Diarios de Zolst 04 - Aprendiendo de todo.

Emily ya lleva varios meses de clase y comenta sus progresos tanto en sus tareas diarias como en las actividades del club escolar de S&M.

Como siempre, se recomienda encarecidamente leer los episodios anteriores pues estos relatos se continúan de manera directa y se hacen menciones constantes a personajes y eventos que se presentaron o sucedieron en partes previas. Como siempre, muchísimas gracias por vuestras opiniones y comentarios. Son de gran ayuda para progresar la historia sin volverme loco del todo.


Querido diario:

Casi estamos a principios de Diciembre, hace que no escribo un montón de tiempo (¡dos meses!) y últimamente me pasa de todo. Cierto es que he estado bastante ocupada pero no es excusa ya que tampoco tardo tanto en rellenar estos diarios así que voy a ponerte un poco al día de mi vida y luego ya entraré en detalles.

Llevo ya tres meses de clase en el Colegio Santa Margarita recibiendo la educación que toda buena mujer y esclava zolstiana debe dominar tal y como manda la ley. Obviamente me queda muchísimo por aprender pero desde luego estoy notando que mis avances son evidentes ¡y eso es bueno! Cuando comencé el curso yo era virgen y el primer mes si me follaban más de dos veces seguidas al día siguiente apenas podía moverme. Hoy puedo trabajarme una fila de diez jóvenes vigorosos y rebosantes de testosterona sin mayor esfuerzo… y con gran placer por mi parte. Eso es solo una de las cosas que me han enseñado y la lista va haciéndose más larga cada día. No puede decirse que no soy una estudiante aplicada.

Ya he completado la transición de costumbres alimentarias, lo que quiere decir que he dejado de ingerir comida normal y ahora mi organismo se ha acostumbrado totalmente a que mi dieta consista en raciones de una insípida pasta proteínica alimenticia mezclada con semen recién extraído. Esto es una transición que hacen todas las mujeres zolstianas cuando cumplen la mayoría de edad y que es fundamental para sus desempeños laborales futuros. ¿Por qué? Pues porque la pasta alimenticia, una vez digerida, no deja residuos sólidos por lo que he dejado de hacer de vientre y me basta con orinar para excretar cualquier resto biológico. Mi amiga Mari comentaba al principio que iba a lamentar quedarse sin capacidad de captar distintos sabores pero a mí me ha supuesto una ventaja inesperada. Ya que cualquier cosa que ingiera me sabe a semen ya no tengo los reparos que tenía a principios de curso para chupar con fruición pollas sin depilar, cuerpos sudorosos o culos masculinos que no acaben de salir de la ducha. Todo lo que recorre mi lengua me parece delicioso y todo lo que trago es un manjar pues todo me sabe a mi sabor preferido que es el esperma recién ordeñado. Sinceramente, echo muy poco de menos el sabor de las acelgas o las coles fermentadas.

Hablando de temas orales, otra cosa que estoy notando es que estoy desarrollando algunos comportamientos reflejos y me supongo que son fruto del condicionamiento y entrenamiento al que estamos siendo sometidas. Por ejemplo, en la sociedad zolstiana todas las mujeres mayores de 18 años (es decir, todas las esclavas o en proceso de formación de esclavitud) tienen prohibido levantar la vista y mirar a los ojos a un varón a no ser que éste se lo autorice explícitamente. Un truco habitual para no alzar la mirada cuando te está hablando un amo es mirarle a la entrepierna. Pues he descubierto que desde que hice el cambio de comidas en cuanto fijo la vista en el paquete de un amo empiezo a salivar como si fuese una perra a la que le enseñan una salchicha. Ahora que lo pienso, puede que el símil sea totalmente acertado pero el caso es que de un tiempo a esta parte cuando me fijo en la bragueta de un amo mi primer impulso es arrodillarme y suplicar permiso para empezar a chupársela. Puede que el asociar mentalmente semen a comida tenga algo que ver pero no me resulta nada molesto, la verdad. Y pienso que probablemente sea muy beneficioso para una esclava el que tenga tendencia a arrodillarse frente a un varón. Seguro que ahorra más de un castigo a la larga.

Ahora que recuerdo, otra ventaja añadida del cambio de alimentación es que al no usar ya nuestro intestino grueso éste queda completamente libre y aseado para la práctica del sexo anal sin necesidad de enemas diarios ni guarrerías semejantes. Esto es una mejora palpable tanto en higiene diaria como en ahorro de tiempo, especialmente por las mañanas. Vaya, ya he vuelto a escribirlo mal: me tengo que acostumbrar a decir que me follen por el culo o que me usen por el culo. Eso de sexo anal son finuras infantiles que tengo que desterrar de mi vocabulario. Bastante me está costando ya dejar de decir clítoris y cambiarlo por boton de placer o botón del coño. Pero es estupendo levantarse y poder ponerse el uniforme y bajar a desayunar sin tener que pasar antes veinte minutos metiéndote tres litros de agua templada por el culo para luego soltarlos a presión acompañados de tu última cena.

Sin cambiar demasiado de tema, hoy he tenido mi primer orgasmo anal. He logrado correrme mientras me follaban el culo por primera vez en mi vida. Y tengo que confesar que ha sido espectacular, pero prefiero contarte como ha sido la cosa dentro de un ratito. Me ha gustado tanto que creo que voy a declarar a mi culo como agujero preferido aunque será algo que quiero pensarme con calma y detenimiento. No deja de tener su gracia escribir eso de que me lo tengo que pensar con calma cuando ahora mismo estoy usando las bragas recomendadas por la escuela para estar por casa; un leve tanga que mantiene alojados en mi coño y culo de manera permanente sendos vibradores que varían su intensidad de movimiento de manera aleatoria. Puedo asegurarte que llevando puestas estas bragas puedo hacer de todo menos pensar con calma.

En otro orden de cosas, de momento las clases están siendo bastante interesantes aunque sigo echando de menos una mayor profundidad en la asignatura de Historia. El otro día tuvimos una clase magistral impartida por la directora del centro sobre fetiches y costumbres socialmente aceptadas que fue interesantísima. Me resultó apasionante conocer los orígenes de costumbres zolstianas tan aceptadas como los piercings en pezones o clítoris, los distintos tatuajes de sumisión o la servidumbre en casas de placer. Luego mantuvimos un debate en el que cada alumno pudo expresar sus dudas y preguntas y la directora las resolvía instantáneamente sin necesidad de recurrir a notas o ayudas digitales. Para mi sorpresa, a las chicas también se nos permitió escuchar con atención y preguntar cuando lo más normal habría sido que hubiésemos pasado esas horas chupando las pollas de nuestros compañeros. Me encantó poder preguntar el porqué en muchas ocasiones hay costumbre de usar cadenas, esposas, cuerdas y demás tipos de restricciones para inmovilizar a la esclava cuando obviamente todas estábamos más que entrenadas y condicionadas no solo para no rebelarnos sino para aceptar con alegría a cualquier hombre. La directora se rió de buena gana con esa voz musical que tiene y me contestó que si algo había demostrado nuestra historia es que a los hombres zolstianos les encantaba tener el control sobre las mujeres y que por muy complacientes que se mostrasen nada podía compararse a ponerle unos buenos grilletes y dejarla a su merced. Sigo diciendo que me declaro bisexual pero nuestra directora me provoca tales estremecimientos en el coño solo con su presencia que haría lo que fuese por lanzarme entre sus piernas y empezar a lamer su piercing del clítoris con deleite como una lesbiana en celo. Ojalá cuando mejore el tiempo cambie su vestimenta y deje de usar esos sobrios trajes de chaqueta que únicamente muestran unas larguísimas y deliciosas piernas enfundadas en medias y ligueros. Y sigo pensando que será una decisión de propio estilo pero estoy deseando también que algún día se quite esas bandanas tan tupidas que estila y deje libre esa prodigiosa melena rubia platino.

¡Tampoco he escrito nada sobre las actividades extraescolares de los clubes! Al final se cumplieron mis deseos que te indiqué la última vez que escribí  en este diario y mi amiga Mari consiguió pasar las pruebas de acceso para la sección de animadoras. Está que no cabe en sí de contenta, perdiendo la vergüenza a toda velocidad y da gusto verla así de feliz tanto cuando entrena las coreografías de ánimo como cuando los fornidos integrantes del equipo se la follan de dos en dos. Aunque aún no han comenzado la temporada de juego ya se han realizado varios partidos amistosos con otras escuelas y es muy común “apostar”a las animadoras para que el equipo que gane esos partidos use tanto al club de animadoras propio como a unas cuantas del rival. Casi estalla de alegría cuando el equipo rival la eligió la primera entre doce chicas para usarla después del partido. Tuve que acompañarla a casa porque de tanto que se la follaron apenas podía andar pero sé de buena tinta que estas cosas le están suponiendo una inyección de moral y autoestima bien merecida. Mari siempre había sido una chica algo insegura y tímida porque su madre no tiene muy buena fama en los prostíbulos del barrio pero ella está hecha de otra pasta y va a ser una esclava prostituta sobresaliente. Me alegro un montón por ella. Aunque los imbéciles del equipo hayan preguntado por sus costumbres sexuales en clase y estén cogiendo también la costumbre de correrse en sus coletas en vez de rociarla con una buena lechada en su boca o sus agujeros. Está visto que aunque sean amos la tontería sigue siendo contagiosa.

¿Y yo? Pues gozando como una buena perra en el club escolar de S&M, por paradójico que pueda sonar. Después de prestar ayuda a aquella alumna de tercero para cargar paquetes hasta la sede no tardé en presentar mi solicitud de ingreso y ella intercedió en mi favor. La semana siguiente recibía una notificación en mi movil indicando que debía presentarme esa misma tarde en el club para una revisión preliminar de mi estado físico y mental y poder asignarme un Amo apropiado. Notarás que distingo cuando hablo de los amos en general (es decir, cualquier varón que se cruce por mi camino y solicite mis servicios) y el Amo que es la persona que me entrena y me corrije en el club. En mi caso particular su nombre es Peter von Leinz y estoy la mar de contenta pues ha aceptado la responsabilidad de entrenarme. Es un alumno de tercero alto, fibroso y de buena familia que sin duda ha recibido una educación previa esmerada y de corte clásico. Es fascinante como siempre antes de empezar la sesión se comporta de manera intachable, preguntándome por mi estado de ánimo, mi salud, mis estudios y mi familia con total cordialidad tal y como haría un compañero o un amigo. Sin embargo, cuando me pone el collar de entrenamiento (que por cierto está hecho entero en metal tosco y es mucho más pesado que el normal de cuero, dicen que para reforzar la sensación de sumisión e indefensión de la portadora) entonces se transforma en un Amo frío y minucioso que tiene muy claros sus objetivos para mí.

Las sesiones siempre comienzan con el Amo atando mis manos a una cadena de las que cuelgan del techo en uno de los gabinetes de entrenamiento del club. A continuación estira la cadena hasta que prácticamente quedo colgando de mis muñecas ya que únicamente mis dedos de los pies tocan el suelo. Según me cuenta, esto es para que trabaje mi equilibrio de todo el cuerpo como hacen las bailarinas de ballet. Después me ordena que no pronuncie ni un solo sonido ni queja y a continuación me azota. Para ello usa una fusta de equitación que maneja con una precisión asombrosa. Creerás que estoy exagerando pero Peter no es campeón de esgrima deportiva juvenil de la provincia de Kronn por nada. La tercera sesión que tuvimos, para demostrar su desagrado por tratar de apartarme de un golpe, consiguió acertarme en ambos pezones a la vez de un solo fustazo lateral. Creía que iba a morirme de dolor, era como fuego recorriéndome ambos pechos y mandando señales de agonía a todo el cuerpo. Afortunadamente he progresado mucho gracias a sus indicaciones y consejos. Tiene mucha razón cuando me dice que el dolor es un estado mental. Cuando el Amo comienza a azotarme cierro los ojos y trato de pensar en lo que vendrá a continuación pues sé que si me porto bien al final me usará… y lo hace de fábula. Es increíble lo que puede llegar a conseguir el entrenamiento adecuado porque ya los golpes casi no me duelen, los recibo con alegría e impaciencia ya que cada uno de ellos me acerca a una fabulosa follada. Hoy mismo mientras me ataba el Amo ha notado que solo con ponerme el collar de entrenamiento ya estaba mucho más mojada de lo habitual y me ha felicitado por ello ya que estoy aprendiendo a recibir con alegría los correctivos. Cuando los fustazos han acabado el Amo me ha descolgado, ha atado mis muñecas a mi espalda, me ha reclinado sobre una mesa y me ha follado el culo con gran maestría. Sobre esto voy a hacer dos precisiones:

Una: chicos, no os engañeis. Si queréis dejar bien claro quién manda hay muchos caminos, pero el más efectivo es indiscutible. Las bofetadas nos ponen en nuestro sitio, las agujas y los tirones pueden ser muy intimidantes, hacer que chupemos el pie del amo provoca cosquillas y hay toda clase de artilugios para someter a una esclava rebelde, nadie lo pone en duda. Pero si de verdad queréis establecer una relación amo-esclava, no hay nada como ponerla boca abajo, pegar su cabeza al suelo o sujetarla por la nuca y violarla brutalmente por su culo. Está empíricamente comprobado que no hay mujer que lo resista y nos deja más suaves que un guante. Si tenéis la oportunidad no dejéis de practicarlo con vuestras parejas porque ambos saldréis ganando en vuestra relación amo-esclava. Ya lo decía el filósofo Oppenstraden hace casi un milenio: “no dominas a una mujer hasta que no la sodomizas”.

Dos: como ya he comentado al principio, gran parte de nuestro entrenamiento tiene como objetivo aumentar nuestra sensibilidad. Por eso desde el primer día añaden estimulantes y afrodisíacos a nuestra comida, nos sujetan las manos para que no nos masturbemos o empezamos a dilatar muy pronto nuestro agujero del culo. Gracias a mi afición por la historia sé que hace siglos estas prácticas no estaban generalizadas y únicamente se aplicaban a prostitutas y esclavas de guerra. Afortunadamente en este aspecto hemos progresado porque la vida de las mujeres libres tenía que ser espantosa y aburridísima. Llevo una semana escasa siendo usada por el culo, hoy he tenido mi primer orgasmo y menos mal que sigo atándome las manos cuando me voy a la cama porque si no mis siete horas de sueño se habrían convertido en siete horas de minería en mi trasero con un consolador. El Amo Peter se ha empleado a fondo y desde el principio el rozamiento de su esbelto pollón en mi anillo anal me ha provocado tales oleadas de placer que estaba casi desmayada y con la lengua colgando a un lado de la boca. Cuando llevaba un rato se le ha ocurrido acelerar el ritmo mientras rozaba con sus dedos mi botón del coño y aquello ha sido el punto culminante. Me he corrido con tanta fuerza que se me han aflojado los esfínteres y me he meado encima también. Menos mal que el Amo ha sido comprensivo y no se ha enfadado; se ha conformado con un par de azotes extra y recogerlo con una fregona. Creo que se ha sentido interiormente halagado por ver como sus esfuerzos reciben fruto. Por un momento he pensado que me iba a hacer limpiarlo con la lengua y aunque ya no soy capaz de distinguir el sabor de la orina del de la cerveza o el zumo tampoco creo que fuese del todo higiénico. No me quiero perder clases por pillar una gastroenteritis. Pero sí, viendo como se me quedan temblando las piernas después de una buena sesión de enculamiento me voy a tener que pensar muy mucho qué agujero voy a ofrecer a los amos de manera preferente.

Pues creo que ya te he puesto al día de todo, que no es poco. Dentro de ocho semanas tenemos el festival cultural en la Escuela Santa Margarita y probablemente antes tengamos una visita de estudios. Los dos próximos meses se auguran movidos. Mientras tanto, voy a darme una ducha fría y a bajar a cenar porque estas bragas me tienen frita en más de un sentido. ¡Hasta luego!


Una vez más, debo agradecer todos los comentarios, sugerencias y preguntas que me realizáis por la propia web o por el correo electrónico. La historia se está desplegando de una manera algo menos atropellada que en los Recuerdos de Zolst, lo que me permite incluir algún que otro detalle extra. Gracias por leerme!.