Diario Intimo (2)

Mi novio Arnoldo me decepciono, pero quizas él Sujeto podría darme lo que tanto tiempo tenía anhelando...

Diario Intimo II

Me desabotono la estola y descubrió mis senos, la retuve en mis antebrazos, al verme palidecí de vergüenza, mis pezones sobresalían en la tela de mi vestido, intente cubrirme con mis manos.

Él Sujeto:

me detuvo, ay mamita que pechugona estas, como a mí me gustan, para acabarme de amamantar, que sexy te estas...

Sentía que la vergüenza quemaba mis mejillas, sentí mi respiración agitada, el aroma de su sudor me excitó más y su mirada de lujuria, su lengua humedeciendo sus labios y su barba como saboreándose lo que iba a disfrutar en esos momentos, deseé que hundiera su rostro entre mis senos, anhelaba tantas cosas con él Sujeto, creí que se avorazaría a poseerme, pero por lo visto era un hombre que sabía como tratar a una niña-mujer, creo que hasta disfrutaba viendo mi vergüenza, mi pudor y lo turbada que me sentía al mirar las partes desnudas de mi cuerpo, mis curvas, mis gestos, mis gemidos involuntarios, estaba temblando, pero no de frío ó de miedo, deseaba con todo mi ser, sentirlo dentro de mí, creo que él Sujeto sabía mis deseos, mis anhelos, mis debilidades, sabía lo que deseaba y que dada mi inexperiencia sexual podía moldearme a sus gusto y satisfacción, solo era cuestión de paciencia, de moldear mis anhelos sexuales para entregarme a él sin limitaciones, sin términos, creía yo, que estaba lista para entregarme.

Él Sujeto

: no mamita, disfrutémonos muy lentamente, déjame saborear tú cuerpo, quiero que disfrutes cada caricia ya sea con mis manos ó con mi boca, cuando yo considere que estas lista para coger, entonces vamos a cojerte tanto que no vas a poder levantarte, de tan bofa que vamos a dejarte, pero eso sí mamita, la sonrisa que prenderemos en tu boquita, en varios días no se te va a borrar,

Yo

: ¿tú y quién?,

Él Sujeto

: mi verga y yo.

¿Porqué? él Sujeto se expresaba en plural, yo creía que era nada más él y su pené, decidí continuar con él juego, sus manos comenzaron a acariciar mis manos, deslizó su mano derecha hacía mi hombro, acariciando mi brazo, al llegar a mis hombros, nuevamente sentí que me faltaba la respiración, deslizo su mano izquierdo en mi espalda y con su mano derecha acaricio mi cuello, mis mejillas, mis labios e introdujo su dedo medio en mi boca, lo rechacé, sin rendirse volvió a acariciar mis labios con sus dedos, al mismo tiempo sentí que su mano izquierda acariciaba mi espalda desde mi nuca, dándome un masaje circular, llego a mi vestido y bajo el cierre de mi vestido y sentí su mano áspera y dura en mi espalda donde terminaba mi columna sentí que me daba jaloncitos muy sutiles en mi bikini, la verdad era que me gustaba mucho.

Él Sujeto:

te gusta mamita, quieres que continúe,

Yo:

aayyy ¡por favor! sigue, más sigue oooh!

Intento introducir su mano en mi trasero bajo mi vestido y deje escapar un gemido casi involuntario, volvió a introducirme su dedo medio dentro de mi boca esta vez no lo rechacé, lamí y chupe su dedo mirando sus ojos inyectados de lujuria y de deseo dure unos instantes sentí que nuevamente la vergüenza quemaba mis mejillas, retiro su mano de mi boca.

él Sujeto:

puedo besarte,

Yo:

sííí.

Me escuche casi suplicante, puso su boca frente a la mía, deseaba, necesitaba ser besada, tenía mis labios entreabiertos, tenía sed de ser besada, introdujo su lengua en mi boca besándome de una manera como jamás me había besado Arnoldo, yo tenía casi 2 años con Arnoldo fue de hecho mi primer novio; él Sujeto hizo que me estremeciera con su lengua dentro de mi boca y por instantes mordiendo, lamiendo y chupando mis labios, mis mejillas, mi barbilla, mi cuello, mis oídos sentí su mano derecha deslizarse y apretar, masajear mis senos y presionar mis pezones comencé a sollozar inconscientemente en repetidas ocasiones seguido de un profundo oh sííí! volvió a introducirme su lengua, con mi lengua lo incite a que hurgara dentro de mi boca, deslizo su mano hacia abajo, acariciando mi vientre.

Él Sujeto:

mamita que buena estas, estas como para trabajar de teibolera,

Yo:

y eso qué es,

él Sujeto:

un putero, al que van hombres, a ver bailar a una mujer mientras se desnuda lentamente,

Yo:

me moriría de vergüenza,

él Sujeto:

nomás imagínate con el cuerpo que tienes, él porte de niña rica y hermosa, podrías ganar mucho dinero, solamente por bailar y enseñarles tú cuerpo desnudo y sonreírles y si tu quieres puedes coger con él que te guste y ahí es una feria bastante jugosa,

Yo:

hay no, imagínate que me viera alguien que me conoce y luego que,

él Sujeto:

pos te lo cojes y ya ó también estas muy buena para trabajar en películas porno, pero antes mamita, déjame capacitarte,

Yo:

sííí! Papito capacítame, enséñame, disfrútame,

él Sujeto:

te gusta que te acaricie aquí.

Yo:

sííí papito mío, acaríciame donde tú quieras todo lo que me haces me gusta.

Instintivamente me recline de lado recargándome en él para que acariciara mi cadera, bajo el vestido, me acaricio con presteza y deslizo su mano hacia mi trasero y mis muslos, saco su mano de debajo de mi vestido y llevo su mano hasta mis piernas sin dejar de acariciarme de un modo vigoroso pero repetitivo.

Yo:

aaaayyyyyy!

Como me gustaba, regreso su mano acariciando la parte interior de mis piernas llego a mis rodillas, separe mis piernas, intuyendo lo que me iba hacer, e introdujo su mano.

Yo:

aaaayyyyyy sííí!

Él Sujeto comenzó a acariciar mi vagina sobre mi bikini, separo la parte frontal de mi vestido dejando al descubierto mis senos completamente duros y mis pezones erectos, comenzó a lamer, chupar y succionar mi senos y mordisqueando mis pezones, aún ahora siento su lengua, sus labios, su barba y sus dientes, su mano proporcionándome un delicioso masaje, coloque mi mano derecha encima de su mano derecha, que estaba entre mis piernas incitándolo a que me acariciara con más vigor, y mi mano izquierda la sepulté en su cabello empujándolo hacía mí, para que me colmara de besos y mamadas en mis senos.

Él Sujeto:

mamita que buena y rica estas, con el cuerpo que tienes seguro harías felices a muchos hombres,

Yo:

aaaayyyyyy tú crees papito mío, sigue, sigue, sigue, aaaayyyyyy,

él Sujeto:

de veras el maricon de tú novio nunca te acaricio así,

Yo:

no papito, tú si eres hombre, tú si sabes lo que me gusta.

Con sus manos me quito mi bikini le ayude levantándome, ya sin obstáculo alguno entre mi vagina y su mano, nuevamente separe mis piernas.

Yo

: aaaayyyyyy!! ¡¡sííí!! no pares, quiero ser tuya.

Y sentí toda la gloria de su mano áspera y dura, suplique que no se detuviera sentí las primeras palpitaciones que son el preámbulo de un orgasmo, jamás había experimentado algo afín me gusto mucho no sé si alguien escucho mis gemidos y mis suplicas, él Sujeto era un maestro, sus manos, su boca, no paraban de estimularme, se desabrocho el pantalón y saco su maravilloso pené, guió mi mano entre sus piernas y comencé a frotarlo, acerco su boca a mi oído izquierdo, mordiéndome el lóbulo.

Él Sujeto:

ahora mamita, voy a mamar tu panochita,

Yo:

oooh!.

Sin dejar de besarme, lamer mi cuello, sus manos se posesionaron de mís senos, deslizo sus manos a mi cintura y me arrastro encima del sillón e hizo que me acostara se quito la chamarra de mezclilla, una playera, y pude admirar su pecho cubierto de bello, su estomago, su vientre y más abajo estaba el culpable de mi sufrimiento sexual, pero lo que me hizo sentirme hipnotizada fue él gran tatuaje, una hermosa víbora de colores que traía dibujada alrededor de sus brazos y tórax, la cabeza era su pené. Me recogió el vestido hasta mi cintura y separo mis piernas y se subió encima de mí, implore.

Yo

: papito, mete tu víbora en mi vagina,

él Sujeto

: aún no estas lista mamita, yo decidiré en que momento te la entierro.

Recargo su peso encima de mi, me sentí sofocada, era mucho su peso, me gusto mucho el apachurron, apoyo sus codos a mis costados en el sillón y nuevamente sus manos tomaron posesión de mis senos, apretándolos un poquito, sentí un dolorcito muy agradable, abrió su boca y engullo primero mi pezón izquierdo y luego él derecho, así estuvo alternando durante algunos instantes, con mis manos acaricie su cabeza, su cuello, sus hombros, su espalda, apretándolo hacía mí, para que me colmara de mamadas en mis senos, cuanta delicia, que maravillosa tortura, que imborrable placer, comencé a agitar mis caderas en la medida de mis posibilidades y a gemir, gritar, que me poseyera, comenzó a deslizarse hacía abajo sin dejar de lamer centímetro a centímetro mi piel, en mi abdomen, en mi vientre sentí que su lengua hurgaba dentro de mi ombligo de una manera frenética, aún ahora al escribir, no recuerdo si estaba suplicando a gritos, se arrodillo y tomando mis piernas de mis tobillos me las alzo me quito las zapatillas y comenzó a lamer de mis pies, chupo los dedos de mis pies e hizo que me estremeciera con violencia, su maravillosa boca, lengua, barba, recorriendo mis piernas, y colocando sus manos exactamente detrás mis rodillas, me separo las piernas, y hundió su cara en mi vagina, aspirando mi aroma, mi humedad, y me beso como lo hizo antes en mi boca, que dicha, que gozo tan durable, su poderosa lengua entrando y hurgando en lugares que ni yo misma sabía que existían, su lengua me acaricio mis labios vaginales, mi clítoris, mi ano, mordisqueo mis nalgas, mis muslos.

Como estaba acostumbrada a ir con mis amigas a nadar en ocasiones lucía trajes de baño muy sugestivos, en la medida que depilaba mis axilas, mis piernas, también me depilaba en mi vientre, por ello me sentí más segura de mí misma y me sentí complacida de que me elogiara esta parte...

Le suplicaba que no se detuviera, ignoro cuantos orgasmos tuve, pero se que fueron muchos, me hizo ponerme boca abajo, comenzó a acariciar mis piernas, a estrujar mi trasero de una forma violenta, sentí su gloriosa mano frotar mi vagina, nuevamente me desquicie, y comenzó a darme con su mano derecha varias nalgadas, le rogué que se detuviera, me dio como 15 nalgadas, comencé a sollozar, no me permitió, voltearme, si no que su boca comenzó a morder, lamer, chupar, succionar, mis nalgas, mi ano y mi vagina, deje de sollozar, volví a desquiciarme.

Él Sujeto

: ahora tú mamita, vas a darnos una súper mamada en mi verga, ¿verdad que sí te la vas a tragar toda?

Yo

: aayyy no se como,

él Sujeto

: ahorita mamita voy a convertirte en la mejor mamadora de vergas.

Se puso de pie, bajo su pantalón, que cuerpo mas corpulento tenía, se sentó en el sillón, separo sus piernas e hizo que me arrodillara frente a él, no sabía que hacer, en ese momento me acorde de lo que leí en los libros de medicina de mi mamá, me deleite viendo su verga de cerca, la longitud rondaba quizás los 23 cms. y de grosor quizás unos 4 cms. de diámetro, el glande era mas grueso que el resto de su pené, sus testículos se veían muy monos.

Él Sujeto

: solo usa tus manos, tu labios, tu lengua y tú boquita, sin tus dientes, no vayas a lastimarme, como me muerdas ó me lastimes te la meto en seco,

Yo

: no papito no te preocupes lo voy a hacer con mucho amor,

él Sujeto

: basta de hablar, a mamar se dicho mami, en un ratito más voy a darte tus vitaminas.

La tome con mi mano izquierda lo frote con delicadeza, observando como al empujarla hacía él Sujeto, por momentos se veía más grande e inflamada, bese el cuerpo de su pené, pase mi lengua por la piel de sus testículos, me gusto la sensación, el sabor y su aroma, recorrí el nacimiento de su pené con mi lengua al llegar a el glande, sentí como si su pené supiera que yo estaba ahí para mimarla con mis manos, con mis labios, con mi lengua y dentro de mi boca, para protegerlo de las inclemencias, sentí que la boca se me hacía agua, e introduje mi boca lentamente, sintiendo su grandeza, su dureza, su sabor, su calor, su textura, me introduje su pené hasta mi garganta, solo me cupo un poco mas de la mitad que delicia, la textura de su piel en mi boca, me desquicie, cuanta razón tenía el sujeto, yo sabía por instinto que hacer, la verdad es que no tenía prisa, de buena gana me quedaría toda la noche, mamando su pené, tomo su pené, con su mano derecha.

Él Sujeto

: abre tu boquita y saca tu lengua. Obedecí con presteza y comenzó a darme golpecitos leves en mis labios y en mi lengua, tomándome de mi chongo, con ambas manos restregó mi cara en sus genitales, la sentí en mis ojos, en mi nariz, en mis oídos, en mi cuello, después dijo.

Él Sujeto

: sigue mamando pequeña zorra...

Obedecí sin objetar, comencé a mover mi cabeza frenéticamente al mamar su pené, inmersa en mi lujuria estaba.

Él Sujeto

: chupame los huevos también.

Mirándolo a los ojos sonreí y obedecí, tratando de engullir sus testículos en mi boca y al mismo tiempo frotándolo con frenesí con mi lengua, enseguida hizo que me irguiera frente a él, coloco su pené entre mis senos e hizo que con mis manos y mis senos, cobijara su pené, con mi sudor, mi saliva, los movimientos que hizo con su cadera su maravilloso pené, se deslizaba muy delicioso, y comenzó a producir un sonido muy erótico.

Él Sujeto

: así, así, ooohh! Pequeña puta, aprieta tus pechos en mi verga, ooohhh! con tu lengua de puta caliente, chupame la punta de mi verga.

Ayudándolo, para que su pené se deslizara entre mis senos, y lamiendo y chupando la punta de su pené, eyaculo en mi boca, salpico mi rostro, deguste su esperma en mi boca, me enloqueció su sabor, su calor, su olor me pareció de lo mas masculino, con una mano tomo su pené y con la otra agarro mi chongo con violencia, se puso de pie, manipulando y apuntando su pené a mi boca soltó otras descargas, volvió a sentarse.

Él Sujeto

: niña bonita con tu boquita y tu lengua límpiame la verga, no quiero que dejes ni una pinché gota.

Obedecí, y bebí su maravilloso néctar, que me produjo un ardor en mi garganta, durante un buen rato continué chupándosela, la verdad era que me gustaba mucho, cuando creí que estaba entrando en el letargo normal, volví a ponérsela erecta, pero ahora la quería pero dentro de mi vagina.

Él Sujeto:

ven chiquita voy a llevarte a un lugarcito donde vamos a darte las mas memorables cogidas,

Yo:

¡Ya papito! házmelo, aquí necesitó sentirte dentro de mí, ¡¡Por favor!!,

él Sujeto:

no mamita, ya dije que voy a llevarte a un lugarcito, donde vamos a cojerte, aguántate un poquito, entre más calientita estés más van a gustar las cogidas,

Yo:

papito voy a proponerte lo siguiente, mentí, arrendé una casa de campo, de hecho esta noche yo iba a llevar a Arnoldo, y me iba a entregar a él, quiero que su lugar lo ocupes tú, es una casita totalmente amueblada, compre víveres para 5 días de estadía, compre lencería y quiero modelar para ti, en 10 kilómetros a la redondonda no hay ninguna persona, estaremos tu y yo solos 5 noches y 6 días, haremos todo lo que tú quieras,

él Sujeto:

todo lo que queramos,

Yo:

todo, papito deseo ser tuya, será como nuestra luna de miel, ¡¡por favor!!

él Sujeto:

y esta lejos,

Yo:

como a media hora de aquí en auto,

él Sujeto:

me urgía llegar al lugarcito, porque van a llevarme un paquete de tequila, 8 machos y 1 hembra, lo conoces,

Yo:

no, suena muy raro y sabe rico,

él Sujeto:

va a encantarte, cuando estemos juntos, lo vas a disfrutar y a coger,

Yo:

entonces ¡¡llámalos!! y que te lo lleven a la casa,

él Sujeto:

déjame hacer un par de llamadas, enseguida regreso,

Yo:

no tardes, papito te necesito ¡ya! me siento muy caliente.

Que estupidez y falta de criterio, por mi deseo sexual no me di cuenta de mi error, si tan solo hubiera tenido un poquito de lucidez, quizás las cosas se hubieran desarrollado de manera diferente.

Mí humedad vaginal y su saliva escurría de manera visible entre mis piernas, manche un poquito el vestido, pero entre más lo pensaba, más deseos sentía de que me montara él Sujeto, saboreaba en mi boca el sabor de su esperma, de su pené, de sus testículos, de su bello pubico, que dura, gruesa y grande la tenía, por un momento paso por mi inocente cabeza la idea de que no me entrara ó me causara un gran dolor, recordé que unos días antes intente ponerme un tampón y me lastime, el grosor era como medio cm. Su verga era como 20 tampones juntos, me sentí angustiada, deseaba sentirlo dentro de mí, él Sujeto tenía canas en sus sienes, lo cual podía advertirse que quizás él Sujeto, andaba en los 45 ó 50 años, seguramente era casado, me sentí más fogosa, deseosa, quizás tenía también varias amantes lo cual lo convertía en un experimentado amante, en un semental, pensándolo bien, después de todo, no era mal parecido, su cuerpo grande, robusto y velludo, sus manos estaban callosas quizás desempeñaba un trabajo rudo lo cual mi vagina, mi senos y todo mi cuerpo le agradeció sus maravillosas caricias y nalgadas, hasta provocarme orgasmos múltiples, y lo increíble es que aún podía ostentar mi virginidad intacta, mi estatura era de 1.78, él supongo que andaba como en 1.90, vamos a cogernos muy rico pensé, me gusto mucho su trasero, ensimismada en mis fantasías eróticas estaba, cuando entro de improviso, me sorprendió con las piernas abiertas, frotándome con frenesí, con mis dedos de mi mano derecha entre mi vagina, mi mano izquierda, apretando mis senos.

Él Sujeto:

hey mamita, ya estas lista para las cogidas que vamos a darte,

Yo:

te necesito a ti y a tu verga, ya entiérrame tu daga, mátame aquí mismo, solo tu tienes el remedio para mi sufrimiento sexual,

él Sujeto:

vamonos mamita, me tomo de la mano, me jalo, hizo que me pusiera de pie.

Medio me acomode el vestido, sentí que mis piernas flaqueaban, una vez de pie, sentí la humedad entre mis rodillas, no estaba húmeda, estaba completamente mojada, puso su mano en mi espalda y bajando su caricia, puso su mano entre mis nalgas y empujo con su dedo en mi ano.

Yo:

gemí, aayyy! Papito no te detengas apriétame fuerte,

él Sujeto:

vamonos ya, en la casita vas a ser muy feliz, con unos fajes bien ricos y un chingo de cogidas,

Yo:

démonos prisa, porque ya no aguanto, te quiero, los quiero dentro de mí.

No me importo salir, casi desnuda como me encontraba, y que todos los ahí presentes en el antro me vieran, la verdad es que me sentí muy segura de mi misma, es más creo que hasta disfrute, caminando de una manera muy sensual y contoneando mis senos y mi cadera y que tantos hombres se calentaran viendo que además él Sujeto llevaba su mano presionándome entre mis nalgas sobre el vestido...