Diario de una adolescente II (Cine)
Lo que iba a ser una solitaria noche de cine se convirtió en una noche de desenfreno con mi prima y mi papi.
Querido Diario:
hoy he tenido otra de esas vivencias que mi papi me dijo que escribiera, y viendo el buen resultado de mi anterior escrito (me he masturbado más de veinte veces leyéndolo jijiji), no voy a dejar de hacerlo.
Han pasado ya tres días desde mi encuentro con mi prima en ese maravilloso probador y como se estrenaba cincuenta sombras de Grey decidí que era el momento de volver a verla, así mientras que Grey hacia sus cosillas en la pantalla nosotras podríamos hacer las nuestras en las butacas jijiji. Así que llamé a mi prima para hacerle la proposición indecente jijiji. La conversación fue más o menos así:
- Prima hoy se estrena la pelí de Grey.
- ¿Y?
- ¿Vienes conmigo a verla?
- No, por lo que he leído es una película para adolescentes salidas como tú primita.
- No si yo no creo que muestren todo lo que describe el libro, pero sí lo suficiente para calentarnos y jugar mientras las vemos.
- Mis días de toqueteos en el cine ya han pasado, me gustan algo más íntimos, si quieres juerga puedes venir a nuestro probador, sabes tienes unos fluidos muy fuertes, no hay quien saque la manchita de la moqueta.
- Te juró que otro día me paso si me acompañas a verla, incluso puede venir de nuevo el hijo del dueño.
- Tú lo qué quieres es más ropa gratis.
- Me has pillado jijiji.
- Paso primita, además hoy voy a salir con mi novio, hace una semana que no le veo y mi coñito tiene hambre.
- Pues disfruta prima.
- Y tú también, y ten cuidado quién tienes a tu lado cuando empieces a jugar eh
- Si prima y tú lee un poco del libro antes, quizás te de alguna idea para esta noche jijiji.
- Poco creo que me puede enseñar primita. Hasta luego locuela.
- Chao.
Al final como tenía que ir sola al cine, decidí que la sesión golfa sería muy arriesgada, así que iría a la sesión de las diez. A las nueve me vestí con una pequeña minifalda negra no muy estrecha, un jersey blanco algo hoguero sin nada de escote, junto a unas bambas blancas y por supuesto nada de ropa interior, no era muy chip pero era ideal para las incursiones dátiles que tenía pensado hacer durante toda la película.
Llegue un cuarto de hora antes, compre la entrada, silencie el móvil tal como pedía el cartel que había en la puerta de entrada de la sala y entre, estaba abarrotada, me había tocado junto a dos chicas que iban, una iba con su novio y otra sola, Dios iba a masturbarme en una sala llena de chicos y chicas, más bien chicas, de los nervios recorrieron mi cuerpo y me entraron ganas de orinar de los nervios.
Salí todo lo rápido que pude sin salir corriendo de la sala hacia el cuarto de baño, no quería perderme ni un solo segundo de la peli, nada más entrar escuche unos leves gemidos junto a una extraña vibración tras una puerta, no soy la única que estaba excitada por ver la película jijiji, entre en la puerta de al lado y sin importarme lo que hacia la chica en su pequeño cubículo, cubrí con papel toda la taza del inodoro, me baje la minifalda, y me senté, en ese momento los gemidos de la chica eran claramente audibles y me estaban excitando aún más, pensé en acompañarla y me masturbarme también, pero si lo hacía seguro que me perdería el inicio de la película, así que haciendo un sublime esfuerzo solo orine.
Al subirme la pequeña minifalda tras orinar, el móvil vibró en el bolso haciendo que cayera al suelo, suerte que no ha caído en la taza del inodoro, lo cogí con unos papeles y lo limpie bien antes de ver que era lo que lo había hecho vibrar, al deslizar el dedo sobre la pantalla vi un whatsapp de mi prima "primita al final si puedo salir contigo, el muermo de mi novio tiene fiebre”, seguidamente me entro otro, “he seguido tu consejo y he empezado a leer el libro y estoy muy caliente”, rápidamente le mandé un mensaje, “no estoy en casa, he ido al cine, tardaré en volver”, y segundos después llego uno más “ llega pronto estoy muy hot, si llego y no estas no tendré más remedio que follarme a tu papi jejeje” junto a un emoticono guiñando el ojo.
Nada más leer el último mensaje mi rajita se humedeció de nuevo, ¿de verdad me pone ver como mi primita se follaba a mi papi?, ¿o quizás era al revés?, daba igual, salí del cine rápidamente y casi corriendo fui hacia mi casa, poco tiempo después me cuenta que corría, mientras acortaba tan rápido como podía el camino hacia mi casa, mi mente se lleno de pronto de imágenes de mi prima comiéndole dulcemente la polla a mi padre, tan dulcemente como me había comido a mí mi rajita hacia escasos días, mi prima saltando sobre el miembro de mi papi mientras decía todo tipo de guarrerías, y sobre todo mi papi penetrando duramente a mi prima a cuatro patas sobre mi camita mientras todos mis peluches los miraban fijamente, todas esas imágenes me habían calentado en sobremanera y mi flujo empezaba a resbalar libremente por mi muslo, de repente recibí una llamada de mi prima, lo cogí rápidamente sin parar en mi carrera.
- ¡¿Si?! - pregunté con voz exaltada mientras corría, ya a escasos metros de mi casa, sin recibir respuesta alguna.
- ¡Hola tito!, ¿esta Laurita? - oí la voz de mi prima lejana tras varios segundos en silencio. ¡Si sabe que no estoy!, ¿por qué dice eso?, ¿qué es lo qué quiere?, ¿porque me ha llamado?, ¿habrá llamado el móvil solo?, ¿o quiere qué oía como se folla a mi papi?
- No, no está, ha ido al cine.
- ¿Y tardará mucho?, es que hoy me apetecía una noche de chicas y he venido a darle una sorpresa a Laurita.
- Es una pena Cristina, lo siento, creo que al menos tardara dos horas, sino son más, a veces se para tomar un café antes de venir.
- ¿Un café a esas horas?
- Sé que no es un café, pero es lo qué me dice para que no me ponga nervioso, sé que serán una o varias copas, pero como nunca ha llegado borracha no me importa, está en esa edad supongo..., lo siento.
- Da igual tito, es lo que pasa por hacer sorpresas, que a veces pasa esto, si no te importa tito, ¿puedo esperarla dentro y cuando vuelva le doy la sorpresa y salimos un rato?, es qué tenemos muchas cosas que hablar, claro si no te importa tito.
- No claro que no Cristina, pasa, pasa.
- Gracias.
En el mismo instante que entraba mi prima llegue a la verja de mi casa, apenas pude ver parte de su bota negra antes de que la puerta se cerrará tras ella, rápidamente abrí la verja y pasé sin dejar de escuchar ningún momento por el móvil donde solamente se escuchaba el repiqueteo de los tacones de mi prima, rodee la casa hasta llegar a la piscina, la luz del salón estaba prendida, me escondí tumbada tras las flores que había plantado mami junto a la piscina donde la luz no iluminaba y observe lo que hacían mientras escuchaba la conversación por el móvil.
Mi prima paso primera al salón embutida en un traje negro ajustado hasta las rodillas que marcaba todas sus curvas y hacia resaltar su precioso pelo rubio, a escasos centímetros de él comenzaba unas elegantes botas del mismo color que terminaban en un finísimo tacón de aguja, a cada paso que daba movía ostentosamente su prieto trasero a la vez que su pelo se mecía en sus hombros y espalda, tras ella apareció mi papi con la cabeza algo baja, seguramente estaba grabando en su mente el meneo del culito a mi prima, ¿hará lo mismo conmigo cuando me pongo ropa ajustada?
- Siéntate por favor - dijo mi papi ofreciéndole una silla junto a la mesa.
- Gracias eres muy atento tito - dijo mi prima arqueando su cuerpo algo más de lo necesario para sentarse y ofreciéndole a mi papi una muy buena visión de su trasero por si había tenido poco con el paseíllo de antes.
- ¿Quieres algo un café, una copa? - pregunto mi papi que se había situado frente a mi prima, desde esa posición debía tener un buen plano del escote de mi prima, ella que parecía no querer darse cuenta de donde dirigía mi papi la mirada, le dedicaba una gran sonrisa, la misma sonrisa que me había derretido hacia unos días, y había derrumbado la muralla de mi moral y había hecho que cayera en mis más bajos instintos.
- No tito gracias, siento haberte chafado la salida - tras la negativa mi papi se sentó frente a ella.
- Tranquila, el tiempo de salidas se acabó hace mucho Cristina. La verdad es que iba a dormir, pero estando en tan buena compañía el sueño puede esperar - respondió mi papi mientras ella se colocaba sensualmente su pelo en su espalda.
- ¿Porqué?, eres guapo, educado, no estás en mala forma, seguramente tienes a unas cuantas babeando por ahí - respondió mientras posaba su mano sobre la rodilla e inclinaba su cuerpo hacia él mostrando ya sin tapujos el generoso escote de su vestido que parecía querer explotar y liberar sus dos preciosos pechos.
- Soy padre soltero de una adolescente, eso restringe mucho el mercado.
- No me digas qué desde que tu mujer nos dejo no has tenido ningún encuentro con una fémina.
- No, no he tenido ningún encuentro, además tampoco lo necesito.
- ¡Pero si hace eso varios años!, pues sabes tito yo necesito más de uno semanal ya sea con mi novio..., o en solitario, ya me comprendes ¿no? - respondió llevando sus dos largos dedos penetradores de mi casi virginal intimidad en aquel pedazo de cielo llamado probador hacia su boca como si quisiera lamerlos, después los llevaba hacia sus piernas y separaba ligeramente sus rodillas, mi padre debía de estar súper excitado, pues yo me encontraba completamente húmeda, parecía estar viendo la mejor película porno, seguro que mucho mejor que las 50 sombras y que no me había tocado hacia una semana (mentira jijiji), mi rajita no hacía nada más que pedirme que la penetrará, ¿pero que pensarían los vecinos si me veían masturbarme en medio del jardín?, solo esa idea hacia que me estuviera reteniendo mis ansias por masturbarme.
- Eres joven y guapa, seguro que no has tenido que hacer muchos solitarios. Con respecto a la necesidad, eso se pasa con la edad.
- ¿Guapa?, no sabes lo que cuesta mantenerse así, por ejemplo estos tacones me están matando, si pudiera me quitaba estas botas del infi...
- Por favor Cristina estás en tu casa.
- Gracias tito - dijo mientras apoyaba la bota en la silla y bajaba lentamente la cremallera de la bota, haciendo que el vestido aumentase su apertura y mostrando sin tapujos a mi pobre papi su ropa interior, o quizás su deliciosa rajita
- Pues serás el único hombre que no tienes necesidades, pues no me puedo creer que ya no te funcione - dijo mi prima mientras se masajeaba el pie en la misma posición sin mirar a mi papi.
- Si te digo la verdad hace tanto que no lo hago que no se si funcionara - dijo mi papi entre risas.
- No puede ser verdad, seguro que algún solitario te marcas de vez en cuando - dijo mirándolo mientras se quitaba la otra bota.
- Bueno... - soltó avergonzado mi papi.
- Ya decía yo - dijo sonriendo - , y si se puede saber, ¿en quién piensas o que ves?
- Yo solo lo hago para que no haya accidentes nocturnos.
- Si, ya, ya, ¿pero en qué piensas?, venga tito..., no me seas soso, venga me lo dices y yo te cuento que pienso mientras me lo hago yo - dijo con voz inocente mientras acercaba su silla a la de mi papi.
- Bueno yo..., yo veo algunos videos en internet - dijo avergonzado.
- ¿Videos de qué?, ¿lesbianas?, ¿doble penetración?, ¿asiáticas?, ¿jovencitas?, ¿bondage?, se más explicito tito - dijo poniendo ambas manos en sus rodillas e inclinando su cuerpo hacia él.
- De ..., algunas veces de lesbianas, otros de striptease, pero sobre todo de jovencitas, y cuando no puedo verlos lo hago con la foto de Claudia la amiga de mi hija - dijo señalando una foto de Laura y Claudia ambas en biquini que adornaba el mueble del salón, había notado varias veces al limpiar el polvo del salón que aparecían huellas de dedos en el cristal de la foto, pero nunca le había dado importancia, ¿me habrá mirado a mí alguna vez en vez de a mi amiga?, nada más pensarlo su rajita se humedeció intensamente y no pudo reprimir dar un gemido.
- Vaya te gusta la amiga de tu hija - dijo levantándose y cogiendo la foto que había señalado mi papi - ummm, se parece un poco a mí.
- Bueno..., si...
- No tienes mal gusto tito - dijo guiñándole un ojo -, pues yo me toco viendo videos lésbicos o de penetración anal, ufff, me encanta ver como dos chicas se comen enteritas, sobre todo si una de ellas se pone un arnés y penetra a la otra, por Dios y ya como sea penetración anal, uff la penetración anal me vuelve loca, como lo hagan tengo para varios orgasmos- mi padre se movió en la silla - Dios que tonta he sido, vaya, lo siento, no quería ponerte así - dijo mientras miraba directamente al paquete de mi papi
- No pasa nada, es normal hablando de estos temas.
- No, lo siento, voy al servicio y me voy, Dios que vergüenza - dijo mi prima abandonando la habitación llevando las botas en sus manos.
Cuando mi prima salió del salón mi padre llevo las manos al pijama y empezó a tocar su miembro por encima de la tela, después se levantó, dio dos pasos en dirección a la puerta y desanduvo sus pasos, sacó su miembro por la apertura del pantalón y se masturbo lentamente mientras miraba la silla vacía donde hacia escasos segundos había ocupado mi prima.
Ese fue el clic que hizo que perdiera los papeles, levante mi pequeña minifalda y lleve mis dedos a mi rajita y empecé a masturbar mi clítoris tan lentamente como veía como mi padre se masturbaba, bueno tan lentamente como me podía frenar mis dedos, que por si ellos hubiera sido hubiese llegado al orgasmo en apenas cinco segundos, Dios la tenía tan larga, se veía un buen pedazo sobresalir de su mano cuando sujetaba desde la base, y sabía a como de grandes tenía mi papi las manos, Dios no había visto ninguna tan grande en su vida, ¿Cómo sería tenerla dentro?, ¿me cogería entera en mi vagina?, ¿o en mi boca?, al imaginarla tenerla dentro de mí, mis dedos resbalaron por mi rajita y se introdujeron en ella, no sabía si mi papi terminaría su masturbación estando mi prima en el baño pero yo estaba segura que lo iba a hacer, introduje mis dedos los más profundo que pude y cerré mis piernas en torno a mi mano para sentirlos mejor, cada vez que mi papi subía su mano yo penetraba mi rajita, cada vez que la bajaba yo sacaba mis dedos, era casi como mi papi estuviera haciéndomelo, no podía reprimir mis gemidos y cada vez eran más fuertes, si seguía así alguien se daría cuenta de lo que estaba haciendo, al pensarlo un relámpago de pacer cruzo mi cuerpo haciéndome gemir mucho más fuerte de lo que lo habría deseado.
En ese mismo instante mi papi dejo de frotar su largo miembro y se lo volvió a guardar en su pijama, eso no me hubiera refrenado, si cerraba los ojos podía verlo machacándosela lentamente, incluso podía verlo penetrándome fuertemente, pero ¿qué pasaría si salía al jardín y me veía tirada masturbándome?, quizás se la volvería a sacar y terminaría encima de mí, Dios eso sería realmente maravilloso, sentir su leche caliente sobre mi cuerpo mientras terminaba de tocarme, ¿pero y si era un vecino quién me viera?, ¿desviaría la mirada, se marcharía solo pajeándose delante de mí o me violaría?, estaba tan caliente que seguro que no tendría que forzarme para que lo hiciera con él, lo haría incluso con mi vecino viejo verde que cada vez que me ve siento como me desnuda con la mirada, ¿y si lo que vieran fuera a mi padre machacándosela encima de mí o penetrándome en medio del jardín?, no, no podía permitir eso.
Cruce el jardín lo más rápido que pude gateando a cuatro patas para no ser vista lamentándome a cada paso de tener que parar, me senté en el césped mientras respiraba profundamente mientras intentaba escuchar si mi papi abría la puerta del jardín, ¿cómo podía ser que con todo lo que me acababa de ocurrir siguiera tan excitada o más que antes?, ¿será que me pone que me vean?...
Mientras intentaba recuperarme de todas esas sensaciones, e intentar responder todas las absurdas preguntas que rondaban mi cabeza me percaté de que la luz de mi habitación estaba encendida, ¿qué hacía encendida?, gatee un poco más hasta llegar a ella, observe que estaba al menos dos dedos abierta, ¿la había dejado yo así?, lo dudo mucho, no solía abrir la ventana y mucho menos cuando me cambiaba, que era lo último que había hecho antes de irme al cine
Me acuclille y miré por la rendija, mi prima estaba frente al espejo de mi habitación desnuda, su quitado su ajustado vestido negro y su ropa interior descansaban encima de mi camita, se miraba mientras masajeaba sus dos preciosos pechos, sin darme cuenta volví a llevar mis dedos junto a mi rajita y empecé a masturbar mi clítoris, en esa posición aunque mi vecino me viera no vería nada gracias a mi minifalda que ocultaba lo que estaba haciendo mi mano, todavía recordaba la dulce sensación del roce de sus pechos en mi piel, el sabor de su piel, Dios necesitaba correrme, metí dos dedos de mi otra mano en mi rajita y comencé a penetrarme lentamente, ¿porque me excita ver desnudarse a una mujer?, creo que voy a lesbiana o al menos bi porque esto no es normal, o quizás solo era que mi papi me había dejado demasiado caliente.
Cuando mi prima dejo de acariciarse sus dos pechos estaban excitadísimos, se alboroto un poco el pelo, metió sus dos largos dedos a su rajita, después dio varias acometidas con ellos en su maravillosa rajita antes de sacarlos y lamerlos, ver como mi prima se masturbaba delante del espejo, como yo lo había hecho días atrás había colmado el vaso, ya no podía aguantar más, abrí todo lo que me dejaba aquella pequeña minifalda y penetre fuertemente mi rajita, no pude aguantar ni un minuto en aquella posición, me puse a cuatro patas y me masturbe lo más fuerte que pude, como no quería que me volviera a traicionar mis gemidos, metí todo lo que pude de mi jersey sin dejarme de penetrar en la boca y lo mordí, en ese momento poco me importaban si me veían los vecinos, si cuando terminara aquella calentura tenía que follarme a uno o a todos sus vecinos, solo quería disfrutar, notaba como bajaba mi flujo por mi muslo hasta caer en el césped, segundos después no podía sujetarme con sola una mano, las fuerzas habían empezado a fallarme, baje mi cabeza hasta el suelo y alce mi culito, note como mi minifalda bajaba hasta mi barriga, no me importaba si me veían el culo, mi raja, o totalmente desnuda en ese momento, lo único que me importaba era lo que pasaba en mi cabeza y en ella me penetraba mi culito salvajemente mientras me comía la rajita de mi prima, notaba como mi flujo recorría mis piernas, incluso como bajaban por mi recién rasurada ingle hasta llegar a la tela de la minifalda, de repente los dedos que acometían las intensas penetraciones, resbalaron de mi rajita a causa de la intensísima afluencia de fluido, el orgasmo me sobresalto en el mismo instante que volvía a meter mis dedos en mi interior, mis piernas cedieron y caí al césped exhausta con el culo al aire, un pedazo de jersey en mi boca, las piernas abiertas y mis dedos metidos hasta el fondo en mi rajita, todo un espectáculo para cualquiera que pasara cerca de mi casa en ese momento. Mientras intentaba volver a coger el resuello de nuevo lo antes posible para al menos poder bajar mi minifalda y tapar mis vergüenzas, note como resbalan poco a poco mis dedos cayendo al césped en medio de un charco de mi propia esencia.
Cuando apenas llevaba unos segundos sentada en el césped relamiéndome mi mano impregnada de mi deliciosa esencia, la luz de mi habitación se apagó, tan rápido como pude gatee de nuevo hacia a mi primer escondite.
- Tito, no te voy a dejar así… – oí la voz de mi prima delante mía cuando casi estaba a punto de llegar, mire en dirección donde había escuchado la voz y en vez de encontrarme con mi prima vi mi móvil tirado en el suelo, seguramente se me habría caído en mi inesperada huida, lo cogí rápidamente y volví a tumbarme en lo que se ha convertido desde ayer noche mi lugar preferido del jardín.
Mi padre miraba hacia la puerta del pasillo fijamente, segundos después apareció mi prima vestido con mi antiguo uniforme del colegio, su pelo rubio estaba recogido en una cola de caballo muy parecida a la que me hacia cuando iba a clases, mi camisa que a mí me siempre me había quedado algo holgada, apenas podía contener su pecho, parecía que los botones saldrían volando y que sus duros pezones parecían que atravesarían la tela de un momento a otro, mi faldita tableada de instituto apenas conseguía ocultar las intimidades de mi prima, todo ella rematado con sus preciosas botas componían una imagen tremendamente provocadora, parecía sacada del sueño de un pajillero.
- Yo te he creado esa indisposición y yo me hare cargo de ella – dijo mi prima bajo el dintel de la puerta con una pose arrebatadora.
- No…
- Tranquilo tito, no digas nada, hasta que llegue Laurita seré tuya – dijo mi prima con su mirada fija en los ojos de mi papi interrumpiéndolo con voz dulce y melosa mientras se desabrochaba los pocos botones de la camisa que permanecían cerrados - puedes llamarme Cristina, Cristi, Cris, Claudia, puta, zorrita, e incluso Laurita o hijita, - a cada daba nombre que mencionaba daba un paso y era coronado profundo sonido del tacón de su bota dándole más rotundidad, la faldita se mecía pareciendo querer mostrar su intimidad, la camisa abierta dejaba ver un precioso sujetador de encaje blanco que dejaba adivinar sus rosadas aureolas cuando su escasa tela cedía ante la voluptuosidad de sus pechos para después volver a ocultarlas, tras ella su preciosa coleta rubia se bamboleaba como un péndulo que marcaba los segundos que faltaban para el inicio del desenfreno - me da igual como me llames, soy tuya, mi cuerpo es tuyo, y con el vas cumplir todas tus fantasías – era la entrada más sensual que había visto, ni Boo Dereck saliendo del agua, mi prima en ese instante era la mayor musa erótica que había visto jamás.
Cuando llego junto a él agarró la cara de mi papi con sus dos manos y lo beso apasionadamente, mientras lo besaba y bajaba su cuerpo, sus manos fueron abriendo el pijama a su paso, cuando se hubo sentado encima de las piernas de mi papi la parte superior de su pijama se encontraba completamente abierta.
Cuando mi prima dejo de besarlo se quedó mirándolo fijamente mientras sus manos sacaban el miembro de mi papi del pantalón del pijama, no sé si era una impresión mía o era que las manos de mi prima eran más pequeñas, pero parecía incluso más grande que hacia escasos minutos.
Segundos después comenzó a masturbarlo lentamente mientras descendía rozando con la punta de su lengua el pecho y vientre de mi papi sin apartar la de sus ojos, cuando llego a su miembro lamió la punta del glande y continuo haciendo pequeños círculos hasta lamerlo por completo, la lengua de mi prima continuó su recorrido por el miembro de mi papi hasta llegar a sus huevos, primero se metió uno en la boca y después el otro sin parar de masturbarlo, mi papi comenzó a gemir, era la primera vez que lo oía y no me desagrado para nada, cuando termino con ellos separó su cabeza unos centímetros y le dedicó una pícara sonrisa mientras subía su cabeza hasta que sus labios llegaron a la altura del glande, acto seguido lo engullo casi por completo provocando que diera un fuerte gemido, a continuación comenzó a subir y bajar su boca lentamente mientras lo miraba fijamente, de repente mi papi pareció volver a la vida haciendo el primer movimiento desde que mi prima había vuelto al salón, sujetando la cabeza de mi prima y hundiendo totalmente su miembro en la boca de mi prima a la vez que profería un fuerte gemido, la mantuvo casi durante un minutos y luego sus brazos cayeron a sus costados.
- ¡Guau!, se nota que llevabas mucho tiempo sin descargar – dijo mi prima nada más separar sus labios del miembro de mi papi mientras se levantaba y llevaba el dorso de la mano a su boca y recogía en la parte posterior de su dedo índice el resto de la leche que no había podido tragar.
- Lo…, lo siento – dijo apenado mi papi.
- No tienes que sentir nada, - dijo lamiéndose su dedo índice - , como te he dicho hasta que venga Laurita voy a cumplir todas tus fantasías, me da igual que tu deseo sea correrte en mi boquita, o follarme mi rajita sobre la mesa – dijo sentándose la silla que había ocupado hacia escasos momentos y abriendo del todo sus piernas mostrándole su humedecido tanga blanco en el cuál se podía vislumbrar sin ningún problema el precioso dibujo de su vello púbico - o partirme mi culito en la cama de Laurita, me da igual, si es tu fantasía mi deseo hoy es que la cumplas.
No sabía cuando había comenzado pero mis dedos volvían a estar en mi interior, y según el flujo caliente que recorrían mis piernas no llevaba poco tiempo, acelere el movimiento de mis dedos viendo como mi prima se desprendía de su sujetador blanco mostrando a través de la apertura de la camisa sus dos preciosos pechos
- Tito puedes mirarme el pecho todo lo que quieras, no soy como la mojigata de tu hijita, que se compro un sujetador para que no la mirarás – dijo mi prima mientras se acercaba lentamente a mi papi desabrochándose los botones de la camisa.
- Estas – continuo diciendo mientras separaba ambos lados de la camisa mostrando sus tersos pechos – son todas para ti Tito – segundos después volvió a esconderlos tras la fina tela de la camisa.
Mi prima sacó algo del bolsillo de la camisa y tras mirarlo unos segundos lo puso sobre mesa , pocos segundos después una música empezó a sonar “I’m a Slave 4 U de Britney Spears”, cerró los ojos y echo la cabeza hacia un lado después levantó los brazos y su camisa dejo casi al descubierto por ende la mayor parte de sus preciosos y suaves pechos, sus pezones parecían querer atravesar aquella fina capa de tela que los cubría, lentamente bajo su brazo derecho rozando con el dorso de su mano el brazo izquierdo, tras unos segundos quieta movió inesperadamente sus caderas hacia la derecha y seguidamente tras una breve pausa volvió a moverlas primero hacia la izquierda y luego hacia la derecha en un rápido movimiento, casi como si hubiera recibido una descarga eléctrica haciendo que su tanguita surgiera mostrándose casi en su plenitud, después siguió bajando el brazo hasta llegar a su coleta, segundos después su pelo caía lentamente sobre sus hombros, cuando la coleta estaba completamente disuelta abrió los ojos clavándolos en los de mi papi, bajo sus brazos y cogiendo la camisa fue abriéndola y cerrando alternando el lado al compás de la música.
Entonces me fije en el miembro de mi padre, había recuperado gran parte de su rigidez y parecía que crecía un poco más a cada segundo que pasaba, le pasaba casi como a mí, que cada segundo que pasaba notaba como crecía en mi cuerpo mi excitación, estaba tirada en el jardín con tres dedos metidos en mi rajita, ¡si tres dedos!, era la primera vez podía hacerlo, mientras que con la otra mano acariciaba mis pechos por debajo del jersey, y no me importaba si me veían o no me veían, lo único que me importaba era cuando llegaría mi siguiente orgasmo y si podría mitigar lo suficiente el volumen de mis gemidos.
Dejo de juguetear con la camisa dio la espalda a mi papi inclinó su cuerpo sobre la silla en la que se había sentado minutos antes mostrando a mi papi un primer plano de su redondito trasero, el tanga había desaparecido entre sus cachetes, en un pequeño pedazo de tela mojado se vislumbraba su preciosa rajita, empezó a mover el culito de un lado a otro rítmicamente.
Cuando inició a erguirse inició a bajar la camisa lentamente por el hombro derecho mientras no dejaba de mover lentamente sus caderas, cuando lo tenía casi a la altura del hombro inició a bajar el otro lado, cuando los dos estuvieron a la misma altura arqueo un poco su cuerpo hacia atrás y la camisa se deslizo hasta la mitad de su cintura.
Lentamente moviendo su cuerpo al son de la música mi prima se fue dando la vuelta hasta quedar frente a mi papi con sus suaves manos tapando sus dulces pechos, mi padre tenía su miembro en máximo esplendor y se masturbaba lentamente.
- No, no, tito, tu amiguito hoy solo lo toco yo – dijo dulcemente mientras seguía bailando abriendo los dedos de sus manos y mostrando parte de sus aureolas y los duritos pezones.
Deslizó sus manos por su vientre mientras se acercaba a mi papi, cuando estaba a punto de llegar a su silla la camisa cayó al suelo, cogió sus manos que aunque quietas aún sujetaban su miembro y las llevó bajo la faldita, usando sus manos fue bajando el tanguita hasta dejarlas en sus rodillas, entonces empezó a bailar moviendo solo las caderas, la faldita no paraba de ocultar y mostrar su hermosa y brillante rajita, mientras bailaba mi miraba recorría todo su cuerpo, cuando llega a su cara, ella me miraba fijamente, ¿cómo podía ser que me estuviera viendo? , al ver mi cara de sorpresa me sonrió, tras la sonrisa sus labios comenzaron a moverse, al fijarme más detenidamente vi que repetían una palabra una y otra vez, que si no me equivocaba era “Desnúdate”.
No podía desnudarme en medio del jardín por mucho que me lo dijera mi prima, por mucho que tuviera ganas, aunque pensándolo bien creo que ya había dado un espectáculo mayor que si me hubiera desnudado, mi culito y mi rajita había estado expuestos un buen rato, y no solo eso, lo había mostrado mientras su esencia escapaba a borbotones de su rincón más secreto.
Al ver mi indecisión apoyó los brazos en el respaldo de la silla de mi papi, impidiendo que este pudiera girar su cabeza. Sin pensárselo más veces me puse en pie y comencé a desnudarse, primero la minifalda, después mi jersey quedando desnuda en el jardín, mientras mi prima a escasos metros frente a mí dejaba caer la faldita mientras balanceaba sus pechos delante de la cara de mi papi totalmente ajeno a lo que hacía su niñita tras él.
- Ahora Tito, toca la fantasía, - dijo cuando me encontraba completamente desnuda retirando su cuerpo de él, recogió la camisa del suelo sin dejarlo de mirar a la cara y se sentó en sus piernas, paso una de las mangas por sus ojos y continuo diciendo mientras se levantaba y ataba la manga en la nuca -, ahora solo seré un cuerpo, un cuerpo que podrás usar a tu antojo, puedo ser el de tu actriz favorita, o el de esposa, o el de Claudia, el que tú quieras, – cuando termino el nudo siguió moviéndolo con una mano mientras con la otra abrió una rendija en el balcón y me hizo señas para que pasará, rápidamente pase al salón dejando mi móvil y mis ropas tras de mí tiradas en el jardín – disfruta de tu cuerpo – dijo situándome frente a él y llevando sus manos hasta dejarlas sujetando mi cintura.
Antes de que pudiera negarme, papi me agarró fuertemente y me acercó a él, segundos después sus labios devoraba mi pezón derecho ávidamente, y un par de segundos más tarde devoraba el izquierdo, mientras su mano izquierda bajaba por mi culito y lo apretaba.
- Estas muy fría – dijo mi papi separando unos segundos sus labios de mis senos.
- Tranquilo Tito seguro que pronto me calientas – dijo mi prima tras de mí antes de que se me ocurriera responderle.
- ¿Puedes llamarme… papi?
- Claro papi.
Al oírlo mi cuerpo se estremeció casi hasta llegar al orgasmo, mi piel se puso de gallina, mi pequeño vello se erizo y mis piernas parecieron convertirse en gelatina y tuve que sentarme en sus piernas para no caerme al suelo.
Notaba como mi caliente flujo resbalaba desde mí rajita hasta caer en sus rodillas, mientras mi papi recorría todo mi cuerpo con sus manos, sus labios se alternaban devorando mis pechos.
De repente me agarro de mi culito con sus dos manos y me llevo hasta él, mi pecho rozo el suyo, sus labios lamieron los míos, y su miembro acariciaba mi húmeda rajita, segundos después su lengua se introdujo en mi boca casi a la misma vez que su glande resbalaba por mis juguitos introduciéndose en mi rajita, su lengua ahogo mi gemido.
El roce de su miembro en las paredes de mi vagina parecía haber activado mi cuerpo empezando por mi lengua que pugnaba por entrar en su boca, seguido por mis manos apretando su cabeza contra la mía, y terminando por todo mi cuerpo que subía y bajaba lentamente hasta introducirse la mitad del miembro de mi papi en mi interior.
De repente mi papi se levantó mientras seguíamos besándonos, quede colgada de su cuello, solo sus dos manos que aún agarraban mi culito impedían que mi cuerpo resbalara por el suyo y su miembro penetrará totalmente mi rajita.
Solo dos pasos le bastaron para llevarme junto a la mesa y sentarme en ella, mientras nos besábamos y mis manos recorrían su cuerpo acabé tendida sobre la mesa, en ese momento sus labios se separaron de los míos, se irguió mientras sus manos se deslizaban por mi cuerpo hasta acabar en mis senos, poco a poco y mientras los apretaba su miembro iba penetrando más y más mi rajita, haciendo que no pudiera reprimir mis gemidos y casi los gritará.
Aún cuando sentía mi rajita completamente llena mi papi me seguía penetrando con su prodigioso miembro, de repente sentí sus huevos rozar mi piel haciéndome sentir por primera vez una mujer completa, empezó a penetrarme suavemente, poco a poco sin darme cuenta cada vez que me penetraba lo hacía dejando un poco de su magnífico miembro fuera de mi interior, cuando llevaba más de un cuarto fuera dejo de acariciar mi pecho, llevó sus manos a mi cadera las agarró fuertemente y me volvió a meter al completo su largo miembro de un solo empellón, haciendo que me corriera como nunca lo había hecho, que lo que saliera por mi boca no fuera un gemido, fuera un grito, un grito de placer, y que abriera los ojos y viera como mi prima mirándonos, se masturbaba en la silla al lado de la mesa a apenas un par de metros de nosotros.
Lo que paso a continuación casi no lo recuerdo por los continuos órganos que tuve al aumentar el vaivén del inmenso miembro de mi papi en mi interior, pasaba los minutos entrecerrando los ojos cada vez que me venía uno y abriéndolos cuando me recuperaba para ver como mi prima se masturbaba.
De repente me di cuenta, si seguía así pronto mi papi se correría en mi interior, no podía quedarme embarazada de mi papi, y casi sin quererlo abrí mi boca y hable:
- ¡No, papi, no, no, para!
Mi papi se quedó quieto al instante, después dio dos pasos hacia atrás haciendo que saliera su inmenso miembro chorreante de mis juguitos de mi interior, lo siguiente que sentí fue como mi prima me empujo casi tirándome de la mesa y se disponía frente a él haciendo gestos ostensibles con su mano izquierda para que me ocultara bajo la mesa, cuando me hube ocultado le alzó la improvisada venda.
- ¿Qué pasa papi, porque has parado?
- Tu voz ha sonado como la de Laurita.
- ¿Sí?, si no quieres no la vuelvo a imitar.
- No por favor imítala – dijo mientras volvía a ocultar los ojos tras la manga de la camisa y la agarraba de los hombros - ¿Por qué has dicho a papi que parará?
- Verás, papi, me da vergüenza – respondí una vez hube salido de debajo de la mesa y me puse junto a mi prima.
- Te da vergüenza de que Laurita.
- Me gustaría que antes de correrte me partieras el culito, tan duro como lo has hecho con mi rajita – mi prima al oírlo empezó a negar con la cabeza.
- Sera un placer Laurita.
Volteo el cuerpo de Claudia lentamente, mientras lo hacía mi prima seguía mirándome casi implorando que parara eso, ¿pero no había hecho ella que mi papi me penetrará y casi me dejará preñada?, no, no iba a pararlo. Cuando quedo de espaldas a mi papi inclinó su cuerpo hacia la mesa quedando expuesto tanto su rajita como su culito, deslizó sus manos desde sus hombros hasta su culito, abrió los cachetes y acerco su largo miembro, lo deslizó varias veces por toda la rajita de su culito impregnándola de mi esencia hasta encontrar el orificio que buscaba, cuando lo encontró intento penetrarla sin éxito, mi pobre prima grito de dolor. Soltó los cachetes del trasero de mi prima quedando aprisionado su miembro por ellos, llevo sus manos una hacia su rajita introduciéndole dos dedos sin ninguna dificultad dada la cantidad de flujo que emanaba de ella, y otra a su clítoris, segundos después empezó a masturbarla duramente.
Mientras mi papi masturbaba a mi prima me senté en el mismo sitio que había ocupado ella cuando me penetraban, nada más rozar mis piernas el tapizado de la silla note como se me mojaba, parecía que le había gustado lo que había visto. Nada más sentarme hice lo que ella había hecho y lo que llevaba haciendo toda aquella noche, me masturbe mirándolos, embriagada por los gemidos de mi prima.
Cuando llevaba varios minutos con la masturbación mi papi saco los dedos del interior de mi prima sin dejar de masturbar su clítoris y lo llevó a su boca, después de lamerlos repetidas veces, los volvió a introducir, segundos después los volvió a sacar y en ver de llevárselos a su boca los llevo al culito junto a su miembro y penetrando con su dedo índice el pequeño orifico, al ser penetrada mi prima volvió a gritar, pero esta vez de sorpresa, el dedo había entrado sin complicaciones, y mi papi empezó a masturbarla, un par de minutos después dejo de masajear el botoncito de placer de mi prima y masturbo su rajita y su culito al mismo ritmo, no había pasado más de un minuto cuando sustituyó el solitario dedo del trasero por los dos dedos de la rajita, los dos entraron sin dificultad, volvió a masturbarla pero esta vez solo por el culito, los gemidos perdieron fuerza paulatinamente, al notarlo volvió a masajear su botoncito volviendo al cabo de unos segundos a cobrar vigor, poco después saco sus dedos, apretó el clítoris de mi prima e introdujo la cabeza de su miembro en un rápido movimiento, haciendo que mi prima tuviera un primoroso orgasmo, acompañado de varios gemidos de placer indescriptible.
Mi papi aprovechó el momento de relajación de mi prima para introducir poco a poco su miembro en aquel estrecho orificio, el vaivén lento e introductorio de mi papi estaba dando sus frutos pues cuando recobró un poco el resuello ya tenía casi todo el miembro en su interior, para entonces yo acababa de tener mi ciento nosecuanto orgasmo, entonces me levante y me puse junto al otro lado de la mesa junto a la asombrada cara de mi prima y hable.
- Papi dame duro, quiero sentir como me partes el culito como antes has hecho con mi rajita – antes de que mi prima pudiera decir algo cogí su cara con mis manos y llene su boca con mi lengua.
Cuando me separé de ella, mi papi estaba penetrando salvajemente el culito de mi prima, esta estaba agarrada con fuerza a ambos lados de la mesa y me miraba con cara de lujuria y dolor, unos minutos después empezó a gemir de nuevo y la mueca de dolor había desaparecido de su cara.
De repente mi papi empezó a palmear la espalda de mi prima cuando encontró del pelo tiró de él haciendo que junto a un fuerte grito de sorpresa y placer, levantara parte de su cuerpo y volteara su cara hacia él, a continuación de un fuerte empellón introdujo todo su miembro en el interior de mi prima a la vez que devoraba sus labios, del fuerte impacto de la mesa contra la pared, el móvil de mi prima se precipito al vacio y tras golpear una pata de la mesa acabo cayendo cerca del mi pie.
Mientras devoraba su boca mi papi inundaba de leche el culito de mi prima, tras varios minutos en aquella incómoda posición su miembro salió flácido del interior de mi prima y ambos se separaron. Mi papi hizo el ademán de quitarse la venda entonces volví a hablar.
- Papi antes de quitarte la venda déjame que limpie tu miembro – es lo único que se me ocurrió para que no se la quitará.
Mi papi llevo a sus brazos a ambos lados de su cintura y esperó, cuando miré a mi prima para instarla que le chupará el miembro, estaba tendida en la mesa intentando recuperar el aliento, varios hilillos de su deliciosa esencia recorrían sus largas piernas, y de su agujerito trasero, ahora bastante más grande, salía parte de la leche que mi papi había descargado en su interior, sin más opciones y para que no se impacientará y se descubriera los ojos me arrodillé frente a mi papi y metí su miembro en mi boca.
Creí que al haber estado en el culito de mi prima sabría fatal, pero no era así, el fuerte sabor dulce anulaba todos los demás sabores, devoré todo resto de leche notando como recobraba la erección mi papi, cuando me disponía a abandonar mi labor de limpieza mi prima me agarró la cabeza y empezó a moverla adelante y atrás rápidamente, me estaba obligando a follar el miembro de mi padre con mi boquita, conforme iba recobrando el vigor mi boquita se hizo insuficiente para poder albergarla, cada vez que el glande rozaba mi campanilla me entraba una pequeña arcada que intentaba placar dejando de respirar.
De repente noté como algo húmedo se introducía en mi rajita, cuando mire como pude hacia mi rajita, vi como sobresalía parte del rubio pelo de mi prima, fue entonces cuando me di cuenta que mi prima había dejado de mover mi cabeza y lo hacía por motu proprio.
Seguí comiéndole el miembro a mi papi mientras mi prima me comía mi rajita, la sensación de las arcadas junto al placer inmenso de la lengua en mi interior estaba haciendo que disfrutara de esa experiencia aunque me parecía mentira, como una de las mejores que había vivido en mi corta pero intensa vida sexual.
Poco después mi papi agarró mi cabeza e introdujo casi todo su miembro en mi boquita, el glande toco la pared de mi garganta y expulsó su calentita leche directamente su interior sin dejarme deleitar de su sabor, mi prima pareció notarlo y mordió mi clítoris haciendo que tuviera el último orgasmo de aquella noche.
Antes de que el flácido miembro y de nuevo limpio de mi papi abandonara mi boca, mi prima que había devorado todos mis fluidos y se encontraba de rodillas junto a mí, cuando por fin salió y mi papi dejo de agarrar mi pelo me señalo la puerta del balcón insinuándome que debía dejar el salón.
Rápidamente abandone el salón, recogí junto a mi ropa tirada en el jardín, mi móvil y abandoné la zona iluminada para poder vestirme más íntimamente no sin antes echar una breve mirada dentro de la casa y ver como mi prima desprendía la improvisada venda de los ojos de mi papi.
Corrí hacia la esquina más cercana y oscura de la casa y allí me vestí mientras oía como mi papi alarmado por la hora instaba que mi prima se vistiera y dejará mi uniforme de instituto donde lo hubiera encontrado.
Cuando terminé de vestirme corrí hacia la verga, la abrí y la cerré dando un pequeño portazo para que se oyera en el interior de la casa, al oírlo mi papi preguntó a mi prima cuanto le faltaba, para oír la respuesta no me hizo falta el móvil. Espere un par de minutos en la puerta dar el máximo tiempo y entré.
Mi papi totalmente colorado estaba sentado en el salón frente a mi prima que de pie junto a la silla llena de nuestros flujos hablaba animadamente del pub donde íbamos a salir esta noche.
Al verme me saludo y me dio dos besos, mi papi se puso en pie y aún mas colorado todavía me saludo sin mirarme a la cara, segundos después mi prima se despidió de mi papi dándole dos besos y susurrándole “Te he dejado un regalito en el cuarto de baño, disfrútalo “ tras el último beso.
- Me ha encantado hablar contigo tito, otro día tenemos que hacerlo mucho más tiempo – dijo mientras nos alejábamos hacia la puerta de salida.
- Cuando… cuando quieras – respondió mirándola a la cara.
- Adiós papi – nada más salir la primera palabra de mi boca que aún conservaba el sabor de su dulce leche agacho la cabeza.
Nada más salir y mientras caminábamos en hacia la verja vi como mi prima no andaba del todo bien, parece que te lo metan en el culo es casi igual que ir un poquito pedo jijiji. En el pub no duramos mucho tiempo y no hicimos más que rememorar todo nuestro encuentro de esta noche, por cierto el regalo era su empapado tanguita blanco, que he descubierto que guarda mi papi bajo la funda de la almohada.
Bueno vuelvo a despedirme de ti, no sin antes confesarte que lo he vuelto a hacer, esta vez han sido tres días lo que he tardado en escribirte y con casi media docena de paradas técnicas para tocarme jijijiji, todo lo que paso en el mágico estreno de la película de Grey.