Diarios de Zolst 03 - Actividades Extraescolares.

Emily compensa una clase bastante decepcionante con un tour por los distintos clubes y asociaciones estudiantiles mientras reflexiona sobre su futuro.

Recomiendo encarecidamente leer las entregas anteriores si se quiere tener una visión completa del universo. Es una historia continuada por lo que se hace mención a elementos y personajes que son explicados en los capítulos previos.


9 de Septiembre de 2025:

Querido diario:

Hoy he tenido un día curioso, cuanto menos. Ha empezado mal, ha seguido peor y ha finalizado estupendamente. O al menos eso quiero creer, el tiempo nos dirá. Llevamos ya una semana de clase y el lunes ha empezado bastante plomizo. Tras una clase básica de Protocolos y Disciplinas Zolstianas hoy estaba muy ilusionada porque comenzaban nuestras clases de historia y es mi asignatura preferida de siempre. Tres horas lectivas hoy que pensaba aprovechar al máximo pero no he tenido esa suerte. El profesor de historia es un señor mayor bastante entrado en años y en kilos y no ha tenido otra ocurrencia que poner a los chicos a tomar apuntes y a nosotras nos ha encomendado que realizásemos una mamada lenta al compañero más cercano con la orden de mantenerlo despierto y atento con nuestros labios y lenguas. El problema es que no podíamos hacerles eyacular pues entonces al varón le sobreviene la clásica somnolencia postpolvo.

¿Te puedes imaginar lo absolutamente aburridas que son tres horas de estar chupando a ritmo plomizo? No se puede alternar las pasadas de lengua con las pelotas para no estimular demasiado. No se puede sorber con fuerza ni jugar con el frenillo. No puedes hacer cosquillas en la punta de la polla con la lengua. Ni siquiera puedes mirar a los ojos a quien se la estás chupando porque entre medias tenía el puñetero tablero de la mesa. Tampoco puedes masajearle el nabo entre las tetas y sacar un poco de placer desde los pezones. Y para colmo, todas con las manos a la espalda sin separarlas ni poder masturbarse. Cuando hemos acabado la mayoría estábamos arrodilladas sobre un charco de nuestros propios fluidos vaginales y con las piernas llenas de calambres. Entiendo que es un buen entrenamiento por si nos ubican en un glory hole pero para nosotras ha sido una tortura. A los cuarenta minutos han empezado a dolerme las mandíbulas por tenerlas tanto rato abiertas y a la hora me he dado cuenta que estaba babeando demasiado y que si seguía asi iba a acabar deshidratada. A algunas de nosotras que no hemos dado la talla nos han puesto unos fórceps en la boca para mantenerlas abiertas y poder continuar con nuestra tarea, pero más de una ha acabado entre lágrimas. Menos mal que mi amiga del alma Mari y yo hemos aguantado como campeonas. Eso sí, tengo que reconocer que he acabado conociendo la polla de Frank Von Ekhmet mejor que la palma de mi mano. Sería capaz de dibujar con una precisión milimétrica cada vena, cada pliegue de la piel y cada curva del glande. Al menos cuando ha terminado el profesor y su inacabable perorata han permitido correrse a los chicos. Caray, Frank lo ha hecho con tanta fuerza que casi me ha salido su semen por la nariz. Se nota que es lunes porque no ha debido eyacular durante el fin de semana y aquello estaba bien espeso y sabroso. Llevo una semana de clase y ya me estoy convirtiendo en una gourmet del semen; a veces me asusto de lo puta que me estoy volviendo y eso que estoy solo al principio. Cuando haya terminado la transición de mi dieta diaria de alimento sólido a pasta alimenticia y semen esto va a ser la bomba.

Por cierto, en confidencia te lo digo: los chicos de nuestra clase son una panda de críos. Cuando cogen una costumbre no la sueltan ni a bofetadas. Han decidido que es divertidísimo correrse en las coletas de Mari y que es aún más divertido dejarnos a ambas con las gafas pringadas de semen y ver como las limpiamos con la lengua. No pongo en duda que vernos rebañar una corrida sea sensual (¡que ambas estamos la mar de mazizas!) pero lo de las coletas es un asco. Mari está pensando en cortarse el pelo para acabar con toda esa tontería pero a mí me daría mucha pena porque con ellas está encantadora. Esa carita de niña buena y ese cuerpo de escándalo incita a usarla de manera dura y ruda, que es precisamente como más les gusta. Estoy por pedir a un par de compañeros que la próxima vez se corran en mi trenza a ver si así la dejan en paz a ella.

Pero te contaba que había salido de clase cabreada y no ha sido por las tres horas de mamada. ¡Ha sido por todo lo que he escuchado de la clase entre mis sonidos de succión y los bufidos que soltaba Frank! El currículo escolar de este año, al menos en lo que respecta a historia, está fatal. Pasa por los siglos a toda velocidad, apenas picotea en los acontecimientos importantes y obvia totalmente cualquier tipo de explicación por contexto. Entiendo que yo soy una friki de la historia y siempre voy a querer más (pues más o menos como me pasa con el sexo), pero esto es inadmisible a estas alturas del siglo XXI. Es imposible explicar la revuelta de la Alianza de Naciones en 1470 sin haber explicado antes los descontentos por la ambiciosa política expansionista imperial de cuarenta años antes. No se entiende que en 1610 se aprobase el Acta de la Tabula Rasa que decretaba la extinción de las clases nobles y mandaba al olvido a todos esos barones, marqueses, duques y señores del Imperio sin conocer previamente el impacto social que tuvo entre el pueblo llano el descubrimiento y publicación de la autobiografía de la famosa (o infame) aristócrata Rufina Von Windaria y su descarnada confesión bajo el látigo sobre los desmanes de la nobleza. Por no hablar de lo influyente de dicha obra no solo por su importancia política sino también por sus virtudes literarias, probablemente la recopilación de textos más influyentes sobre el descubrimiento del masoquismo tal y como lo entendemos hoy en día. Lo que más me cabrea es que seguramente luego en Economía nos detallarán con todo lujo de detalles macroeconómicos todos los apartados sobre la manera en la que el libre mercado no se colapsa teniendo en cuenta que el 50% de la población a nivel mundial trabaja gratis chupando pollas o abriéndose de piernas. Es una lástima que una sociedad tan práctica como la nuestra haya desterrado casi todas las muestras de romanticismo.

Por cierto, hablando de romanticismo, a la hora de la comida y mientras esperaba que me sirviesen el rancho Frank ha venido a darme las gracias por darle la mejor mamada que ha tenido en su vida. Me ha asegurado que durante la última hora sus apuntes han consistido en garabatos ininteligibles. Qué chico tan mono, me he puesto como un tomate. Ojalá todos sus compañeros hiciesen como él y se duchasen y rasurasen todos los días. No te puedes imaginar lo que nos facilita la vida a la hora de pasar la lengua por ahí. Me gustan las pollas, pero me gustan mucho más las pollas limpias. Pero olvidemos el decepcionante currículo de historia y vayamos a lo interesante. Después de clase Mari y yo hemos decidido darnos una vuelta por los distintos clubes estudiantiles para ver si alguno nos motivaba a apuntarnos. Estas asociaciones tienen un edificio propio más pequeño que el de la propia escuela Santa Margarita, algo casi obligatorio porque obviamente la gente sale de ellos bastante más tarde que de clase. Ha sido una visita bastante instructiva y que voy a contarte en todo detalle.

El primer club por el que nos hemos pasado era la Asociación de Amigos de los Animales. Cuando hemos llegado nos ha recibido un fornido alumno de tercero ataviado con un mono de trabajo que nos ha dado la bienvenida y nos ha enseñado las instalaciones y explicado las actividades del club. El alumno nos ha descrito como los integrantes del club celebran los animales y el retorno a unos instintos más básicos que los acercan a la naturaleza. Mientras nos hablaba hemos podido ver como iban ataviando a una chica con toda una panoplia de arneses, bocados y riendas para convertirla en una clasica ponygirl. En la habitación de al lado se escuchaban toda clase de gritos y exclamaciones. Nos hemos asomado las dos un momento y hemos podido ver a un tipo con una máscara que simulaba la cabeza de un gallo sodomizando con gran energía a una chica a la que habían puesto orejas y cola de conejita. Con toda educación hemos comentado que nos lo teníamos que pensar antes de entrar en el club, hemos salido, ambas hemos dicho simultáneamente “panda de furros” y nos hemos muerto de la risa. Obviamente no era nuestro sitio así que nos hemos largado a toda prisa.

El segundo club era más interesante a priori y era el club de natación. Obviamente se situaba en la planta baja y sus instalaciones se organizaban en torno a una gran piscina olímpica. He de decir que la primera impresión ha sido magnífica porque nos han recibido dos esbeltos alumnos de segundo con unos cuerpos que quitaban el hipo. Madre mía, sobre esos abdominales podría rallar queso para la cena, saltaba a la vista que esos dos bombones habían cincelado sus físicos mediante incontables horas de ejercicio en el agua. Muy amablemente nos indicaron que todos los integrantes del club de natación eran unos entusiastas del culturismo acuático y equilibraban sus prácticas deportivas con sus prácticas sexuales de manera de que ambas se complementaban armoniosamente y les permitían disfrutar más de ambas. Tuvimos la oportunidad de ver un entrenamiento en vivo intenso y espectacular de natación sincronizada entre varias parejas. Ellos vestían microbañadores de competición que dejaban muy poco a la imaginación y ellas disfrutaban de una mayor variedad entre las que destacaban los trajes de baño en forma de V para un fácil acceso tanto a las tetas como a los coños y otras con bikinis tan escuetos que parecían hechos con hilo de pescar. Incluso me llamó la atención una chica bastante bajita y de poco pecho que había optado por una especie de bañador casi de una pieza pero con oportunos agujeros tanto a la altura de los senos como en la parte inferior. Parecía una muñequita con ese bañador y probablemente esa era la impresión que quería provocar entre los aficionados a las edades más tempranas. Después de media hora de intenso entrenamiento el profesor a cargo señaló el fin del ejercicio y después de un descanso regado con bebidas isotónicas decidieron que tras el esfuerzo tocada divertirse y no tardaron en enzarzarse en una animada orgía fuera del agua donde lo más curioso era que no se respetaban las parejas sino que se iban mezclando alegremente. Me llamó mucho la atención ver como una de las chicas era penetrada por todos sus agujeros con gran vigor mientras al lado dos compañeras se entretenían en un animado 69 para ir calentando para cuando les tocase su turno triple de pollas. La verdad es que nos causaron muy buena impresión pero después de reflexionarlo pensamos que quizás nos iba a exigir demasiado esfuerzo físico diario. Caramba, si nos íbamos a pasar de 8:30 a 16 en entrenamiento sexual y follando con los compañeros de clase y después otras dos horas de natación y más sexo cuando llegásemos a casa no íbamos a poder movernos del cansancio. Aunque claro, después de ver a esos espectaculares maromos Mari y yo empezamos a imaginarnos la posibilidad de disfrutarlos de tres en tres y la humedad de nuestros coños era más que palpable. Tuvimos que gastar un par de pañuelos de papel cada una para no ir pringando antes de visitar el siguiente club. Si lo llegamos a saber nos lo habríamos ahorrado.

El siguiente club era el de Puericultura y pensamos que sería un club más enfocado al cuidado de los niños y como introducirlos correctamente en la cultura zolstiana. Craso error, nos recibió una alumna de tercero bendecida con unas tetas gigantescas que nos ha hecho pasar a lo que parecía el interior de una guardería. Ha empezado a explicarnos que en aquel club se practicaba el cuidado infantil para convertirse en correctas madres del Imperio. Pero nosotras nos hemos quedado heladas cuando vimos en la alfombra central a otras dos chicas sentadas sobre sus talones dando el pecho a dos inmensos alumnos de tercero ataviados con pañal, babero y chupete. Inventamos una excusa cualquiera y salimos de allí pitando. No tengo demasiada experiencia como esclava pero tengo claro que esa es una de las cosas que no me gustaría hacer.

Nos quedaba por visitar el otro club deportivo establecido que era el de rugby y que gozaba de gran prestigio en la escuela. El manager nos recibió con una sonrisa encantadora y nos llevó al terreno de juego mientra nos explicaba todo. Nos comentó que en realidad ese club eran dos en uno: el equipo de rugby que competía a nivel nacional con otros famosas escuelas (¡incluida la elitista Escuela Imperial!) y el equipo de animadoras que se encargaba de motivar tanto al equipo como a los hinchas con sus bailes y coreografías. Por supuesto, esa motivación se extendía una vez finalizado el partido y era tradicional que el equipo viese recompensados sus esfuerzos con toda clase de atenciones sexuales por parte de las animadoras. Además, nos destacó, había una regla por la que siempre había una animadora por cada tres jugadores de tal manera que el sexo siempre era múltiple y las animadoras terminaban desarrollando una capacidad de aguante, visión espacial y capacidad de atender a múltiples machos mucho más desarrollada que una esclava normal. La competencia entre ellas era fuerte pues al haber un número tan limitado de plazas el proceso de selección era bastante duro… en todos los sentidos. Yo me quedé impresionada al ver a aquellos mozos pasándose la pelota, todos dotados de un físico más que envidiable. Si los integrantes del club de natación eran esbeltos apolos, los del equipo de rugby eran auténticos armarios con las puertas abiertas de anchísimos hombros y torsos como rocas. Por un momento me imaginé entre dos de esos tipos y pensé que me acabarían espachurrando por pura fuerza. Para mi sorpresa, Mari estaba con la boca abierta y chorreando como una fuente por sus bajos. Era evidente que estaba deseando tramitar su inscripción en el proceso de selección de animadoras. Cuando dejamos las instalaciones deportivas en dirección a la salida del instituto Mari me confesó que efectivamente iba a intentar entrar en el equipo de animadoras y yo entre risas le dije que saltaba a la vista con lo cachonda que iba y que no se girase muy rápido porque estaba tan erecta que me iba a sacar un ojo con el pezón. Me alegro sinceramente por ella, siempre le han gustado los chicos tirando a brutos pero es algo cortada a la hora de expresar sus sentimientos y aquí iba a tener fornidos machos en abundancia que la usarían sin contemplaciones. Deseo sinceramente que la admitan porque allí dará lo mejor de sí misma.

Estábamos bordeando el edificio principal cuando hemos visto a una alumna de tercero que iba cargada con un montón de cajas y apenas podía con ellas. De esto nos hemos dado cuenta cuando hemos ido a ayudarla y detrás de ese montón de cajas hemos visto a una estupenda belleza serena con el pelo castaño, unas pestañas larguísimas y sus preciosos piercings en pezones y clítoris que relucían con el sol de la tarde. Nos ha dado las gracias varias veces por ayudarla con las cajas y la hemos acompañado hasta una puerta situada en un recodo bastante discreto de la parte de atrás del edificio. Una vez allí se me ocurrió preguntarle si aquello era un almacén o algo parecido y me comentó que no, que aquello era la sede del club de sadomasoquismo o S&M, Al ser un club algo más restrictivo les habían dado unas instalaciones en el sótano de la escuela, algo que le venía que ni pintado a la propia naturaleza del club. Inmediatamente he sentido curiosidad y ha debido ser bastante evidente porque Mari me ha dado un cachete en el culo, ha dicho que se marchaba y nos ha dejado solas a las dos para que pudiese preguntar a gusto. Mentiría si dijese que no ha sido la conversación más interesante en todo lo que llevo de curso así que voy a tratar de transcribirla entera.

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¿Como es que no estás abiertos aún cuando llevamos dos semanas de clase? El resto de los clubes llevan activos una semana. - Pregunté al darme cuenta que allí no había nadie y todas las luces estaban apagadas.

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Se necesita un poco de tiempo para arrancar, este club es un poco distinto a los demás. Aceptamos a chicas de los tres años pero los amos siempre son chicos de tercer año y además los que cursan la carrera académica más brillante. Casi todo lo que se hace aquí es de muy alto nivel técnico y no puede permitirse ningún tipo de error. Cada esclava será seleccionada por un consejo de amos para asignarla a un amo en concreto y se quedará en su custodia todo el curso por lo que ambos van a compartir una relación bastante estrecha durante esos meses. El mínimo de horas de prácticas nos da un poco igual, la directora sabe que llegamos de sobras porque una vez en funcionamiento el club también funciona en fines de semana, festivos y vacaciones.

Me estaba picando tanto la curiosidad como mi clítoris (¡botón del placer! a ver si aprendo a escribirlo bien de una vez!) así que seguí preguntando:

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¿y qué hacéis aquí? ¿ponen a las chicas en fila con el culo en pompa y las azotan por turnos?

Se rió con ganas. Aquella chica cada vez me caía mejor.

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No exactamente. Aquí se hace lo que el amo te diga, simplemente. Él sabe mejor que tú lo que conviene a tu educación en cada momento. Por ejemplo, cuando estaba en primero me tocó un amo que estaba de intercambio, provenía de las provincias del Este. Era muy, muy, muy buenos con las agujas. Al poco de empezar decidió que mi transición de comida sólida a pasta alimenticia estaba siendo muy lenta por lo que me puso boca abajo sobre una mesa y pasó las siguientes dos horas cubriendo toda mi espalda y columna vertebral con agujas de acupuntura. Cuando terminó, apretó un poco una aguja cercana a mi nuca y empecé a sufrir unos espasmos como jamás había sentido. Perdí por completo el control de mis esfínteres, me cagué y me meé encima los dioses saben cuantas veces y estuve a punto de tener un prolapso rectal. Cuando se aseguró de que ya no quedaba nada en mi interior me quitó las agujas con delicadeza, me dijo que había sido una buena chica y que me esperaba al dia siguiente bien duchada. No se me olvidará en la vida.

  • ¿Y eso te pasó durante el primer mes? ¿No pensaste en dejarlo?

  • Llevo aquí dos años seguidos, estaré el tercero y probablemente sea lo que más voy a echar de menos de mi etapa de estudiante. No sé si a finales de año alguien me comprará o me iré a ejercer a algún burdel pero sí te puedo decir que las chicas que han pasado por este club son siempre las más valoradas y cotizadas de cada promoción. Piensa en esto como un máster que se estudia a la vez.

  • ¿Y crees que yo podría encajar aquí?

  • Depende. La esclavitud es entrega. Las mujeres zolstianas nos entregamos a los hombres por muchas razones: por amor, por empatia, por responsabilidad, por patriotismo, por lujuria… Cada una escoge la razón por la que se abre de piernas, pero el hecho es que todas debemos abrirnos de piernas porque es lo que dicta nuestra cultura y nuestra ley. Aquí nosotras desarrollamos una entrega muy distinta. Nosotras hallamos placer en el hecho de obedecer, en poner nuestros cuerpos y voluntades al servicio del placer de otros despreciando nuestra propia voluntad o personalidad. Si vienes buscando correrte como una loca mientras tres tipos te penetran por todos tus agujeros probablemente no dures mucho. Pero puede que aquí aprendas a correrte con el acto de chuparle el dedo pulgar del pie a tu amo.

  • Pues me has convencido, voy a inscribirme y espero que me acepten. Me has sido de muchísima ayuda, en serio. ¿Quieres que te coma un poco el coño en agradecimiento? Se me da bastante bien.

  • Ella me sonrió con tristeza. - Lo siento, pero estoy en abstinencia por orden del amo. Nada de orgasmos ni acercarse siquiera al coño.

Me quedé boquiabierta. Los currículos de tercero eran durísmos, tenía que estar pasando las de Caín. - ¿En serio llevas casi dos semanas sin correrte? ¿Y te siguen echando los estimulantes en la comida como a todas? - Ahí es cuando me soltó la bomba.

  • En realidad un amo cesa de ejercer cuando acaba el curso escolar y cede su esclava a otro entrante. Llevo en abstinencia más de tres meses, desde principios de Junio. Creo que el día en el que mi amo me permita correrme voy a desmayarme una semana entera. Esta es la entrega que se me exige en estos momentos y la acepto con humildad y perseverancia.

No me lo podía creer. Aquello iba tan en serio que daba escalofríos y a la vez podía notar como mi botón de placer me estaba urgiendo a empezar a masturbarme de manera salvaje con el vibrador más grande que pudiese encontrar. La mansa aceptación de aquella chica me ponía a míl. Quería ser como ella. Quería sentir lo que ella sentía. Y apenas era una muestra de lo que me iba a encontrar. Tuve que tragar saliva dos veces para lograr articular algo inteligible.

  • ¿De verdad no puedo hacer nada por tí? Me has ayudado un montón y no sé qué demonios guardan esas cajas porque pesaban como ladrillos.

  • Son los nuevos collares, ya los verás porque son una auténtica pasada. Estoy pensando que ya que no puedo tocarme el coño sí podrías comerme el culo un rato sin que llegue al orgasmo. Tienes razón en que estoy muy sudada por el esfuerzo.

Y así pasé la siguiente media hora, dando lengüetazos al asterisco más limpio, aseado y delicioso que me he llevado a la boca en mi vida. Me entristeció de verdad no poder hacer que terminase pero quedamos en que como nos íbamos a estar viendo en el club durante todo el curso en cuanto el amo le levantase la abstinencia nos íbamos a poner muy pero que muy íntimas. Como ya podrás intuir, parece que ya he encontrado mi sitio entre los clubes. Ya te iré contando, ahora tengo que bajar a cenar. Creo que de cena tenemos macarrones, pero debido al cambio de dieta últimamente la comida sólida apenas me sabe a nada. Me parece que a partir de mañana voy a empezar a compartir con mamá su puesto debajo de la mesa y entre las piernas de papá.