Diario de Lizzie
Hola, me llamo Lizzie y quiero compartirles las partes más interesantes de un diario que escribo desde hace varios años, desde muy pequeña supe que me encantaba coger.
Sábado, 31 de agosto de 1985.
Hola, me llamo Lizzie y soy una traviesa. Quiero compartirles las partes más interesantes de un diario que escribo desde hace varios años
Me gusta quedarme sola, cuando mis papás salen de casa, aprovecho para tomar alguna película de la colección porno que guarda mi papá en un rincón de su armario y que jura que no sabemos que existe.
Desde más pequeña, supe lo que es tocarme la panochita para sentir placer y desde entonces, no he parado, jamás dejaría que me tocase nadie más, aún soy muy joven y entiendo que puede resultar no tan placentero como yo quiero, además, para qué buscarme problemas?
Creo que nací precoz, puesto que en la primaria fui la única que supo contestar correctamente la parte de los exámenes departamentales en la que venían los diagramas de los aparatos reproductivos del hombre y de la mujer; yo llené todos los espacios vacíos con los nombres de cada apartado aún cuando la profesora nos dijo que no teníamos porqué hacerlo si no queríamos, así se las gastaba mi país entonces, siempre queriendo tapar el sol con un dedo y en la realidad, cada vez había más muchachitas pendejas embarazadas a lo estúpido por no saber distinguir entre amor y sexo.
Yo solamente entendía que tenía una almejita deliciosa que me encantaba frotar por las mañanas, antes de levantarme, cuando me bañaba y antes de acostarme. Es delicioso sobar la entradita de mis labios vaginales, vírgenes aún y hacer que se derramen mis juguitos, alguna vez inclusive los he probado y me gusta mucho mi sabor.
La primera vez que ví una película porno, me quedé asombrada de lo rápido que reaccionaba mi puchita, al ritmo que una rubia chichona le mamaba la verga a un fulano medio gordito mientras él pellizcaba sus pezones, yo sentía que me quemaba lo que tenía entre las piernas; esa primera vez se me ocurrió frotarme con algo más que mis deditos, tenía al alcance de mi mano un rollo de papel higiénico y se me ocurrió cabalgarlo, así que me quité mis pantaletas y me senté sobre él; comencé un frotamiento de mi vulva contra la superficie entre firme y suavecita que me volvió loca de placer, por lo que procuré repetir la experiencia más a menudo, claro está que al terminar, tenía que desechar el rollo y lo hacía en el bote del jardín exterior, ya que no podía arriesgarme a que me descubrieran mis papás.
En días posteriores a esa primera vez, aprendí que si me metía en mi rajita la parte de la pantaleta que tocaba mi vagina, al caminar y moverme me podía venir sin problemas, cosa que hice en varias ocasiones, cómo no se dieron cuenta en mi casa de que su nena ya necesitaba coger?
Siempre he sido una niña muy delgada, pero a pesar de eso, tengo ya mis nalguitas muy paraditas, supongo que cuando crezca me mirarán bastante los hombres; aún no se me notan demasiado mis tetitas, pero mis pezones ya se endurecen cuando me excito y me gusta frotarlos porque veo que eso hacen en las películas.
Supe desde mi tierna infancia que me iba a encantar la verga y no me equivoqué. Ya les contaré de mi primera experiencia con alguien del sexo opuesto, les interesa?
Lunes, 04 de septiembre de 1989.
Soy Lizzie de nuevo, tengo algo que contarles. Hoy me ví al espejo y noté que ya tengo un par de tetas qué acariciar, pienso decirle a mi mamá que necesito que me compre brassieres puesto que he notado que me miran bastante por la calle y es que mis corpiños ya no son suficiente sostén para mis pechos; mamá quiere disimular que estoy creciendo, porque me tiene miedo, como dije anteriormente, siempre he sido de lo más precoz y ella no siempre quiere contestar lo que le pregunto, que para ser sincera, lo hago por diversión, yo podría educarla a ella que a su edad no sabe lo que es un orgasmo, lo sé por las conversaciones que suele tener con mis tías al respecto, es que en verdad hay gente que no disfruta cogiendo? Increíble, pero cierto, pobre mamá.
En fin, yo cada vez domino más el arte de la masturbación y ya puedo durar bastante acariciando mi panochita, parar y seguir disfrutando, descubrí además que puedo tener un orgasmo tras otro, pero a veces, me resultan muy violentos y me queda un dejo de frustración, entiendo que ya necesito algo más y hasta tonto se me hace seguir en solitario, me planteo el hecho de dejarme meter la verga por primera vez
Tengo un par de compañeritos que sienten atracción por mí, qué lástima que a mí no me atraigan en lo absoluto. No tienen nada que ver con los sementales que he visto en las películas, dudo que siquiera sepan cómo dejarse chupar la verga por un buen rato sin correrse a lo tonto; los muy tontos creen que no me doy cuenta cuando "sin querer" rozan mis nalgas al pasar y en más de una ocasión he notado un bulto insignificante al frente de sus pantalones que delata una erección, bastante miserable para que la tome en cuenta; si he de dejarme coger, tendrá que ser por un macho experimentado, que me haga gritar y pedir más, de sólo pensar en eso, mi puchita comienza a chorrear.
El sexo oral es otra de mis habilidades por pulir, he estado practicando con zanahorias y salchichas, creo que llegado el momento, sabré manejarme con una verga de verdad, qué emoción, qué se sentirá estar con un hombre de verdad? Qué sabor tendrá su verga? Cómo se sentirán sus huevos al tacto? Ardo en deseos de encontrar un buen candidato para mi panochita virgen. Hoy por la noche me vestiré con un baby doll que mi mamá tiene guardado en una bolsa dentro de uno de sus cajones y que le desagrada sobremanera, fue regalo de una de mis tías para que "sedujera" a mi papá, ilusa, para eso se necesita voluntad, cosa que mi mami no tiene, pobre, le tiene terror a la intimidad y todo porque la loca de mi abuela, en paz descanse, le metió en la cabeza que la sexualidad es mala, sucia y que solamente sirve para engendrar, yo nací de milagro, no en balde mi papá tiene sus aventuras y mi mamá finge que no se entera, estoy segura de que respira aliviada de no tener que aguantar sus porquerías, como dice ella, lo repito, no la entiendo.
En fin, como dije, me pondré esta noche ese baby doll color violeta, transparente con su tanguita y pretenderé que estoy con un macho, un verdadero semental de verga enorme y jugosa que me haga gemir como la putita en potencia que soy, ya les contaré cómo me fue.