Diccionario de la Real Academia de la Húmeda
Diccionario de uso recomendado para enterarse de qué van algunos relatos, especialmente los míos. ¿Por qué en autosatisfacción?...por el gustazo que me he dado.
Armario: Aquí y en China, habitáculo dónde se guarda todo tipo de objetos. Aplicable a individuos con exceso de esteroides en la dieta.
Aspirina: El anticonceptivo de mayor éxito de la historia. Ya sea utilizada para dar credibilidad a la frase "hoy no, que me duele la cabeza" o sujeta entre las rodillas a modo disuasorio.
Braga: Prenda íntima femenina que cubre sus vergüenzas y el objeto del anhelo de los sinvergüenzas. En avanzado estado de enajenación, el sinvergüenza hace objeto de su anhelo a la prenda (fetichismo). Si tenemos que hacerles caso a los relatos que se publican en ésta página, se encuentra en franco peligro de extinción, desplazada por una especie depredadora mucho más agresiva (el tanga).
Buga: Automóvil de gran cilindrada. Por extensión, cualquier clase de vehículo de cuatro ruedas, independientemente de lo cochambroso de su estado. En caso de ser el afortunado poseedor de un Bugatti genuino, como los tres que tengo en el garaje, que no te sorprenda el comentario de: "Oye, una buena imitación. Podría pasar por uno de verdad" y es que el mundo está lleno de envidiosos.
Cachondo: Estado habitual en el que se encuentran los machos de la especie humana, entre los 13 y los 89 años, caracterizado por un ansia desmedida hacia la hembra de dicha especie. Estado enajenación mental transitoria que inhibe y anula cualquier otra función cerebral que no tenga relación con la jodienda, con emisión intermitente de gruñidos y crecimiento desproporcionado (siempre bajo el subjetivo punto de vista de su propietario), de cierto órgano eréctil.
Puede llegar a presentarse en la mujer, aunque apenas hay descritos casos, y con una menor virulencia que no llega a afectar su capacidad de raciocinio. Por abreviar, se engloba dentro del término puta.
Calientapollas: Mujer que practica deporte de alto riesgo, consistente en insinuarse provocativamente, dando falsas esperanzas de triunfo al ingenuo de turno. De corta vida como deportista de élite.
Canuto: Cilindro hecho con papel de fumar, con en el que se enrolla tabaco y cierta sustancia ilegal de origen vegetal, con intención de fumárselo (en caso de no ser detenido antes por las fuerzas de seguridad del Estado, por fumar en lugar público prohibido).
Catre: Cama.
Cojones: Partícula imprescindible para dar énfasis a cualquier frase.
Colega: Compañero de profesión. Fuera del ámbito laboral, amiguete con el que se comparte marcha, farra o movida, sin llegar a la categoría de amigo (aquel a quien confiarías tu esposa y luego pasa lo que pasa).
Conejo: Órgano sexual femenino. Más concretamente, la parte visible del mismo, incluyendo la pelambrera del monte de Venus. Etimológicamente hablando, procede del hecho de la forma en que se agarra con la mano: con la palma de la mano hacia arriba, en el caso de la mujer y con la palma hacia abajo, en el caso del roedor. Que a los chochitos de Play Boy se les llame conejitas, no es más que un ejemplo de apropiación intelectual indebida por parte del imperio de la hamburguesa.
Coño: Órgano sexual femenino. Imprescindible para denotar sorpresa, pasmo o incredulidad. Sinónimo más empleado: chochito (utilizado también para referirse a la mujer en su conjunto o parte sobrante y precisdible de un coño).
Cutre: Cochambroso, sucio, indigno. Si alguien te lo llama a ti, pártele la cara.
Dar la vara: Dar la lata, incordiar
Gallumbos: Prenda íntima masculina que cubre sus vergüenzas, que generalmente si que lo son .una auténtica vergüenza.
Hostia: Cualquier clase de golpe, ya sea accidental (darse una hostia) o accidentalmente provocado (dar o que te den una hostia). Los curas reparten cientos de ellas a diario y nadie se mosquea, pero ya se sabe que son gente rarita, ¿no?.
Huevos: Sinónimo de cojones, por obvia similitud geométrica.
Húmeda: Lengua. También empleado por alguna para indicar que tiene ganas, pero no tanto, ya que entonces utilizaría "chorrenado" u otra gráfica expresión, del tipo: "Si tiro las bragas en alto, se quedan pegadas al techo".
Yanki: Subespecie de homínido que habita en América del Norte. Caracterizada por un patológico desconocimiento de todo lo que no se encuentre en su entorno inmediato y por elegir al macho más tonto de la manada como jefe. Inexplicablemente, parece que la cosa funciona.
Fantasma: Individuo dado a exagerar. Se considera particularmente fastidioso al fantasma sexual, categoría en la que se engloba a todo aquel que presume de más de tres (o dos) actos sexuales consecutivos y consumados.
Friki: Lo que me llama mi hija cuando quiere tocarme los cojones. Me temo que no es ningún piropo. Y el día que me entere, se va a enterar de lo que es un friki con mala hostia.
Mamón: Individuo particularmente irritante. Cuando se refiere a una individua, generalmente en tono admirativo por sus habilidades buco-faríngeas.
María: Nombre propio. Planta de la que se obtiene la sustancia activa del canuto.
Marrón: Color caca más o menos oscuro. "Comerse el marrón": acción en virtud de la cual un ingenuo carga con las culpas de otros: Si, además, no ha tenido arte ni parte en la acción que se le incrimina, podemos aplicarle a dicho individuo la calificación de "pringao".
Maruja: Con mayúscula, nombre propio. Con minúscula, ama de casa, en sentido despectivo. Aplicable a todas las mujeres sin trabajo remunerado fuera del hogar ni aspiración a cambiar de estatus, excepción hecha de las profesionales del sexo, claro está.
Molón: Elegante, guapo.
Morro: Cara (mucho morro: caradura). Sinónimo más empleado: jeta.
Mosqueo: Enfado.
Ninfómana: Personaje mitológico de dudosa procedencia. Mujer de apetito sexual implacable (lo dicho, puramente mitológico).
Pandero: Culo. Conjunto de culo y nalgas que algunas mueven con mucho arte.
Peña: Gente. Mucha gente o gente con cierta cualidad común. Por ejemplo: peña de mamones (una muchedumbre). Obviamente, procede de las peñas futbolísticas y taurinas, donde sus miembros se reúnen para hacer el cafre y discutir sobre tan innobles actividades.
Plasta: Individuo particularmente aburrido. Soso.
Polvo: Acto sexual completo, ya sea con ánimo reproductor o como remedio contra el stress. Durante la fase de enamoramiento, suele denominarse "hacer el amor". Una vez recuperado el sentido común, pasa de nuevo a llamarse polvo. Miles de acepciones, entre las que destaca kiki (cuando el polvo es particularmente rápido y/o insustancial).
Polla: órgano sexual masculino. Objeto de todos nuestros mimos, desvelos y cuidados. Inexplicablemente, los científicos siguen sin ponerse de acuerdo en cuanto a su talla media.
Empleada como sufijo, denota escaso aprecio hacia la persona a quien se dirige; por ejemplo: gilipollas, soplapollas, etc.
Sexo: Actividad sobre la gira el pensamiento masculino, con arreglo a la siguiente tabla de edad:
13 a 30. Exclusivamente.
30 a 40. Fundamentalmente.
40 a 60. Frecuentemente.
60 a 75. Ocasionalmente.
75 a ---. Raramente.
En el caso de la mujer, invertir la tabla de edad.
En Argentina: enorme, desproporcionado (según cuentan que confesó un argentino en el interrogatorio de la aduana del aeropuerto: nombre, nacionalidad, sexo).
Tío, tía: Relaciones de parentesco a parte, forma universalmente aceptada de referirse a alguien.
Tronco: Individuo, sin distinción de género.
Vacilar: Presumir de algo dando por supuesto que el interlocutor es tonto de baba. Por ejemplo, si dijese que soy un tipo guapo, inteligente, gracioso y con una personalidad arrolladora, te lo podrías creer o no. Si añadiese que, además, no puedo salir de casa sin sentirme acosado por todo el vecindario femenino, podríamos decir que te estoy vacilando.
Viejo, vieja: Padre, madre (al igual que en Argentina). A diferencia de allí, no se usa para referirse al cónyuge. Es más adecuado parienta, contraria, costilla y máquina de reñir para referirse a la esposa y contrario, maromo y máquina de roncar para referirse al esposo.
Apostilla del autor.
La anterior relación de vocablos, se ha realizado sin ninguna base científica; de hecho, sin ningún tipo de orden ni concierto, salvo el orden alfabético (en el que espero no haber metido la pata). Espero que sirva de guía y ayuda a lectores poco habituados a la jerga callejera de España de los años 80, de la que abuso en los relatos que publico.
Por supuesto, sería de agradecer que algún alma caritativa hiciera lo propio con los modismos del otro lado del charco. Aún no termino de tener claro si la brassier va debajo de la pollera y la remera encima de qué. Los relatos se entienden, pero los matices se pierden y yo soy un maniático de los matices.