Diario del vicio IV: Cruising con un señor pollón
Después de mi primera experiencia haciendo cruising necesito más y contacto por chat con un señor que se ofrece a llevarme, pero acabé disfrutando de otra forma...
Buenas a todos, queridos lectores. Voy a continuar con mis experiencias reales este "Diario del vicio". Muchas gracias por los que me leéis y enviáis correos personales. Es un placer.
Como os conté en el anterior relató, conocí por primera vez lo que era el cruising en baños públicos y eso fue una puerta abierta hacia un mundo nuevo desconocido hasta aquel momento. Un mundo lleno de morbo y algo de peligro que me ponía muy cachondo. Así que intenté volver a revivir una situación similar, pero tuve bastante mala suerte, porque al tener una edad difícil para tener autonomía y salir mucho tiempo solo, pues era complicado ir de cruising.
Así que investigué por Internet y en diversos foros hablaban de una playa nudista en mi ciudad, donde el cruising era muy habitual. Era como "el sitio oficial" de cruising, donde todos iban si querían comerse un buen rabo o que le rompieran bien el culito, así que me metí en el chat Terra y busqué a algún chico que tuviera coche y se ofreciera a llevarme a ese sitio, puesto que era necesario tener vehículo porque ir en bus era muy complicado.
No fue difícil encontrar muchísimos hombres dispuestos a enseñarme ese mundo, en especial uno. Siempre me acordaré de su nick: Maduro20cm. Estuve hablando con el por Skype un par de horas, solamente me enseñaba su cuerpo y estaba bastante bueno. Un cuerpo definido, algo peludo y con un paquete muuy abultado, lo que me ponía a cien.
Maduro20cm me comentaba que le daba mucho morbo iniciar en este mundillo del cruising a un chavalito como yo, además subrayó que le flipaba mi culito, ya que se lo enseñé por la webcam para convencerlo y calentarlo.
Como era verano, le dije a mis padres que iba a ir a la playa con unos amigos, que cogería el bus. Así que quedé con aquel señor en otro barrio distinto al mío y me recogió con su coche. Tengo que decir que cuando me monté en el coche, el señor no me gustó. Si, tenía buen cuerpo, pero parecía más mayor de lo que me había contado. Según él tenía 45 años, pero creo que rondaba los 55. Aún así, seguí con él en el coche porque se le marcaba un paquete impresionante y era bastante educado y agradable.
Me comentó que me llevaría a esa playa nudista donde se hacía cruising, que se conocía bien la zona. que iríamos allí, nos pondríamos en pelotas y podríamos morbosear con quien quisiéramos, no era obligatorio estar solo entre nosotros, así que eso me motivó bastante.
Durante el trayecto hablamos de cosas banales y resaltó varias veces lo guapete que yo era y la carita de pícaro que tenía, mientras se sobaba el paquete y ese bulto crecía más y más, la evrdad es que se le marcaba un rabazo. Yo fui empalmado todo el trayecto, hasta que llegamos a esa playa y aparcamos.
Una vez aparcado el coche, siguió sobándose el paquete y yo alargué mi mano y empecé a tocarle ese paquetón. El pasó su mano por mi culito, bien depilado, y empezó a meterme unos deditos, mientras yo le saque ese rabo descomunal. Estaba bien depilado, mediriía unos 20cm y bastante gordo, era una gozada de polla. Así que empecé a pajearle suavemente y no tardó en babaear un montón de liquido preseminal.
Necesitaba meterme ese rabazo en la boca y mamar como si no hubiera mañana, y cuando iba a lanzarme me paró y me dijo que quería follarme directamente delante de todos en la playa, que saliéramos del coche y fuéramos allá para dar el espectáculo. Me negué rotundamente, porque apenas había follado por el culo y ese era un rabo enorme, y no me atrevía. Eso le molestó, a pesar de que yo no le prometí nada de darle culo, así que me dijo que fuéramos a la playa, que nos pusiéramos algo separados por nuestra cuenta y buscáramos cada uno un chaval.
Me pareció buena la idea, porque de todas formas el señor no me terminaba de molar tanto, así que llegamos a la playa y nos pusimos unos 5 metros separados el uno del otro. Me di cuenta de que todos los hombres que había en esa playa desnudos no dejaban de mirarme y tocarse los rabos mientras yo me desnudaba, realmente era un caramelito para ellos. La mayoría de los hombres eran mayores, pero había un chico que llamó mucho mi atención. Tendría unos 27 años, bastante guapete, con un rabo gordo, sonrisa de canalla y un cuerpo que me volvía loco, no estaba fibrado, era normal, siempre me han peusto má slos cuerpos normalitos.
El chico estuvo todo el rato tocándose el rabo mientras yo tomaba el sol y no dejaba de mirarme y sonreir. Nunca había ido a una playa nudista y estaba nervioso, no sabía muy bien cómo actuar... Así que mirándole fijamente y tocándome el rabo fui a la orilla. El chico no tardó en levantarse e ir detrás de mi.
Entablamos una conversación bastante básica. Le dije cómo me llamaba, mi edad y que era mi primera vez aquí. Él parecía más experimentado y se acercó más ami y me agarró de la mano, y empezó a acariciar mi espalda y mi culito. Eso me puso a mil y me giré hacia él y empezamos a besarnos. Uff cómo besaba, me encantaron esos besos. Mientras le besaba, empecé a pajearle la polla, que la tenía durísima, babeando a tope y gordita, aunque no muy larga, unos 15 cm diría yo.
Esta vez no tuve ningún pudor y me puse de rodillas a mamar ese rabo, me relamí toda la baba que iba soltando, porque el chaval estaba cachondísimo. Empezó a decirme que la chupaba muy bien, que le estaba flipando. Mientras tanto, los hombres de alrededor estaban pajeándose admirando el espectáculo, incluido el madurito pollón que me trajo.
El chaval me dijo que nos metiéramos en el agua y así hicimos. Nos abrazamos en el mar mientras nos besábamos y rozábamos nuestros rabos bien duros. La verdad es que era muy besucón y bastante cariñoso. En el agua empezó a meterme unos dedos en mi culito, que ya lo tenía bien abierto de lo cachondo que me ponía... Dejándome llevar dejé que rozara su rabo por mi agujerito. Le pedí un poco más... y sentí que su glande cabezón estaba entrando en mi culito. Me susuró si quería que la metiera más y le dije que si.
Metió toda su polla en mi culito y , mientras seguíamos en el mar, me empezó a follar suavemente. Un par de embestidas delicadas y luego paraba, para que le pidiera más. Me estuvo follando durante unos minutos y me dijo que no aguantaba, que quería correrse dentro mi de mi. Pero no le dejé y sacó su rabo y empecé a pajearle en el mar hasta que nos corrimos juntos...
Después salimos del mar y seguíamos siendo el centro de mirabas de la playa. Nos intercambiamos los números de teléfono y me pidió discreción porque tenía novia, así que me comentó que esperara a que él me escribiera, que era de otra ciudad y que venía aquí a veranear. Que le encantaría volver a verme.
Nos despedimos con un beso y se acercó a mi el señor pollón. Me dijo que le encantó el espectáculo, que se había hecho un buen pajote y se ofreció a llevarme a casa. La verdad es que se portó muy bien conmigo. Nos montamos en el coche y apenas hablamos hasta que me dejó a unas manzanas de mi calle. Nunca más volvimos a hablar.
GRACIAS por llegar hasta aquí, espero que te haya gustado, querido lector.
El siguiente relato será mi primera experiencia en una sauna gay, donde hice una auténtica orgía.
Espero vuestras valoraciones, comentarios y emails
Un abrazo