Días de Sexo y Sexo (03)
Días de Sexo y Sexo (03)...
Mientras ya me despojaba del uniforme, y Elena también se quedaba desnuda, el video empezaba a mostrar ya a los invitados a la fiesta, todos con máscara, desnudos, salvo las mujeres, que llevaban unos tangas de color rojo. Conté unas 20 personas, 12 de las cuales eran mujeres. Ana no la incluía, pues no sabía su grado de participación, y, como llevaba la cámara, ignoraba si estaba desnuda o no.
El anfitrión, tras dar una bienvenida en general, acordó las reglas: no habían, cada cual se lo montase como desease, y, al dia siguiente, habrían los juegos.
Evidentemente, la cinta es un resumen de todo un fin de semana. Ana le dijo a Elena que fue filmado todo, que el propietario de la casa dispone de las cintas, pero que ella fue autorizada a hacerse este resumen de 8 horas (una cinta de 4 h. grabada en lp).
En las primeras 2 horas, se ven escenas de grupos follando; como la mayoría eran mujeres, las que no recibían polla, tenían lenguas femeninas y juguetes a su disposición. Eva normalmente tenía los dos agujeros cubiertos. Dos mujeres se encargaban de multiplicar sus orgasmos mientras cambiaba de hombre cada dos por tres. Creo que los probó a todos, anfitrión incluído. Antes de ir a dormir, todas las chicas mostraron sus coños anegados de esperma a la cámara.
Al dia siguiente, el anfitrión los reunió, de nuevo sin ropa, en el mismo salón, y a cada persona le entregó un número. A continuación, sacó dos jarrones. En uno habían los números de las mujeres, y en el segundo, los de los hombres. Estos escogían el número de las mujeres. Eva no fue de las elegidas, y no participó. La prueba consistía en conseguir retardar la eyaculación en una mamada para los hombres, y acelerarla para las mujeres. Ganó una mujer regordeta, que en menos de un minuto hizo correrse a su pareja, y un hombre que aguantó quince minutos antes de hacerlo.
En la siguiente prueba, participaron, sin necesidad de sorteo, el resto de mujeres. En cuatro sillas habían 4 consoladores bestiales, lo menos hacían 70 cm de largo, por unos 8 de ancho, a los que les pusieron lubricante. Ganaba la que más centímetros se metía por el culo. Tenían un minuto previo para dilatarse. Cuando empezaron a empalarse, gritos y gemidos llenaron la sala, mientras el resto las animaba. Ganó Eva, al lograr que entraran 52 cm., seguido de otra mujer, a la que le faltó 1 cm para igualarla. La presión ejercida por tamaño pistón abría los labios de su vulva. Se quejó de que le faltaba muy poco para correrse cuando se lo retiraron.
Otro corte, y aparecen las dos mujeres ganadoras, folladas por tres tipos cada una. Por lo que parece, la prueba es hacer que se corran lo más rápidamente posible. Cada una tiene un cuarto hombre esperando, por lo que el esfuerzo es terrible. Ambas tienen el culo y coño llenos, y emplean sus bocas. Primero se corre uno de los de Eva, por lo que el suplente le taladra el culo con más violencia que el primero. Pronto, la final se decide por los suplentes. La otra mujer lo tiene en la boca, mientras Eva sigue con el suyo enganchado en su ano. Por muy poco, pero se corrió antes el de mi novia. Hubo aplausos generales, mientras se levantó, empapada en sudor, y besó en la boca a su contrincante. Ana enfocó lo abiertos que tenía sus agujeros.
Y la prueba final, sólo para ella. Subieron a una habitación, en la que había una camilla de ginecólogo. La estiraron sobre ella, y le alzaron las piernas, atadas con correas. El resto de su cuerpo lo inclinaron para que viera lo que la harían. No parecía nerviosa. Le pusieron mucho lubricante por los dos agujeros, y empezó una de las mujeres, a introducirle dedos por el coño, hasta que su mano desapareció en su interior hasta la muñeca. Eva empezó a gemir, pero no de dolor, sino de placer. Su mirada parecía decir: cariño, me estás haciendo gozar como una perra, gracias. Pero ahí no acabó todo, con la otra mano, empezó a hacer lo mismo en su culo, hasta que, increíblemente, también fue engullida. Entonces ya gritaba, pero la muy zorra pedía más. Tras un par de minutos, otras manos sustituyeron a las intrusas. Cada vez que unas se retiraban, de su coño salía un chorrito de flujo, fruto de los orgasmos que Eva estaba sumando. La última mujer cambió, y en vez de una mano en cada agujero, metió sin piedad las dos en su coño. Creo que ésta le hizo daño, porque cuando las sacó, pidió un descanso, que le fue concedido. Sus fuentes de placer estaban tan abiertas que se le veía el útero y el fondo de su culo sin esfuerzo. Tras la breve pausa, fue el turno de los hombres. Estos hicieron cada uno lo mismo: anegaron su vagina y culo de gelatina, y luego la follaron. cuando se iban a correr, lo hicieron sobre su vientre. Cuando acabó el último, el resto de damas limpiaron los restos de semen y gelatina de su cuerpo con la lengua, todas a la vez. Eva había sobrevivido. La "fiesta" tocaba a su fin, pero el anfitrión le dijo algo al oído, y, mientras el resto del grupo se marchó, ella y él desaparecieron en una habitación. Ahí acaba la cinta. Una hora más tarde, salió ella, ya vestida, según nos dijo Ana. Nadie, salvo ella sabe qué pasó. El propietario tampoco habló.
Bestial, comenté, y ví cómo Elena estaba con casi toda su mano en su vulva, mientras se acariciaba uno de sus senos. -Amo a esa putita, la deseo, y la envidio, porque ha gozado como yo siempre lo deseé. Ayúdame a correrme, por favor, imploró.
No le retiré su mano, sino que le metí cuatro dedos míos, mientras le decía que la semana que viene la tendría, que pensara en cómo ella la haría correrse, cómo probaría sus licores, sus besos... y se corrió. Estaba extenuada. Ignoraba cuántos orgasmos había tenido mientras veíamos la cinta, pero por su respiración pesada, creo que muchos.
Ahora había que planear la visita de Eva...
CONTINUARA