Digno de ser amado?

Alguna vez escuche que cuando un chico y una chica se hacen mejores amigos al final uno de ellos termina enamorándose del otro o los dos lo hacen después de haber pasado por varias experiencias amorosas, pero nunca imagine que esa situación me pasaría a mí, siendo dos chicos esos mejores amigos……

-Dave… te amo…- susurro acariciando mis labios con los suyos para luego fundirlos en un beso apasionado mientras emitía leves gemidos que me excitaban a tal grado de provocar  mi corrida seguida de la suya.

-ei…eid…eidan- gemi extasiado mientras el acariciaba mis costados y besaba mis hombros una ventaja de la posición en la que nos encontrábamos.

-…te amo….- escuche con voz entrecortada, antes que la exquisita magia de Morfeo me invadiera, sin antes comprender lo que había pasado, eidan se encontraba sobre mi apresándome contra el colchón de la cama, diciendo que me amaba, acariciando y besando mi cuerpo, acabábamos de terminar de hacer el amor lo cual había provocado que mis sentimientos se aclaran cada vez más, pero sin embargo un miedo me invadía… miedo a no corresponder su amor…. Miedo a que se alejara de mi si lo lastimaba…. Miedo a estar solo sin nadie que me amara mas….

Hola...mi nombre es Dave: chico de 17 años (ansioso de cumplir los 18 para ser completamente libre), estatura de 1.67, piel clara- sin llegar a exagerar-, cabello castaño y ojos color miel, físicamente me describo como alguien pasable, es decir, tengo los músculos marcados pero no en exceso o por lo menos eso es lo que creo.

-vamos Dave, que ya es tarde-

-si, si, ya voy-mencione tomando la mochila que se encontraba en el sillón de la habitación de Eidan.

Eidan mi mejor amigo, un chico único y pronto mi delirio; contaba con 18 años (por unos meses era más grande que yo), cabello negro, piel morena clara, altura 1.74 y uno hermosos ojos color ámbar que hipnotiza a cualquiera, era uno de los chicos más populares del instituto gracias a todo su aspecto  y también a sus músculos un poco mas marcados que los míos.

Empezábamos la semana y como siempre se nos hacia tarde para llegar; el fin de semana lo había pasado con el así que era algo natural.

-ahora te alcanzo-mencione dándole una palmada en el hombro al llegar al instituto.

-como quieras- dijo esto fijando la mirada en un solo punto, Elizabeth, a él no le agradaba, siempre me decía que su vulgar forma de vestir no era la adecuada para una chica y más si esa chica era mi novia; en muchos casos tenía razón a veces llegaba al instituto con faldas que realmente no dejaban nada a la imaginación y blusas demasiado escotadas que tampoco dejaban nada a la imaginación, pero era algo a lo cual ya me había acostumbrado.

-te gusta o ¿qué?- pregunte dado a que la miraba con mucho detenimiento.

-jajajaja- soltó una gran risa - si claro, ella  es la protagonista de mis más grandes fantasías sexuales, así que vigílala o si no le voy a dar-menciono sarcásticamente dirigiéndose dentro del instituto.

-dave, amor te extrañe- dijo mi chica besándome apasionadamente- el próximo fin de semana la pasaras conmigo ¿de acuerdo? Yo se que te gustara-

-ya veremos- la tome por las caderas y la atraje hacia mi rozando descaradamente mi paquete en ella.

Ya una vez dentro del salón pude notar como eidan hablaba con algunos compañeros y amigos del instituto acerca de una fiesta que han estado planeando desde la semana pasada.

-entonces que paso, ¿dijo que también quiere conmigo?-pregunto eidan dándome una palmada en la espalda.

-no seas idiota, ella es mía-mencione y seguido de esto sentí como tenso la mano que se encontraba en mi hombro y todo su cuerpo.

-no soy idiota, es solo que es muy obvio por la forma en la que mira a los chic……-

-ya basta eidan!!! , acéptalo ella es mi novia te guste o no-

-de acuerdo, de acuerdo, yo no he dicho nada, ¿sí?-retiro la mano que se encontraba en mi hombro para luego hacer un gesto con la mano que indicaba silencio.

-Buenos días…., jóvenes espero que hayan realizado el trabajo que contara como su examen final-esa maestra, era simplemente porquería, nos marca trabajos que no tienen absolutamente nada que ver con nuestra carrera de arquitectura, aunque esta vez fue el motivo por el cual pase el fin de semana con eidan y nos dormimos hasta la madrugada por realizarlo.

-vaya, al fin se acabo otro día de tortura mas- exclamo eidan, estirándose y provocando que la camisa que llevaba mostrara gran parte de su tableta lo cual provoco a su vez las miradas descaradas de las chicas que se encontraban a nuestro alrededor e incluso chicos entre los cuales estaba incluido.

-pero que dramático, tienes suerte de que nos haya tocado juntos en el mismo salón-

-uyyy si… que suerte la mía- dijo sarcástico pasando un brazo por mi hombro y atrayéndome hacia él.

Caminamos juntos hacia nuestras casas que no se encontraban tan lejos una de la otra  ya que, Elizabeth me había dicho que no la acompañara a la suya porque iba a salir con unas amigas de compras.

Extraños sentimientos me invadían cuando lo tenía cerca……….. pero, simplemente no podía describirlos………simplemente no podía…………