Diario (Parte 2)

Martes:

He vuelto a soñar con la chica rubia, a sido igual que cuando eché la siesta el día de ayer. Estaba sentado sobre un váter y ella me cabalgaba furiosamente gritando pidiendo mas y mas, no se a que se debe este sueño tan repetitivo que me tiene todo el día mas salido que el pico de una mesa. Tuve que levantarme mas de una vez en plena madrugada para refrescarme y beber algún liquido frío, supongo que necesito mojar y cuanto antes mejor. Las mujeres de la casa tampoco ayudan nada de nada a que se me baje esta calentura, sólo saliendo de mi habitación puedo ver un desfile de piernas y escotes al cual mas sugerente y lujurioso. Una de las veces que me levanté para refrescarme oí ruidos en la habitación de mis tíos, estaban dándole al sexo como locos.

Carmen cabalgaba a Jacinto como una loca gritando e insultando a este con palabras tipo; maricón, putero o te gustan las pollas… creo que mi tía sabe sobre los gustos de tío Jacinto. No hay que ser un lumbreras para ver que les gusta hacerlo con otras personas y además se lo cuentan mientras follan como conejos. En un momento dado Carmen se levantó y esposó a Jacinto al cabecero de la cama, abrió un cajón y de el sacó un fusta de color rojo y empezó a pegarle en sus pelotas. No vi que a Jacinto le desagradara al contrario, creo que le encantaba por que pedía que le diera mas fuerte, esto cabreó a Carmen y también ató los pies de tío Jacinto. Volvió al cajón donde había sacado la fusta y esta vez trajo consigo un vibrador de color oscuro bastante grande y grueso, vi babear a Jacinto cuando sus ojos vieron aquel bicho en las manos de su esposa. Empezó a sonar el típico sonido  rrnrnrnrnr del vibrador que hicieron salir aún mas babas de la boca de Jacinto que ya estaba intentando subir su trasero para facilitar la penetración.

Se la metió de una sin anestesia ni nada, menudo grito pegó el salido ese que me asustó cosa buena también hay que decirlo. Carme le puso algo en la boca, una especie de pelota roja que iba atada tras la cabeza de Jacinto, fue una buena idea ya que como siguiera gritando como un loco despertaría a todo el pueblo y alrededores. De nuevo saltó Carmen de la cama y alcanzó una maleta que había debajo de la cama, dicha maleta era de color claro y se abría con unas llaves que buscó de nuevo en el mismo cajón donde sacó sus juguetes. El primer utensilio que saco fue una especie de barita de metal o algo parecido, no lo sé con exactitud pero por lo menos esa fue la impresión que a primera vista me dio. Cuando recién me preguntaba para que cojones quería esa barita no tardé en quedarme muy clarito para que lo iba a utilizar; con el vibrador aún dentro del culo de Jacinto tía Carmen con dos dedos alzó la polla de Jacinto que estaba totalmente extasiado de gusto y empezó a meter (la varita) poco a poco en el agujerito donde sale el pipí o el mismo semen. Sólo de ver aquello me entró un dolor en lo que viene siendo toda la poya que estuve a punto de irme y olvidar aquella estampita. No lo hice, los gestos de gusto de Jacinto me hicieron parar en seco antes de girarme e irme de allí, el muy cabrón estaba encantado con esas locuras que le hacía su mujer.

Carmen empezó a sacar y meter el consolador y a la vez hacia lo mismo con la barita, estuvo unos diez minutos mas o menos y cuando paró volvió al maletín y sacó una pinzas. Esas pinzas no son como las del pelo son mas bien como las de colgar ropa pero mas pequeñas y de una forma mas rara, se las estuvo poniendo una a una en los pezones, boca y pene. Eso fue el no va mas y Jacinto empezó a convulsionar tipo ataque epiléptico. Al sacar Carmen la barita del pene aquello empezó a soltar semen a diestro y siniestro, los gritos ahogados gracias a la bolita que tenía Jacinto en la boca no hizo que se despertara nadie por que era la ostia puta aquello. Por fin terminaron y yo me largué como una bala, hasta se me quitaron las ganas de beber.

Al entrar en la cocina casi empiezo a descojonarme recordando lo de anoche, me contuve por el bien de el secreto que tenían mis tíos y por supuesto por salvar mi vida. No quiero morir siendo tan joven, creo que si se me fuera la lengua moriría en milésimas. Me serví el desayuno y me use a comer, estaba sólo pues todavía nadie se había levantado. Conforme empecé a darle bocados a la tostada de mantequilla empezaron a entrar en la cocina una tras otra, con los respectivos buenos días y el beso de mi tía Carmen que ya era algo normal del día a día. Cuando terminé de desayunar al subir las escaleras me encontré con una de las amigas de mi prima Mercedes para ser mas exactos, se me volvió a quedar mirando mas de la cuenta siempre que estaba en la misma habitación de ella me estudiaba detenidamente de arriba abajo. Me ponía de los nervios su actitud así que yo le miraba a los ojos y siempre se pintaban sus mofletes color rojo y me dejaba de ver tan exageradamente. Si quiere algo pronto vendrá y me lo hará saber, no voy a ir a pedirle explicaciones por su comportamiento, la chica supongo que cuando conoce a alguien nuevo se le quedará así… no?

El resto de la mañana fue normalita, pasee un poco y volví a pasar por el río haber si me encontraba con la parejita pero no hubo suerte.  Tras almorzar todos juntos de nuevo me encerré en mi habitación, no quería ver a nadie y me vino el bajón al acordarme de mis padres. Todavía está muy fresca la herida y con el tiempo empezaré a coger carrerilla y venirme arriba como antes, he mejorado eso está claro ya que antes no paraba de llorar y al verme daba una pena impresionante. Llamaron a la puerta de mi habitación y entró mi tía, como el DIA anterior se echó en mi cama y volvió a acariciarme la panza mientras hablamos de mi estado de ánimo. Me siento muy a gusto al hablar con ella, tal vez tengamos una gran complicidad, siempre me ha caído bien y nuestra relación siempre ha sido mas que buena. Estaba cachondo perdido, no sabía como esconder la polla dura así que a tomar por culo que sea lo que Dios quiera. Puse mi brazo bajo la cabeza de Carmen y ella se acomodo aún mas cerca de mí pasando su pierna encima de mi pierna posándola justo encima de mi pene, me puse nervioso pero la cabrona ni con esas se bajaba. Carmen la tuvo que notar pero no dijo esta boca es mía, al contrario creo que incluso la masajeó un poco con su rodilla y mientras daba besitos en el pecho.

O mi tía es muy cariñosa o yo le pongo, las señales estaban mas que claras o lo mismo es que yo me iba por los cerros de Úbeda y me hacía mis pajas mentales. Por suerte el dolor de huevos me lo pude quitar al salir mi tía de la habitación, menuda paja le dediqué a su salud y a su culito. La cabrona sabe que está buenísima y luce ante todos y todas sus virtudes, que no son pocas, lo malo es que soy adolescente y no se contenerme cuando se me pone una tía tan a tiro. Visto lo visto tiene pinta que en su matrimonio les va lo de acostarse con otras personas, por lo menos con Jacinto es así ya con Carmen no lo tengo claro. La forma de ser que dan al exterior, bueno la que me daban a mi también hasta que vi con mis ojos los espectáculos que me brindó, primero Jacinto con su escena gay y mas tarde la sesión de sádo que por cierto me encantó el hacer de Voyeur por vez primera.

Después de descargar acabé por echar una pedazo de siesta que madre santa lo que pude dormir, fueron casi tres horas en el que mi subcosciente trabajó y volví a soñar con la misma rubia pero esta vez fue un poco mas largo y vi mas claramente la escena. Era el baño de una discoteca como supuse la primera vez que soñé, la chica era un bellezón me estaba haciendo una grandísima y riquísima mamada de campeonato. No tardó mucho y se subió encima comenzando a cabalgar como una posesa, creo que sentí la fuerza con la que subía y bajaba aquella mujer incluso en mis sueños. Movía la boca pero no escuchaba ni entendía nada de nada, era frustrante no poder oír ninguna palabra de las que soltaba aquella mujer por su linda boca. Terminé por despertar con aún mas frustración pero bueno… supongo que poco a poco seguiré con esa ‘’historia’’ que me tenía intrigado y cachondo perdido.

Después de cenar y cuando todos se fueron a dormir salí con una linterna y el libro que estaba leyendo, sentado en el mismo olivo de la otra vez me quedé relajadísimo y además entretenido ya que la historia tenía su miga. Escuché algunos pasos acercarse hsata mi posición, alcé la vista y me encontré con Mercedes la amiga de mi prima. Me quedé un poco con cara de sorpresa pero a la misma vez intrigado por su presencia en aquel olivo, también quise aprovechar la situación preguntándole por lo de sus miradas tan extrañas. Ella al parecer tenía otros planes, me di cuenta de eso cuando la vía saltar encima mía y empezar a comerme la boca con demasiada ansia para mi gusto. Terminé por quitármela de encima preguntándole por su ‘’acción’’;

Yo: Que narices haces? –dije tras empujarla y hacerla caer al suelo.

Mercedes: Pues besarte, no me digas que ahora te vas a hacer el estrecho?

Yo: Estrecho? Que me estás contando chica?

Mercedes: Pues eso mismo, en realidad cuando nos volvimos a ver de nuevo pensé que te estabas haciendo el tonto u el olvidadizo… pero parece que es verdad que no te acuerdas de nada…

Yo: Que no me acuerdo de que? – le espeté cabreado.

Mercedes: Veamos por donde comienzo… érase una vez… es broma. Nos conocimos una noche en la que quedé con tu prima, tu prima al parecer estaba cabreada por que tenía que cargar con su primito que era un pesado. Nos encontremos en la discoteca que regentábamos casi todos los fines de semana y debo decirte que ibas con un pedal de cuidado, me trastes los trastos cosa mala e incluso me metiste mano mas de una vez. Me hice la estrecha aunque la verdad tenía unas ganas de poder follar contigo –me lanzó una  mirada llena de lujuria- alguien se me adelantó y te encontré follando con una gritona en el baño de chicas….

Yo: Que? En el baño de chicas?

A ver si el sueño no es nada por el estilo….

Mercedes: Si, no pude ver, bueno mejor dicho no pudimos ver todas las chicas que estábamos allí nada, por cierto que estaban todas mas cachóndas que una perra en celo. Te reconoció cuando abriste la puerta y saliste tambaleándote para los lados, quise ver a la mujer con la que te lo pasaste tan ‘’entretenido’’ pero lo único que pude ver fue solo su cabello rubio.

Yo: Rubio? Seguro que no le vistes la cara?

Mercedes: Segurooo, me quedé con las ganas la verdad…. –rió

Ni que decir que intenté sonsacarle mas información pero no sabía mucho de aquella mujer que por suerte o desgracia, según se vea, el sueño que estaba teniendo los últimos días no era una fantasía si no un recuerdo de lo que ya había sucedido. Sólo queda seguir investigando y ver quien es aquella mujer, si se tercia pues follármela otra vez con una excepción; no estar borracho.

La cosa se está poniendo buena….