Diario (Parte I)
Hoy empiezo este diario, mi psicóloga me dijo que escribiendo lo que me pasa en el día a día podría ir superando la muerte de mis padres. Hoy hace tres meses desde que un mal nacido tuvo la gran idea de coger el coche mientras iba bebido, murieron en el acto.
Hoy empiezo este diario, mi psicóloga me dijo que escribiendo lo que me pasa en el día a día podría ir superando la muerte de mis padres. Hoy hace tres meses desde que un mal nacido tuvo la gran idea de coger el coche mientras iba bebido, murieron en el acto. La noticia me dejó devastado, era un muerto viviente, no comía, no hablaba, no dormía… sólo quería volver a abrazarlos, que mi madre me diera el beso de buenas noches o ver un partido de fútbol con mi padre a la vez que insultábamos al árbitro. A veces salíamos a cenar juntos y volvíamos a las tantas y cansados, bailábamos, hacíamos de todo juntos y lo más importante lo hacíamos en familia y con amor. Fue el momento más duro de mi vida, quizás estos meses han sido los más duros de mi vida. Con sólo dieciséis años quedarte sólo es hablando en plata, una grandísima putada.
Pero prefiero no hablar de todo eso, me pondré un poco moña y terminaré llorando mis penas como un borracho le llora al camarero que le sirve su décima copa de anís del mono. Ahora estoy viviendo con mis tíos, mi tía Carmen y mi tío Jacinto, mi tío Jacinto se casó no hace más de dos años con ella. Con ellos vive mi primo Fernando y mi prima, aunque no de sangre, Nerea, ella es de mi edad y mi primo Fernando tiene catorce. Este último es del anterior matrimonio de mi tío, su primera mujer que le puso los cuernos con su mejor amigo y los pilló en el acto. La verdad es que está muy buena y yo también me la habría tirado si fuera sido posible, me gustan las mujeres y si tengo la oportunidad no la desaprovecho.
Creo que debería de presentarme antes de seguir contándote mi día a día, me llamo Lucas o Luqui cómo decía mi madre, no soy ningún guaperas ni nada por el estilo, creo que soy del montón tirando para abajo. Mi madre decía que con una mirada mía tendría a la mujer que quisiera, nunca la he creído pero lo que sí es verdad es que me acuesto con chicas que sin duda no están a mi alcance. En el terreno del sexo a pesar de mi corta edad tengo un largo trecho recorrido, mi primera vez fue con tan sólo catorce años con una amiga del colegio y desde ese día seguí mojando con la que se me pusiera a tiro. Nunca he tenido quejas de ninguna chica incluso siempre querían repetir, que quede claro una cosa desde el principio, jamás he dado yo el primer paso, jamás, siempre han sido ellas las que se tiraban encima de mí para gozar, puede que sea un poco tímido pero una vez que me pongo al tajo me olvido de todo y sólo quiero hacer gozar a mi compañera.
Nunca he sido popular en el colegio, nunca he sido de tener muchos amigos a mi alrededor, casi siempre estaba rodeado de arboles y de algún libro que me alejara del mundo y me envolviera en una historia en la que disfrutara cada palabra. Incluso me llamaban el rarito, o el friki… si supieran que me había follado a todas sus hermanas, qué ilusos. De cara a la galería era un pringado, me tomaban por virgen o gay, vete tú a saber lo que dirían de mi por la espalda. Las chicas con las que me acostaba hacían como que no me conocían pero siempre volvía para que disfrutáramos otra vez de una buena sesión de sexo, incluso hacía algún trío con una de sus amigas. A veces pienso que en esa parte de mi vida soy demasiado afortunado y que Dios me ha tocado con una barita mágica o algo por el estilo, pero poniendo todo el camino recorrido en el sexo y en el otro lado de la abalanza a mis padres, sin duda alguna sería virgen hasta los cuarenta si fuera necesario para que estuviesen vivos y junto a mí.
El tiempo que llevo en el piso de mis tíos, que pedazo de piso todo un lujo no es más grande porque no puede serlo, me han tratado bien, mejor que bien, me han tratado he sentido en la gloria. A parte de que mi tía y mi prima son unas bellezas que se la levantaban hasta a Tutankamon, las dos son morenitas y de pelo ondulado, claritas de piel y ojos pardos preciosos. Desde que las conocí siempre me he llevado bien con ellas, con mi prima no tanto si no más bien teníamos una relación cordial, éramos respetuosos el uno con el otro y no había ningún problema. Con mi primo Fernando todo perfecto, lo conozco de toda la vida no es lo mismo que con Nerea, a ella ya la conocí grandecita y no tenemos esa conexión como la tengo con Jacinto. Con Jacinto casi siempre jugábamos a la play o nos echábamos un fulbito en la plaza del pueblo en vacaciones, siempre nos hemos llevado bien incluso el me contaba cómo le iba con las chicas que le gustaban.
Volviendo a mis tíos, tía Carmen era de familia pudiente eso sí, mi en lo referido al dinero estaba más que satisfecho, tiene su carrera y trabaja en una gran empresa que mira por donde el dueño de dicha empresa es el padre de Carmen. No es un enchufado ni nada por el estilo, el trabaja ahí desde hace más de diez años, justo es que él y mi tía se conocieron e intimaron contándose las infidelidades de sus respectivas parejas. La familia de tía Carmen vive en un pequeño pueblo cerca de la capital, todos los veranos van juntos a ese pueblo y por ser yo también de la familia, dijo mi tía que por narices yo iba y se acabó. Así que desde este pueblo en las afueras de la capital estoy escribiendo mis primeras palabras.
Lunes:
Hoy me he levantado de buen humor al ver el sol entrar por las rendijas de la persiana y el sonido del ventilador llenando mis oídos, he dormido regular, hace mucho calor y me tuve que levantar muchas veces para beber agua y salpicarme un poco de agua sobre mi torso desnudo. Creo que este pueblo me hace bien, se respira paz y la gente a primera vista parece muy amable y acogedora, te saludan sin ni siquiera saber tu nombre, eso en la capital no pasaría ni de lejos. Me siento un poco raro contando todo lo que me pasa en este diario, nunca he sido muy abierto y he hablado de mis problemas con nadie, a veces mi madre se ponía pesada y me hacía hablar con su tercer grado.
Abría las persianas y por mi nariz entró el olor a campo, estiré mis músculos y me dirigí al baño, en el camino me encontré con tía Carmen. Como siempre me dio un abrazo junto con un besazo de los que me encantan y me preguntó que tal había dormido, perfecto, le contesté con una sonrisa en mi cara que creo es la primera sonrisa verdadera que expreso desde aquel fatídico día. Me levanté con el pie derecho, me metí en la ducha para darme una ducha con agua fresquita para despertarme y quedarme fresquito por lo menos durante un ratito. Al salir me tropecé con mi prima justo cuando ella hacia su entrada al baño, estaba sin camiseta y pude ver como se quedó más de lo necesario viendo mi pectorales marcados al desnudo. No le hice mucha caso a ese momento y me olvide en segundos, bajé las escaleras y desayuné junto con mi tía mientras hablamos por un rato sobres varias cosas, nada interesante para escribir aquí.
Cuándo bajaron mis primos les saludé nuevamente a Nerea y por vez primera a Fer, tío Jacinto no estaba en casa, estaba según me contó tía Carmen, pescando en el río que hay cerca del bosque. Fer me invitó a acompañarle a la piscina municipal, cosa que denegué por ir a dar un paseo y conocer el pueblo, mi tía estaba alegre por ver como intentaba salir de casa y despejar mis ideas. Nerea estaba con el móvil, whatsapp, parece que su mejor amiga llegaba esta mañana y estaba loca de contenta, me alegré por ella pero no por mí. Su mejor amiga se llama Laura, es un bombón por lo que recuerdo de hace un año cuándo la conocí, me hizo una gran putada pero fue mi culpa. Me volví loco por ella, bueno me enamoré tanto como se puede estar enamorado con quince años de edad, era guapa, amable, chispeante ( cómo decía la máscara) y claro me encoñé de la chica y ella que me daba para enamorarme. Bueno al fin me enteré y sólo era una broma, pero que broma, me jodió muchísimo su ‘’bromita’’ o mejor dicho PUTADÓN. Se rió en mi cara pero en una semana me olvidé de ella, en realidad seguramente sólo quería metérsela y punto.
Cuando terminé de desayunar cogí mi Ipod y me puse a investigar el pueblo en el que pasaré unos días. Acompañé a mi primo a la piscina y de ahí me fui para el río, lo mismo hasta veía a mi tío, casi todos los caminos eran de tierra y cemento muy pocos de asfalto. Muchos árboles y olivos, sobre todo olivos, flores, incluso vi una ardilla que me miraba con cara de pocos amigos. Al ritmo de la canción de Usher – More, me adentré en el bosque esperando ver algo especial, o interesante… Por especial e interesante me refería a un animal extraño o algo por el estilo, no encontrarme a una pareja dale que te pego. Me quedé sorprendido pero en mi cara se dibujó una sonrisa, no me lo esperaba en absoluto a esa pareja disfrutando tras los arbustos del bosque. Me escondí tras unos matorrales sin hacer ruido, quería ver cómo se divertían aquellos personajes.
Al estar tras esos matorrales pasé desapercibido pero primero contaré lo que paso y que me puso más caliente que el pico de una plancha;
La chica estaba de rodillas sobre un llano de hierba, el chico con sus pantalones hasta los tobillos le agarraba su pelo castaño a la vez que hacía fuerza y acercarse aún más la cabeza de la chica que a simple vista parecía encantada al escuchar sus propias arcadas. Tras un rato en que la chica hizo disfrutar al tipo con el que estaban jugando a la doncella perdida en el bosque, se levantó y se besaron arduamente y el chico le pellizcaba los pezones que los tenía como timbres de castillo. Unos pechos grandísimos en los que el chico pasó la lengua, mordió, succionó a conciencia haciendo que la chica empezase a emitir gemiditos por su dulce boca aún con restos de leche. Se tumbaron a la vez que se besaban, rápido el chico le bajó del todo las braguitas amarillas de la chica y comenzó a pasar su lengua por su sexo, la chica ya estaba entregada a la lengua de su amante y empezó a llegar a su primer orgasmo. Me acerqué un poco más peligrando el pasar desapercibido, el chico no tardó en ponerse duro de nuevo y al estilo misionero empezó a embestir a la chica que ya gritaba como una loca. Si alguien pasara por allí serían descubiertos en el acto. Aquello era una locura, mi polla estaba tiesa y estuve a punto de masturbarme viendo la escena que tenía ante mis ojos, pero al final no lo hice ya que terminaron de jugar y se vistieron para alejarse de aquel llano donde habían disfrutado cono enanos.
Me levanté de aquel matorral y seguí mi camino, llegué al río y no había nadie me pareció un poco extraño. Seguí el camino del río cuesta arriba, media hora después vi algo que me dejo helado, si un pingüino me tocase en ese momento se moría de hipotermia. Escuché jadeos flojos, así que lentamente avancé hasta encontrar de dónde provenían dichas voces, era mi tío que estaba siendo penetrado por otro tío y gozando como cerdos a la orilla del río. De piedra me quedé al ver aquello, mi tío gay? Si es que esto es por investigar el pueblo, seré gilipollas, no podía estar tranquilito en la piscina o en casa. NO! Tenía que investigar lo que no debía y encontrarme con semejante pastelito, me fui lo más rápido posible del lugar, casi corrí como un loco para salir del bosque. Por suerte no me había visto ni nada por el estilo, pero también es verdad que no las tenía todas conmigo, espero y deseo que sea así porque si no valla palo.
Con toda la historia se me había bajado la erección que tenía y no me di cuenta que el Ipod estaba sin batería. Un poco atormentado por qué cara le iba a poner a mi tía cuando llegase a casa, necesitaba refrescarme y tranquilizarme. Me saqué la camiseta que estaba totalmente sudada y me sequé un poco con una toalla que tenía colgada en la percha. Al salir del baño me encontré con mi prima su amiga Laura y otra chica que no conocía de nada, se me quedaron mirando de arriba abajo y era normal llevaba el pantalón corto desabrochado y sin camiseta, todo el calzoncillo se me veía pero por suerte no me lo quité del todo. Laura se notaba un poco como con miedo al verme, creerá que voy a buscar venganza contra ella, ni que fuera una película chavala. Nerea me presentó a su otra amiga, Mercedes se llama, morenita, ojos verdes, bastante guapa, una chica normal pero guapilla. Noté que se quedaba mirándome raro, me mosqueó un poco pero no le presté mayor atención, se fueron casi corriendo cuando terminaron las presentaciones, por dentro reí por la cara que puso Laura al verme…
Eran casi la hora de comer y me tumbé un poco en la cama para hacer tiempo, mi tía vino a mi cuarto y me preguntó que qué tal el paseo, me puso bastante nervioso pero gracias los santos disimulé bastante, creo. Hizo una cosa que me dejó un poco, no sé cómo decirlo, quizás impresionado o como se suele decir con la boca abierta. Se tumbó en mi cama al lado mío y me abrazó mientras posaba su cabeza en mi pecho, acariciaba mi torso que estaba desnudo por el calor que traje después del paseo y también, porque hace un calor de la hostia. Me estaba poniendo bastante a tono con la mano de mi tía pasando por toda mi panza, por suerte no tardó en levantarse y lo que es más importante no se dio cuenta de mi ya abultada erección bajo mis bermudas. Madre mía como me puso… entre la parejita follando, mi tío que me acabo de enterar que le da lo mismo la carne o el pescad y ahora mi tía poniéndome a tono…
Cuando llegó mi tío no sabía si reír o llorar, opté por lo primero y en medio de la comida empecé a reírme como un loco, todos me miraron intrigados por el que de mi risa pero las amigas de mi prima como a un puto loco… y no las culpo lo mío era para encerrarme. Al final se unieron a mi risa y sin saber el por qué de esta, también me fije que la amiga de mi prima Mercedes de miraba mucho, me empezó a mosquear así que la miré y le guiñé el ojo para darle un poco de que pensar. Creo que hasta se ruborizó por mi guiño que nadie se dio cuenta que se lo avía hecho, pero fue aun peor el remedio que la enfermedad y después de mi guiño y recuperarse de mi acción no paró, literalmente, de mirarme mientras se pasaba la lengua por los labios.
Tras almorzar cada uno se fue por su lado, Nerea y sus amigas que al verlas parecían sacadas de alguna película de adolescentes insoportables, Fer con sus amigos, mis tíos a echar la siesta y yo salí y me senté bajo un olivo que había detrás de la casa y comencé a leer un libro que encontré en la biblioteca. Era erótico y me puso malito en cuestión de pasar unas hojas, hacían de todo pero siempre lo relataban con las palabras justas para que no fuera ordinario y sí una obra maestra. El resto de la tarde no pasó nada especial, mi tío salió de nuevo a la taberna del pueblo y yo me quedé con tía Carmen sentados en una hamacas que avía en el trastero guardadas y que limpiemos el polvo que tenía. Hablemos de todo un poco, nada en especial, pero pasé un buen rato estando con ella y por supuesto dándome una alegría y observar cada milímetro de sus piernas y todo su cuerpo. Antes de cenar me dormí un poco y tuve un sueño muy raro, estaba yo en un baño de discoteca, digo discoteca por que se escuchaba música sonar y además estaba muy alta, con una chica entre mis piernas succionando mi pene que estaba a punto de explotar. La chica era preciosa, sólo tenéis que buscar en google; Candice Swanepoel. Era idéntica o a lo mejor estaba soñando con ella, vete tú a saber con las pajas mentales que tenía yo en mi cabeza. Al despertar y abriendo poco a poco mis ojos, vi como mi prima Nerea estaba de pié al lado mío y observaba detenidamente algo en mi cama, no era algo, cuando me levanté y la pillé saliendo ella disparada de mi cuarto pude ver lo que era. Mi polla estaba más dura que una piedra y en plan combate…
Valla días me esperan por delante…
Intercalaré Diario y Harley Davidson, no tengo mucho tiempo por culpa de los exámenes T.T, pero no os preocupéis que la serie sigue.
Saludos!!
Sky! =)