Diarios de un corazón desbaratado (Pensando en tí)

Sin darme cuenta ya estaba boca arriba, mirando al techo y masturbándome – “Luna eres un vicio” pensé… mientras me sonreí a mi misma, y si me hubiera visto seguro hubiera notado la sonrisa más lujuriosa que pude haber dado.

" Cielos otro día…"

Oh sí, otro día pero con una gran sonrisa en los labios y un dolor casi imperceptible en mi entrepierna, me moví un poco en la cama abrazando a una almohada en la típica posición fetal que desde niña eh adoptado.

Todas las imágenes del día anterior se me volvían a la mente… cuando entre a su casa, molestándonos mientras estábamos en el sillón, las cosas de su cuarto… recuerdo que me gusto mucho su reproductor de música, una pequeña pirámide triangular que cambiaba de color con cada canción siguiendo el ritmo, o eso me había dicho Ángel; nosotros jugando a corre que te agarro, en cómo pudo alcanzarme y la forma en la que no pude zafarme de él, sus brazos sobre mí, su respirar en mi cuello… aquello era como ir al cielo sin tener que pasar por nada más.

En el sillón, yo sobre aquél chico que tanto morbo me provocaba, desnudándome, dándonos placer el uno al otro y el acto tan deseado por ambos

" Hicimos el amor " – me dije a mi misma, y no lo creía. La primera vez… mi primera vez, ni en mis más locos sueños imaginé algo como eso, wow, qué sorprendida estaba de mí misma.

Luego recordé lo sucedido en su baño, el sólo recordarlo me provocaba un sinfín de cosquillas en mi vagina, sus dedos tan suaves y delicados sobre mis labios….

" hmmm " – sin darme cuenta ya estaba boca arriba, mirando al techo y masturbándome – " Luna eres un vicio " pensé… mientras me sonreí a mi misma, y si me hubiera visto seguro hubiera notado la sonrisa más lujuriosa que pude haber dado. " Bueno pues a lo que vamos… "

Me levante de la cama, y puse seguro a mi puerta, aún era muy temprano para que alguien en la casa estuviera despierto así que tenía que ser muy silenciosa, el sol aún no salía, pero aún así cerré las cortinas de mi ventana, no soy una fanática de la luz que digamos así que también apague la pequeña luz que tenía encendida en uno de mis buros, y luego me puse frente a la cama.

Poco a poco mis ojos se fueron cerrando, imaginando que Ángel estaba sentado frente a mí. Yo vestida apenas con una blusita semitransparente, sin bra y unos pequeños bóxers negros de material sedoso y brilloso, que se pegaba muy bien a mi piel.

Aún así, con los ojos cerrados lo imaginé a él, también en bóxers mirándome con lujuria… con la misma lujuria que había visto en sus ojos el día anterior.

Comencé a moverme lentamente, mis caderas iban de un lado a otro contoneándose en un movimiento suave, mis manos recorrían mis muslos subiendo delicadamente por mi vientre, una de ellas se poso en mi cintura y la otra fue a parar a mis labios, mis labios mayores que se notaban a través de la ligera tela… recorrí con mi dedo anular a ese pequeño camino al placer, y un suspiro salió de mis labios.

Comenzaba a sentir como la prenda se humedecía adhiriéndose más y más a mi piel tostada.

Mis manos siguieron su camino acariciando con sutileza mi torso, subiendo luego al voluptuoso contorno de mis senos, que con ambas manos comencé a estrujarlos, sin tocar los pezones, tan sólo acariciándolos mientras mis caderas seguían su movimiento

Mi mente no dejaba de imaginar el cuerpo de Ángel y su rostro frente a mí, pero lo que más imaginaba era su pene, ese miembro que seguramente estaría erecto al verme moverme de esa manera… me daba cuenta de cuanto deseaba tenerlo ahí y que me poseyera.

Delicadamente fui acercándome a aquellos pequeños pezones cafesitos, que ya apuntaban hacía mi Ángel imaginario… los pellizque ambos de una vez y tire de ellos suavemente

" Hhmmm "

Aunque delgada era la tela, preferí despojarme de aquella prenda, baje mis manos y suavemente fui subiendo aquella tela que poco a poco desnudaba mi piel… mi estómago, mis costillas, el principio de mis senos y su liberación fue como un pequeño rebote

Volví a sentirlos, ahora su calidez era embriagadora, seguramente estaban brillando, mi piel se humedecía al igual que mi vagina; acerque lentamente uno de mis senos a mi boca y lo lamí delicadamente, no lograba alcanzar el pezón pero aún así el roce era magnífico

Aleje mis manos de mis senos para seguir el camino descendiendo, ellas se movían delicadamente entorno a mi piel hasta llegar al filo de los bóxers, jugué con ellos un rato sin dejar de mover las caderas, puse un pie frente al otro y di una ligera vuelta quedando de espaldas a la cama.

Mis piernas quedaron rectas mientras mi rostro giraba levemente como si viera a la cama… como si mi amante estuviera ahí.

Incline un poco el torso presumiendo mis glúteos, haciendo un movimiento en el que llegaba al piso y luego me levantaba sensualmente; lo había visto en muchas pelis así que debería funcionar, o al menos para mí funcionaba

Poco a poco deslice mi ropa interior de la misma forma, inclinándome y votándolas por ahí con mis tobillos, mientras me agachaba completamente manteniendo mis piernas enderezadas

" Tegusta Ángel?... te gusta esta rajita apenas desvirgada por ti " – para esto mis dedos ya se entretenían abriendo mis labios mostrándole más y más aquella vagina rosadita y húmeda, deslizando uno de ellos a mi interior – " hmmmmm"

Me mordí el labio inferior y lentamente volví a levantarme y a girar de nuevo, camine lento y sensual a la orilla de la cama y en cuanto la sentí me subí a ella… me tumbe boca abajo para luego dar un giro y quedar con las piernas abiertas boca arriba.

Mi vagina y mis manos parecían un imán, apenas y me acomode mis manos buscaron a ese pequeño botoncito que resaltaba ante todo, tan pequeño, tan rosado y tanto placer que podía provocar.

Las yemas de mis dedos comenzaron a hacer suaves círculos entorno a él, mientras que con mi otra mano apretaba más y más mis duros pezones lubricados por mi saliva.

El masaje duro apenas unos segundos, puesto que mi cuerpo y mi mente me pedían más. Quería acabar de una buena vez.

Mis dedos se deslizaron de manera descendiente, hasta encontrar mi pequeña entrada. La acaricié e hice un poco de presión sobre ella pero sin penetrarla aún, subía y bajaba a mí clítoris y vagina lentamente…. " hmmmm "- mis caderas se levantaban buscando la fricción de mis manos, y de un solo empujón dos de mis dedos entraron en mí

" AAAaah " – mordí mis labios para evitar que ese gemido saliera, y comencé con un vaivén de movimientos.

Mis dedos entraban con mucha facilidad a mi pequeña cueva ardiente por deseo y por más carne que la rellenara. Sentía las contracciones que provocaba sobre mis dedos, baje la mano que jugaba con mis pezones y con ella empecé a frotarme el clítoris.

"Aaaahmmmmm"

El roce de ambas manos era mejor que solo una, por lo que comencé a masturbarme frenéticamente. Mis dedos se deslizaban rápido y fuerte entrando y saliendo de mi vagina, frotaba mi clítoris lo más rápido que podía, mientras mi espalda se arqueaba y apenas podía acallar mis gemidos.

Abrí mis piernas lo más que pude e imagine que eran las manos de Ángel las que provocaban ese placer en mí, nada más imaginar su rostro lujurioso sobre mí hizo que mis movimientos se acelerarán aún más y que mi cuerpo se arquera explotando en placer

"AAAARRRGGGGGGHHHHH"

Mis piernas se cerraron cómo tratando de atrapar mis manos, mientras hacía los últimos movimientos entrando en mi vagina, que se contraía una y otra vez por el orgasmo que acaba de pasar, sentía a mi pequeño clítoris palpitar sobre mis dedos que poco a poco fueron saliendo de mi interior. Un hilillo de saliva resbalo de mis labios y fue a dar a mis sabanas

Había sido una venida maravillosa… mis flujos resbalaban por mi vagina empapando a mi agujerito prohibido, y mi cuerpo aún se contorsionaba por los espasmos sufridos… estaba muy agotada, sudorosa, pero muy satisfecha.

Mis dedos estaban muy húmedos, y por pura curiosidad los acerque a mi rostro, sentí el olor a sexo femenino " mmmmm ", no me dejaran mentir que es embriagador, no me pude resistir y pase mi lengua probando aquél néctar que mi propio cuerpo emanaba.

El sabor era extraño, pero para nada feo, entre agridulce y ácido… me gusto y terminé por limpiar bien mis deditos. Mi lengua se colaba por todos lados lamiendo, hasta que no quedo más.

Aún era temprano y con lo agotada que estaba decidí dormir de nuevo.

Tome la sábana enrollada a un lado de mí y cubrí un poco mi cuerpo abrazando una almohada de nuevo.

"Algún día tendré que contarte esto mi Ángel" – mis ojos se cerraron y caí en un profundo sueño de nuevo.