Diario de Kate- ¡Bienvenida a casa! (1)

Todo empezó con esa loca idea de su madre... No era su nuevo novio Hank ni la pequeña hija, Lara, era Taylor, su otro hijo, que casualmente era el chico más guapo y gilipollas de todo el instituto y adivina que, estaba locamente enamorada de él.

Bueno, este es mi primer relato erótico, así que espero que sea lo suficientemente bueno. Va a ser una serie larga, y espero exitosa. Saludos.


  • ¡Mamá! ¡¿Por qué?! ¿Cómo se te ha ocurrido enamorarte de tu doctor, que, casualmente, es el padre del chico más gilipollas del instituto?- le grité un día que estabamos solas en nuestro pequeño departamento. Claro, yo no había mencionado que también Taylor era el más guapo y estaba perdidamente enamorada de él hace años.

  • Bueno hija, lo siento, pero el amor es el amor, no lo puedes evitar. Pero, por más de que te parezca un gilipollas, trata de llevarte bien con él. Ahora serán hermanos oficialmente.- mamá ya estaba harta de esta conversación, llevabamos teniendo la misma desde la semana pasada, cuando me informó que se iba a casar con Hank.- Ah, y por cierto, Hank y yo hemos decidido que tú y tu hermanastro van a realizar una actividad juntos esta tarde de la que ninguno pueda zafar.

  • ¡Mamáaa! ¡¿Cómo te atreves a organizar un plan con ese idiota de compañia?!- aunque por adentro no estaba tan cabreada como aparentaba, una cita con Talylor, cuando se lo contase a Bella... ella enloquecería (Bella es mi mejor amiga de la infancia). Pero no podía permitirme ningún tipo de calentón co él, yo sabía que él me deseaba y eso me encantaba, pero después de todo ahora eramos hermanos.

  • Tranquila muchachita, solo es una tarde, no te cabrees. Taylor y tú irán solos a elegir sus habitaciones en la nueva casa. Es muy bella ya verás, te va a encantar.- y así dió por finalizada la conversación.

¡Mi Dios! Estaba disfrutando de lo lindo, una tarde a solas con Taylor en la nueva casa, me moría por ver su polla ¡no! espera un momento, es tu hermano ahora. Bueno, ahora vamos a pasar a describir nuestros respectivos físicos, él tiene 18 y yo 17. Taylor, con nombre y todo, era una réplica exacta de Taylor Lautner, sólo que él tenía los ojos de un celeste eléctrico fascinante, pelo negro, físico como esculpido por los ángeles, medía 1,80 aproximadamente, bronceado,  y lo que se decía de su polla... ¡basta! No puedo permitirme volver a pensar en eso. En cuanto a mi cuerpo... veamos, no estaba nada mal, tenía el pelo castaño, unos bonitos ojos verde claro con unas pestañas muy espesas que los hacían relucir y un físico impresionante gracias a años de gimnasia deportiva: busto y trasero grandes, piernas hermosas y bien depiladas, medía 1,70 aprozimadamente, vientre plano, en fin, un cuerpo para lamerse los dedos. Lo mejor de todo era que yo sabía que estaba muy buena y lo aprovechaba, me encantaba que los hombres me mirasen con deseo y me echaba todos los que podía, era una verdadera putita, pero claro está que en el instituto no lo sabía nadie, solo mi grupo más cerrado, pero igulmente tenía muchos admiradores. En cuanto a las posiciones sociales, los dos eramos populares pero cada uno a su manera, el era lo máximo y yo estaba un poco más abajo. Ni Taylor ni yo estabamos en pareja, me parece que por la misma razón: sexo sin compromiso. Bueno, daré por finalizada la mini-descripción.

  • ¡Toc toc!- ahora iba a hacer que me cabree con él, por más lindo que fuera, era un verdadero imbécil al que le faltaba madurar, ya estabamos en nuestro último año de instituto, no podía seguir haciendo eso.

  • Ya basta Taylor, deja de molestar- dije mientras iba a abrirle, lucía realmente bien, una camisa con los primeros botones desabrochados sin una camiseta abajo que dejaba su pecho semidescubierto y unos jeans oscuros ligeramente ajustados, un bombón. Yo, por mi parte, no lucía nada mal, llevaba un pequeño top negro ajustado con la excusa de que hacía calor y unos jeans desteñidos ajustados.

  • Oye, estas muy sexy Katie- dijo relamiendose los labios. Él siempre me hacía jugarretas para que tengamos sexo, o lo besara, lo que sea, pero no iba a caer en sus redes.

  • Punto 1: no me llames Katie, llamame Kate, punto 2: basta de jugarretas, eres mi hermanastro, punto 3: vamonos ya, quiero que esto finalice lo antes posible.- y así me dí vuelta y partí en busca de las llaves del coche.

  • ¡Ay, se hace la enojada la muy puta!

  • ¡No te atrevas a llamarme puta!

  • Ya lo he hecho cariño. Me han contado de tu fama de mujer de noche.

  • Basta... ya.- ese tío me sacaba de mis casillas.

  • Como quieras bebe.- me quitó las llaves y se fue por el ascensor. Lo seguí en silencio, pero por dentro estaba más que cabreada

En 15 minutos ya estabamos en la casa nueva. Estaba en un barrio privado, era enorme, toda cercada con arbustos y plantas para la privacidad, con más de 10 habitaciones con baño individual, ya decoradas, un comedor enorme con una mesa para unas 10 o 12 personas, una sala con una TV plasma y sillones grandes, una cocina bastante grande también, sala de juegos, jardín eterno con piscina y jacuzzi incluidos, un quincho aparte para asados, de todo. Sin pensarlo, ambos fuimos al piso de arriba, lejos del dormitorio de nuestros padres que estaba en el primer piso. Yo elegí una habitacion grande, muy bien iluminada, con las paredes turquesa, un escritorio, una cama king size con acolchado blanco y almohadones de colores, cortinas blancas, un pequeño balcón que se conectaba con la habitación contigua, un baño enorme con jacuzzi y todo, de ensueño. De repente alguien se asomó al balcon de la habitación contigua, mierda, Taylor se tomó el gusto de elegirse esa habitación.

  • ¡Hola hermanita! ¿Quieres it un rato al jacuzzi del jardín?- dijo con un tono "inocente".

  • ¡Taylor! Ni lo sueñes.

  • Dale, ambos traemos bañador y aquí hace calor.- era completamente cierto, pero no pensaba quedarme en un diminuto bikini strapless negro en frente de él, todavía no tenía la suficiente confianza. En algún momento él tenía que aceptar que sólo somos hermanos.

  • No, n-o, dos simples letras.- pero él simplemente desapareció del balcón como respuesta. A los pocos segundos ya estaba en mi habitación.

  • Que bonita...- él no me iba a engañar.

  • ¡Ya basta!

  • Sé que no puedes resistirte a mis encantos.- esa sonrisa descarada suya... que sexy era. Sin avisarme se avalanzó sobre mi y empezó a besar mi cuello y mis orejas apasionadamente.- y no tienes excusa, ya que mientras admirabas tu habitacion le pedí a papá y a Suzanne (mi madre) que nos dejaran quedarnos porque ya estabamos muy cansados...

  • ¡¿Cómo pudiste?! Eres un cerdo imbésil.

  • Y se la tragaron completa...

  • ¡Ya basta Taylor!

  • Puedes dercirme Tay bebe.

  • Ni en tus mas repugnantes sueños...

  • ¿Qué te cuesta?- empezó a bajar el cierre de mi top. Tenía razón, ¿qué me costaba? No iba a hacerme la difícil con semejante cuerpazo...

  • Fóllame como si no hubiera mañana...- esa fue mi respuesta.

  • Así que eres en verdad toda una putita.- y sin previo aviso desabrochó su bragueta, saco una polla que debía medir ¡unos 20cm!, bajó mi pantalón y empezó a follarme por el culo como nadie lo había hecho jamás...

CONTINUARÁ...

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Mejor que los deje con la intriga, ¿no?, jeje. Luego escribo más de este caliente encuentro...