Diario de una putita 2: Alfredo, mi primer amante

Lo mire a los ojos y así sentada comencé a chuparle su pene, gordo y duro, como me gustaba tanto.. Pasaba mi lengua por todo el glande, por el tronco y con mis manos acariciaba sus bolas.

Diario de una putita: Alfredo, mi primer amante (2)

Alfredo, el amigo con quien tuve mi primera relación sexual estuvo muy presente en casi un año de mi vida. Después de aquella vez seguimos como amigos siempre ya que como novio realmente no lo quería, aunque cada que había la oportunidad cogiamos como verdaderos amantes. Si, mi amante, ahora que lo veo de esa manera, Alfredo fue mi primer amante y quizá por el amor que el sentía por mi siempre acepto esa relación, solo sexo y amistad, nada que nos comprometiera.

Fueron muchas veces las que íbamos al cine y terminábamos practicando sexo oral en las butacas y una que otra vez hubo penetración, ya después contare esas anécdotas.

Alfredo tenia 19 años, 4 mas que yo y era de El Salvador, mide 1.70, es moreno de facciones muy duras, cabello muy recortado, su mayor atractivo eran sus labios gruesos y carnosos. Debo aclarar que en esa época yo vivía en Estados Unidos, y después de un año de lo de Alfredo, yo me vine a vivir a México y desde entonces vivo sola.

En una ocasión, unos meses después de que tuvimos relaciones por primera vez llego Alfredo a mi casa y nos contó a mi mama y a mi que iba a ir a Galveston (una playa cerca de Houston) con sus primas, las cuales eran casadas e iban a pasar ahí el fin de semana, fue para pedirle permiso a mis papas de que me dejaran ir y ya después de darles santo y seña de quien y quien iba, mi mama, después de llamarle a mi papa, me dio permiso de ir, así que ella misma me ayudo a hacer mi maleta en menos de media hora. Inclusive me convenció de que me llevara un traje de baño color turquesa muy sexy. Ella siempre bromeaba con que algún día iba a terminar enamorándome de Alfredo aunque siempre estuvo convencida que eso nunca iba a pasar ya que conocía bien mis gustos. (Que bueno que así fue, ya que por eso siempre confiaban en el, mi papa decía que Alfredo era como mi hermano mayor, solo que sin tantos pleitos jaja)

Ya después de que me despedí de mi mama y mi papa llego para alcanzarme y darme un poco de dinero y la bendición, nos subimos al carro y nos pusimos en marcha.

Que padre que vamos a estar solos el fin de semana, aunque bueno estarán tus primas pero pues igual y siempre nos dan nuestro espacio – le dije a Alfredo

Jaja, me vas a matar Karen, pero no van a ir mis primas, solo tu y yo.- me dijo Alfredo

Pe.. pero, tu le dijiste a mama-

Tu crees que te iban a dejar ir si solo ibas conmigo, pues no tontita, además es mi regalo por que te has portado bien conmigo- Después de esto me dio un beso en la frente.

Después de un par de horas llegamos a la playa, fuimos a comer algo y a buscar un hotel para quedarnos. Encontramos uno muy confortable, modesto pero lindo y limpio. Lo primero que hice fue darme un baño ya que me sentía sudada y me puse un bikini color turquesa y un short blanco muy cortito que dejaba ver el inicio de mis glúteos. En cuanto Salí Alfredo avanzo hacia mí y comenzó a besarme tomando mi rostro entre sus manos, como el sabia que me gustaba, inmediatamente comencé a sentirme húmeda y la excitación iba en aumento. Podía sentir restregado en mi su bulto el cual iba creciendo poco a poco. Me safe como pude y le dije:

Espera un poco, mejor vamos a dar un paseo por la playa- tomando una toalla y echando cosas a mi bolso.

Bueno esta bien, pero solo si me das un adelanto, si?- me pregunto en tono de chiquillo malcriado

Mmm no, te lo vas a tener que merecer, además quiero que vean al que viene conmigo- le dije acercándome y tomando su bulto en mi mano.

Salimos del hotel y nos dirigimos a la playa, donde había poco gente ya que no era temporada de vacaciones ni nada por el estilo, caminamos un poco hasta que encontramos un lugar un poco apartado y con una linda vista.

El lo primero que hizo fue meterse al mar mientras yo acomodaba una toalla de grandes dimensiones en la cual cabíamos los dos, me quite el short y me senté a colocarme un aceite bloqueador. comencé a colocarme aceite en mi pies, y después mis piernas, mientras me acariciaba pensaba en lo que estaba haciendo, en como estaba lejos un fin de semana sin mis padres y con Alfredo, mi pareja sexual. Cuando Alfredo vio que estaba colocándome el bloqueador salio del mar y corrió hacia a mi, me pregunto que si necesitaba ayuda a lo que le conteste pasándole el bloqueador y tirándome boca arriba.

Alfredo comenzó a untarme bloqueados en los brazos, en mis manos, acariciándolas.. Después llego a mi cuello y fue esparciéndolo hacia mi pecho, llegaba solo hasta donde llegaba la tela de mi bikini. Aquellas caricias me estaban poniendo muy caliente y solo me mordía los labios a la vez que dejaba escapar un leve gemido.

-Mmmm mami, que rica te vez así toda mojadita. Y te esta gustando, mira tus tetitas- me dijo mientras con sus dedos tomaba uno de mis pezones, duros como rocas, y los pellizcaba un poco.

-Sigue poniéndome el bloqueador, dale que no me quiero quemar- le dije, aunque lo que deseaba era que comenzara a acariciarme de nuevo.

Fue bajando por mi abdomen, mi vientre, aquellas caricias eran ya muy descaradas. Llego a mis piernas, saltando mi sexo, y comenzó a aceitarlas, un gemido con mas fuerza salio de mi cuando su mano llego a mi entrepiernas, sentía el calor del sol sobre mi piel mas el calor de las manos de Alfredo. Puse mis manos sobre su short a la altura de su pene y lo masajee un poco, pudiendo sentir lo duro que estaba. Se acerco a mi oído y me dijo:

-Mira putita, como me estas poniendo- a estas alturas Alfredo sabia que me excitaba mucho que me llamara puta, y nombres por el estilo.

Después de decirme esto, quite mi mano de su bulto y me di la vuelta quedando boca abajo. Desabroche mi bikini y quede topless. Le pedí que siguiera poniéndome el bloqueador, lo cual comenzó a hacer gustoso. Con el aceite acariciaba mi espalda, mis brazos, de vez en cuando se acercaba a mi nuca y me daba chupaditas en la oreja.

Después comenzó a darle con el bloqueador por mis piernas, dando masajes en las corvas, cosa que me estaba excitando mucho. Después masajeo mi entrepierna hasta llegar a mi culito.

-Te rico culito tienes chiquita, apuesto a que tampoco se quiere quemar- me dijo mientras bajaba la parte baja de mi bikini a la altura de las rodillas, quedando mi culito al aire

-Alfredo, no hagas eso que nos pueden ver-

-Déjate llevar chiquita, recuerda que este fin de semana es solo tuyo y mío- me decía mientras acariciaba mis nalgas con el aceite, poco a poco fue metiendo sus dedos entre mi raja y me pidió que levantara un poco mi culito.

Con sus dedos llenos de aceite, comenzó a meter dos en mi conchita

-No se que este mas mojado, si mis dedos, o tu panochita- me dijo, ya un poco recostado sobre mi.

-Para Alfredo, que nos van a ver-

-Shhh, goza mami, goza como la perrita que eres- me decía y sus palabras me calentaban muchísimo mas.

Sentía sus dedos entrando y saliendo de mi concha, mientras con otro dedo me acariciaba el clítoris. No tardo mucho en llevarme al orgasmo dado la situación tan morbosa. Termine y el se junto conmigo mas y me beso, un beso mas bien tierno.

Pasamos unos 15 minutos más en la playa cuando decidimos ir de nuevo al hotel. Entramos a la habitación y lo primero que hizo fue quitarme el bolso y tirarlo al suelo, me tomo por detrás de la cintura y me llevo hacia un sillón que había en la habitación. Me pidió que me quitara la ropa, mirando yo hacia la pared mientras el me observaba. Escuche unos ruidos raros como si el se alejara pero me advirtió que no volteara. Ya una vez que me quite toda la ropa, aun algo grasosita por el aceite, me pidió que me tirara en el sillón y abriera mis piernas. Sentir que me daba órdenes me puso muy caliente de nuevo e hice lo que me iba diciendo. Mientras el ya estaba desnudo, sentado a la orilla de la cama.

-Ahora te vas a masturbar chiquita, hazlo como lo haces solita por las noches en tu casa, hazlo para mi bebe- me decía mientras una de sus manos tomaba su pene ya erecto

-Si papi, como tu desees- le dije mientras una de mis manos tocaba mis pechos y la otra se dirigía a mi sexo. Con los ojos bien abiertos lo observaba mientras el no dejaba de masturbarse también.

-Mmmmmm, mmmm que rico- decía yo mientras mi mano acariciaba mi clítoris y un dedo se introducía en mi conchita.

-Que puta te ves, como esas de las películas porno que se andan culeando con todos-

-Tu crees que yo me culeo con todos- le pregunte con voz inocentona

-Pues por lo puta que eres apuesto a que si- me decía, mientras aumentaba el ritmo de su masturbación

-y de seguro te gusta imaginarme mamándosela a otros, verdad, como la puta que soy, le decía con dificultad por los jadeos que me provocaban mis caricias

-Si, eres un zorra, apuesto que se la mamas hasta al joto de Anival-me decía, refiriéndose a mi mejor amigo de la escuela, el cual le caía mal a Alfredo

-Mmm si, y tiene una verga mas grande que la tuya y me encanta- le decía en tono desafiante

Se paro con mis palabras y avanzo hacia a mi, me tomo del cabello y dirigió mi cara hacia su pene, duro y caliente.

-Ah si putita? Mas grande que el mío eh?.. pues comete este para ver si te dan ganas de ir probando vergas por ahí-

Lo mire a los ojos y así sentada comencé a chuparle su pene, gordo y duro, como me gustaba tanto.. Pasaba mi lengua por todo el glande, por el tronco y con mis manos acariciaba sus bolas. Alfredo solo gemía de placer y me cogia por la boca. Metía y sacaba su verga de mi. Después la tomo con su mano y yo con mi lengua de fuera comencé a recibir golpes con su pene, lo agita mientras chocaba con mi lengua hasta que no aguanto mas y sentía que se venia. Derramo toda su leche en mi boca y pechos, resbalándose esta por mi estomago y vientre por el aceite de mi cuerpo.

Mira, te esta haciendo una invitación- le dije mientras señalaba el semen resbalándose por mi cuerpo.

Abrí mis piernas y el se hincó frente a mi, cogio una de ellas y la puso sobre su hombro. Después se acerco y comenzó a chuparme los labios y el clítoris, sentía su lengua recorrer toda mi rajita y aquello me estaba poniendo a mil. así estuvo dándome una buena mamada hasta que no soporte más y le pedí que me la clavara pronto.

Me levanto del sillón y se sentó el, me puso dándole la espalda con sus piernas entre las mías, se puso un condón y después me tomo por la cintura y poco a poco me fue descendiendo. sentía como su verga entraba en toda mi concha, sentía como palpitaba dentro de mi. Poco a poco me fui moviendo rítmicamente hasta que fui haciéndolo mas y mas rápido, el besaba mi espalda y agarraba mis tetas, las cuales se meneaban con los movimientos.

-Ahhh.. ahhh que rico me coges-

-así me cojo a las putas como tu, que sientan como les clavo mi verga-

-Si papi, así clávamela, aaahhhh si, dale dale soy bien puta amor, dalee-

-Si, eres una zorra, te vi como mirabas al de recepción-

-Si papi, quería que me cogiera pero apuesto a que no lo hace como tu-

-pinche zorrita mamavergas, vas a saber lo que es que te cojan, no chingaderas-

-sii ahhhh, ahhhh, dale daleeee, aahhh, cojeme asiii.. me vengoo.. ahh!!-

-Mmmjj, mmmjj- jadeaba Alfredo mientras me daba sentones en su pene.

-Ahhhhhh, aahhhh.. – AHHHH AHHHH- me corrí y al contraer mi vagina Alfredo se corrió también, se dejo caer sobre el sillón y yo también, estuvimos un rato acariciándonos mientras me decía que me había preparado una sorpresa.

-Dime que es, ándale-

-No chiquita, no comas ansias, solo recuerda que la estrella de mi película siempre serás tu- me decía mientras me tomaba y nos acostábamos acurrucados en el sillón.

Aquellos dos días fueron inolvidables, llenos de sexo y morbo. Cuando llegamos a casa me dio un paquete, el cual abrí entrando a mi cuarto. Era una caja que contenía una cinta, en la cual decía ‘Mi recuerdo de Galveston’.. Me explico que había colocado la cámara sin que yo me diera cuenta para que no se viera actuado todo, después hicimos una copia para el y yo me quede con la mi y a la fecha sigue siendo mi película porno favorita :-)