DIARIO DE laia dia 14
Para la presentación les proporcionamos como calzado unos botines con tacón de aguja de 20 centímetros los cuales elevaban su lindo trasero realzándolo y mostrándolo más provocativo.
DIA 14
Para la presentación les proporcionamos como calzado unos botines con tacón de aguja de 20 centímetros los cuales elevaban su lindo trasero realzándolo y mostrándolo más provocativo. Para completar su atuendo les habíamos proporcionado unas ligas que llevaba cosida una argolla, a través de la argolla deslizamos una cadena de la cual una de sus puntas la fijamos a una anilla situada en la punta de su calzado mientras que el otro extremo que tenía una pinza era fijado en uno de los labios externos de su sexo, con las dos cadenas colocadas ofrecían su sexo totalmente abierto.
Laura me comunico que la maestra se encontraba en el salón acompañada de los demás alumnos, nos dirigimos hacia el salón, las niñas debían de dar pasos cortos si no querían sufrir tirones excesivamente duros de sus labios. Antes de entrar les explique cómo deberían actuar con la maestra: debían de arrodillarse ante ella y besarle los pies esperando sus órdenes, no debían de mirarle a los ojos ni hablarle a menos que se lo ordenase y bajo ningún concepto ponerse en pie. Tras estas nociones básicas entramos, según iban acercándose a la maestra pasando por el medio de sus compañeros, estos comenzaron a notar como sus pollas se alzaban y sus coños se humedecían como consecuencia de lo que veían.
Al llegar junto la maestra se arrodillaron no pudiendo evitar un grito de dolor por las cadenas dado que al arrodillarse y echar hacia atrás la punta de los zapatos estés sometieron a un estiramiento los labios de su sexo, besaron los pies de la maestra y esperaron arrodilladas sus ordenes, sufrían con el estiramiento de sus labios y al mismo tiempo disfrutaban tal como demostraba su coño que empezaba a brillar con sus fluidos, de seguir mucho tiempo en esa posición terminarían teniendo un orgasmo y corriéndose.
Claudia se dio cuenta de la situación y les ordeno que se pusieran en pie, les dio la bienvenida a la sociedad y deseo que disfrutaran de los placeres que les iban a ser ofrecidos así como de los que ellas ofrecerían. Continúo felicitándome por mi parte en el entrenamiento de las alumnas y me ofreció como recompensa a Luna, a las chicas les ordeno que disfrutaran con sus compañeros, ella iba a supervisar sus juegos y posiblemente las premiaría solicitando sus atenciones para su disfrute particular, lo cual deberían considerar como un honor.
El pichafloja o sea yo me fui con Luna para uno de los cuartos de dominación, estaba equipado con todo tipo de artilugios que podían ser usados para dar placer o infligir dolor, Luna que llevaba puesto el mismo modelito que Aíra y Ofelia, tenia los pechos como manzanas redondas a causa de las tiras de cuero que los rodeaban, sus pezones eran negros y con un simple roce de la lengua Luna emitía grititos de dolor placentero, la rajita de su coño no para de chorrear, me metí en el medio de sus piernas para lamer sus fluidos y deleitarme jugando con su clítoris el cual estaba atado y sobresalía de su sexo como una fresa madura, estaba muy duro y apetecía morderlo hasta que suplicara de dolor para que interrumpiese el juego, no era capaz de dejar de correrse lo cual me excitaba mas y no quería dejar de someterla a suplicio.
Luna me pidió que la follase ya que era incapaz de seguir en el juego, de continuar se desmayaría y no quería que sucediese, tenía la intención de follarse mi polla de todas la formas posibles y llevarme a la fatiga total de manera que no pudiese follarme ese día a ninguna otra persona ni pudiera tener una erección por mucho que me excitaran, ese día quería que fuese su única sirvienta.
Después de quedar satisfechos no dirigimos a la piscina cubierta de la casa, nos zambullimos en ella y nadamos un rato antes de dirigirnos al hidromasaje que se encontraba en uno de los extremos, entramos en él y comenzamos a besarnos. Recorrí todo el cuerpo de Luna parándome en sus pechos dedicándoles un trato especial a sus pezones los cuales habían recuperado su tamaño al estirarse el cuero de los anillos al mojarse, seguían duros y firmes , disfrutaba chupándoselos y escuchando como gemía mientras lo hacía, estaba disfrutando.
Para premiarme comenzó a realizarme una paja debajo del agua, movía sus manos con destreza para descapullarme y dejar el glande a la vista para masajearlo mejor, cuando noto como mi pene empezaba a vibrar me mando ponerme en pie para terminar mamándome la polla y así poder recoger mi semen con su boca y poder tragarlo.
Entro Calipso por la puerta para venir a buscarme por que reclamaba mi presencia la maestra, salí del agua y la seguí por la casa. Llegamos al cuarto donde se encontraba la maestra con Aíra y Ofelia, ambas se encontraban arrodilladas a sus pies agotadas, la maestra me pidió que las llevara al barracón e hiciera que se ducharan allí con agua fría ya que les vendría bien para recuperar las fuerzas antes de cenar. Les ordeno que no se quitaran la lencería, puesto que al día siguiente tendrían otra reunión, también les sugirió que si esta les apretaba mucho se volvieran a duchar ya que esto ablandaba el cuero y estiraba causándoles menos daño.
Tras cumplir las órdenes regrese a junto Claudia donde me informo que al día siguiente tendríamos visita, se trataba de los padres de Aíra y Ofelia, venían pasar unos días de placer. Primero disfrutarían solos y posiblemente terminara también haciéndolo junto con sus hijas.