DIARIO DE laia dia 2
2ª sesion
DIA 2
Fuimos llegando al salón todos los invitados, cada uno con un aspecto diferente a cuando nos habíamos conocido esta mañana. Al no habernos vestido estábamos todos desnudos y algunos cuerpos mostraban marcas de los suplicios a los que fueran sometidos para obtener el máximo placer de los sometidos o de los sometedores. En el caso de nuestra joven compañera su forma de caminar con las piernas separadas dejando a la vista su ano ligeramente abierto y rojo mostraba claramente que había sido dilatado más de lo habitual y no se había recuperado del esfuerzo, por el contrario su rostro denotaba felicidad y satisfacción de su estado actual.
Nuestra otra socia de negocios no mostraba signos externos de los esfuerzos físicos a los cuales se sometiera su coño, era más veterana en estos juegos y estaba físicamente más preparada lo cual quedaba reflejado tanto en su rostro risueño como en su cuerpo el cual estaba radiante.
Llego Laia, se la veía con una sonrisa picarona de oreja a oreja, al fijarme en su cuerpo pude observar sus pezones rojo casi negros además de la aureola de sus pechos abultada hacia el exterior, sus muslos mostraban marcas de haber sido fustigados, estaban surcados de líneas rojas abultadas, su vientre traía todavía rastros de cera roja y verde. Me acerque a su lado preguntándole que tal fuera ese primer encuentro, su respuesta fue que solamente deseaba comenzar la siguiente sesión, en la anterior había perdido la cuenta de los orgasmos tenidos, habían sido muchos y algunos enlazados, estaba en el limbo de la sumisión, su humillación había sido total y absoluta. Al relatarle mi sesión casi se corre imaginándose el trato recibido por parte de Luna y se agacho para poder apreciar el trabajo que había realizado en mi culito dándole su aprobación y diciéndome que me fuera imaginando como me trataría en casa, ella no quería ser menos.
Cuando nos encontramos en el comedor todos los invitados nos sirvieron la comida de la cual disfrutamos todos, necesitábamos recuperar energías para afrontar lo que vendría. A la hora de los postres se presento la maestra nuevamente acompañada de Sol y Luna, nos pregunto qué tal nos fuera y comento con nosotros los distintos juegos. Terminado los relatos nos informo del nuevo sorteo para formar los grupos, nadie contaba con que sería tan pronto, era decisión de la maestra y la acataríamos. Formados los grupos llamo a los que serian sus acompañantes, fui uno de los elegidos, antes de dar por cerrada la reunión llamo a las miembros femeninas de mi anterior grupo y las examino, luego les pregunto si era cierto lo que había oído acerca de mi de Luna y de Tete acerca de que era un semental en principio pichafloja y después insaciable. La más joven le pidió que observara como su ano aun no se recuperara y dudaba si sería capaz de afrontar la siguiente sesión. Después de observarla bien le ordeno a Luna que la llevase al botiquín y le aplicara la barra y podría volver a incorporarse a su grupo en plenitud de facultades.