D.Ignacio, el presidente del Banco de mi marido(2)

Después de la noche en el hotel con D.Ignacio, la situación da un giro inesperado a partir de una llamada. De nuevo el poder ejerce una influencia hasta ahora desconocida en mí y me permite seguir descubriéndome.

Habían pasado tres semanas desde la noche en el hotel con D.Ignacio y por ahora no había vuelto a llamar. En el fondo prefería que fuera así, aunque aquella noche habíamos perdido el control de la situación pero ahora veía las cosas de otro modo. Aquello había sido un desliz, una locura algo completamente ajeno a mi forma de ser y a mi escala de valores. Esperaba que D.Ignacio lo hubiera entendido así también y aquella invitación a repetir no llegara nunca a suceder. Al mismo tiempo sabía que si volvía a llamar iba a ser muy difícil decirle que no sobre todo después de haberme mostrado tan solícita en su habitación. Lo pienso y me escandalizo, hubiera dejado que hiciera conmigo lo que quisiera,sin embargo ahora doy gracias de que eso no hubiera ocurrido. Al menos mantuve algo de dignidad aunque casi llegué a suplicarle que me penetrara analmente. No me reconocía en aquella mujer.

D.Ignacio había cumplido, apenas una semana más tarde, Mario había sido nombrado vicepresidente para America Latina y había accedido al entorno más exclusivo del banco, aquel que le reporta directamente al Consejo de Administración. La noche que se produjo el nombramiento salimos a cenar para celebrarlo, fuimos a tomar unas copas y luego hicimos el amor apasionadamente en casa. Al terminar y mientras estábamos abrazados, tuve que sacar el tema:

- Mario, la noche en el hotel con D.Ignacio...

- Bueno Laura, olvídalo, se nos fue la mano a los dos y yo tampoco supe frenarlo. Hemos pagado un precio alto por esto y ahora es el momento de pasar página y dejarlo estar.

- Te dije que si D.Ignacio me llamaba, volvería con él....y no es cierto, no me siento así, quiero dejar todo eso atrás.

- De acuerdo Laura, en realidad el trato con él se reducía a aquella noche, me alegra mucho que me digas lo que me estás diciendo. Yo tampoco querría verte de nuevo marcharte con él.

- Te quiero

- Yo también te quiero!- Y dormí abrazada a él durante toda la noche. Ambos nos dejamos caer en un profundo sueño queriendo ignorar lo que en los más profundo sabíamos: si D.Ignacio volvía a llamar, tendría que ir con él o todo lo que habíamos construido se nos vendría abajo.

Las nuevas responsabilidades de Mario implicaban que tenía que viajar más para empezar a familiarizarse con su nuevo destino. No teníamos previsto mudarnos a Bogotá con nuestra hija hasta dentro de 6 meses para que nos diera tiempo a organizar toda la logística, pero Mario tendría que viajar todas las semanas para empezar a aplicar el nuevo plan estratégico aprobado. Apenas había pasado una semana del nombramiento y Mario ya estaba en Bogotá, al ser la primera vez, estaría allí dos semanas. Fuimos a despedirlo al aeropuerto y luego a la vuelta aproveché a ir con mi hija al centro comercial. En ese momento sonó mi teléfono móvil:

- ¿Sí?

- Hola, ¿Laura?

- Sí, soy yo. ¿Con quién hablo?

-Hola Laura, soy Juanma. El compañero de tu marido, director de banca de particulares .-sobre Juanma había hablado en mi relato anterior, era un tipo muy ambicioso y todo un tiburón dispuesto a vender su alma a cambio de conseguir sentarse algún día como consejero de la Entidad. Yo había coincidido en algún evento del Banco con él pero sobre todo con su mujer, Natalia, la cual siempre me había llamado la atención por su elegancia. D.Ignacio comentó que ellos también habían entrado en su juego y que eso había favorecido su carrera. Me extrañó muchísimo que me llamara, a efectos prácticos era el número dos del banco, alguien importante.

- Ah! Juanma, claro que sé quien eres. Encantada de saludarte ¿a qué se debe tu llamada?

- Pues verás Laura, antes que nada quería felicitarte por el ascenso de tu marido. Debéis estar muy ilusionados. Mario es un gran profesional y se merecía una promoción como ésta.

-Pues muchas gracias Juanma .- seguía esperando que me dijera a qué se debía su llamada, así que dejé un pequeño silencio al final de mi frase por lo que él retomó la conversación:

- Laura, estamos organizando para Mario una pequeña fiesta en la oficina para cuando vuelva de Bogotá. Ya sabes, celebramos los éxitos de todos y queremos darle una bienvenida a la Dirección.

- Me parece genial Juanma, lo agradecerá mucho. ¿y qué necesitas de mí?

- Pues verás, me gustaría que nos echaras una mano en la organización ¿podrías venir mañana a mi oficina y vemos con mi secretaria los detalles? Quizás se una algún Director más.

- Sí claro, por supuesto.

- Fantástico, te espero por la tarde, a eso de las 17h. Ya sabes donde está la oficina. Por favor, guarda el tema en secreto, no queremos que Mario se entere de esto.

- Descuida. Recuerdos a Natalia.

- Se los daré. A ver si un día nos reunimos y cenamos los cuatro.

- Me encantaría. Nos vemos mañana.

Seguía sorprendida por la llamada, ¿una fiesta?, el banco era una entidad bastante aburrida, muy sosa y poco dada a las celebraciones. Sin embargo, Juanma era alguien muy importante en el banco, habría sido muy desconsiderado no atender su solicitud además de poner en problemas el nuevo estatus de mi marido.

Al día siguiente, fui a trabajar y arreglé con mi madre que recogiera la niña en la guardería explicándole que me había surgido un compromiso importante. Antes de ir pasé por casa para ponerme un ropa más elegante que la que había escogido para ir a la oficina, quería causar buena impresión. Para la ropa interior elegí unas medias altas, y unas bragas y sujetador de satén y encaje color turquesa , soy de las que piensa que una mujer se tiene que sentir primero guapa por dentro para mostrarse espectacular por fuera. Escogí una falda ceñida pero elegante, tipo ejecutiva, y una camisa de seda blanca muy suave al tacto, rematando con unos zapatos negros de tacón. Un último vistazo antes de salir y el resultado me gustó: me sentía muy atractiva pero seria y profesional, la mujer de un vicepresidente para América Latina.

Al llegar a la oficina de Juanma, la secretaria apenas me hizo esperar. Al entrar Juanma levantó su cabeza del portátil y quedó inmóvil durante un segundo, quizás algo impresionado por mi presencia, mirándome sin reaccionar. En ese momento caí que en realidad Juanma y yo sólo habíamos coincidido en algunos eventos pero poco más y que quizás ni siquiera me ponía cara hasta ese momento. Yo tampoco lo recordaba bien, en persona era un hombre no guapo pero sí atractivo. Me recordaba mucho físicamente a ese ministro griego de Finanzas que salía tanto en Televisión: alto, elegantemente calvo y con un rostro algo angular fruto de estar forma y de cuidarse en el gimnasio. Aquello duró un instante ya que enseguida reaccionó y se levantó acercándose hacia la puerta.

- Laura! Gracias por venir tan rápido.- y me dio dos besos en la mejilla

- Hola Juanma, gracias a ti por invitarme. La verdad es que estoy sorprendida por el motivo. No me imaginé que el banco se tomara las molestias de celebrar los ascensos.- yo hablaba pero tenía la sensación de que Juanma no me escuchaba y continuaba mirándome con una leve sonrisa dibujada en el rostro, aún así no quise ser desconsiderada y continué- te agradezco mucho que te tomes las molestias.

- Eh?.- estaba claro que Juanma no estaba atendiéndome.- Ah! sí claro. Qué menos Laura, en el banco tu marido es una persona muy apreciada y lo valoramos mucho.

- Fantástico, ¿qué tienen pensado?

- Bueno Laura, antes de empezar, me gustaría presentarte a Lorenzo, es nuestro director de Sistemas e Informática. No sé si Mario te ha hablado de él alguna vez.

- Ahora no lo recuerdo.

- Seguro que sí, es un tipo estupendo y se lleva muy bien con tu marido. Con tu permiso voy a pedirle que suba a saludarte.

- Claro, sin problemas.- entendía que si tenía una buena relación con mi marido, querría participar también en la fiesta. Vi como levantaba el teléfono.

- Lorenzo? Que tal todo? Mira estoy en mi despacho con la mujer de Mario.- algún comentario escuchó por el teléfono que hizo que Juanma intentara disimular una pequeña sonrisa.- sí, así es .- Juanma respondió secamente al comentario haciendome sentir cada vez más confundida.- ¿por qué no subes un segundo y la saludas? Perfecto, te espero en un minuto. - Colgó el teléfono y se dirigió de nuevo hacia mi.- viene sobre la marcha. ¿dónde estábamos?

- La fiesta..

- Correcto, la fiesta para Mario por su merecido ascenso.

- Eso es, para eso me has hecho venir ¿no?

- Sí Laura, por supuesto. Antes que eso ¿quieres tomar algo? ¿Te puedo ofrecer un café?

- Sí un cortado estaría bien. - por lo que se dirigió a la máquina de café Expresso que tenía en una cómoda del despacho y me lo sirvió. En ese momento aproveché para echar un vistazo al despacho. Era amplio, como era de esperar para un directivo de su nivel, con buenos ventanales aunque yo sabía que eran de espejo por lo que no se podía ver nada desde fuera, al menos de día. En la parte en la que me había invitado a sentarme había un sofá blanco, de piel y una mesa auxiliar con una elegante alfombra. Me imaginé que en esta zona era donde tenían lugar las reuniones más informales. En al menos tres sitios tenía fotos de su familia, en dichas fotos Natalia estaba muy presente, siempre hermosa, perfecta y acompañada de sus dos hijos en el yate, esquiando o alguna foto que se notaba más de estudio. Recordé lo que en el hotel me dijo D.Ignacio “Juanma y Natalia comprendieron el juego, aceptaron las normas y ahora disfrutan del resultado” Era obvio que lo estaban disfrutando, el poder adquisitivo de aquel nivel de vida estaba fuera de toda duda. Un ruido proveniente de la entrada me sacó de mis pensamientos. Un hombre más bien gordito, bajo y con mofletes algo sonrojados se encontraba en la puerta.

- Hola?

- Hola Lorenzo, pasa que te presento a Laura.

-Hola Laura, es una placer conocerte.- y acto seguido me dio dos besos, uno de ellos demasiado cerca de la comisura de mis labios pero supuse que sería por error y por la diferencia de estatura, yo debía ser como 15 centímetros más alta que él gracias a mis tacones. Aquel hombre no debía superar el metro y sesenta. Al mismo tiempo que me besaba colocó por un instante su mano sobre mi espalda y de nuevo me pareció que sus dedos se posaban algo por debajo de lo que el decoro podía admitir para alguien a quien te acaban de presentar.

- Lorenzo, Laura ha venido por la fiesta de su marido.

-Eh? Ah! Sí, la fiesta claro!.- Y se metió las dos manos en los bolsillos con aire de suficiencia y miró hacia mí sonriendo.- Estamos todos muy contentos con el ascenso de Mario.

- Voy a cerrar los detalles más importantes con ella esta misma tarde tal y como te dije y luego ya te podrás unir tú dado tu buena relación con Mario y lo mucho que lo aprecias.

-Claro, claro...- Si la mirada de Juanma al entrar me había parecido algo descarada, la mirada de Lorenzo me parecía totalmente inapropiada. Sin ningún tipo de rubor me estaba escaneando de arriba a abajo. ¿Qué le pasaba a aquella gente? Empecé a sospechar ¿Se habría ido D.Ignacio de la lengua? ¿le habría contado a estos dos algo sobre lo que había pasado en el hotel? Me extrañaría muchísimo, el mismo Mario hablaba de que D.Ignacio era una persona muy discreta y no creo que le gustara que sus secretos fuera de boca en boca en el banco.

- Lorenzo, si te parece déjanos a solas y luego te llamo para ponerte al día.

- Ja,ja...por supuesto. Y se acercó de nuevo excesivamente a mí para despedirse con otros dos besos.

- Hasta luego Laura, espero verte muy pronto.

- Sí, claro. En la fiesta al menos.

-Je,je..sí en la fiesta.- Y nos dio la espalda para salir del despacho cerrando la puerta tras él. Yo miré a Juanma casi suplicando con la mirada que me dijera a qué venía todo aquello.

- Juanma ¿vamos a hablar de la fiesta de Mario? Empiezo a pensar...

-Sí,sí...hablamos ahora. Pero antes quiero enseñarte algo. -Se dirigió a su escritorio y cogió una tablet para sentarse de nuevo a mi lado sonriendo.

-Laura, no quiero que te tomes a mal lo que te voy a enseñar, es sólo que...bueno míralo por ti misma.- y le dio al play.

Yo cogía la tablet con las dos manos y lo primero que vi me dejó helada, en la imagen aparecía la habitación del hotel en la que había estado con D.Ignacio, por unos segundos suspiré para que la persona que apareciera en el video fuera Natalia, pero...no fue así. En la imagen se veía claramente como salíamos Mario y yo del dormitorio.

- Pero ¿Cómo tienes tú esto?- pensé que quizás la cámara no había recogido todo lo que pasó en la habitación, pero estaba equivocada. Posteriormente se veía toda la escena, como me sentaba encima de las piernas de D.Ignacio, como él me tocaba y yo abría mis piernas para que pudiera disfrutar de mí e incluso como le besaba apasionadamente. No me reconocía en aquellas imágenes pero no quería levantar la vista de la imagen para no tener que cruzar mis ojos con los de Juanma. Éste, aumentó la velocidad de reproducción y el video mostró el resto de la escena, incluso desde varias perspectivas distintas. El cabrón de D.Ignacio lo había grabado todo, no sólo se regodeaba de su éxito sino que además le gustaba recordarlo con posterioridad. El video mostraba como me llevaba hasta la mesa y me follaba con embestidas salvajes, disfrutando fuera de sí. Estaba congelada viendo las imágenes pero al mismo tiempo reconozco que me produjo cierta excitación el recordarlo todo. Si hubiera estado sola en mi casa, me habría tocado sin dudarlo e incluso habría usado el pequeño consolador que Mario y yo usamos para algunos juegos. Sin embargo, el tener a Juanma a mi lado me sacaba de mis pensamientos y me traía de bruces a la realidad. Era terrible que él tuviera esto entre sus manos. Sacando fuerzas de flaqueza dejé el tablet encima de la mesa y lo miré.

- ¿Cómo tienes esto?

- Verás, al Sr. Presidente le gusta grabar sus conquistas en video. A estas alturas sabrás que también Natalia ha contribuido a mi éxito profesional y un día se lo confesó mientrasselafollaba en nuestra propia casa.- esto último lo dijo lentamente, remarcando cada palabra como quieriendo destacar que D.Ignacio no tenía limites. Hizo una pausa y me miró a los ojos dejando claro con su mirada que no íbamos a hablar de ninguna fiesta para Mario.- Así que pensé que, tratándose de un hombre mayor, no muy ducho en ciber-seguridad, quizás tenía almacenada toda aquella información en un lugar inadecuado. A nadie le gusta que videos donde aparece su mujer follando con el presidente del banco se puedan colar en la Red. Hay mucha gente queriendo hacer el mal ¿no te parece Laura?

- Sssí . -..yo apenas podía hablar, así que siguió con su discurso.

- Eso es, me gusta que estemos de acuerdo .- y posó su mano sobre mi muslo acariciándolo suavemente cerca de la rodilla.- El caso es que yo no soy un experto, así que aprovechando mi buena relación con Lorenzo,el director de Sistemas que te acabo de presentar, hablé con él ylo hice partícipe del pequeño “secretillo”.

- Lorenzo y su mujer también han...

- ¿Su mujer? Que va! Es un cardo, no hay por donde cogerla. D.Ignacio no se la follaría ni aunque se arrastrara desnuda hasta su cama. Además es muy conservadora. Yo sólo quería aprovecharme del conocimiento informático de Lorenzo y funcionó!. Efectivamente descubrió que el viejo guardaba sus escarceos en su ordenador bajo una contraseña muy rudimentaria que no nos costó descifrar. En unos minutos copiamos toda la información y vimos todas las ilustres señoras que han pasado por su cama...te sorprenderían algunos nombres. ¿te ha vuelto a llamar?

- No.-

- Es normal, no te preocupes, siempre tiene varias al mismo tiempo y las va cambiando. No te pongas celosa. A Natalia la llama cada dos o tres meses.

- No estoy celosa. - respondí secamente, casi ofendida- Y al descargarlas¿estaba estevideo?

- No, lo que te estoy contando sucedió hace un año..pero al ver el repentino ascenso de Mario supuse que de nuevo estaba su abnegada mujercita detrás. No me podría creer que una mujer tan bella como tú estuviera en este juego y me diera esta oportunidad . Así que llamé a Lorenzo y en apenas unos minutos estábamos impresionados viendo tu entrega en esa habitación de hotel. Tengo que decir que has sido de las mejores que he visto.

Aquello explicaba la mirada que había recibido del Director de Sistemas e Informática hace unos segundo, explicaba porqué estaba allí y explicaba el porqué Juanma no soltaba mi muslo y cada vez sus caricias eran más largas llegando ya prácticamente hasta mis bragas. Me miró sonriendo:

- Sabes Laura? Hoy en día se filtranmuchos videos a la Red. Por supuesto borraríamos de los mismos a D.Ignacio que sería irreconocible pero la mujer que aparece en el video enfundada en susmedias y corriéndose mientras un viejo la folla pordetrás...esa mujer, se vería claramente. Ya sabemos cómo es la viralidad, llegaría a alguno de tus compañeros de trabajo,tu jefe,luego a tufamilia, a tu padre le podría aparecer sin quererlo enunmail cualquiera que reciba...

- No serías tan cabrón.

- Sí que lo sería. No se llega a mi posición siendo un angelito.

- ¿Qué quieres Juanma?.- La pregunta era retórica, ya me imaginaba su respuesta.

- Te lo puedes imaginar...quiero esto - desplazó su mano dentro de mi falda y alcanzó mi braga comenzando acariciarla suave pero firmemente, sin resistencia por mi parte.- Quiero follarte igual que te folló el Sr.Presidente. Quiero follarme a la hermosa mujer del engreído de Mario y quiero hacerlo en este despacho.- se acercó a mí y me besó. Yo no reaccioné y permanecía con la boca cerrada sin responder a su beso, él se retiró algo incómodo.

- ¿Es esto todo lo que voy a recibir?No te veo muy colaboradora, quizás no entiendes la situación. Aquí mando yo ahora o tu vida se va al garete.

- La entiendo pero...

- ¿pero qué?

- Tengo mis condiciones.

- ¿condiciones? No sé si estás en situación de poner condiciones, pero bien...dime.

- Mario no se puede enterar nunca, quiero que borres todas las copias de este video y quiero que ahora mismo me firmes un papel diciendo que tienes este video y que si alguna vez sale a la luz reconoces que tú lo tenías.

- ¿Estás loca? ¿no me estás pidiendo demasiado?

-¿Quieres follarme o no?.- Me acerqué a él y le puse la mano sobre su paquete donde ya podía notar su erección creciente y acercando mucho mi rostro a su cara le volví a tentar.- Podrías tener a la misma mujer que tuvo el presidente o simplemente una muñeca hinchable.- y pasé mi lengua por sus labios a lo que él respondió abriéndolos ligeramente e intentando atraparla, imaginando lo que podría venir detrás.

-Yo aceptaría pero...somos dos. ¿Qué pasa con Lorenzo? - Me retiré hacia atrás con repugnancia.

- ¿Ese gordo?-

- No creo que le gustara mucho que hablarás así de él. Pero sí, ese gordo también está en esto y yo no lo puedo controlar.

Aquello me superaba, no había pensado en que ese cabrón también querría algo a cambio. La situación sólo admitía una respuesta, tenía que jugar mis cartas.

- Ok, el mismo acuerdo para él. Una sola vez y todos olvidaremos esto.

- Estará encantado cuando lo sepa. Peroahora soy yo el que tieneotra condición. - a su rostro había vuelto la mirada lujuriosa que había mostrado unos minutos antes. La verdad es que no me molestaba, estábamos en mitad de un juego morboso y aún no había decidido si aquello me repugnaba o si lo mejor era disfrutar de él.

-¿Qué?

- Harás todo lo que te diga. No quiero remilgos de mujerestirada. - la presencia masculina imponente de un hombre con poder y decisión, me estaba empezando a excitar, como lo había conseguido D.Ignacio aquella noche. Me olvidé por completo de que me había jurado que no iba a entrar de nuevo en este juego. Iba a engañar a Mario esa misma tarde por primera vez en la vida. La noche con D.Ignacio él había dado su visto bueno, pero ahora mismo no estaba al tanto de la situación y no podía estarlo, era una infidelidad en toda regla....forzada, es cierto, pero tampoco me sentía incómoda. Aquél hombre empezaba a ejercer el magnetismo que tienen las personas acostumbradas a que les obedezcan...¿por qué me gustaba tanto aquello?¿por qué mi cuerpo me traicionaba en estas situaciones?

- De acuerdo....siempre y cuando no me hagas daño.

-No te preocupes...no van por ahí los tiros. Soy un poco rebuscado, pero no me va ese rollo sádico. No soy Christian Gray.- el toque de humor ayudó a bajar un poco la tensión del momento. Se acercó de nuevo a besarme y volví a retirarme

- ¿y ahora qué pasa?

- El papel..firmado y de tu propia mano.

- Eres una mujer dura en la negociación...hagamos una cosa. Quiero que el juego empiece mientras firmo ese papel .- se levantó y se acercó a su mesa.- ponte en ese sillón de ahí enfrente. - mientras él se sentaba en su escritorio y cogía el bolígrafo y un folio. Me levanté y lentamente me coloqué de pie delante del sillón- s úbete la falda y gírate, quiero ver tu culo .- suavemente y con cierto contoneo levanté mi falda hasta la cintura dejando a la vista mis suaves bragas turquesa.

- ¿así?

- Eso es. No sabes las ganas que tengo de follarte ahora mismo. Siéntate en el sillón y abre las piernas....ahora tócate.

Aparté la tira de la braga y pudo ver mi coño perfectamente depilado asomando, puse mi dedo sobre él y empecé a masajear mi clítoris empezando lo que iba a ser una escalada de excitación. Juanma sonrió complacido y empezó a redactar el papel mientras de vez en cuando levantaba los ojos de papel para asegurarse que yo seguía cumpliendo la orden que me había dado. Estar allí, masturbándome delante de él estaba provocando que yo también empezara a sentirme fuera de mí, volvía a sentirme la mujer que se dejó poseer por el Presidente y olvidaba atrás a la fiel esposa que creía había vuelto a ser. Trataba de no pensar en Mario mientras miraba con deseo a Juanma. Él empezaba a darse cuenta de que me iba a entregar al 100%. De nuevo el poder de un hombre influyente, el sentirme dominada por alguien situado en un alta posición provocaba aquella sensación de excitación que ya no me era tan extraña...seguí masturbándome frente a él y notaba como me iba humedeciendo y mojando mis bragas, me recliné algo más en el sillón y empecé a cerrar mis ojos abandonándome al placer, mordiendo mi labio inferior e incluso dejando escapar algún leve gemido... Juanma me sacó de mis pensamientos al levantarse y darme el papel.

- Tal y como querías. Yo he cumplido

-De acuerdo...y borrarás todas las copias. - doblé el papel y lo puso con cuidado en la mesa auxiliar. Al girarme Juanma agarró mi barbilla suavemente y acercó a su cara. El juego subía un nivel más.

-Laura...a mi no me engañas. Eres una puta, de lujo, pero una puta .- aquellas palabras lejos de enfadarme me excitaban, volví a tocarme y aumenté el ritmo de mi masturbación.- lo ves? Estás deseando que te follen salvajemente. - acercó su mano a mi vagina e introdujo un dedo pudiendo percibir claramente lo mojada que estaba.- Estás desando mi polla desde el momento que entraste - empezó entrar y sacar su dedo de mi coño, yo empezaba a removerme en el sillón y le seguí el juego, él seguía provocándome con sus palabras.- ¿te gustó follarte al viejo? Es un puto pervertido y tú una golfa que no merecías ser follada por el Sr. Presidente....de hecho no creo ni que merezcas que yo te folle....no sé si quiero meter mi polla en este coño tan húmedo para luego metérselaa Natalia.- el mero hecho de que me recordara a su mujer me llevo a mirar las fotos de su feliz familia que parecían estar contemplándolo todo. Era una mujer preciosa y ahora era yo la que me iba a follar a su marido, sentí cierta sensación de victoria aunque no entendía por qué. Cogí su mano y me llevé a la boca el mismo dedo humedecido que había estado tocando mis partes más íntimas, chupándolo suavemente y viendo su mirada complacida. Juanma comenzó a desabrochar los botones de mi camisa de seda suavemente uno a uno dejando mi sujetador y mi escote al aire libre, pero sin desabrocharlos todos. Pudo disfrutar desde su posición de una hermosa vista: mi falda hasta la cintura, mis medias y mi camisa de seda desabotonada dejando a la vista mi precioso conjunto color turquesa, me miró con un claro aire de victoria.

-Laura, creo que esta no va a ser la última vez que follemos. Pero la próxima serás tú la que me llames a mi. -Metió su mano bajó mi sujetador y agarró con firme mi pecho acariciando mis pezones y volviéndome loca mientras besaba mi cuello. Yo seguía masturbándome y me estremecía con los besos de aquel cabrón que estaba disfrutando tanto con todo aquello.

-No te creas tan atract...- me interrumpió con un beso inesperado pero esta vez sí le respondí abriendo mi boca y cruzando mi lengua con la de él de forma desenfrenada, el me la metió hasta el fondo y yo le correspondí agarrando su cuello. Ya no podía parar aquello. Pero no iba a ser tan rápido. Juanma se levantó y se sentó en el sillón de su escritorio, haciéndome un gesto con el dedo me indicó que me acercara y mientras lo hacia bajó su bragueta de sus caros pantalones para sacar su polla. Era de un tamaño mayor al de Mario y más larga que la de D.Ignacio.

- Agáchate Laura.- yo me puse de rodillas sobre la moqueta, agarré su pene con mi mano y empecé a pajearle suavemente mientras lo iba chupando y metiéndomelo en la boca.- aaaaah, eso es...así me gusta, que seas una niña mala, ahora quiero que sigas chupando, bajo ningún concepto quiero que pares,bajo ningún concepto ¿entendiste?

-Entendí.- cuando miré hacia arriba para ver si Juanma estaba disfrutando vi como levantaba el teléfono de su escritorio y hablaba con su secretaria.

- Carmen, por favor, pásame con nuestro nuevo vicepresidente para América Latina....eso es D. Mario Caballero.

- ¿pero qué???? ¿Estás loco?

-Ssshhh!!!¿hemos hecho un trato o no? Sólo quiero jugar y disfrutar de este momento. Mario no se puede enterar, pero yo sí puedo disfrutar un poco¿no?. Sigue chupando y déjate llevar....ya verás que tú también disfrutarás. Te he dicho que hay una pequeña puta en ti y lo vas a descubrir ahora...¿sí?¿Ya? Fantástico Carmen, pásamelo....¿Mario? Hola Mario! Me alegro deoírte. - agarró mi cabeza por detrás de mi pelo y comenzó a empujarla para que aumentara el ritmo de la mamada.- nada, nada, sólo quería saludarte y felicitarte por tu nuevo puesto.- aquel hijo de perra estaba hablando con mi marido por la otra línea mientras me tenía a mí de rodillas, con los pezones asomando por encima del sujetar y chupándole la polla. Me miraba sonriendo y complacido y volvió a su conversación.- te encantará Bogotá, sobre todo las mujeres, ja,ja.ja..- volví a levantar mi vista mientras aguantaba como podía el ritmo de mamada que me marcaba Juanma con su mano, ¿Estaba hablando con mi marido de ponerme los cuernos? . - sí, sí...con muy poco las tienes bajo tu escritorio chupándote la polla.- Diciendo esto no pudo evitar mirarme y guiñarme un ojo, era un auténtico hijo de perra pero en algo tenía razón: aquella situación me ponía, me excitaba engañar a mi marido con hombres con más poder que él, decidí que si aquello era lo que quería ese cabrón, iba a hacer que la conversación con mi marido le fuera muy difícil de mantener. Me zafé de su mano y agarré con fuerza su polla, saqué sus huevos de los pantalones y comencé a darle lengüetazos mientras recorría todo su tronco para llegar arriba y ensalivarle bien su prepucio mientras volvía a comérmela entera cerrando bien mis labios alrededor de ella para que los sintiera en cada céntimetro...aquello parecía funcionar, había cogido el mando de la situación y Juanma estaba derritiéndose en su silla. -Espera un segundo Mario enseguida estoy contigo . - dejó el auricular sobre la mesa y agarrándome de la nuca, se acercó a mi oreja y me susuró .- no te sientes un poco sucia? ¿chupándole la polla como una puta al compañero de tu marido y él tan solito en Bogotá? - Aquello me excitaba aún más, noté como mi coño se humedecía y empapaba aún más mis finas bragas turquesa.- voy a despedirme del tontito de tu marido y ahora tendrás mi polla para ti sola .- diciendo esto alargó la mano hasta mis bragas y las acarició sonriendo al notar lo mojadas que estaban..- e sto está mejor....ya vas disfrutando.¿Mario? Perdona que te haya dejado esperando, la secretaria, ya sabes, tienes que explicárselo todo porque no saben hacer nada bien,ja,ja.. Bueno, me alegro de haber hablado contigoa vercuando salimos a cenar Laura, Natalia tú y yo a tu vuelta, ya sabes que adoro una buena conversación y tu mujer es un encanto. Un abrazo!.-

Dejó el teléfono sobre la mesa y se puso de pie mientras yo continuaba de rodillas, se bajó completamente los pantalones y soltó las tiras superiores de mi sujetador que colgaban a cada lado de mis hombros, quedando sólo sostenido por mi pechos y mis pezones que estaban duros y deseando ser manoseados.

- Me tienes a mil Laura, ven aquí.- me dejó en cuclillas, me colocó de espaldas a la pared y agarró mi cabeza para comenzar a follarme la boca de forma muy intensa, yo aguantaba las penetraciones salvajes que me estaba haciendo apoyando mi cabeza en la pared, me sentía completamente atrapada pero no quería escaparme, era la mamada más brutal que había dado en mi vida y al juzgar por el ritmo al que movía sus caderas pensé que iba a correrse en mi boca en ese momento y que el chorro de semen me iba a inundar. Era un desafío para ver hasta dónde aguantaba yo, pero en ese momento yo había olvidado los límites, iba a aguantar hasta el final. Colocó sus dos brazos en la pared y siguió metiendo su polla en mi boca, moviendo las caderas hacia adelante y hacia atrás. Jugaba conmigo, a veces sacándola del todo para ver como yo volvía a buscarla de nuevo para derretir mi lengua alrededor...no quería que se corriera. Para mantener el equilibrio agarré su culo demostrando así que estaba completamente entregada.

- Sí joder! Es mejor de lo que había pensado- sacó su polla de mi boca y se sentó en su silla de escritorio, yo me levanté y fui a quitarme la falda para poder follar con comodidad. Me estaba muriendo por hacerlo y lo peor es que él lo sabia. Al intentar bajar la cremallera de mi falda me interrumpió.

- No lo hagas. Déjate la falda y los tacones...soy muy fetichista para estas cosas.. - le sonreí, la verdad es que no me importaba.

- ¿Así que tú también eres un niño malo?

- Muy malo, ven aquí.

Abrí mis piernas, deslicé mi braga hacia un lado y me senté sobre él lentamente mirándole a los ojos. Su polla se deslizó en mi vagina sin dificultad por lo lubricada que estaba y pude sentir como ese trozo de carne caliente se alojaba dentro de mí dándome infinito placer. Juanma se abalanzó sobre mis pezones para devorarlos, los chupaba con ansia para mordisquearlos después y rodearlos con la lengua. Yo agarrada a su cuello me arqueaba hacia detrás para dejarle hacer con más comodidad. Subió con sus besos por mi pecho hasta llegar a mi cuello y encontrar mis labios que ya estaban entregados. Nos fundimos en un beso lleno de saliva con nuestras lenguas rebuscando en cada centímetro de nuestras bocas. Me estaba volviendo loca y se me escapó la frase que nunca había querido decirle a aquel cabrón. Salió como un susurro, casi como una súplica, algo tan leve que no pude evitar que fluyera de mis labios:

- Fóllame....

Aquello desató a Juanma y empezó sus embestidas, yo le ayudaba apoyada en mis tacones en el suelo y subiendo y bajando al ritmo que marcaba él. En aquel momento no me acordaba de Mario ni de nadie, miré por encima de su hombro y vi de nuevo la foto de Natalia que miraba sonriente en aquella foto sacada en algún lugar paradisíaco durante unas vacaciones, su piel blanca y tersa, su pelo perfecto ¿y su mirada? parecía que aceptaba aquella situación y disfrutaba con ella. Un pensamiento recorrió mi mente y entre mis propios jadeos me sorprendí a mi misma hablando imaginariamente con ella ¿te gusta como me folla tu marido? Hoy es mío Natalia...llegará a casa y te dará un beso de buenas noches pero todavía recordará mi sabor. Desconocía por qué, pero veía en ella una competidora, quizás porque también se había acostado con D.Ignacio....en todo caso, la miré con la mirada confiada y desafiante que desprende saberse victoriosa...al menos por hoy. Juanma me sacó de mis pensamientos

-Date la vuelta.- la orden fue seca, directa. Imposible de ignorar. Me levanté suavemente, dejando que él saliera de mí, me giré, me quité mi ya arrugada camisa y agarrando su polla de nuevo me volví a sentar sobre él dejando otra vez que deslizara a través de mi coño...me encantaba volverla a tener dentro. Puso sus dos grandes manos sobre mis caderas y me empezó a follar de nuevo. Mis tetas se bamboleaban arriba y abajo a pesar de llevar aún el sujetador que a duras penas se aguantaba ya y comencé a morderme el labio inferior para que mis jadeos cada vez más evidentes no se oyeran en toda la planta.

-Eso es Laurita...ahora quiero ver como sube y baja ese culo.- me agarré a la mesa del escritorio y empecé a subir y a bajar mis caderas, con cada bajada volvía a notar como ensartaba y me mataba de placer, Juanma follaba estupendamente. Mientras yo estaba concentrada en seguir disfrutando, él comenzaba a acariciar los dos cachetes de mi culo, los redondeaba con la mano, casi como si los moldeara para luego acabar con una pequeña cachetada.

-Lauritateestásportandomuymal y por esote vasa llevar otra cachetada. - volvió a hacerlo, esta vez con algo más de intensidad, no me importaba, estaba lejos de hacerme daño, sólo conseguía excitarme más. Me imagino que después de haberse pajeado viendo el video con D.Ignacio varias veces habrá adivinado que cosas me volvían aún más loca. Volvió otra vez con su incesante parloteo.- Laurita está engañando a su elegante marido follando con el sucio de su compañero...pero¿sabes que eslo peor? .- No contesté, estaba disfrutando, me arqueé hacia atrás por lo que pudo agarrarme los muslos por la parte interior de las medias, levantando mis piernas y mis tacones de suelo, ahora estaba él al mando y yo era un juguete en sus manos. Aumentó el ritmo, debía estar muy en forma para poder aguantar aquella posición, hablaba pero yo no prestaba atención a lo que me decía.- lo peor es que está disfrutando como una auténtica perra en celo,¿verdad?

-Sssssiiiiii .- apenas me dejaba hablar, me follaba a un ritmo increíble mientras me devoraba el cuello a lengüetazos y mordiscos.

- Qué bien hueles Laura, una mujer tan fina y elegante como tú, así abierta de piernas y dejándose follar, ¿no te da vergüenza?

- Erés un cabrón

-Lo soy...uno muy cabrón. -se levantó de repente, me giró hacia él y morréandonos fuimos avanzando hacia el sofá blanco con dificultad, él me apretaba contra si y bajaba sus manos para agarrar mi culo. Yo exploraba con mis manos su espalda y finalmente terminé agarrando la parte posterior de su cabeza para poder besarlo más profundamente, parecía que hiciera lo que me hiciera aquella situación sólo podía aumentar de intensidad. Al llegar al sofá me giro de nuevo, me bajó completamente las bragas quedándoselas en las manos, me colocó a cuatro patas, con el culo en pompa asomando hacia fuera, completamente indefensa y entregada a él. Pude percibir la fría piel del sofá en contraste con mi piel que ardía en aquel momento. Él pareció retirarse un metro hacia atrás para admirar lo que había conseguido: estaba sudorosa, a cuatro patas, todavía con mis tacones y con mis medias puestas, la falda arrugada a la altura de la cintura y el sujetador turquesa bajo mis pechos que sobresalían empapados de los lametones recibidos y rojizos por la presión que habían ejercido sobre ellos las manos de Juanma. Miré hacia atrás y lo encontré de pie, con su pene erecto en sus manos pajeándose y oliendo mis bragas mientras me miraba triunfante. No podría creer que se fuera a correr y dejarme así.

- ¿Qué haces? ¿Te vas a pajear como un adolescente oliendo las bragas de su novia?

-Me gusta lo zorra que eres Laura, de verdad que me gusta. -siguió contemplándome. Yo sin darme cuenta estaba moviendo mi culo hacia atrás como llamándole para que terminara lo que había empezado.

- Pues termina de follarme...

- Ya te dije que acabarías pidiéndomelo...y no será la última vez. ¿cómo quieres que me corra?

-Dentro mi culo. - nunca me habría imaginado diciendo aquello, pero hacía tiempo que nada de lo que pudiera sucederme me sorprendía. Él avanzó hacia mí y colocó su polla en la entrada de mi culo, sin decisión, sólo jugando. Con su otra mano, metió dos dedos dentro mi vagina a lo que yo respondí con un profundo gemido.

-Mmmmhhh. - volvió a sacar sus dos dedos mojados e introdujo uno de ellos suavemente en mi culo, dilatándolo, en menos de 30 segundos ya podía introducirlo por completo. Yo estaba disfrutando plenamente de aquello, me encantaba, me excitaba. Utilizó su mano libre para darme pequeños golpes en el clítoris y masajeármelo haciéndome perder el control, al apreciarlo, aumentó el ritmo al que me estaba masturbando y el de la penetración de su dedo en mi culo, metiéndolo y sacándolo a mayor velocidad encontrando cada vez menor resistencia..nunca pensé que pudiera estar tan cachonda...mi vulva parecía que iba a explotar de lo hinchada que estaba fruto de la entrega con la que me estaba dando placer.

-Ah! Ah! Ah! Aaaaaahhggg!!!!.- no pude evitar correrme de forma salvaje, me agarraba al sofá para no abrir mis piernas y caer rendida mientras aplastaba mi cara contra el respaldo...joder, aquello había sido increíble...quería más, necesitaba más, hice mi culo hacia fuera pidiendo que ahora lo hiciera con su polla.

-Laura, la tentación es grande...pero ¿sabes?.. ,- acomodó su polla en la entrada de la vagina y ante mi sorpresa comenzó a follarme evitando mi culo, miré hacia atrás como pidiendo una explicación, el se inclinó hacia adelante y me besó de nuevo, agarró mi pelo y siguió follándome tirando de él hacia atrás, cabalgándome. Mis tetas oscilaban fruto de la intensidad con la que me estaba penetrando. En el momento de máxima excitación se acercó para susurrar a mi oído- Juan Manuel Ballesteros no mete su polla en el culo de una puta cualquiera...si quieres que te sodomice, tendrás que suplicármelo otro día. -aumentó el ritmo de su follada y supe que ya se venía, aproveché al máximo y me abandoné al placer al sentir su chorro de semen caliente dentro de mí disparando sobre las paredes de mi vagina. Sus últimas palabras las había dicho para humillarme y dejar claro quien estaba al mando...eso me ponía más que nada.

-AAAhhhhhhh, síiiii, cabrón..cooooooorretee......- él pareció detenerse durante un instante y exprimir de sí hasta la última gota...nos quedamos unos segundos detenidos y finalmente se desplomó sobre mí buscando mi boca por última vez, se retiró hacia atrás y me hizo una indicación para que le chupara la polla, limpiándosela. Mi cabeza dio una negativa y lo miré a los ojos:

- Si quieres que te limpie la polla tendrás que suplicármelo....otro día.

- Ja,ja...impresionante Laura, eres mejor de lo que pensaba. De verdad que Mario no tiene ni idea de la joyita que tiene en casa...o a lo mejor sí.- se dio la vuelta y se dirigió hacia el baño de su despacho, yo me levanté y poco a poco fui vistiéndome de nuevo con la ropa que encontraba en el suelo. Juanma salió del baño y sirviendo una copa del aparador cercano me la acercó

- Brindemos Laura...por “otro día”

- Por “otro día”

Nuestras copas chocaron, seguimos una ligera conversación intrascendente y nos despedimos con un profundo beso. Al comienzo me había visto forzada a aquello pero debía reconocer que había disfrutado tremendamente con el morbo que emanaba de la situación. Al salir por la puerta de su despacho noté la mirada distraída de la secretaria que pudo percibir el lamentable estado de mi maquillaje, mi pelo revuelto a pesar de mi interés en arreglarlo y mi fina blusa de seda arrugada. Recé para que no supiera quien era mi marido y evitar ser así el rumor de la oficina. Salí del edificio de oficinas aún dolorida de la sesión de sexo que acaba de disfrutar. ¿realmente me gustaba aquello? Ahora, pasada la excitación volvía a pensar que todo era un error, pero empezaba a conocerme algo más, ya no podía confiar en mí, sabía que mi cuerpo me traicionaba en esas situaciones, tenía dos caras, dos rostros que no se hablaban. Esta nueva faceta me tenía desconcertada..¿me volvería a llamar D.Ignacio?¿cómo iba a reaccionar cuando eso ocurriera? Sabía que tendría que ir, no tenía muchas opciones. ¿pero iría con deseo o simplemente como obligación? Caminaba hacia el coche y el sonido del móvil me sacó de mis pensamientos, era un número largo, como de centralita, desconocido ¿Quién sería?, decidí responder.

-¿Sí?- La voz al otro lado del teléfono me dejó helada

- ¿Laura? Soy Lorenzo, el director de Sistemas, nos hemos conocido esta tarde.

-Sí, lo recuerdo.- su imagen de hombre rechoncho, bajo y rosado no se me había borrado de la cabeza.

- Bien Laura, me ha dicho Juanma que tenemos un trato....

- Sí, así es. No voy a ser el juguete de nadie, será sólo una vez.

- Me alegro, estoy deseando disfrutar de ti ¿cuándo vuelve tu marido de viaje?

- El próximo sábado por la mañana

- Perfecto, perfecto....entonces el viernes por la noche será un día excelente.

- Muy bien, trae el documento firmado ¿Dónde nos veremos?

- ¿Dónde?...ja,ja,ja...en tu casa por supuesto, en la cama que compartes con tu guapo maridito y prepárate, yo soy algo más vicioso que Juanma. Ya lo verás. Será sólo una vez pero disfrutaré como nunca. Estoy deseando que llegue el viernes Laura..ja,ja,ja....un beso querida.

Colgué el teléfono sin despedirme...la imagen de aquel cerdo me repugnaba, pensar en que me iba a poseer en mi propia cama me escandalizaba...sin embargo, noté como mi coño empezaba a palpitar....CONTINUARÁ.