Diario de un Virgen Adolescente

Las vacaciones de Evan dan un giro al tener un encuentro inesperado...

CAP IX: Vacaciones y Cruising

Se acercaba fin de año y mis padres habían decidido pasar estas fechas juntos a mis abuelos paternos, por ello, debíamos viajar a la capital. Nos iríamos unos cuantos días antes, para así poder pasear y conocer la ciudad, a mí, particularmente, no me emocionaba mucho la idea, prefería quedarme solo en casa y pasar esta fecha con mi novio, pero ya que, no tenía opción.

Salimos cinco días antes de fin de año. Jorge se había quedado un poco triste, aunque, le dije que solo serían una semana, además, tenía su juguete si me llegaba a extrañar, lo último que él me dijo fue que quizás no iba a ser necesario, lo cual me dejó un poco pensativo. El viaje fue bastante tranquilo, me pasé todo el trayecto dormido, llegamos y nos acomodamos, los siguientes dos días mis papás y abuelos los tenían planeados para salir a pasear por la ciudad, nada demasiado interesante...

Obviamente, todos los días hablaba con Jorge y buscábamos cualquier momento para hacer videollamada, vernos y pajearnos por ahí. Al tercer día recibí un mensaje suyo donde me preguntaba que iba a hacer en el día, yo le respondí que saldría a comprar algo de ropa al centro comercial, así que él me dijo que si aprovechando podía esperar ahí a alguien de su familia para que me entregara algo que querían enviarle a él. A mí se me hizo media extraña la idea pues según sabía Jorge, al igual que yo, tenía años que no visitaba la ciudad y no mantenía mucho contacto con su familia, pero al final acepté, nada me costaba llevarle ese "algo" a él.

Así quedamos y Jorge me dijo dónde y a qué hora debía esperar, así que fuí y esperé allí un buen rato. Lo siguiente que sentí fue que alguien me tomó por detrás y me besó el cuello, al voltear ví a mi novio ahí parado.

E: Jorge, ¿Qué haces aquí?

J: Te dije que no me ibas a extrañar tanto.

E: Espera, no entiendo nada.

J: Convencí a mis padres de venir a visitar a la familia, les dije que hace años no veníamos y que los extrañaba mucho- replicaba en un tono burlón- aunque creo que a quien extrañaba era a otra persona- terminaba tomándome la mano.

E: Jorge recuerda que estamos en la calle- decía retirando mi mano, pues ya estábamos llamando la atención de varias personas- Entonces, ahora me vas a seguir a todas partes donde vaya.

J: Mientras me sea posible si,pero...- respondía muy indulgente- nadie se puede enterar que los dos estamos en la ciudad, creo que mis papás ya sospechan.

E: Está bien, entonces significa que no podemos hacer nada.

J: ¿Y quién dijo que no? - decía con una risa pícara.

E: Bueno, ya veremos- respondí dando un pequeño golpe- Como te dije ahora debo ir a comprar algunas cosas, ¿Me acompañas?

Así, fuimos juntos a comprar lo que debía e incluso fuimos al cine, donde aprovechamos la oscuridad para besarnos, tomarnos de la mano y por supuesto tocarnos un poco, me encantaba su compañía, sus besos y estar tomados de la mano. Además, me molestaba mucho el hecho de tener que ocultarlo a la vista de todos. Luego de salir de la sala, ambos estábamos muy deseosos, debido a tantos besos y toqueteos, lo podía notar en la verga erecta de ambos, la cual, como pudimos tuvimos que disimular.

Decidimos ir a comer algo, así que pedimos y nos sentamos en el área de comida...

J: Evan - decía tomando mi mano- hazme el amor- suplicaba en un susurro.

E: ¿Dónde bebé?- respondía haciéndome puchero.

J: Tengo una idea,pero no sé cómo lo vayas a tomar.

E: A ver, dime.

J: Tal vez, podemos hacer cruising...

E: ¿Cruising?

J: Nunca has visto esos vídeos donde se van al baño del centro comercial y bueno... Cosas interesantes suceden ahí.

Lo dudé un poco, pues jamás me había llamado mucho la atención, pero era con mi novio con quien iba a estar, además, la calentura podía más que nosotros. Acepté y me dirigí primero yo al baño, al entrar estaba totalmente vacío, así que me metí al primer cubículo y le escribí a Jorge que lo esperaba ahí, enviándole una foto de mí en el baño y con los pantalones abajo. Jorge no tardó ni cinco minutos en llegar y tocar la puerta, apenas entró se quitó, como pudo, los pantalones y se sentó sobre mí besándome. Sus piernas rodeaban mi cintura, yo tocaba su espalda por dentro de su franela y él iba desabotonando mi camisa dejando mi cuerpo descubierto, bajé y toqué sus nalgas; esas nalgas pequeñas y blancas que me volvían loco, mi novio tocaba mi pecho y me acariciaba. Tomó mi rostro y me quedó mirando, sonriendo

E: ¿Qué tanto me ves? - susurraba riéndome.

J: Es que... Te extrañé mucho - me decía al oído.

E: Y yo a ti - le respondí mordiendo su oreja y abrazándolo muy fuerte. Se sentía tan bien, tener a mi novio ahí en mis brazos, me encantaba esa sensación.

J: ¿No te da morbo que nos descubran? ¿Qué vean como mi hombre me come el culo?

Jorge se inclinó hacia atrás, dejándome comer su cuello, lo besaba, lo mordía y lo lamía, sentía sus manos tomarme del cabello...

J: Ahhhh- soltó un gemido muy fuerte.

Lo miré con cara de querer matarlo y le dí una nalgada, pero, a él le encantaba, le gustaba que lo tratara así y que lo pusiera bien sumiso y bien putito.

E: Anda, chupamelo bebé- le decía casi suplicando.

Siguió besando mi cuello y luego se arrodilló. Comenzó a besar mi glande, sacaba su lengua y lo lamía, la enroscaba en ella, para luego comerlo todo desde la punta hasta la base. Si es cierto que era un poco incómodo, no era el lugar más espacioso, pero era lo que había. Jorge me veía y como siempre me encantaba ver esa carita tan linda e inocente comerse toda mi verga. Yo solo podía disfrutar, cerraba los ojos y gemía, lo tomé de la cabeza y fuí a follarle la boca, él se quedó sin moverse dejándome hacer lo que quisiera, sentía como mi glande tocaba su garganta, mientras él me veía con los ojos llorosos pero una sonrisa de satisfacción. Sacó mi verga y volvió a subir.

J: Me encanta ser tu puta.

E: Eres completamente mío. Y... - decía mientras le daba un beso- te amo.

Nos levantamos, lo volteé y coloqué con las manos en la pared, abrí sus piernas y bajé a comerle el culo. Pasé mi nariz por él y olía súper bien, tenía unos finos vellos rubios y me fascinaba ese hoyito tan rosado, pasaba mi lengua, lo escupía y jugaba con mis dedos, Jorge me tomó de la cabeza haciéndolo tambalear un poco, pero metía lo más profundo posible, metía mis dedos, ya fácilmente le entraban cuatro, también, bajaba y besaba su perineo, me metía sus bolas a la boca, echaba su pene hacia atrás y me lo metía en la boca, todo esto mientras seguía con mis dedos en su rosado hoyito. Cuando ya ví su huequito dilatado, me levanté y se lo metí todo de una vez.

Puse una mano en su pecho evitando que se cayera y la otra en su boca ahogando su gemido, Jorge despegó sus manos de la pared y las colocó en mis nalgas, además de doblar su espalda. Empecé a bombear muy suave, tratando de hacer el menor ruido posible. Afuera escuchaba como había personas entrando y saliendo pero no nos importaba ambos estábamos sumamente sumidos en lo nuestro. Mi novio volvió a inclinarse y colocar sus manos en la pared, yo con una de mis manos lo tomaba de la cadera y con la otra le tocaba su verga. En esta posición, veía como entraba y salía del culo de Jorge, haciendo que alternara entre metérsela toda de una vez o de manera muy suave, lograba arquearme y besar su cuello, le decía que abriera las nalgas y escupía para lubricar mi verga y su culo.

Decidimos cambiar de posición, quedando yo sentando y Jorge de espaldas subiendo y bajando de mi verga, mientras, metía mis manos por su franela y lograba pellizcar sus tetillas, Jorge se inclinaba hacia adelante lo que me permitía tocar sus nalgas y recorrer su espalda.

J: Me encanta Evan- me susurraba al oído- cógeme así.

E: Ese hoyito me vuelve loco - respondía mientras lamía y mordía su cuello.

Le pedí que se colocara de pie y comencé a cogerlo, Jorge se agarraba y pegaba de la puerta y yo con mis manos apretaba sus nalgas, besaba su cuello y sus mejillas. Quedábamos completamente pegados, ambos estábamos sudados y excitados. Sacaba mi verga de a ratos y la deslizaba por su raja, la metía y la sacaba, mientras él con su mano me pegaba más a él y se pajeaba. Dejé de moverme haciendo que Jorge tomara el ritmo, se inclinaba hacia adelante, movía sus nalgas en forma circular, las meneaba. Volteó y me miró sonriendo, lo tomé del cuello y nos besamos, quedando así, yo dentro de él, besándonos, sentía su lengua dentro mí, mordía y chupaba sus labios, besaba sus mejillas.

J: Evan, me vengo - decía mientras me tomaba de la cabeza y se acercaba a mi oreja.

Me salí de él y lo hice sentarse, empezando a lamer su pene, lo metía completo a mi boca y lo succionaba, apretaba sus bolas, con mi lengua lamía y enroscaba su glande, también, como podía lograba tocar su hoyito. Veía a mi novio y estaba completamente sudado y rojo, se tapó la boca con su mano ahogando un gemido y frunció el ceño, sentí su verga hincharse dentro de mi boca haciéndome tragar varios chorros de leche. Subí y con lo que me quedaba en la boca comencé a besarlo, intercambiando sus fluidos.

J: Ahora te toca a ti- dijo mordiendo su labio y dándome un último beso.

Intercambiamos quedando yo sentado, Jorge pellizcando mis tetillas, hizo lo suyo, como siempre se comió mi polla de manera perfecta, haciéndome acabar por todo su rostro. Lo levanté y comencé a lamer su cara, recogiendo todos los restos de mi semen en ella, para luego volver a besarnos e intercambiar ahora mi esperma. Nos quedamos sentados unos minutos descansando y escuchábamos como personas entraban y salían, yo lo abrazaba por la cintura, le tocaba la cara y lo besaba, terminamos de quitar los restos de semen de su rostro y cuando no escuchamos nada le dije que saliera primero y me esperara en donde estábamos, así lo hizo, salió, se lavó la cara y dejó el baño. Me envió un mensaje diciendo que estaba afuera que no había nadie y que me esperaba allí, salí del cubículo, me limpié la cara y también dejé el baño.

E: ¿Te gustó?

J: Me encantó, ya me hacía falta eso.

E: Pff y a mí- decía acercándome a su oído- creo que me he vuelto adicto a ti.

J: Y yo a ti, te amo Evan.

E: ¿Te parece si en la noche salimos al club?

J: Está bien, me gusta la idea.

E: Dile a tus papás que te quedarás afuera, ahí vemos después a donde nos vamos.

J: Me parece bien mi amor.

Sin más, nos despedimos y cada quien se dirigió a su casa.

Continuará...

Hola chicos, aquí otro relato entre Evan y Jorge, el primero del año, disculpen por tardarme tanto, pero, he tenido problemas con el internet...

Al leerlos tuve que cambiar un poco la historia, pero digan ustedes si les gustó y como creen que continuará, espero ver sus comentarios...