Diario Intimo (1)

Tenía días, planeando mi primer encuentro sexual con mi novio Arnoldo y...

En algún lugar de México, Sábado 3 de Mayo de 2003

Diario Intimo I:

Con razón se ha dicho que él deseo sexual es epítome y compendio de todo deseo : forma aguda de polarización del ser que todo lo arrastra, poderosa energía que precipita a sus victimas por despeñaderos de fin desconocido. Es el deseo de los deseos . Pero, cabe preguntar, ¿de dónde viene semejante rayo, una tal fuerza bruta de la naturaleza? Las respuestas han variado con el tiempo, y, sin duda, con el temperamento de quien lo vivió.

A veces quisiera detenerme, pero no puedo, siempre creí ser una mujer inteligente, romántica, soñadora, que un día me entregaría a un solo hombre y ese hombre sería para mí, para toda la vida, en esencia esa era la idea, pero ahora no estoy muy segura ello, siempre creí ser fuerte, ahora me doy cuenta de que me falta fuerza de voluntad y soy débil por el deseo sexual...

Hace poco más de 3 meses tuve sexo con 8 hombres y aunque me avergonzó mucho también de igual manera fui feliz, el solo revivir lo que me hicieron e hice, aún ahora al escribir estas líneas, siento que soy presa del deseo, comienzo a sentir que me desquicio, sentir sed en mi boca y mi garganta, respirar agitadamente, a sentirme inquieta, el sentir como el calor crece en mi cuerpo y la humedad que invade mi vagina, y entre más lo reprimo, más imperiosa es la necesidad de satisfacer mi aberración sexual, quizás al decirme a mi misma que es normal que solo fue una experiencia como cualquier otra, siento que me estaría justificando ante mí y mí conciencia...

No siempre fui así, hace poco más de 3 meses, era una chica normal como cualquier otra, actualmente tengo 19 años de edad, soy hija única, mis padres, ambos son médicos, por lo mismo no es común que nos veamos muy seguido, excepto cuando voy a visitarlos, a mi padrastro en su clínica, y a mi mamá, en su consultorio ó en el Centro Medico en donde es residente, al cumplir mis 15 años mi papá biológico me regalo una casa cerca del Tec en donde estudio Comercio Exterior, creo que puedo dar las gracias de tener unos padres muy buena onda me regalaron un auto nuevo y dinero, para mis gastos.

Ya son 3 meses que termine con Arnoldo, paso a la historia para beneplácito mío, creo que es una de las mejores decisiones que he tomado en los últimos días y aunque ha insistido mucho de que regresemos, no hay vuelta atrás, no me sentiría feliz conmigo misma sábiendo lo que se de él y tampoco me atrevo a reclamárselo, ó a contarle mi experiencia con los 8 sujetos. Podría decirse que era la envidia de muchas mujeres, guapo, varonil, atlético, amable, bien educado, 14 años mayor que yo y con estabilidad en todos los ámbitos, heredero único de uno de los empresarios más exitosos de la ciudad en donde vivo, el grupo de amigas con el cual me junto, somos 8, esta vez no escribiré nada acerca de ellas, lo único que agregare es que todas ellas son mayores que yo por 2 años y eran, y siguen siendo activas sexualmente.

Mis amigas me confesaban, lo que hacían con sus parejas, el juego erótico, la satisfacción de hacer el amor, hacían que me sintiera inquieta y con deseos de tener sexo con mi novio ó masturbarme, pero normalmente eso solo sucedía cuando estaba de ociosa, " bien dicen, que la ociosidad, es la madre de todos los vicios ", en cuanto me ponía a estudiar ó hacer alguna actividad lo superaba.

Creo que después de tanto platicarme mis amigas, ó de la experiencia que viví en la casa de campo ó de mi mamá que cada vez que la visitaba me obsequiaba condones y aunque me molestaba mucho terminaba por aceptarlos, mi mamá se quedaba más tranquila, decía que le pidiera a Arnoldo mi novio, que se protegiera con condón por supuesto, que ella me apoyaba si en ese momento estaba sosteniendo relaciones sexuales con Arnoldo, no es que mi mamá fuera liberal, ó que me empujara a tener relaciones sexuales con Arnoldo, después de analizarlo, concluí que tenía pacientes contagiados de enfermedades venéreas y lo que es peor de SIDA ó de tener quizás un embarazo no deseado y no quería que pasara por un problema por no advertírmelo ó darme la solución.

Decidí, hacer el amor con Arnoldo, el jamás me lo pidió, ni me insinuó, Arnoldo decía que no me quería para tener sexo, que eso era para las prostitutas, que yo no era una aventura para él, que sería su esposa en cuanto me graduara y aún faltaban 3 años, la que tenía en la cabeza esas ideas era yo, todo sucedió un Sábado 18 Enero del año en curso, como eran días aun de vacaciones mis amigas organizaron un viaje con antelación a Puerto Vallarta, yo no fui, les mentí a mis padres, les dije que me iría en ese viaje, y a mis amigas de que no me habían dado permiso, la verdad es que planeé seducir a Arnoldo, quería pasar varios días en la intimidad con él, deseaba sentir su cuerpo desnudo junto al mío y la idea de que fuera mucho mayor que yo, me confería mas deseos, dada su experiencia.

Mis papás se divorciaron 10 años atrás, mi padre vive actualmente en Paris, Francia siempre he sabido que le gusta mucho andar con diferentes mujeres, según palabras de mi mamá, es un depravado.

Quizás en cierto modo lo herede, nada más que a mí me atraen mucho los hombres, sobre todo si son mayores que yo y a causa de ello soy extremadamente tímida.

Fue la principal razón de su divorcio con mi mamá. Mi papá me regalo una casa de campo que esta como a 8 kilómetros de la ciudad y que nadie visita excepto mis amigas y yo, donde hemos pasado algunos fines de semana, a veces creo que ahí fue donde comenzó todo, a la necesidad de conocer y tener sexo, en algunas ocasiones me gustaba ir sola y disfrutar de la soledad, me gustaba mucho ir a una construcción antigua casi derruida y cubierta de vegetación que se encontraba en los linderos de mi propiedad, un día como muchos, eran como las 4 de la tarde, llegue y me acosté en el pasto, mirando el sol entre las ramas de los pinos y escuchando el viento, minutos después escuche ruidos extraños y me oculte entre unos arbustos, observe que era una pareja donde instantes antes estuve acostada comenzaron a besarse e hicieron el amor, perdí la noción del tiempo me sentía terriblemente excitada, fue donde por primera vez en mi vida vi un hombre con su pené erecto, amen de las películas para adultos que veía con mis amigas en algunas ocasiones, creo que es más gratificante verlo de manera real y aunque me moleste admitirlo me encendió sexualmente a partir de ahí no volví a tener paz, y que decir de la Internet, al paso de los días en cuanto me relajaba o estaba sin hacer nada, volvían las imágenes y comenzaba a sentirme inquieta y a sufrir de excitación sexual, lo mas molesto era la humedad vaginal, estuve varias veces tentada a entregarme a la masturbación pero siempre me avergonzaba y me recriminaba por mi poca fuerza de voluntad y lo único que lograba era incrementar mi deseo sexual.

Compre lencería muy erótica que usaría para excitar a Arnoldo para que admirara mi cuerpo y sentirme más sensual, además compre ropa muy ajustada para usar en los días que estuviéramos juntos en la casa de campo. Ya me había puesto de acuerdo con Arnoldo de en donde nos reuniríamos, le pedí que fuera en lugar donde nadie nos conociera y de preferencia alejado del centro de la ciudad, la verdad es que Arnoldo ignoraba mis gloriosas intenciones, yo planeé todo, hasta la fecha se prestaba para tener relaciones con Arnoldo ya que dos días atrás había terminado mi periodo, quedamos de reunirnos en un Restaurante bar que él menciono, él quería pasar por mí, pero le dije que no era necesario, la verdad es que sentía mucho remordimiento ya había dicho muchas mentiras, quería que todo fuera una sorpresa, conforme fue acercándose la hora comencé a sentirme inquieta, nerviosa, húmeda, quede de reunirme con Arnoldo a las 10:00 de la noche, me duche, perfume mi cuerpo y me vestí, escogí para esa noche un minivestido halter negro con mucho escote en V al frente, un bikini negro de encaje, unas zapatillas de tacón alto, use poco maquillaje, con antelación había contratado los servicios de un taxi que me recogería a las 9:45, me mire al espejo, el color negro era el preferido de Arnoldo, decía que me veía muy femenina y sensual, mis senos que a decir verdad no me gustaban mucho talla 38 B y que en muchas ocasiones me incomodaban por las limitaciones físicas, cansancio ó la mirada libidinosa de muchos hombres, esa noche los sentía sensibles, anhelantes, el escote no dejaba nada a la imaginación, estuve tentada a ponerme otro vestido ya que el traía puesto era de lycra y se notaban mucho mis pezones erectos, ya de por sí, siempre me ha sido difícil ocultarlos y con el estado de excitación en que me encontraba la notoriedad era absoluta, sabía que Arnoldo le gustaba ver mis senos disimuladamente, jamás intento tocarme o acercar sus labios en esa parte, ni por accidente, me sentía indecisa en cuanto a mi cabello ya que si me lo dejaba suelto no luciría mis orejas, mi cuello, mis hombros y mi espalda, así que me hice un chongo y lo até con un listón negro, mis ojos irradiaban luz, mi nariz, mis labios, mi barbilla y mi cuello, mi espalda semidesnuda lucía bien, mis caderas, mis pompis, lucían voluptuosas, mis piernas también le gustaban y excitaba a Arnoldo, bien había valido la pena los casi 2 años que tenía de hacer aeróbicos, trotar, hacer sentadillas, abdominales, amen de las dietas, me probé una estola de color rojo, cubriendo principalmente mis senos y dejando descubiertos únicamente mis hombros, mi cuello y parte de mi espalda al único que le permitiría verme sin la estola sería a Arnoldo, dentro de unas horas me entregaría a Arnoldo y me daría la paz sexual que tanto anhelaba, sonó el claxon del taxi, tome un bolso pequeñito, antes de salir mire la habitación, pase la palma de mi mano sobre la cama donde dentro de unas horas saborearía el sabor de sus labios, su experiencia, y el calor de su cuerpo me mordí mi labio inferior anhelando el momento tan esperado.

Llegue al lugar acordado, con 30 minutos de retraso, era un lugar sórdido no a los lugares que acostumbraba a reunirme con mis amistades, pero deseché la inquietud, ya que todo fue idea mía, era un lugar amplio y en su mayoría la asistencia era del sexo masculino, sentí miradas fijas en mí, me sentí inquieta, busque con la mirada a Arnoldo, no lo vi, sentí un escozor en mis ojos y nariz, creo que se debía al fuerte olor a humo de cigarrillo en el ambiente me acerque a la barra en un lugar vacío, casi pegado a la pared; y digo casi porque estaba un sujeto ya bastante mayorcito para estar en esos lugares, pedí un wisky con agua mineral, me senté en el banco giratorio y sentí la mirada de lujuria del hombre que estaba a mi izquierda, en cierto modo yo tenía la culpa, estaba vestida muy sexy, su mirada me hizo sentirme turbada, me sentí molesta conmigo misma como un sujeto como ese me hacía sentir así, di un trago a mi bebida, estaba deliciosa, medio entable una charla de temas triviales con él Sujeto, aunque el ruido de la música estridente no nos entendíamos mucho, él no dejaba de mirarme las piernas, yo miraba mis piernas para ver si quizás a lo mejor mi bikini se me veía entre mis piernas, aunque ahora lo recuerdo yo intentaba mirarlo a los ojos, pero el veía mis piernas, decidí buscar a Arnoldo gire el banco.

Él Sujeto:

acercándose a mi oído derecho y gritando, a quién buscas Chiquita,

Yo :

a mi novio.

Lo vi, estaba con otra mujer y bajo la mesa casi imperceptiblemente pude apreciar que la mano de él estaba entre las piernas de la chica, y las manos de ella las tenía en los genitales de él, sobre su pantalón, sentí que las lagrimas afloraron en mis ojos a punto de salir, el rubor encendió mis mejillas, sentí la mano áspera y dura de él Sujeto se poso en mi espalda a la altura de mi cintura bajo la estola.

Él Sujeto

: te sientes bien Chiquita.

No proteste, no dije nada, baje mi cabeza, estaba como ida, él Sujeto deslizo su mano por mi trasero y la poso en mi cadera y haciendo girar el banco me coloco frente a él, y me dijo al oído.

Él Sujeto:

no te preocupes Chiquita la verdad es que tu novio es un cabroncito, ya lo he visto antes por aquí, sabes que no solo te engaña, a tu pinché noviecito le gustan los jotos, la que esta sentada frente a él no es ella, es un pinché maricón vestido de mujer.

En ese momento sentí la alarma en mi interior, pobre Arnoldo lo están timando, que tontas somos las mujeres a veces.

Él Sujeto:

como te dije ese cabrón no es la primera vez que viene por aquí ya es cliente y siempre se va con jotos a cojerselos, a poco crees tú que él no se va a dar cuenta que en lugar de panocha tiene verga el hijo de su puta madre, si míralo lo esta acariciando con sus manos entre sus piernas.

Enseguida Arnoldo se puso de pie miro su reloj, miro a su alrededor, puso unos billetes en la mesa y salió tomado de él ó de ella de la mano me escondí, debí de salir y enfrentarlo pero la realidad era que me moría de rabia y de vergüenza, una mesera me confirmo lo que él Sujeto dijo, yo estaba a punto de llorar, todo lo que sentía por él se desvaneció, admiración, respeto, amor, deseo, confianza, tantas cosas en 3 años de tratarnos, poco más de uno como amigos y casi 2 de novios, en ese momento lo único que quería era llorar, sentía tanta rabia, frustración e impotencia, él Sujeto, me condujo a un privado, pasando un patio con árboles al fondo del lugar, estaba muy tranquilo y casi no se escuchaba la música, él Sujeto creo que se aprovecho de mi estado emocional, no sé lo que me paso esa noche, él Sujeto era un Don nadie para mi gusto, pelo algo largo y descuidado, barba tupida y descuidada, olía a sudor, era muy feo para mi gusto, su lenguaje era procaz, no proteste cuando cerro la puerta y puso el seguro, se sentó casi pegado a mí y con ambas manos tomo mis manos.

Él Sujeto

: mamita lo que te acaba de hacer ese hijo de su chingada madre, me caí que no tiene perdón, intenta olvidarlo, mejor háblame de ti, conozcámonos, déjame ayudarte a olvidarlo.

Me pregunto mi nombre, edad.

Él Sujeto:

hace mucho que cojes con tú novio,

¿Porque no reaccionaba yo? me ruboricé y con vergüenza.

Yo:

no, aún soy virgen,

él Sujeto :

eso una pinché epidemia,

Yo

: ¿por qué?

él Sujeto :

con lo preciosa y buena que estas, si yo fuera tú novio, desde el primer día yo hubiera buscado la manera de acostarme contigo.

Me ruborice, su lenguaje procaz me gusto, no conocía a ningún hombre que me hablara así, tan directo, sin rodeos, tan vulgar, quizás por eso me sentí atraída a él.

Yo:

Si fuera usted, usted lo ha dicho, Arnoldo no era ese tipo de hombre

élSujeto :

Por supuesto que no era ese tipo de hombre, a él le gustan los jotos,

Yo

: tengo 3 años conocerlo y jamás mostró ninguna mala costumbre,

el Sujeto :

ya vez mamita andabas con un bisexual, pero dejemos todo eso. La verdad desde que te vi entrar a este pinché tugurio mi delirio es acostarme contigo.

Mentalmente me cuestione: ¿despierta Tania? ¿Acaso quieres vengarte?.

Yo:

supongo que a todas las mujeres que conoce les dice lo mismo

él Sujeto :

no a todas, solamente las que me atraen

Yo :

y yo le atraigo, **él

Sujeto**

:

mucho Chiquita, la verdad es que estas hermosísima y muy buena

Yo :

es usted el primer hombre que me dice eso él Sujeto: pues que tipo de pendejos te rodean chiquita,

Yo :

normales

él Sujeto :

me parece increíble que ese pendejete sea tu novio, sobre todo tu estas muy chiquita de edad todavía, aunque tú cuerpo evidencia que estas lista para cojer, perdóname que te lo diga pero, ese hijo de puta se ve de lana y además el muy cabrón ya esta entrado en años dime la verdad ¿es tu amante?

Yo :

ya no es mi novio y no soy su amante, de hecho los planes eran que en cuanto yo me graduara, íbamos a casarnos **él

Sujeto** : a ver mamita, cuantas veces se la mamaste.

Me ruborice y reí nerviosamente.

Yo:

habla de su pené, verdad

él Sujeto :

así es mamita, cuantas veces le mamaste la verga a tú ex,

Yo :

jamás hice eso

él Sujeto :

él jamás te lo pidió ó tu no sentías ganas,

Yo

: él jamás me lo pidió, ni me lo insinuó,

él Sujeto :

y tú nunca sentiste ganas de mamarle la verga,

Yo

: la verdad es que me hubiera dado mucha vergüenza,

él Sujeto :

¿por qué?

Yo

: discúlpeme, pero podríamos cambiar de conversación, la verdad es que me siento incomoda,

él Sujeto :

¿incomoda ó cachonda?

Yo

: ay es que no se como decirle, pero ya se me hizo tarde y me tengo que ir, podría conseguirme un taxi.

Él Sujeto, me hacía sentirme inquieta y turbada.

Él Sujeto:

¿incomoda ó cachonda?

Yo

: me da mucha vergüenza con usted, hasta ahora jamás, había hablado de sexo con un hombre, y mucho menos mayor que yo, y me siento muy cachonda, **Él

Sujeto**

:

entonces si te gusta hablar de sexo.

Pensé que puede enseñarme de sexo, que no leí ya en los libros de medicina de mi mama, ó en la Internet, ó con mi mamá, ó la entrevista que tuve con la sexóloga para hablar de educación sexual, comprobé que hablar de sexo con él Sujeto, me excitaba, algo que con ninguna de las demás personas sentí y con él Sujeto si, fue morbo y vergüenza al mismo tiempo, y muy excitada, me dije porque no, quizás pueda aprender algo nuevo y sí no de cualquier modo, el cosquilleo que comencé a sentir en todo mi ser, era una experiencia completamente nueva para mí.

Yo

: sí me gusta hablar de sexo con usted, pero siento mucha vergüenza,

él Sujeto :

¿porqué? ¿tiene algo de malo?

Yo:

supongo que no, pero hablar de sexo, nos llevara a otros niveles superiores y me voy a sentir mas avergonzada,

Sujeto :

¿qué otros niveles?,

Yo:

usted sabe, temas como de si usted conmigo, ya sabe,

Sujeto

: no, no sé a que te refieres,

Yo

: Usted ya sabe, no sé como decirle, de si Usted y yo, congeniamos,

Sujeto

: ¡Ah! puta madre, te refieres a que quieres coger conmigo,

Yo:

no de esa manera yo no, pero Usted sí,

él Sujeto

: ya que estamos en el tema Chiquita, voy a proponerte lo siguiente, la verdad es que me gustas mucho, a mi edad y con mi experiencia sexual, yo no busco darte un faje, yo lo que quiero es cojerte, hacerte muy feliz, en tu caso, como eres virgen, voy a hacer una excepción, ¿te gustaría darte un faje conmigo? probamos y si no te gusta, pues le paramos y ya, te llevo a tu casita, si te gusta, voy a cojerte tan rico que ni en tus fantasías mas eróticas, has tenido una experiencia igual.

Yo

:¡oh! ¡ay! es que no sé, **él Sujeto

:** solo lo que tú me permitas hacerte, si quieres antes nomás me dices y le paramos OK.

Pero que pensaba él Sujeto ese, que yo estaba desesperada, que fui a ese antro para acostarme con él primero que encontrara, que bajo me valoraba, que por haber sufrido una decepción amorosa iba a caer con él primero que se me presentara y encima de todo nombrar mi virginidad a hacer una excepción conmigo, como si fuera " pruébela, sin romper su sello de garantía y si no le gusta, no se preocupe, pero la realidad, era que me iba a deprimir y si no estaba con alguien, mi cuerpo me exigía que necesitaba ser abrazada, consolada, amada aunque solo fuera de manera superficial, había ido esa noche ahí, a seducir a Arnoldo, seguramente en esos momentos estaba con él homosexual, y yo sufriendo de deseo sexual y angustia, todos lo preparativos que hice para él, las mentiras que dije, él tiempo perdido, tantas cosas se fueron a la basura, ¡Ah! pero yo no me iba a quedar con las ganas, de calmar mi deseo sexual, en esos últimos días había tomado la determinación de entregarme a Arnoldo y bueno el viaje debía de continuar, aunque cambiara de conductor, la realidad era que no era una venganza por lo que Arnoldo me hizo, deseaba tener sexo esa noche a como diera lugar y con quién fuera y él Sujeto de alguna manera llenaba mis aspiraciones, ó cuando menos me daría la paz sexual que tanto anhelaba...

Yo

: ¡¡Si!! si me gustaría tener un faje con Usted,

Sujeto

: lo que tu pidas mamita.