Diario de un Virgen Adolescente

Evan y Jorge tienen una noche solos y sin interrupciones, por primera vez...

CAP X: Versatilidad

Llegué a mi casa y pasé todo el día sin hacer demasiado. Llegada la hora, le escribí a Jorge y quedamos en vernos en el club, así fue, en menos de una hora ya ambos estábamos ahí, bailamos, bebimos y la pasamos bastante bien. Muchos chicos me veían a mí o a Jorge, pero entre nosotros nos aseguramos de dejarles en claro que éramos novios y no teníamos intención con más nadie. Después de todo, al fin estábamos en un lugar donde podíamos ser libres y expresarnos, besarnos y tocarnos sin problemas.

Llegada las tres de la mañana, dejamos el club y le propuse a Jorge ir a un hotel, en el camino él me tomaba por los muslos y me tocaba la verga, tratando de disimular cada vez que el taxista nos veía. Al llegar ahí, reservamos la habitación, una vez dentro Jorge se me subió, quedando cargado en mis brazos y mis manos en sus nalgas.

J: Al fin solos, sin interrupciones.

E: Si bebé, serás mío toda la noche.

J: Y tú también lo serás...

E: ¿Por qué lo dices?

J: Porque esta noche tú serás mi putito también- replicó con una sonrisa pícara.

Cómo les dije, Jorge en su mayoría era pasivo, pero había varias ocasiones donde nos gustaba cambiar de roles y parece que esta noche iba a pasar eso. A ambos, como pasivo nos gustaba ser muy sumisos y obedientes, mientras, como activos preferíamos ser muy machos y dominantes, a los dos nos encantaba encajar en esto y tener esta dualidad.

Mi novio se bajó y entre nosotros comenzamos a quitarnos la ropa, quedando primero sin camisa, luego sin pantalones, quedando en ropa interior, yo con un slip blanco que me marcaba muy bien el bulto y las nalgas y él con unos suspensorios blancos que yo mismo le había regalado.

E: Vaya, veo que estamos combinados- dije soltando una carcajada- Que culito tienes- seguí, dándole una nalgada.

J: Lástima que hoy no podrás comerlo.

E: ¿Ah no?- pregunté haciendo pucheros.

J: Pues no- respondió mordiendo sus labios y levantando la ceja.

Jorge terminó de desnudarme, me volteó y me tumbó, dejándome en cuatro sobre la cama. Yo solo me dejaba llevar, me encantaba ver esta faceta de mi novio, me tomó del pecho y me hizo subir quedando ambos de rodillas. Me besaba los hombros y el cuello, bajaba por mi espaldas, besando y tocando cada parte de ella, apretó mis nalgas y yo volví a bajar, dejando mi rosado hoyito totalmente a su disposición. Empezó a lamer mi hoyito, su lengua cálida se sentía súper bien, también sentía pasar su nariz para oler cada parte de mí.

E: Umm si bebé, cómete mi culito así- decía mientras lo tomaba del cabello- ¿Me vas a coger? ¿Ah?

J: Si mi amor, te voy a coger bien rico.

E: Ufff eso me gusta, dame verga papi.

Se recostó y yo entendí, lo dejé colocarse debajo de mí y comenzamos a hacer un 69. Yo lamía la verga de mi novio, metía su grueso y rosado glande en mi boca, sus bolas también rosadas y con mis manos acariciaba sus muslos, además, sentía unos finos vellos que me encantaban. Él por su parte, se comía mi polla y con sus dedos dilataba mi culo, me metía uno, dos, hasta llegar a tres.

Me levanté, quedando sentado en la cara de Jorge y abrí mis nalgas. Sentí toda su lengua en mi culo, daba vueltas en círculos y me lo chupaba hasta donde podía.

E: Jorge, metemela ya.

J: Umm mira como este putito pide verga. ¿La quieres?

E: Si, dámela toda, déjame el culo abierto.

Jorge me quitó y me colocó de lado, se colocó quedando de cucharita y empezó a meterla. Tomando mi pierna y empujando mi cadera.

J: Que culito tan rico tiene mi novio, tendré que comerlo más seguido.

E: Ufff si, soy tuyo cuando quieras.

J: Que rico aprietas cabrón.

E: Tienes que abrirlo más seguido- respondía mientras fruncía un poco la cara.

Una vez dentro solté un gran quejido, me dolía un poco, pues la verga de mi novio no era nada pequeña. Mientras me acostumbraba, Jorge recorría todo mi cuerpo, jugaba con mis tetillas y me mordía el cuello. Unos minutos después, puso su mano en mi pene y empezó a masturbarme, con su cuerpo se movía metiendo y sacando su verga de mi culo.

E: Ummm bebé, que rica está tu verga.

J: Es toda tuya mi amor.

Luego de estar un buen rato así , mi novio se salió, se colocó frente a mí, subió mis piernas y me metió su verga. Se tiró y quedó sobre mí, sentía toda su verga salir y entrar de mi culito. Con mis manos recorría su espalda; arañando un poco su blanca piel, nuestros labios se besaban, ambos gemiamos muy fuerte, pues, al fin nadie nos iba a escuchar. Jorge tomó mi mano y chupo mis dedos, la llevó hasta su culo y ahí vi como ese huequito pedía ser dilatado.

No tuve compasión y le metí cuatro dedos de una vez, su cuerpo se dobló pero aún seguía abierto de la mañana. Empecé a dilatar su culo bien rápido, metía y sacaba los dedos, Jorge gemía le estaba encantando. Así quedamos, dilatando su culito al mismo ritmo que él me follaba.

Le dije que se saliera y me coloqué en cuatro, Jorge volvió a meter su verga, apretaba mis nalgas, les pegaba y las escupía, yo me movía, las sacudía y las meneaba de arriba a abajo, sintiendo toda su pene dentro de mí. Me tomaron por los hombros y me la metía frenéticamente.

J: Ay puta, ¿Te gusta?

E: Si, dame así, bien duro- replicaba con la voz entrecortada.

J: ¿Qué viniste a buscar?

E: Verga papi, verga.

Me hizo subir y colocó una de sus manos en mi pecho y la otra en mi verga, me besaba, me mordía los labios y el cuello. Yo lo tomaba por las nalgas, acariciaba su cabello. El sonido de sus bolas tocando las mías era muy fuertes, ambos estábamos sudados y pegajosos y nuestros gritos inundaban la habitación.

J: Ahhhh, me vengo. Que rico culo, me vengo- gruñó mi novio.

Sentí su verga hincharse dentro de mí, quité su mano y comencé a pajearme lo más rápido posible, solté un gemido abismal y dejé todo mi semen regado en la cama y mi mano. Él a sentir mi culo apretarse también se comenzó a venir, dejándome preñado con su leche adentro, tomé lo que quedó en mi mano y se la metí en la boca,haciéndolo tragar cada gota de ella. Jorge bajó a mi culo y me hizo expulsar su semen, para luego tragarlo y compartirlo conmigo. Me tiré sobre la cama, totalmente exhausto y él hizo lo mismo.

E: ¿Te han dicho que eres muy buen activo?

J: Jajaja, tuve de quién aprender.

Fuí al baño a terminar de limpiarme y refrescarme un poco, cuando salí de allí me encontré a mi novio, en cuatro patas sobre la cama, al verme comenzó a menear su culo.

E: Pero Jorge...- decía con cara de asombro.

J: ¿Creías que me ibas a dejar sin follarme? - respondía mientras metía dos dedos en sus nalgas.

Me acerqué y me pegué a ese rico culito.

E: Definitivamente eres todo un puto - le decía mientras lo nalgueaba.

Comencé a meter mis dedos, mientras mi verga lograba volver a levantarse. Metí uno, metí dos, metí tres y notaba como el culo de Jorge se abría sin problema alguno, busqué el lubricante y eché una buena cantidad en mi mano, mi cuarto dedo se deslizó dentro de él. Mi novio se agarraba de las sábanas, y en ese momento tuve una idea.

E: ¿Te duele chiquillo?

J: Mm un poco, pero me gusta bastante.

Saqué mis dedos y me coloqué mucho más lubricante, nuevamente le metí cuatro dedos, inserté el quinto y ví como su culo se abría, empuje un poco más y logré meter los dedos hasta el fondo.

J: Ahh Evan que haces.

E: Aguanta un poco mi amor, y si ya no te gusta me dices.

J: Haz lo que quieras- dijo tumbando su cabeza sobre las almohadas.

Cuando sentí que ya su culo se abría metí más y vi como ese culo se tragaba mi mano.

J: Ahhhhhhh, que rico. Pero duele un poco.

E: Deja que se acostumbre.

Hace tiempo quería hacerle fisting a mi novio, y este momento sin nadie que nos interrumpiera y que nos escuchara se me hizo el indicado. Inicié a mover, sentía todo dentro del culo de Jorge, él gemía, estaba vuelto loco y muy excitado. La saqué y ví como ese huequito ahora todo rojo estaba completamente abierto, lo lamí y mi lengua entró completamente en él. Me levanté y comencé a sacar y meter todo mi pene, acariciaba la espalda de Jorge y este con su cabeza sobre las almohadas gritaba de placer.

E: Que culito tan rico, mira como se lo traga.

J: A mi culo le encanta tu verga - respondía mientras abría sus nalgas- te amo Evan.

E: Y yo te amo Jorge- decía mientras ambos caímos.

Uniendo nuestros cuerpos y nuestros labios, coloqué una almohada bajo él para que su culito quedará bien parado. Me movía muy suave, ambos gemimos, con mi lengua recorría a Jorge, besaba su nuca, sus mejillas, su cuello y su boca. Mis manos se entrelazaban con las de él, y a ratos, tocaba los costados de su cuerpo.

J: Hazme el amor Evan- decía con su voz agitada- soy todo tuyo.

Decidí bajarme y colocarme acostado en la cama, Jorge se subió y comenzó a cabalgar, mientras se pajeaba. Me levanté quedando sentado, tomé a mi novio por sus nalgas y nos besamos, sus manos se posaban en mi pecho, nos veíamos a la cara y sonreímos, nos había dudas de que ambos disfrutamos estar con él otro, mi novio me tomó del rostro y me comió la boca a besos. Nuestros cuerpos sudados se pegaban, nuestras frentes estaban juntas,así nos quedamos mucho rato, parecía que el tiempo no pasaba.

J: Ahhh, ahhh me vengo- me susurró Jorge.

Su semen comenzó a saltar entre nuestros cuerpos, quedando ambos bastante sucios. Lo miré a los ojos...

E: Ufff, yo también me vengo - le dije con mi voz muy agitada.

J: Déjala toda adentro.

Mi semen comenzó a salir dentro del culo de Jorge, nos quedamos ahí un rato, sentados, abrazados y haciéndonos cariño. Ambos nos levantamos y fuimos al baño, nos limpiamos un poco y nos fuimos a la cama, caimos rendidos; Jorge dormido en mi pecho y yo abrazado a él, el reloj marcaba las cinco de la mañana, así que teníamos a lo mucho dos horas para dormir.

Continuará...

Y hasta aquí otra historia entre Evan y Jorge, una de las últimas para ser sincero... Pero bueno , no digo más, mientras disfruten. De verdad gracias a todos por sus comentarios y correos, me encanta leerlos.