Diario de una mujer
Diario de la vida sexual de una mujer madura.
- Bueno os dire que esto no lo he escrito yo, lo encontré por casualidad un día que fui a tirar cartones y otros papeles a un contenedor especial para esos menesteres, cuando lo vi en el suelo estaba en una carpeta nueva y además de cuero bueno y lo agarre para ver si yo lo podía aprovechar, pero después me fije y era un diario o supuesto diario, escrito de cualquier forma, y nada ordenado, una vez en casa lo guardé y mas adelante estando solo me puse a leerlo y a ver que era en realidad y vaya sorpresa me llevé, eran relatos eróticos que en un principio creí eran escritos cada uno diferente pero que mientras los fuí ordenando poco a poco pude observar que tenían algo en común y con sentido cronológico, conforme pude darles algo de orden me di cuenta que estaban muy bien escritos y como resulta que soy lector de este tipo de relatos y no soy muy buen narrador que digamos, pues los he copiado íntegros, además creo que deben de ser reales pues todo es bastante coherente y me place que sean leídos por otros aficionados a estas lecturas, y que me digan si pueden ser o no reales.
-A mí me da muchísimo morbo de pensar que alguna vecina mía o del barrio se dedica hacer estas cosas en sus ratos libres, y de pensar quien puede ser.......me excita lo impensable.
-Este es lo que yo creo es el principio no esta muy bien ordenado pero si yo lo he entendido, los demás también...........
EL DIARIO
-Esta es mi historia o supuesto diario erótico de una mujer de hoy en día, ya entrados los cuarenta que creo soy envidia de cualquier hombre, madre de mis hijos, esposa de mi marido, amiga de mis amigas y amigos, rica y sobre todo muy puta en la cama o cualquier sitio donde se pueda practicar el sexo, mantuve siempre mi honra intacta, aunque tuve una época en especial que no lo fui en absoluto, si bien nunca me arrepentí de ello ya que me valió de una gran experiencia personal y no le hice daño a nadie y además fue el principio de mi pequeña fortuna, que como bien digo en algún momento del relato, me entró por el coño..............
-No tengo una descripción física en especial, que cada cual me imagine como quiera, si alguien lee esto alguna vez, que tengo dudas, que se imagine físicamente a su mujer ideal, rubia, morena, alta, baja, gorda delgada, como quiera que sea.-
-Me llamo Mara, soy una mujer de 45 años, que aún me conservo muy bien, ya que me gusta cuidarme para gustarme y para gustar a los demás, algo que consigo con facilidad.
-Terminaba de ducharme y me estaba secando cuando me mire en el espejo y me vino al pensamiento lo que estaba comentando antes, y me entraron ganas de hacerme un dedito, al verme reflejada en él, con un chocho peludo que era la delicia de mi esposo y de todo el que por allí pasaba....... que no eran pocos, si bien hubo un tiempo en el pasaban muchos mas, y me acorde de Anselmo, un hombretón negro con el que me unió una relación mas profesional que afectiva, pero que me dio placer para dar y tomar durante dos años, junto a cientos de ellos mas......
Me gustaba autosatisfacerme de cuando en cuando, una vez seca me fui a la cama y me tendí con las piernas abiertas y empecé a tocarme el clítoris de mi negro y experimentado coño, acordándome, como dije antes de mi adorado Anselmo, 1'90 de tío con un pollón de los que dan fama a esa raza y del que pude disfrutar todo lo que quise. Pero bueno empezare desde el principio, para que todos os enteréis de que estoy hablando.
-De siempre me ha gustado disfrutar del sexo, ya de jovencita me gustaba pajear a mis primeros novietes y si bien deje pronto de ser virgen, fue cuando me fui a estudiar a una ciudad grande, Madrid, una carrera que no había en mi cuidad de origen, cuando de verdad supe lo que era disfrutar del SEXO con palabras mayúsculas. Mis padres me buscaron un sitio donde quedarme a dormir junto a otras estudiantes, pero estas no estaban por la labor de estudiar, no pensaban nada mas que en fiestas y follar a destajo sin preocuparse de los estudios para nada, y eso a mi no me gustaba ya que si bien me encantaba darle placer a mi cuerpo también me gustaba preocuparme por mi futuro y esa no era la manera de hacerlo, según mi entender y pronto comenzaron los problemas con las otras, por lo que me busque un pisito pequeño para estar sola. Pero tenía un problema, el dinero, mis padres me mandaban todos los meses unas 20000 pesetas, estamos hablando del año 1982, y con ese dinero en una ciudad grande, no es que diera para mucho y en poco tiempo empezaron los problemas, a mis padres no quería decirles que me había marchado del piso, ni las otras querían decirlo tampoco, quedemos en que lo haríamos así, yo viviría mi vida y ellas la suya, pero siempre dijimos que estábamos juntas, por lo que no podía pedirles mas dinero.
-Pero una noche, que no tenia ni para comer, salí a dar una vuelta, sin saber ni por donde, cuando me di cuenta, estaba en un barrio medio marginal, del que no sabia ni el nombre, en el que estaban asentados los primeros inmigrantes extranjeros que llegaron a esa ciudad, por lo que también había muchos prostíbulos y putas que hacían la calle, por ser sitio donde había que dar ese tipo de servicios a esos inmigrantes, tenían faena. Iba vestida de cualquier forma, pero con un gorrito de lana y me disponía a marcharme, ya que podía tener peligro por aquel barrio pues note que un tío muy raro con pintas de chulo se había fijado en mí mas de la cuenta, cuando un hombre negro muy corpulento me salió al paso y me dijo si quería ir con él a otro sitio, con seriedad y dándome confianza, como estaba asustada y estar con un hombre de allí me dio seguridad es por lo que accedí a acompañarle, poco después estaba en una cochera vieja pero bien arreglada, el hombre me dijo que se llamaba Anselmo y me ofreció un poco de comida, que comí con ganas, no se porque pero no tenía miedo de él, cuando terminemos de comer algo, me preguntó si era nueva en aquel barrio, le dije que solo estaba de paso, pero a Anselmo eso le daba igual, me pregunto directamente que quería probarme para comprobar como lo hacía, yo no entendía nada y menos aún cuando comenzó a quitarse la ropa, sin pudor alguno quedó desnudo de cintura para abajo, me quede asombrada de ver aquel pedazo de verga que le colgaba entre las piernas, mas negra aún que el resto de su cuerpo y sentí un escalofrío cuando vi. que se acercaba a mi y me dijo sin mas.
-Chupa para ver como lo haces.
-Lo dijo como si estuviera acostumbrado a hacerlo, y no me negué, se la agarré por la parte de atrás era mas grande de lo que parecía de mas lejos, y he de decir que estaba impresionada, por supuesto había visto muchas y de todos los tamaños pero tanto como esa y tan negra, nunca. Iba limpio, no olía mal, lo hacía de diferente manera a como olemos nosotros, los blancos, me di cuenta poco después que era el olor de la raza, que huele diferente, pero en fin vamos a lo que vamos, después de agarrársela con la otra mano le cogí sus dos estupendos cojones, y me decidí a comenzar por allí, llevaba un casi un mes sin nada que de sexo y me apetecía, y los empecé a besar primero y chupar después, y note como se le iba poniendo dura la polla y poco a poco empecé a lamerle y chuparle todo lo larga que era la susodicha , que por otro lado iba poniéndose cada vez mas gorda y empinada hasta que llegué al capullo cuando ya la tenía toda dura, casi no me entraba en la boca, pero como una ya era experta en mamadas y además me estaba excitando mucho, puse en practica todo lo que sabía sobre pollas, que no era poca a pesar de mi juventud y Anselmo lo notó y me dijo.
-Tu sabes lo que haces, ahhhhhh.........
-Y comenzó a gemir por el placer que le estaba dando, y chupe y le lamí todo ese pollón hasta casi hartarme, aunque él no hacía nada que me dijera que iba a correrse, solo me dijo.
-A ver como follas.
-Y me quite la ropa, me quede desnuda ante él si bien me deje la camisa puesta pero abierta ya que tenía a pesar de todo algo de fresco, y el gorrito tampoco me lo quite y empalmado como estaba cuando me puse delante me toco el coño, que estaba mojado, y me dijo que tenía muy buen chocho con la otra mano me toco las tetas, cuyos pezones estaban muy duros por la excitación, algo que también me dijo, y me tendí en la cama toda abierta, Anselmo se colocó sobre mí y me penetró sin mas, aunque despacio, era sabedor de lo que tenía entre las piernas, para no hacerme daño, para mi sorpresa pude comprobar que a pesar del tamaño no llegó a tocar el fondo de mi vagina, de eso también se dio cuenta él, dijo muy bien, por lo que empezó a empujar cada vez mas fuerte y yo comencé a tener un placer inmenso, que me hizo correrme como una loca, pero Anselmo iba a lo suyo que era follar y ya esta, y siguió empujando un rato mas, yo me volví a correr por lo menos dos o tres veces mas, porque perdí la cuenta, aquello parecía un sueño, ese sueño que tenemos muchas mujeres con gozar de nuestras fantasías sexuales, yo no las había tenido con negros, pero, de todas formas creí era un sueño echo realidad. Poco después salió de mi y pude ver que tenía la polla toda mojada de mi y tuve la tentación de volver a mamársela pero me dijo que no y me dio media vuelta y me la ensartó por detrás, me agarró por la cintura y comenzó a entrar y salir moviéndome él a mi en vez de ser él el que empujaba, así nunca me lo habían hecho pero me gustaba mucho, también ayudaba su tremenda fuerza, poco después me estaba corriendo otra vez, esta vez grite mas si cabe y eso le gusto mucho, pero llegó un momento en el que se me echó encima y me dejo tumbada boca abajo en la cama y entonces era él el que empujaba y estaba empezando a jadear cada vez mas, pero sabia controlarse, cuando ya creí que se corría se volvió y me puso de lado, sin sacármela, y comenzó a empujar nuevamente a la vez que me tocaba todo mi peludo coño y el excitado clítoris, así estuvo otro buen rato, y me volví a correr, cuando me dijo.
-Es hora de terminar.
-Se coloco sobre mí, esta vez como toda la vida y empezó a darme fuertes empujones adivinando que ahora si que se corría y lo hizo a lo grande, me salía la leche blanca de su polla negra por los lados del coño y me bajaba hasta el culete, aunque no me la había sacado todavía, descanso sobre mi un poco y se levantó, produciéndome ese gustito que da, cuando te la sacan después de varias corridas, y se fue a asearse, yo me quede tumbada toda abierta notando como salía su leche de mi coño y cuando por fin me levante, Anselmo estaba totalmente desnudo y pude verle bien, tendría sobre los 28 ó 30 años, era muy musculoso se le notaban todos los músculos y fijándome especialmente en lo que colgaba, mas tranquila y vi. lo bien dotado que estaba.
-Me aseé en un pequeño vide y me vestí, sin saber de verdad que había pasado, pues estaba algo aturdida, cuando vi a Anselmo, ya vestido, que se acercaba y me dio 2000 pesetas, que en 1981,eran 2000 pesetas, yo al ver aquello le dije que qué era, me respondió
-Que lo haces muy bien y te las has ganado, y si quieres te proporcionare amigos míos como clientes y ganaras 2000 pesetas cada vez.
-Yo no supe que decir, también me dijo que no tendría que estar en la calle que lo haría allí en aquella cochera y que él me protegería, cosa que no tenía la menor duda, que no me preocupara que ya lo había echo otras veces, y me contó lo de otras estudiantes en mi situación que también lo hicieron en su momento, por supuesto creyó que había ido allí a buscar algo de eso y le dije que esperara un poco.
-Me encerré en el baño y me puse frente al espejo, lo último que había pensado era en la prostitución y era algo que parece ser hacían muchas estudiantes para pagarse los estudios, según me dijo Anselmo, a mi me gustaba, y me gusta, follar pero con quien yo quiero y en la prostitución no elijes, eso me asustaba, pero por otro lado Anselmo estaría allí para cuidarme y eso también me daba seguridad, también intuí que serian inmigrantes los clientes por lo que seria raro que entrara algún conocido y menos por aquellos barrios y podría llevar una doble vida tranquilamente, además no me sentí sucia como había leído en relatos de novelas y algunas películas se sentían las putas, y me dije si quería tener dinero rápido para mis estudios, sin perder tiempo trabajando, que mejor que aquello, no seria moralmente muy ético pero quien lo iba a saber, aquello estaba a años luz de mi vida normal y creí que lo llevaría bien, y lo lleve bien, hasta que terminé mi carrera y volví a mi ciudad natal, pero para eso faltaban dos años.
-Salí del baño y le dije que si, que cuando empezaba, me dijo que al día siguiente, que estuviera allí al anochecer, pero para salir me llevó por otro sitio y salí por otra puerta que daba a un patio y este a su vez a otra vivienda, y a otra calle, me dijo que entrara por allí, me dio una llave y me fui.
-No se porque pero me sentía ilusionada y asustada a la vez al pensar que tendría a aquel hombre negro para mi cuando quisiera, y a otros hombres como él que me darían tanto placer como había tenido esa tarde, pero eso creo, lo puedo contar en otra ocasión.
Bueno espero os haya gustado este primer relato, al que seguiran mas si vosotros quereis.
Esto es para el Wesmaster, lo siguiente tiene algo de prostitución, no voy a mandarlo, solo las relaciones de la chica en su chulo, si desean algo diferente a ello diganlo, e intentare arreglarlo y si no les interesan también.
Saludos cordiales,