA FUTURA WEB DE SEX-SHOP ON-LINE. NO ES IMPRESCINDIBLE MOSTRAR CARA, AUNQUE SI DESNUDOS. BUENOS HONORARIOS.”

Ese anuncio me llamó la atención, porque en parte me dio morbo por el hecho de vender mi cuerpo para el morbo de una web, y encima sin salir mi cara. Dónde estaba lo malo? Yo que nunca me había importado mostrar mi cuerpo gratis y fardar de él, y ahora encima me pagarían…

Me puse en contacto con los responsables, y en unos días me citaron en una dirección del centro de Barcelona. Era primavera, y llegaba con unos tejanos cortos y ajustados, medio caídos, mostrando unos Calvin Klein, con afán de vender carne. Vestía una camiseta de color verde, a juego con los ojos,  y ajustada para mostrar mis cualidades físicas. Venía recién depilado y con barba de un par de días. El pelo, no muy  largo, pero puesto cada uno en su sitio con la ayuda de la cera. Había tratado de cuidar hasta el último detalle.

Llegué y lo que me sorprendió fue ver más gente allá. Había chicos y chicas de revista. Parecía un casting de típica discoteca veraniega dónde los camareros son supersexys. Esperé hasta mi turno, y pasé a la sala de dentro. Tenía una luz cálida, una mesa a un lado, donde se sentaban tres personas. Dos chicas de mediana edad, estarían por los cuarenta años, y la verdad no estaban nada mal, y un chico de una edad parecida, bastante fornido y muy elegante. Su reloj y sus zapatos me daban a pensar que tenía un Mercedes esperándole fuera. Al otro lado de la mesa había una silla, imaginaba que para mí. A un costado de la sala, había un sofá, con un perchero y un televisor apagado.

Me quedé como cortado, esperando indicaciones y me invitaron a sentarme. Me senté, y la verdad es que estaba un poco nervioso por la situación, enfrente de esas tres personas, y a la vez un poco excitado porque sabía que tenía que vender mi cuerpo. Me senté y puse mis manos sobre mis  piernas.

-          Mmmmmm, tu nombre era Marc, verdad? – Preguntó la chica del medio, una chica rubia y con una delantera voluptuosa.

-          Sí. Marc Piqué. – Contesté yo con la voz medio entrecortada.

-          Bien Marc – continuó la chica rubia – Yo soy Mar, ella es Irene y él es Armando. Qué edad tienes?

-          20 años

-          Y tienes novia? – prosiguió Mar

-          Sí

-          Bien, ella sabe que estás aquí? – Preguntó

-          No, nadie.

-          Bien. Te explico. Nosotros somos una empresa relacionada con el mundo del sexo, y estamos lanzando nuestra versión on-line. Y en este momento estamos buscando chicos y chicas para hacer de modelos eróticos, para dotar de contenido nuestra  web. Así pues, habrá que mostrarse desnudo, e incluso en situación de excitación. No es necesario mostrar cara, dependiendo de ello se harán unas fotos u otras, pero sí que tendrás que masturbarte según te manden. Hay algún problema con ello?

-          Mmmmm…No! – dije dudando por lo fácil que me lo estaban poniendo. Por masturbarme me pagan…vaya chollo!

-          Bien, qué orientación sexual tienes? Gay, Bi, hetero? – preguntó Irene

Giré la cara, y le dije que era Hetero. Irene me miró y me dijo:

-          Mira Marc, es que no es un trabajo porno, pero sí erótico, con lo cual hay que mostrar ciertas cosas, y posar. La cuestión es que tenemos diferentes secciones, y previsto por tanto hacer diferentes tipos de foto, y en la parte de hetero, han venido diversas parejas y hemos pensado que eso nos beneficia, ya que así es más fácil para gente amateur

-          Ajá… - Fue todo lo que se me ocurrió

-          La cosa está en que te voy a proponer que poses para la sección gay. Ello no quiere decir que tengas que hacer nada gay, simplemente tienes que posar solo y acompañado y tus fotos aparecerán en esa sección. Con respecto a eso, en las acompañadas no supone que tengas que tener sexo con el otro chico, pero sí que habrá algún tocamiento y quizá te pedirán que coloques su miembro en tu boca y viceversa. Todo esto, por supuesto se haría desde la profesionalidad y tal y como nos solicitaste en tu e-mail sin que aparezca tu cara. Sería como los actores en una película. Estarías dispuesto a ello? – Finalizó Irene su explicación.

-          Bufff… - fue lo único que se me ocurrió –Depende de lo que se pague

-          Jajaja! Me da tranquilidad que me preguntes eso. Que honestidad. Todo el mundo tiene un precio, sí señor. Muy profesional. Mira la sesión de fotos duraría un día y te supondría 1500 euros.

-          Cómo?? – Se me abrieron los ojos como platos- Por supuesto! Para cuándo quedamos?

-          Jejeje – Soltaron los tres una carcajada – Bien Marc, primero tenemos que hacer un pequeño casting para verificar que eres el perfil físico que buscamos. – Asintió Irene

Prosiguió la charla Mar, y me comentó que me iba a hacer un pequeño cuestionario personal, que necesitaba que contestara con la mayor sinceridad:

-          Fumas? Bebes?

-          No fumo y beber de vez en cuando

-          Mantienes relaciones Sexuales? Cada cuánto?

-          Sí. Cada 2-3 días

-          Te masturbas? Con qué frecuencia? – preguntó Mar

-          Estoooooo, un par de veces por semana – qué preguntas eran esas…Me estaba intentando excitar o realmente era necesario ese cuestionario…

-          Sabes el tamaño de tu pene en erección?

-          Sí. Poco más de 19 centímetros y bastante gorda – no me lo podía creer, medio excitado le detalle hasta el grosor

-          Bien, esto te lo pregunto, porque una semana antes no puedes tener relaciones sexuales ni masturbarte. Necesitamos que guardes toda la energía y esperma para la sesión. Además, cuanta más excitación más dura se pondrá. – Comentaba Mar con esas tetazas bien pronunciadas, y yo con una dureza entre las piernas que no veas.

Asentí sin ser consciente de lo que me decían. Yo que descargaba unas 10 veces por semana y de repente me iban a poner a pan y agua. Y mi novia? Qué excusa le daría?

Finalizada la batería de preguntas, me indicó Irene que debía desnudarme para que me pudieran ver. Me señaló la percha y me pidió que me quedara al lado del sofá. Tenía sus ojos fijos sobre mí. Me intimidaban un poco, hasta les hubiera pedido que salieran…pero que más daba si estaba allí para posar desnudo. Me quite la camiseta poco a poco para marcar cada músculo de mi pecho. Me ladeé ligeramente para marcar las abdominales. Permanecí con los pantalones medio caídos mostrando los gallumbos. Notaba todas las miradas sobre mi cuerpo y esa sensación me gustaba. Me descalcé y desabroche el cinturón y los pantalones, dejándolos caer sobre mis tobillos. Me agache cuidadosamente para ir marcando cada pose, cada movimiento muscular. Esa sensación ya me era conocida. En alguna ocasión había notado como el en gimnasio algún chico me observaba mientras me cambiaba o me duchaba. Seguramente se sentía atraído por mi físico y deseaba observar cada rincón de mí. Yo aunque no me sentía gay, lejos de molestarme me gustaba jugar al juego de la excitación, y me paseaba desnudo, me duchaba lentamente frotándome bien sobre mi pene para ponerlo morcillón. Jugaba al juego del exhibicionismo.

Mientras los tres seguían observándome me decidí a bajarme los Calvin del mismo modo, pero esta vez sin agacharme, los lance ligeramente hacia delante con el pie. Me estuvieron observando, me pidieron que me diera la vuelta, que hiciera alguna pose, situando los brazos sobre la cabeza, apoyado en la pared, que cruzara los brazos… Y entonces fue cuando Irene me pidió:

-          Bien Marc. Ahora necesito que te relajes. Siéntate en el sofá – le hice caso y me senté – Ahora quiero que te excites. Quiero ver tu pene lo más excitado posible. Intenta que se ponga lo más dura posible para ver si es apta para nuestra web. Haz como si no estuviéramos. Si necesitas imágenes puedes conectar la tv que hay porno.

No me lo podía creer. Me pedía que me masturbara delante de esa gente. Jaja! Con lo exhibicionista que soy yo. Empecé a hacer un poco de teatro, sabía que tenía que ser capaz de subir la temperatura, y empecé a hacer teatrillo. Mi polla me respondió, y empezó a endurecerse. Pronto se puso como una roca. Dios que cachondo estaba, y veía como Mar e Irene, e incluso Armando se deleitaban conmigo. Ya no me encontraba haciendo teatro, estaba ido, excitado, cachondo posando como un juguetito para su disfrute. Me empecé a dejar llevar, ya no fingía. No podía para de tocarme. Dios que excitación. Pero fue cuando Irene me interrumpió:

-          Marc! Vale, para! – Qué me estaba contando, si quería acabar con esa paja y descargar como fuera – Necesito que la cojas por la base y aprietes.

Se levantó Irene de la mesa y se aproximó para verla bien. Por mi cabeza pasó la idea que fuera a continuar ella. Me pidió que quitara la mano, y me estuvo manoseando un poco. Me tomó medidas para verificar mi tamaño y grosor. Yo solo quería descargar. Pero no fue así.

-          Tienes una polla bien bonita. Y encima estás bien dotado.  Ya puedes vestirte. Te quedas con nosotros. Tienes que estar aquí el viernes que viene a las 8 de la mañana. Recuerda. Abstinencia una semana antes

Como me estaba haciendo eso. Sus palabras de que tenía una buena polla y bonita me resonaban. Esperaba que se arrodillará ante mí y aliviara aquella tensión en mi interior. Necesitaba descargar toda esa tensión, toda esa rabia, toda esa excitación. Necesitaba su mano sobre mi polla o que por lo menos me permitieran acabar con aquella situación. Porque no me permitían mostrarles mi corrida, y así me permitían relajarme…

Me levanté con una empalmada descomunal, y fui colocando mi duro pene dentro de mis calzoncillos y pantalones hacia un lado como podía. Apreté para disimular el bulto y me puse la camiseta.


UNA SEMANA MÁS TARDE…

Sonó el despertador. Eran las 7 de la mañana y hoy era el día. Había conseguido aguantar 5 días sin tener sexo. Los 5 días una vez pasado el fin de semana, ya que mi novia no aceptó mis evasivas y fue por libre a satisfacerse con mi polla. Pero entre semana conseguí a base de excusas no quedar con ella, y a base de mucha voluntad no masturbarme. Dios tenía dentro de mí una sensación brutal. Iba superexcitado todo el día, mirando las chicas, los chicos, rozándome con las paredes. Cualquier objeto o persona que se hubiera ofrecido para aliviar mi tensión la hubiera aceptado. Por suerte o desgracia, no fue así, y notaba unas ganas locas de poder eyacular de una vez.

Me duché bien, me acicalé cuidadosamente igual que el día del casting y me puse unos pantalones tejanos medio rotos, con una camiseta sin tirantes para dejar ver bien mis músculos. Puse en una bolsa tal y como me pidieron varias mudas de ropa interior y diversas camisetas, pantalones largos y cortos. Podía ser que pidieran que cambiáramos la ropa diversas veces.

Cogí mi moto y  me dirigí al estudio que me habían indicado. Al llegar allá, estaba Mar con un chico bastante joven, no tendría más de 30 años, bastante guapo, de estética fashion, con algún tatuaje estratégicamente puesto y un pircing en la ceja. Tenía muy buen cuerpo y pensé que sería mi compañero. La verdad me tranquilizó ver que parecía un chico sano, masculino y limpio.

Pero cuando fui acercándome Mar que me saludó con dos besos, me presentó a Sergi, el fotógrafo y maquillador. Sergi no sería mi compañero, sino la persona encargada de guiarnos en ese día para la sesión de fotos.

Transcurridos un par de minutos se abrió la puerta. Apareció un chico más alto que yo, rubio, ojos azules intensos, bien fornido, se notaba que pasaba bastante tiempo en el gimnasio pues su masa muscular era voluptuosa. Llevaba unas bermudas bastante caídas, una camiseta sin tirantes pero abierta por los laterales dejando al aire su pectorales y sus abdominales bien trabajadas y calzaba unas chanclas.

Nos presentaron. Él se llamaba Javi y era argentino, pero vivía en una población costera cercana a Barcelona. Se notaba que era de la costa pues estaba bastante morenito. Yo no me podía quejar pero él parecía caribeño. Debía tener la misma edad que yo.

Mar preguntó si queríamos un café, si teníamos alguna duda. Negamos con la cabeza por lo que nos sacó el papeleo, nos estuvo haciendo rellenar papeles y papeles y posteriormente nos indicó que se pagaría a la semana el 50% y el resto, al mes cuando nos hicieran venir para ver las fotos finales.

Sergi nos mostró el vestuario donde pudimos dejar las cosas, nos dijo que nos quedáramos en gallumbos y que volviéramos que nos haría un poco de maquillaje en la cara y untaría un poco de aceite en el cuerpo. Durante la primera fracción de la mañana iríamos ajustando temas de maquillaje, quitando el miedo, haciendo pruebas de iluminación y sobretodo se trataba de relajarnos.

Sergi parecía un tío habituado a esto. Estaba con dos chicos apuestos, sin desmerecerle a él que también lo era, pero lo hacía con una soltura y destreza brutales. Tanto Javi como yo estábamos tensos, queríamos mostrar nuestra hombría y dejar patente que estábamos allí por el dinero, no porque fuéramos gays o algo parecido. Mar se despidió de nosotros diciéndonos que nos dejaba en buenas manos y que no nos preocupáramos de nada. Bromeó con que fuéramos buenos chicos que ya había visto como calzábamos. Que nos relajáramos y disfrutáramos. Que después de comer se pasaría por allá.

Dicho esto desapareció y Sergi dijo:

-          Bien chicos, os veo demasiado tensos. Vamos, desnudaos!

Nos quedamos un poco parados Javi y yo. Nos quitamos los gallumbos y allí nos quedamos los dos en pelotas. Como hacía calor por los focos y calefactores que había puesto pensando en nosotros Sergi decidió quitarse la camiseta. Mar y cualquier chica hubieran dado lo que fuera por estar rodeada de esos tres cuerpos. Se respiraba testosterona y olor a sexo. Excitación. Ganas de sexo fruto de la abstinencia. No entendía muy bien porque nos habíamos desnudado y empezaba a dudar sobre la legitimidad del trabajo. Mi compañero parecía pensar igual a juzgar de su cara.

Sergi empezó a hablar:

-          Bien chicos, nos hemos desnudado porque éste es el hábitat natural en el que vamos a trabajar. Nos tenemos que sentir cómodos los unos con los otros. No quiero tensión, no sirve de nada. No veis que estamos aquí para hacer fotos eróticas con temática gay?  Así que no quiero que sintáis ninguna vergüenza ni represión. Me ha comentado Mar que sois heteros, que ambos tenéis novia, así que ya somos tres. Digo esto porque no hace falta que queráis parecer machitos ni parecer gays. Relajaos. Eso no quita que podamos excitarnos como colegas y menternos en nuestro papel. Pensad que tenemos que excitar a otros chicos y chicas que quieran comprar juguetitos para sus parejas atraídos por vosotros y por vuestros cuerpos. Cuando compren comprarán porque ven vuestros cuerpos, vuestros músculos, vuestras pollas. Tenéis que ser la miel que atraiga y excite a los demás.

Nos pidió que nos tocáramos hasta alcanzar la erección. Él parecía querer también poderse tocar para aliviar sus tensiones. Se notaba un ligero bulto debajo de sus pantalones. Pero todo lo que decía lo decía con una óptica muy profesional. Tras esa excitación y viendo como Javi se pajeaba delante de mí y yo delante de él, subiendo poco a poco la temperatura, Sergi decidió que ya era suficiente.

-          Bien chicos! Ya vais pillando el tema, se trata que estéis cachondos y relajados, ok? Ahora podéis poneros los gallumbos y vamos a la sala grande a hacer unas pruebas.

Colocó un banco de vestuario, y me dio unas hombreras de fútbol americano, unas botas de fútbol y me pidió que me las pusiera. Me estuvo poniendo maquillaje como si estuviera sucio y sudado y a mi compañero hizo lo mismo. También nos untó aceite recorriendo todo nuestro cuerpo excepto la zona delimitada por los gallumbos. Nos colocó delante de unas taquillas que simulaban un vestuario.

-          Quién era el que había aceptado salir con la cara?

Mi compañero levantó la mano. Entendía a Javi. Pagaban casi tres veces más por poner su imagen, pero yo no me atreví por la familia y amigos. Él siendo argentino se lanzó al vació. Sergi explicó que en todo caso, todas aquellas fotos en las que se viera una cara saldría él. Así pues, pidió que yo me quedará de pie sin calzoncillos, y un poco excitado. Para ello pidió que me tocara un poco para ponerla contenta. A él lo situó justo detrás con gallumbos pero indicándole que se excitara también.

Fue tomando fotos, pidiendo que se aproximara, y que situara sus manos en mi cintura, hasta coger mi pene por su base. Fue tomando fotos, y Sergi le fue pidiendo que me fuera masturbando para que se pusiera dura. No podía evitar tras 5 días sin descargar, que esa mano fuera de quién fuera me pusiera la polla bien dura. No podía evitar que la sangre bombeara hasta la punta de mi glande haciéndolo crecer y amenazando con explotar. Sin poder evitarlo estaba muy excitado y mi compañero me clavaba su bulto en mi culo. Todo transcurría muy lento, ya que Sergi pedía que nos quedáramos quietos para posar en la foto.

Qué momento, tenía mi cabeza recostada hacia atrás apoyada en Javi, con mi polla bien dura agarrada por la base y bien fuerte por un chico de metro noventa y unas manos portentosas. Sergi le ordenó que se sacara la punta de su pene por encima del calzoncillo, y que lo pusiera hacia el lado para mostrarlo a la cámara. Mientras iba masturbándome muy poco a poco como ordenaba Sergi. Se quitó los gallumbos del todo, y Sergi me pidió que girara y nos hizo poner glande con glande. Nuestras pollas se entrecruzaban, mientras Sergi iba tomando fotos…Entre foto y foto nos íbamos masturbando para mantenerla dura. Yo que hasta el momento había permanecido bastante pasivo, me pidió que nos acercaramos y agarrara las dos pollas con los dedos separados para que se vieran en la cámara. Ahora debía masturbarme y masturbar a mi compañero mientras su cara y la mía estaban pegadas.

Poco a poco perdíamos el miedo y la tensión del trabajo, y el trabajo se convertía en placer. Nos habíamos dejado llevar. Lo notaba en la respiración sufridora de Javi. En como latía su corazón y como su pecho se hinchaba y deshinchaba. Lo veía  en cuán duras estaban nuestras pollas y en el bulto de Sergi, que se lo iba tocando como tratando de contenerlo.

En todo momento la excitación subía y subía pero no había manera de rebajarla. Todos conocíamos el único modo de rebajar la tensión, de calmar nuestra hambre de sexo, de relajar nuestros miembros, pero todos sabíamos que nuestro trabajo era mantenernos en la cresta de la ola.

Sergi pidió a Javi que se sentara en el banco, y que yo aproximara mi miembro a su cara. Fue tomando fotos alrededor de él hasta que me pidió que lo apoyara en ella. Mi polla sobresalía de su cara y yacía mi punta sobre su ojo derecho. Sergi le pidió que se tocara su polla poniéndola bien vertical y destapando su glande, mientras con sus labios carnosos me comía los huevos. Era supuestamente, ya que al ser foto, simplemente tenía que introducirlos en su boca, pero siempre tocaba dejarse llevar dentro del papel.

Poco a poco, por orden de Sergi fue con su lengua pasando por todo el pene desde su base hasta llegar al glande. No pude dejar de emitir un gemido de placer provocado por esa boca prominente y esos labios carnosos y acompañado por su lengua bien grande. Eché la cabeza  hacia atrás olvidándome de que estaba trabajando y que estaba haciendo un papel.

Por un momento volví en sí, pero Sergi ordenando a Javi que se la introdujera en la boca no parecía importarle chuparme el miembro. No tenía más que introducírsela pero él la chupaba, y subía y bajaba su mano como tratando de mantenérmela dura. Yo suspiraba de placer y echaba la cabeza hacia atrás buscando una apoyo. Cinco días de abstinencia eran una odisea para mí, y notaba como el semen se acumulaba y hervía preparado para salir disparado. No me importaba quién me la chupaba, ni quién estaba presente en esa habitación. Ni tan siquiera me importaba que pudieran pensar sobre mi virilidad. Estaba dispuesto a rendirme al deseo de la pasión, al fuego de la carne.

Fue entonces, cuando no sé si por la escena, que no paraba de subir de tono, y que había pasado de erótica a pornográfica, que Sergi nos dijo que estaba perfecto, y que podíamos parar. Pareció que a Javi le costó trabajo separar sus labios húmedos por su saliva fruto de su excitación. Se demoró unos segundos hasta que retiró su boca y su lengua de mi pene, lentamente y apretando como si estuviera disfrutando de ello.

Al separar su boca mi pene que estaba erguido y duro, listo para cualquier cosa que hubiera hecho falta rebotó hacia arriba y abajo, quedando apuntando hacia el techo. Sergi me indicó que me tumbará a lo largo del banco dejando las piernas abiertas y apoyadas sobre el suelo. Nos retiramos las hombreras que portábamos y le pidió a Javi que se colocará recostado sobre mí quedándonos en la posición del 69. Tenía su miembro depilado a la perfección igual que el mío, duro y con las venas hinchadas fruto de la excitación del momento justo apoyado sobre mis labios. Podía notar el calor de su pene y como goteaba gotas de líquido preseminal, deduzco que fruto de lo cachondo que estaba.

Sergi le pidió que me cogiera la polla por la base, apretando para marcar mis venas y resaltar mi glande. Más tarde lo aproximó a sus labios mirando hacia la cámara. Desde una perspectiva que no se viera mi rostro, fotografió el suyo sobre mí, y me pidió que me lo introdujera. Llenó toda mi boca no sabiendo donde colocar la lengua. Al moverla para tratar de hacer sitio a su enorme pene, que seguro superaría los 21 centímetros noté como se estremeció de placer y apretó mi pene con su mano. Sergi seguía excitado tocando su bulto bajo el pantalón y nos pidió que nos las introdujésemos ambos. Que hiciéramos como si nos estuviéramos haciendo una mamada mútua. Pero el hecho era ése. La excitación hacía que Javi estuviera recorriendo con su lengua cada centímetro de mi pene, y yo imagino que por solidaridad, hacía lo mismo. Empezamos a retorcernos y a mover la pelvis buscando la boca del compañero.

Sergi observaba la acción pero no decía nada. Nos dejaba entender. Parecía entender que 5 días sin sexo para dos chicos veinteañeros, con pinta de tener sexo asiduamente era demasiado tiempo. Y entendía que haber llegado a ese punto de excitación máxima quizá era necesario desprenderse de cierta tensión. Hubiera cogido la cabeza de Javi y le hubiera empujado contra la base de mi pene obligándole a darme el máximo placer, pero el pacto de caballeros realizado lo impedía. Estuvimos así unos minutos, mientras Sergi no sé si deleitándose de la estampa de dos adolescentes sudorosos y musculosos, con sus miembros bien firmes nos fue pidiendo que fuéramos realizando diferentes poses para tomar fotos.

Fue entonces cuando fruto del roce de los labios de Javi, notaba como el semen se preparaba para salir a borbotones e inundar toda su boca hasta dejarme absorto. Con vergüenza ante la situación, retiré su miembro de mi boca y le dije a Sergi que no iba a durar, que me iba a correr. Ante esta noticia, Sergi nos dijo que paráramos, reincorporándonos y quedándonos ambos sentados en el banco uno al lado del otro. Sergi nos dijo:

-          Bien chicos! Para tratarse de dos amateurs, y teniendo en cuenta que este rato lo quería dedicar solo a pruebas, me habéis dado ya muchas buenas fotos. Sois dos cracks! – Nos quedamos mirando unos a otros – Si os apetece, como sé que esto es duro, ya que sois jóvenes y tiráis millas, y encima lleváis una semana a pan y agua, si queréis correros podéis hacerlo. Ara descansaremos un rato, son casi las once y nos hemos ganado un descanso y un buen desayuno.

Dios! Me hablaba en serio? No podía aguantar más. Estaba deseando sacar mi leche. Y mirando a Javi estaba igual que yo. Sería demasiado pedirle que acabara esa mamada con esa boquita de piñón que tenía? Empezamos a masturbarnos uno al lado del otro, ambos arqueados y las piernas abiertas para dar mayor protagonismo a nuestras pollas. Las agitábamos a toda prisa, tensando los músculos del brazo, del pecho y de la espalda. Nos mirábamos de reojo, y delante nuestro estaba Sergi  observando la competición.

-          Vamos a ver quién acaba primero y quién saca más leche, jaja!

-          Aaaaaghhh, aaaaaaghh!!! – empezó a gemir Javi, mientras comenzaba a dar espasmos en su cuerpo y echaba su cabeza hacia atrás, pareciendo excitarle masturbarse delante de público

Menuda corrida salió de su pene. Su semen era blanco y espeso, y escupió unas 10 veces mientras gemía y notaba como se quedaba relajado. Yo seguí sus pasos, escupiendo también otras tantas veces sobre mi abdomen y llegando incluso hasta mi pecho. Salió una gran cantidad acumulada fruto de estos días.

Sergi nos dijo que teníamos media hora, y él se fue hacia el lavabo, creo que sé para qué. Javi y yo nos vestimos y nos bajamos a una cafetería cercana. Tomamos un café y empezamos a mirar un par de chicas que había por ahí. Empezamos a tratar de ligar con ellas para dejar patente nuestra heterosexualidad, y dejando claro que lo acontecido arriba había sido fruto de nuestro trabajo como actor. También comentamos historias nuestras con chicas y ese fue un poco el tema de conversación.

Pasada la media hora, entramos y Sergi había preparado un nuevo escenario. Esta vez había una mesa tipo camilla, y al lado una mesa donde había todo tipo de juguetes sexuales, de dominación, autosatisfacción, sado, etc.

-          Bien chicos, espero que ya estemos un poco menos tensos. Antes ha estado muy bien, la verdad es que hasta me habéis hecho tener que ir a descargar yo también, jeje! Ahora vamos a hacer unas fotos, en las que tenéis se va mostrar juguetes para poder dar ideas y para colgar en la web. Entonces, si os parece, id a ducharos, nos volvemos a poner aceite y colocaos unos calzoncillos sexys.

Le hicimos caso, nos fuimos a duchar. La ducha era compartida, tenía sitio para 4 y no tenía separación. Cerca de allá había un jacuzzi, y una ducha individual con masaje. Nos secamos rápido y nos comenzamos a untar aceite por todas partes mutuamente. Una vez untados en aceite, nuestros cuerpos esculturales ya lucían sus músculos esplendorosos y nos colocamos unos calzoncillos ceñidos y sexys. Salimos a la sala y comenzamos a tomar fotos.

A Javi le toco ponerse la bola en la boca, y trajes de bondage, mientras que yo observaba. Más tarde le pidió que se desvistiera y hizo recostarse sobre la mesa camilla. Al tumbarse, le puso una especie de esposas y grilletes y puso la mesa en vertical. Me ordenó que me pusiera de rodillas y el desde atrás comenzó a tomar fotos. A Javi le pidió que simulara una mamada y ladeara la cabeza y tensara el cuerpo. Yo apenas rozaba su pene que yacía medio despierto sin llegar a la dureza máxima. Le colocó unas pinzas en los pezones, para poder tomar otras fotos y algún juguete más.

Una vez finalizado, me pidió que me colocará sobre la mesa a cuatro patas, y tomo diversas fotos. Pidió a Javi que se aproximará haciendo como si estuviera besando la zona anal. Me pidió que me excitara para tener una erección, y a Javi le indicó que debía hacer como si me ordeñara. Más tarde, le indicó a Javi que cogiera algo, y empecé a oír un zumbido. Me giré y vi un vibrador bastante considerable, teniendo en cuenta que yo era virgen por el ano. Empezó a jugar alrededor de mi ano, mientras yo me tensaba al no estar a gusto por la situación, y debido a que era algo no explorado nunca. Había probado que me introdujesen un dedo, pero no más.

Mientras me giraba, vi como Javi, con su polla bastante excitada ponía lubricante sobre ese vibrador con forma de pene. Empezó a rozarlo por mi ano tal y como le pedía Sergi. Me sentía como una putita. Estaba indefenso, dejando mi zona más resguarda al descubierto, y lo peor de todo, con síntomas de excitación patentes por la gran erección que mostraba y por las contracciones que hacía por el placer que me producía cada vez que aproximaba ese vibrador a mi ano. Sergi le dijo que tenía que introducirlo, y yo me giré diciéndolo con voz temblorosa tratando de convencer que no quería hacerlo que jamás me habían follado el culo. Sergi me dijo que tranquilo, que tenía que estar en el papel, y que me relajara.

Javi parecía disfrutar, su cuerpo musculoso, y su polla, cada vez más dura dejaban entrever una sonrisa macabra por verme sufriendo. Fue introduciendo poco a poco el vibrador mientras yo gemía y apretaba las manos por el dolor y a su vez el placer. Estuvo jugando un rato con mi ano, y notaba como mi polla chorreaba líquido preseminal fruto del placer provocado. Cuando Sergi consideró que las fotos tomadas ya eran suficientemente buenas, nos comunicó que ya estaba la segunda sesión.

Eran poco más de la una del mediodía. Era un día soleado en Barcelona, y Sergi nos estuvo felicitando, no sé si porque realmente lo hacíamos bien o porque realmente era así. Sergi nos dijo que solamente faltaba una sesión de unas dos horas cada uno, donde se tomarían fotos solos, y que empezaríamos a las tres. Nos dijo que si queríamos hacerlas por separado, uno de tres a cinco y otro de cinco a siete que no había problema, más que nada para que el otro no se aburriera.

Acordamos que Javi como vivía más lejos y tenía entrenamiento lo haría primero y yo después. Así pues, me fui a casa a comer, tratando de no hacerme una paja para rebajar mi excitación, pues después tenía que hacerlo ante la cámara. Volví al estudio a las 16.30h, y me encontré a Javi recostado en una cama masturbándose y haciendo las poses tal y como le pedía Sergi. Estuvieron así un rato más. Hasta casi las cinco. Yo observaba deseando que fuera mi turno para poder aliviar por fin mis tensiones del día y de la semana, además cobrando.

Sergi que hasta el momento le había estado pidiendo que fuera cambiando de posturas, que pusiera caras, que cogiera su polla por un lado o por otro, le dijo que ahora se masturbara tranquilamente como si estuviera solo, y que él ya iría tomando fotos. Así hizo Javi. Como si estuviera esperando que le dieran vía libre empezó a disfrutar de su enorme pene rozándolo primero suavemente, la base, los huevos, los pezones, el glande, aumentando el ritmo, parando. Parecía disfrutarlo tanto. Su respiración delataba su enorme excitación. No me hubiera importado tener que aliviar su tensión con mi mano, yo solamente quería acabar ese día de trabajo tan duro y eyacular, aliviar mis tensiones, y ya no importaba ni cómo ni con quién.

Estuvo unos veinte minutos disfrutando de su paja hasta que dijo a Sergi que no aguantaba. Sergi le dijo que adelante, que se corriera. Éste no se lo pensó, y empezó a agitar con más fuerza, aumentando su respiración, hasta gritar:

-          Me voy!!! – mientras cerraba los ojos y se zarandeaba a uno y otro lado – no aguanto, joder, me corro!!!

Y efectivamente, se corrió sobre su abdomen y sobre su mismo miembro mientras gemía y lo agitaba con un ritmo mucho menor. Esa escena me había puesto cachondo, al igual que Sergi que tenía un bulto considerable en el pantalón.

Mientras Javi se recomponía, Sergi me pidió que fuera a cambiarme, que me pusiera una de las mudas que había traído. Mientras estaba en el cambiador entró Javi para ducharse, y me estuvo diciendo que había sido un placer, y que me dejaba su número por si alguna vez salíamos a buscar de fiesta a ligar un rato con unas chatis. Yo me fui al estudio, y me puse a las órdenes de Sergi.

-          Bien, en esta parte, vamos a ir haciendo fotos en la que te iré pidiendo diferentes poses, y te iré pidiendo que te vayas quitando ropa. Muchas serán semidesnudo pero se trata sobre todo de que sean sexys, más que pornográficas. Ponte en el lugar que soy tu novia y estás haciendo un striptease para mí.

Dicho y hecho, me pidió que fuera haciendo fotos, primero todo vestido, donde fuera apoyándome a la pared en plan chulo playa, fuimos levantando la camiseta un poco mostrando mi cuerpo. Aflojamos el cinturón para mostrar la ropa interior. Subimos la camiseta pasándola por detrás de la nuca y dejando al descubierto todo mi torso. Me untó en aceite para que brillara. Retiramos la camiseta entera. Me pidió que me sentara en una especie puff sin pantalones.

-          Tócate un poco para que se ponga morcillona, y colócala hacia un lado para que se vea grande.

Comenzaba el juego en el que él me pedía y yo le daba. Y eso aumentaba mi excitación, porque tenía que transmitir nada más que eso. Y sabía que era lo que me pedía.

Salió Javi, nos despedimos y se fue. Una vez salió por la puerta proseguimos mientras Sergi me pedía que fuera apretando los gallumbos. Dejando el bulto de mi enorme pene tapado por un pedacito de ropa pero dejando intuir mi enorme excitación. Bájalos un poco más y muestra la puntita.

-          La verdad es que eres mucho más excitante que Javi. Y aunque tu polla es un pelín más pequeña es mucho más bonita y fotogénica. Tienes una polla modelo, jeje – dijo Sergi riéndose de lo que acababa de decir - Bueno, ahora quítate los gallumbos, y quiero que te tapes tu miembro con tus manos.

Siguió dándome indicaciones buscando fotos eróticas donde la protagonista era mi polla y mi cuerpo, durante un rato más. Llevaríamos ya más de una hora con mi pene de erección a erección. En ese rato, Sergi se mostraba mucho más cercano a como lo había sido antes. Se ofrecía para colocármelo tal y como me pedía, me la cogía, y me decía como tenía que apretarla y mostrarla a la cámara, y entonces me la pasaba. Tomaba primeros planos de mi pene. Tampoco le di más importancia después de lo que había sido el día.

-          Bien, ahora si te parece, vamos a hacer unas fotos en el jacuzzi y acabaremos en las duchas.

Nos dirigimos al jacuzzi donde me introduje. Era grande, como para cuatro o cinco personas.

-          No te asustes, ok? – me dijo Sergi – me quito la ropa porque vamos a hacer fotos desde dentro, vale? Voy a poner la funda acuática a la cámara y voy.

Estaba esperando dentro del jacuzzi, masturbándome tímidamente para mantener la erección, cuando entró Sergi a la zona de vestuarios. Empezó a desnudarse y me fui fijando en él. Tenía un cuerpo con algo de bello en el pecho pero rebajado y muy poco en el pubis también rebajado. Al igual que los de la profesión se depilaba. Tenía muy buen cuerpo tipo de nadador, con una espalda muy ancha y una cintura muy estrecha. La verdad es que él también podría a ver sido modelo tranquilamente. Y para más inri le colgaba un pene que hoy seguro que también necesitaba desahogo. Mi sorpresa fue ver que tenía un piercing en el pene.

Se acercó al jacuzzi y se introdujo poco a poco, me estuvo pidiendo que me fuera masturbando de diferentes maneras, dejando asomar un poco el pene, totalmente. Tumbado en horizontal y apoyado sobre el borde. Él se acercaba hasta escasos centímetros de mi pene y me pedía mostrándome con sus manos lo que me pedía. En algún momento pensé que se abalanzaría sobre mí, pero no fue así.

Ya llevábamos casi dos horas tomando fotos, y yo necesitaba descargar sí o sí. Me pidió unas últimas fotos en las duchas, ya que suelen ser muy eróticas y sensuales. Nos dirigimos allá. El permaneció desnudo, pues ni nos secamos, y comenzamos a tomar fotos. Ahora no tenía pantalón y podía ver como su polla, no más grande que la mía estaba bastante dura por verme a mí excitado.

-          Sabes una cosa Marc? – me dijo Sergi mientras tomaba una foto de rodillas ante mi pene para hacer una toma desde debajo – Me ha dado envidia Javi esta mañana cuando te la chupaba

En ese momento me quedé desconcertado. Y fue cuando Sergi aprovecho para soltar la cámara en el suelo y coger mi polla sobre mi mano, que la retiré como por acto reflejo.

-          Has sufrido mucho hoy, demasiada tensión acumulada y demasiado trabajo, así que qué te parece si te relajo un poco…

Me quedé petrificado, sin saber que decir, con mi pene entre sus manos, y mirándome como esperando aceptación. Antes que pudiera decir nada, Sergi abalanzó su boca sobre mi pene y comenzó a succionar. Dios mío, esta situación ya la había vivido yo, y no estaba dispuesto a sentirme culpable por ello. Llevaba todo el día, toda la semana aguantándome las ganas de descargar y estaba dispuesto a aceptar la primera boca que quisiera aliviar mi penuria. Lo hacía con tantas ganas, con tanta energía, que notaba que no duraría demasiado. Llevaba casi dos horas manoseándome y el sentir el calor de esos labios, y notar los azotes de esa lengua, hizo que como si fuera a caerme diera dos pasos hacia atrás colocando la mano sobre la pared y recostándome ante ella.

Empecé a gemir, le dije que no aguantaba como suplicando que frenará para no irme y alargar este placer, pero el lejos de parar aumento el ritmo y apretó más sus labios contra mis paredes del pene. Su lengua rozaba con más fuerza centrándose en mi frenillo y en mi glande haciendo que notara que no aguantaba más…

-          Joder, Sergi! – dije gritando de placer – me voy joder, me corro, aaaaaaaaaghhhh…

Vaya cantidad de semen que brotó por mi polla. Pensaba que iba a desmayarme del placer que me produjo. Me temblaban las piernas tras haber eyaculado semejante cantidad de semen. Quedamos un minuto en silencio y entonces me dijo Sergi:

-          A mí sí que me han follado el culo, te apetece?

Sin decir nada, lo apoye contra un respaldo que había, y comencé a juguetear con mi pene alrededor de su ano. Empecé a apretar mi polla contra su culo, tratando de entrar dentro de él. Al fin lo conseguí entrando poco a poco y comencé a follar su culo con rabia por lo que acababa de hacer. Por eso y por la semana que me habían dejado sin sexo. Cuando no pude más le saqué mi polla, arrodillándolo y corriéndome de nuevo esta vez sobre su cara. Me encantó ver mi corrida sobre la persona que estuvo todo el día manipulándome.