DIARIO DE laia dia 5

Nuevas rutinas en la vida real

DIA 5

Llegamos a casa pasadas las diez de la noche, teníamos que descansar  a las 7 de la mañana comenzaríamos en nuestros respectivos trabajos. Depositamos las maletas en el vestidor, ni siquiera las habíamos abierto, no usamos ninguna prenda en la reunión que fuera nuestra, lo poco que usamos estaba en las celdas, vestimenta para el placer, monos de cuero,  ligueros, tangas…

Nos fuimos  a duchar los dos juntos antes de acostarnos para estar más relajaos y descansar. En la ducha observamos nuestros cuerpos desnudos en los cuales los signos de nuestros juegos quedaban a la vista invitando a la imaginación a recrear cuales podían haber sido los juegos a los que se había sometido el otro. En el cuerpo de Laia destacaban sus pezones estirados y negros, en su barriga se podían apreciar rojeces causadas por algo caliente, di por sentado que se trataría de cera. Su culo estaba más separado de lo habitual en el cual destacaba su ano rojo como la luz de un semáforo. Las marcas  de mi cuerpo no sé como las describiría Laia, puesto que los comentarios los dejábamos para el día siguiente después de salir de trabajar. Nos fuimos a la cama y después de besarnos nos dormimos profundamente, el viaje junto con la actividad de los días anteriores nos dejara agotados.

Nos presentamos en nuestros trabajos como cualquier otro día, al entrar nos dieron el recado que nos quería ver el jefe de recursos humanos. En mi caso subí a su despacho para saber  que ocurría, me comunico mi ascenso en la escala y las obligaciones y beneficios que lo acompañaban, se mostro extrañado de mi ascenso ya que él no lo había propuesto y menos la promoción a un puesto de directivo comercial externo y solo tenía que responder ante la gerencia, no le daría cuentas  ningún cargo intermedio. Al final me envió a dirección donde me esperaban para explicarme los objetivos y en que iba a consistir mi trabajo. Subí al despacho de gerencia donde me esperaba la secretaria, llamo a su jefe y este le ordeno que pasara y no fuéramos molestados hasta nuevo aviso. Entre en el despacho y me encontré en su sillón detrás del escritorio a una bella mujer que me resultaba familiar, se presento como directora ejecutiva y accionista mayoritaria de la empresa, al ver mi cara se dio cuenta de que no la reconocía. Al final me dijo que ella era la mujer madura con la que había estado el primer día y a la que le había reventado su coñito, salió de detrás de su escritorio y se bajo las faldas dejando a la vista su precioso coño para terminar diciendo que no podía ponerse ningún tipo de lencería de lo irritado que tenía el sexo. Sonriendo me pregunto si lo quería observar mejor que no había ningún problema, por ultimo me dijo que había disfrutado mucho de la reunión y de mi polla en particular, esperaba volverla probar pronto, el precio a pagar por lo disfrutado era una minucia.

Al  terminar la jornada me fui  para casa y contarle a Laia lo sucedido  y me contara ella su jornada de trabajo. Llegamos  a casa casi al mismo tiempo, al entrar yo la encontré a ella cambiándose de ropa para estar mas cómoda, cuando nos cambiamos nos fuimos para el  salón y charlar mas cómodos.  Después de relatarle la jornada de trabajo con todo lujo de detalles llego su turno, me conto lo que a continuación transcribo lo más fielmente a su relato:  cuando llegue a la oficina uno de los administrativos me comunico que debía presentarme en recursos humanos para informarme de mi nuevo destino, no me sorprendía demasiado después de lo que nos había dicho la maestra, no creía que pudiera ser tan rápido de hecho esperaba que esto ocurriese cuando Tete se reincorporase y fuera ella quien me lo comunicara, lo cierto es que esta gente no se anda con bromas y saben cómo ejercer su poder. Diez minutos más tarde me encontraba en el despacho del jefe de personal, empezó por decirme que había recibido un comunicado de la central en el cual se le comunicaba que había sido promocionada y debía de proceder al cambio de puesto nada más me reincorporase a mi puesto, no había explicación de ningún tipo ni causa para esta reubicación, el estaba extrañado ya que nunca antes sucediera, la verdad no le importaba eran ordenes de la central y el solo debía ejecutarlas sin  importarle.

Salí del despacho y fuera me esperaba la administrativa de recursos humanos para conducirme a mi nuevo puesto de trabajo e informarme en qué consistía. Mi nuevo puesto era un despacho ubicado en una planta del edificio recién rehabilitada para uso de los directivos, mi trabajo consistía en supervisar a los comerciales externos  y acompañarlos en negociaciones de grandes volúmenes con los clientes, las cuales debía de autorizar. Nunca creí llegar tan alto en la empresa, era un sueño hecho realidad. Me dejo sola en mi nuevo despacho para que lo viera y me fuera acostumbrando, también me pidió que si había algo fuera de mi gusto o quería cambiar algo la llamara y  daría las órdenes oportunas para solucionarlo. Aquello era alucinante, no me lo podía creer. Para tranquilizarme mu fui a la cafetería a tomar algo, al salir del despacho me fije en los nombres que aparecían en las otras puertas a ver si conocía a algún otro directivo, en el despacho contiguo pude leer. SRA.TETE, alguien conocido además de compañera.

Al regresar al despacho encontré en mi mes un ordenador encendido en el cual parpadeaba un aviso de dos mensajes nuevos no leídos. Me senté y los abrí, el primero me informaba de mi ascenso y de los derechos y deberes ,así como de que mañana tendría un administrativo como ayudante, el segundo mensaje era una felicitación por mi nueva situación en la empresa, nada más normal si no fuera por la firma del remitente : LA MAESTRA. Toda una demostración de poder que no se podía tomar a la ligera.

Después de felicitarnos mutuamente decimos celebrarlo como sabíamos, me fui buscar una botella de champan a la nevera y un par de copas, al regresar me encontré a Laia vestida con un traje de ejecutiva con minifalda y blusa de seda transparente, dejando translucir sus preciosos pechos en los que destacaban sus pezones marcándose en el tejido, el sujetador que llevaba puesto simplemente elevaba sus tetas sin tapar nada, me puso cachondo y se lo demostré con un tremendo bulto bajo mi pantalón, estaba en pie de guerra y ella me pedía acción.