Días calientes, noches húmedas (3/3)

Cuando la infidelidad se convierte en una adicción.

Dedicado a la lectora de relatos I….

Tercera y última parte del relato

Hacia dos semanas que se habían marchado Tesa y las dos chicas, y aunque follaba con mi mujer casi cada día, sentía que me faltaba algo.

A mediados de agosto, tenia dos semanas de vacaciones, pero mi mujer estaba trabajando, me pasaba el tiempo en la piscina leyendo y recordando los días pasados con Tere y Cinta.

Aquel lunes mismo vino Tesa y decidió quedarse unos días, por la noche intente follar con mi mujer pero esta no quiso por estar su hermana allí.

El martes por la mañana como cada día, baje a la piscina cuando Ela se iba, aquel día tuve compañía, Tesa también vino a la piscina, al verla en bikini me di cuenta lo buena que estaba, la compare con su hija Tere, estatura parecida, el trasero era algo mas voluminoso, también algo mas de cintura y también algo mas de pecho. Me saludo al pasar.

Tras quince minutos, me levante y me tire al agua, al salir me seque y le dije me voy a dar una vuelta vendré a la hora de comer. Subí al piso, y espié a Tesa desde la cocina.

Tesa miro a los lados, y se despojo de la parte superior del bikini, al igual que Tere tenia unos pezones grandes, al igual que mi mujer, pensé debe ser un rasgo familiar, se lo tengo que preguntar a mi mujer.

Me cambie y salí a dar un paseo, cuando volví, tenia la comida en la mesa y Tesa sentada. Comimos en silencio. Al terminar Tesa me miro.

-          “¿No te caigo bien verdad, Horacio?” me pregunto Tesa

-          “Porque dices eso” le repuse

-          “No se, eres tan frio conmigo”

-          “Pues te aseguro que no tengo nada en contra tuya”

No volvimos a hablar, ella se fue a su habitación y yo me quede en el salón viendo la televisión. Y bajo al salón cuando volvió Ela. Por la noche, en la cama junto a mi mujer.

-          “Mi hermana tiene una depresión muy fuerte, intenta ser amable con ella” dijo Ela.

-          “Si yo lo soy, hoy me ha preguntado si le tenia manía” le dije

-          “Ves tienes que ser paciente con ella, y hacer que se sienta mejor”

Seguimos hablando de Tesa, también salió a relucir la condición sexual de Tere, como cada noche. Y terminamos por dormirnos.

El miércoles me levante, y como cada día fui a la piscina, y me sorprendió ver allí a Tesa, la salude y me puse a leer. Mi imaginación volvió a funcionar y me imagine a Tesa desnuda, no se el tiempo que paso, pero de pronto sentí que alguien estaba a mi lado, era Tesa, me tuve que poner el libro encima de mi paquete.

-          “Horacio, puedo hacerte una pregunta” me dijo

-          “Dispara, pero que sean fáciles” repuse sarcásticamente

Tesa sonrió, hacia tiempo que no le había visto sonreír, más o menos desde la separación de su marido.

-          “¿Como me ves?” me pregunto

-          “Pues con estos ojos…” me señale a los ojos, mientras sonreía, también ella sonrió.

-          “Me refiero de forma” repuso ella

-          “Te veo bien, en los casi 30 años que nos conocemos, pocas veces te he visto enferma” dije

-          “Me refiero al cuerpo, ¿Crees que aun soy apetecible? me pregunto

La mire de arriba abajo.

-          “Bueno no es que tengas 18 años, pero para los 40 años que tienes estas muy bien” le conteste

-          “Si yo también lo creo” se sentó en la hamaca cercana a la mía, pensé que bien quedarían esos pechos entre mis manos.

No volvimos a hablar en todo el día, cuando llego Ela, Tesa bajo al salón se había vestido muy provocativamente, falda corta, y una blusa parecía una o dos tallas mas pequeñas, porque le quedaba muy justa, y realzaba sus pechos.

-          “Me voy a la ciudad, a cenar con unos amigos y después iremos a una disco” dijo Tesa

-          “Que te diviertas” dijimos  Ela y yo a la vez.

Ela y yo nos fuimos a dormir, aprovechando que Tesa no estaba, follamos Ela y yo. Era tarde cerca de las cuatro de la madrugada, cuando sentí que llegaba Tesa.

Por la mañana, baje a la piscina, una hora después bajaba Tesa, y se fue a una tumbona al otro lado de la piscina. Decidí ser amable como quería que fuese Ela, me acerque a ella.

-          “¿Como fue la noche?, te oí llegar tarde” le dije

-          “Si eso llegue tarde” contesto.

Me senté en su hamaca, ella también se incorporo y se sentó a mi lado.

-          “Tan mal te fue” le dije

-          “Como te diría, fue fatal. Ayer te pregunte si aun era deseable, pues estuve tirándole los tejos a uno toda la noche, y ni una rosca” dijo

-          “Lo mismo era ciego” bromee

Ella sonrió.

-          “Si eso, debió ser” dijo y se levanto.

La hamaca quedo desequilibrada, me caí, y me hice una pequeña herida en la pierna. Tesa se rio de lo cómico que había caído y como había quedado, pero al ver la herida se preocupo.

-          “Ven vamos, te la curare” dijo

-          “No es nada” repuse

-          “Te has olvidado que soy enfermera” era cierto.

Subí con ella, me hizo sentar en la cama, fue al lavabo y trajo un pequeño botiquín.

Empezó la cura, no sentí dolor, pero sus manos pasando por mi pierna, hizo que se me pusiera tiesa y se marcara en el paquete, quise disimular, pero era evidente que se dio cuenta, me miro a los ojos y la mire, sentí como su mano subía por la pierna y se introducía por debajo del bañador, hasta llegar a su objetivo, mi polla, la acaricio. Y de pronto la saco.

-          “Perdona no se lo que me ha pasado, debí perder la cabeza” dijo saliendo de la habitación.

Fue al lavabo dejo el botiquín, al salir estaba esperándola. Bajo la cabeza, se dejo caer sobre mi pecho llorando.

-          “Tranquila, no ha pasado nada, ¿Te puedo hacer una pregunta?” le dije

Levanto, la barbilla y me miro.

-          “Pregunta” respondió

-          “¿Cuanto hace que no te acuestas con un hombre? fue una pregunta directa.

-          “Casi tres años, mucho tiempo” y volvió a llorar

-          “Ven conmigo” la arrastre a la habitación “Tu hermana me ha dicho que sea amable y complaciente”

Dentro de la habitación la cogí por la cintura y la bese, ella no se opuso ni hizo por rechazarme. Le quite la parte de arriba del bikini, le acaricie los pechos, y mordisque sus pezones. Gemía y gemía. Se separo de mí bruscamente.

-          “No esta bien, eres el marido de mi hermana, no le puedo hacer esto” dijo saliendo de la habitación.

No la volví a ver en toda la mañana, y a la hora de comer todo fue silencio y miradas. Por la tarde volvió a desaparecer. Apareció junto a Ela, me entro un escalofrío de pensar que le podía haber contado algo, pero no dijo nada, fue una cena muy fría. Ya en la habitación con Ela.

-          “Que te dije esta mañana, tenias que ser mas complaciente con Tesa, que lo está pasando mal” dijo Ela.

-          “Pero si me he portado bien, incluso me he dejado curar una herida” dije.

-          “Solo eso” dijo como burlándose Ela.

-          “No si también me dirás que quieres que se meta en la cama con nosotros” dije.

-          “Mira no lo había pensado, sería una buena idea” dijo Ela con una media sonrisa.

-          “Y si quieres le pego dos polvos para que relaje, y se lo pase bien” le dije sonriendo.

-          “La verdad, si yo supiera que con ese par de polvos ella sale de la crisis, te daba permiso para que de los pegases” dijo Ela

-          “¿En serio lo estás diciendo?” le pregunte

-          “Muy en serio…”

-          “Pues ya sabes propónselo a tu hermana, por mi no hay inconveniente”

-          “Mi nene, eso es lo que tu quisieras”

Me arrime a ella, acaricie los pechos.

-          “No sigas, ya te dije que estando mi hermana no podemos hacerlo”

-          “Ves, como quieres que me lleve bien con tu hermana”

-          “No te enfades” dijo arrimándose a mi

Me cogió la polla y comenzó a movérmela, ella sabía muy bien cómo hacerlo y el ritmo, pronto estaba muy excitado, metí la mano debajo de sus bragas, acaricie su clítoris, y metí dos dedos en su vagina, sentía en la oscuridad el jadeo apagado de Ela, y como llegaba al orgasmo, poco después me corría, quedando mi leche en la mano de Ela.

Se levanto y fue al baño, yo tras ella, se lavo las manos y se volvió a la cama. Yo por mi parte me limpie la polla y volví a la cama.

-          “Que ya estas más relajado” dijo Ela

-          “No, aunque estoy mejor” le dije

-          “¿Te portaras mejor mañana con mi hermana?” me pregunto Ela.

Me di la vuelta, pensé como ella quiera veras como me porto con ella.

-          “Lo intentare, pero ella también tiene que poner de su parte” le dije

-          “Vale mañana hablare con ella” dijo dando por finalizada la conversación.

La noche fue tranquila, pero mis sueños pasaban de Tere a Cinta y de esta a Tesa.

Me desperté por la mañana, Ela ya se había levantado, salí y escuche voces en la habitación donde estaba Tesa, me acerque a curiosear.

-          “Tesa, tienes que animarte, mi marido está dispuesto a intentar animarte” dijo Ela.

-          “¿Animarme?” pregunto Tesa.

Siempre he dicho que mi mujer era una bocazas, y me lo confirmo cuando le conto a su hermana la conversación que tuvimos por la noche.

Volví a la habitación, me hice el dormido, se acerco Ela a mí.

-          “Estas despierto, ya he hablado con mi hermana, ella está dispuesta” dijo Ela.

Mi mujer no sabía lo que decía, nos había dado permiso para follar a Tesa y a mí, aunque lo hubiese dicho en broma.

-          “Vale, intentare satisfacerla” dije intencionadamente.

Mi mujer salió, y se marcho a trabajar. Yo me puse el bañador y baje la piscina. Una media hora después bajo Tesa, estaba increíble, se había puesto un bikini minúsculo de color crema, y se sentó en la hamaca junto a la mía.

-          “Horacio, tenemos que hablar, lo de ayer fue un accidente, fruto del momento” me dijo.

-          “Yo también creo que fue fruto del momento, pero mi mujer está dispuesta a que esa momento se repita” le dije sabiendo que ella le lo entendería

-          “Es de broma” dijo

Me senté frente a ella, le mire a los ojos fijamente. Hubo un momento de silencio.

-          “Me gustaría follarte” se lo dije directamente, sin cortarme.

-          “Y a mí que me follaras, pero…” dijo bajando la vista.

Hice que levantara la vista y le bese, no me rechazo. Me separe de ella y tenía los ojos cerrados.

-          “Los peros, lo dejamos para más tarde, ven” me levante y tendí mi mano.

-          “Tú lo tienes muy claro, pero yo no” y se levanto

Fuimos a la habitación de matrimonio, estábamos frente a frente, mi polla estaba tiesa. Le quite la parte superior del bikini, acaricie sus pechos, mordisquee sus pezones, ella gemía.

La empuje a la cama, yo me deje caer encima, nos besamos, nuestras lenguas se encontraron, acariciaba sus pechos, pellizcando los pezones, Tesa gritaba de placer, estaba totalmente entregada, ya no había vuelta atrás, la necesidad de Tesa se imponía a los peros.

-          “Déjame que te coja la polla” me pidió Tesa.

Me levante y me baje el bañador, ella se puso de rodillas en la cama, cogió mi polla con las manos, la acariciaba, se le veía en su cara las ganas de comerme la polla, y no tardo en metérsela en la boca, yo acaricié su pelo, se lo agarre para hacer que se separara.

Se dejo caer en la cama, y se quito el bañador, la visión al ver el felpudo negro me recordó a su hija, me situé encima, mi pierna derecha entre sus piernas rozando su coño, mi polla rozando su pierna, mordisqueando sus pezones, introduje mi mano en su entrepierna, acaricie su clítoris, apretando con la pierna, sus gemidos eran más seguidos y más fuertes, mis dedos acariciaban sus labios vaginales húmedos, e introducía mis dedos en su vagina, sus jadeos se hicieron más seguidos hasta alcanzar un orgasmo, me puse de rodillas entre sus piernas, hice que pusiera las piernas en mis hombros y acerque mi polla a la entrada de su vagina, acaricié con la polla los labios vaginales y el clítoris, para terminar introduciéndosela.

Mientras mi polla recorría su vagina, a dentro a fuera, ella se agarraba los pechos, los manoseaba, hice que bajara la pierna derecha para permitirme agarrar sus tetas, apretar sus pezones, pellizcarlos, tras unos minutos hice que su pierna izquierda que estaba sobre mi hombro derecho, pasara al hombro izquierdo quedando de lado.

Senti que estaba punto de correrme, hice que bajara la pierna, me deje caer encima y con movimientos pélvicos cada vez más fuertes y rápidos, Tesa alcanza otro orgasmo, y yo me corrí dentro de ella.

Quedamos enlazados, exhaustos, había sido un esfuerzo físico grande.

-          “¿Como te encuentras?” le pregunte.

-          “La verdad …” sonrió “JO-DI-DA”

-          “No sé porque lo dices” dije bromeando

-          “¿Sera por esa polla que he tenido en mi coño?”

Se separo de mí, me miro a los ojos.

-          “Hacía años que no me sentía tan relajada, incluso te puedo decir que con mi ex nunca estuve tan relajada”

En ese momento sonó el teléfono, lo cogí, era Ela.

-          “Esta mi hermana contigo” me pregunto

-          “Si, está aquí a mi lado” mire el cuerpo desnudo de Tesa, que me miraba expectante “En la cama, desnuda, y dice que esta jodida” dije, Tesa puso los ojos como platos.

-          “Seguro que habéis estado follando como animales, en serio, ¿Como esta?” pregunto Ela.

-          “Yo la veo muy bien, es mas cuando cuelgue me la voy a follar otra vez”

-          “No se puede hablar contigo, veo que esta mosqueado por lo que hablamos anoche, luego te llamo”

-          “O.K., pero si ves que no contesto es que le estoy metiendo la polla por el culo a tu hermana”

-          “No te pases, vale luego te llamo” y colgó

Tesa se había puesto de pie.

-          “Estas loco, como le puedes decir eso a Ela” dijo algo alterada Tesa.

-          “Ven aquí, le he dicho a tu hermana que después de colgar te iba a follar, y no me gusta mentir”

Tesa sonrió, se encogió de hombros.

-          “Bueno, pero eso del culo” dijo Tesa

-          “Eso más tarde, en la piscina, vale”

Nuevamente estaba tumbada en la cama, comencé a juguetear con sus pezones, ella bajo la mano y me agarro lo polla, y me la movía lentamente. Baje la mano a su entrepierna, su coño aun estaba húmedo, facilitando que mis dedos entrasen en su vagina, gemía, cerrando los ojos, introduciéndose un dedo en la boca y chupándoselo.

En eso volvió a sonar el teléfono, lo cogí, era Tere.

-          “Tío Horacio, ¿Estas solo?” me pregunto

Tesa seguía con la polla agarrada.

-          “No tengo a tu madre a mi lado” en ese momento Tesa se paro “¿Quieres hablar con ella”

-          “Si pásamela” dijo Tere.

Le di el teléfono a Tesa.

-          “Buenos días, cariño, que quieres” dijo Tesa.

-          “…….” dijo Tere

-          “No, pasare unos días más por aquí, creo que la tranquilidad de este sitio me gusta” dijo Tesa, yo estaba acariciando su vello púbico y el clítoris.

-          “…….” sentí a Tere

-          “Vale cuando vaya lo mirare”

-          “…….” hablo Tere

-          “Y yo a ti, hasta luego” y colgó.

Estaba colocado entre sus piernas arrodillado, acerque la polla, la direccione, y tire lentamente de las piernas hasta que mi polla entro. Ella entrecruzo sus piernas en mi espalda,  y marco el ritmo. Cuando ella alcanzo el orgasmo nos separamos, y tal como estábamos nos fuimos a la piscina, dentro del agua seguimos jugando, acariciándonos y volví a penetrarla, alcanzando nuevos orgasmos y terminar corriéndome.

Terminamos tumbados en las hamacas desnudos tomando el sol.

-          “Que crees que diría mi hermana de saber lo que hemos hecho” dijo Tesa

-          “No lo sé, creo que no le gustara, pero ha sido ella la que ha forzado la situación” le dije pensando que lo sucedido en los dos últimos meses me podría costar mi matrimonio.

-          “Sera mejor que no se entere, tengo que ir al centro, me llevas” dijo Tesa

-          “Que te parece si llamamos a Ela y quedamos allí para comer” le dije.

-          “No crees que será una temeridad” dijo Tesa.

-          “No, lo que creo es que daremos una alegría a Ela, y limpiaremos algo nuestra conciencia” le dije.

-          “Quieres decir que te arrepientes de lo sucedido” me pregunto

-          “Yo no me arrepiento pero si tengo cierto cargo de conciencia, ¿Tu te arrepientes?” le pregunte

-          “No, yo lo necesitaba, y lo necesito” asintió ella.

Nos vestimos, y nos fuimos al centro, cuando mi mujer nos vio entrar, se puso en guardia, y cuando decidimos ir a comer, se le puso la mosca tras la oreja, pero no podía ni pensar lo sucedido.

Tras la comida, me fui con Tesa a su casa, ella se metió en su habitación, yo me quede en el salón. Unos minutos después.

-          “Horacio, ven” dijo Tesa

Entre en su habitación, estaba acostada llevaba puesto un salto de cama rojo totalmente trasparente, no llevaba nada debajo, se me hizo un nudo en la garganta.

-          “Me compre esto el mismo día que mi ex se marcho, no lo había estrenado” me dijo.

Ya estaba junto a ella, sentado en la cama, metí la mano bajo la ropa, acariciando sus muslos y subiendo.

-          “Nunca he sabido realmente lo que sucedió, mi mujer dijo que te había engañado, pero no especifico como, ni con quien” le dije.

-          “No me gusta recordarlo, no lo comprendía ni lo comprendo, si hubiese sido otra mujer a lo mejor, pero…” no termino, mi mano acababa de llegar a su rajita.

-          “Es el momento de olvidar” le dije

Seguí acariciándola, ella se retorcía en la cama, tenía muy húmedo el coño, estaba muy excitada, me baje la cremallera del pantalón y me saque la polla, me puse de pie, ella se puso de rodillas, me cogió la polla, se la llevo a la boca y me la chupo, hasta dejarlo bien lubricada, se puso a cuatro pastas y me ofreció su trasero, no lo dude le metí mi polla por detrás en la vagina, ella gemía y gritaba.

-          “En el cajón de la mesita, tengo un juguete, cógelo” dijo jadeando y entrecortadamente.

Sin sacar la polla mire la mesita, abrí el cajón y allí había un gran pene de plástico, lo cogí, comencé a lubricar su ano, y lentamente le fui metiendo el pene de plástico, despacio, alcanzo un orgasmo. Le metí el pene de plástico del todo en su ano, y lo hice salir y entrar durante unos minutos. Saque el pene de plástico y me separe sacando mi polla. Le metí el pene de plástico por la vagina, y mi polla por el ano, no tardo en alcanzar otro orgasmo, no pare y poco después en pleno éxtasis de placer de ella me corrí, sentí como los chorros de leche salían de mi polla a su trasero. Quedo Tesa totalmente exhausta, tumbada en la cama, con el pene de plástico dentro de su vagina, me arrodille en la cama delante de su cabeza, mi polla quedo cerca de su boca. Solo tuvo que levantar un poco la cabeza para introducirse mi polla en su boca, y chuparme los restos de semen que quedaba en ella.

Unos minutos después salía de la habitación, y esperaba a Tesa en el salón. Poco después sentí como corría el agua de la ducha, Tesa se estaba duchando, pensar que estaba  desnuda me excito, estuve tentado en entrar en el baño, pero se hacía tarde, y me contuve. Salió al comedor ya vestida.

-          “¿Por qué no has entrado en la ducha conmigo?” me pregunto cuándo salíamos.

-          “No me lo recuerdes, he estado tentado, pero tenemos que volver a casa” le dije.

Durante el camino casi no hablamos, pero sí que quedamos de acuerdo en guardar el secreto.

Aquella noche, en la habitación con mi mujer.

-          “Te debo una, cuando se vaya mi hermana, te aseguro que te compensare” me dijo.

Pensé para mí, si tú supieras que ya estoy compensado.

Epilogo:

Mi relación con mi cuñada Tesa, se ha mantenido en el tiempo, pero siempre esporádicamente, solo cuando ella lo necesitaba. Por mi parte, como le confesé a Tesa, la infidelidad se ha convertido en una adicción, cuando le soy infiel a mi mujer con Tesa o con otra mujer me excito mucho más que con mi mujer Ela. Con respecto a mi sobrina Tere y su amiga Cinta, siguen juntas, hasta el día de hoy no hemos vuelto a follar. Mi mujer sigue ignorando mis infidelidades, o lo disimula muy bien.

Espero I…. que te haya gustado esta trilogía.