Diario de confinamiento (4)

La química entre los hermanos sigue intacta. Todo el tiempo al borde del descontrol. Se animaran a dar rienda suelta a sus deseos?

Lunes 30 de marzo

Un día nuevo, con muchas cosas en común con todos los demás días, no iría al trabajo, me quedaría en el comedor con la notebook por ratos, y por otros ratos hablaría por teléfono con clientes. Todo acompañado de los mates que me iría cebando mi hermana.

Hoy Sonia estaba particularmente hermosa. Llevaba puesto unos shorts de algodón que dejaban fuera la parte de debajo de sus nalgas. Era una tortura cada vez que se iba con el mate moviendo el culo.

Al mediodía, comimos una ensalada cada uno mientras charlábamos de la situación en Europa y las pocas posibilidades que iba a tener mi cuñado de volver al país en los próximos días. Seguramente se iba a tener que quedar por mucho tiempo.

Por la tarde, yo ya me estaba desocupando cuando Sonia entró a mi cuarto preguntándome si podía ayudarla con la extracción de la leche. Por supuesto, le contesté con una sonrisa. Ahora la voy a dormir a Jazmín, así que en un rato seguramente te aviso.

Serían las 6 de la tarde cuando Sonia entra en mi cuarto con la crema en una mano y el sacaleche en la otra.

-          Cuando quieras, me dijo

-          Ok, ya estoy, estaba boludeando, le dije

-          ¿Me saco la remera? Me preguntó

-          Como quieras

-          Sí, me la saco, mejor, dijo quitándosela por la cabeza

-          Perfecto, dije y no podía dejar de mirarlas

-          Te gustan, ¿no? Me dijo mientras se las tocaba

-          Me encantan, me sinceré

-          Mejor, así las tratas bien

-          Las voy a tratar con todo el cariño, me estaba calentando con esta conversación

-          Tomá, y me alcanzó el pote de crema

-          Gracias

-          Ponete bastante, me dijo

-          Si si, me puse mucha crema y me froté las dos manos

-          Dale, con suavidad, por favor, me dijo en un susurro

-          Por supuesto, dije y empecé con el pecho derecho

-          Muy bien, decía ella mientras yo le tocaba las tetas con muchas ganas.

-          Voy aprendiendo, dije

-          Me parece que ya sabías bastante bien, me dijo cómplice mi hermana

-          Profesionalmente, es la primera vez que lo hago, dije sonriendo

-          Jaja, no te hagas el médico ahora, se reía mi hermana

-          Tiene otro fin esto, le decía yo mientras pasaba el dedo por la areola

-          Agghh, que sensible las tengo, decía mi hermana

-          Ya veo, decía yo y no dejaba de estimular su pezón

-          Se me ponen re duros, mirá dice Sonia

-          Si si, me doy cuenta, mientras pasaba a la otra teta. No quería demorarme mucho porque temía que mi hermana lo tomara como un abuso

-          Si si, así, decía ella

-          Están tibias, ayer estaban más calientes, la extracción ayudó, ¿no te parece? Dije haciéndome el clínico

-          Puede ser, decía mi hermana

-          Ya estoy terminando, mientras le acariciaba el pezón haciendo una suave presión

-          Mmmm, me gusta…dijo y me envalentoné

-          A ver, dije y tomé cada teta con una mano y las recorrí completamente para terminar jugando y apretando suavemente ambos pezones a la vez

-          Ahhghhhh, se estremeció mi hermana y me sacó las manos

-          Perdón, le dije, me zarpé

-          No, está bien, es normal, a mí también me gustaba y supongo que no te habrás podido controlar, pero debes hacerlo, dijo mi hermana reponiéndose de la excitación

-          Te pido disculpas de vuelta, le dije

-          Ya está, me dijo ella

Fue entonces que me pidió que le ayudara con el aparato y así lo hice, como las últimas veces, solo que esta vez fui lo más profesional que pude

Ya por la noche estábamos sentados a la mesa del comedor tomando un café cuando me vibró el teléfono. Mi hermana me preguntaba por mi amiga Paula, que le parecía conocerla del colegio.

-          Si, era del otro 5to, ¿no te acordás?

-          Ah sí si

-          Era flaquita y no estaba tan buena, dije yo

-          Si, ahora me acuerdo

-          Era amiga de una que se llamaba Marcela, petisita y tetona

-          Si si, era simpática, me acuerdo, dijo mi hermana

-          Claro, claro

En ese momento me vibró el celular que estaba sobre la mesa

(NOTIFICACION DE WHATSAPP) Paula: ¿Estas?

-          Hablando de Roma…, dije

-          Justo, dijo mi hermana

-          Apareció, esperá que le contesto

Paula: ¿cómo estás?

Yo: Bien, ¿y vos?

Paula: Sola y aburrida

Yo: Que lástima esta cuarentena, sino me iría para allá

Paula: no me hagas pensarlo...

A todo esto, mi hermana estaba a mi lado mirando el chat con Paula

-          Seguile la corriente, me encanta, me decía mi hermana

-          Es que no sabes cómo puede seguir esto, le advertí

-          Dale, me gusta ver, mi hermana estaba muy curiosa

-          Ok, le dije

Yo: ¿Sí? ¿Y qué estarías pensando?

Paula: en todas las cosas ricas que me haces siempre

Yo: ¿qué cosas?

Paula: Cuando me besas como lo haces

Yo: ¿Siiii? ¿Y que más te gusta cómo te hago?

Paula: como me chupas las tetas

-          Ah bueno, dijo mi hermana

-          ¡Viste! ¡Es picante Paulita! Le dije

-          Ya lo veo, me gusta, seguile la corriente, dale

-          Vamos al sillón, le dije a mi hermana

-          Dale, vamos

-          Sentate acá, le dije pegándole con la palma al sillón

-          Si si, quiero ver, dijo mi hermana pegándose a mí

Yo: Ufff como me gusta chuparte las tetas

Paula: A mí me encanta que me las chupes bien fuerte

Yo: Y a mí me encantan esos pezones tuyos

Paula: ¿Hacemos video?

Yo la miré a mi hermana como diciendo hasta acá llegamos, pero ella no quería saber nada con cortar ahí

-          Decile que vaya poniendo cámara ella

-          ¿Te parece?, le digo a mi hermana

-          Dale, yo me muevo para el costado para que no me vea

-          Mirá que se pone muy hot Paulita, eh, le advertí

-          No me importa, me dijo mi hermana

-          ¡Y yo también eh! Le dije

-          Y bueno, vamos a fondo, me dijo mi hermana

Paula: Mirá como estoy

Yo: A bueno, me encanta

Paula: ¿queres que me saque la remera?

Yo: Claro

Paula: No te puedo ver, Paula ya estaba en tetas y en bombacha

Yo: Ahora pongo la cam

Paula: Dale que quiero verte

La miré a mi hermana, me puse de pie y me saqué la remera que tenía puesta. Todo con una erección de caballo y ante la expectante mirada de mi hermana. Coloqué el teléfono sobre la mesa ratona de manera que me enfocara todo el cuerpo mientras yo me recostaba sobre el sillón

Paula: ¿Dónde estás? Ese no es tu departamento

Yo: En lo de mi hermana

Paula: Pero… ¿en el living? ¿No hay riesgo de que aparezca alguien?

Yo: No creo, debe estar dormida

Paula: Que zarpado que sos, bueno a mí no me importa

Yo: Aparte creo que me da tiempo si escucho un ruido

Paula: ¿Te gustan como están mis tetas? Paula se las refregaba.

En ese momento, para mi hermana era solo audio ya que por la posición en que puse el teléfono no podía ver o sería descubierta a mi lado. Pero sucedió algo que cortó el clima. Jazmín, mi sobrina, se puso a llorar a los gritos.

Paula: ¿Que es ese ruido?

Yo: Mi sobrina que está llorando

Paula: ¿Queres cortar por las dudas?

Yo: No, me acerco más el teléfono por si viene mi hermana y me pongo auriculares

Mi hermana se levantó raudamente y fue a calmarla. Yo me puse el teléfono más cerca. Sonia apareció con la nena en brazos y sentada en la otra punta del sillón se sacó un pecho y se lo puso a acariciar.

Paula: ¿Que estas mirando?

Yo: Eh. Nada

Paula: Porque mirás para otro lado teniéndome a mi acá desnudita para vos

Yo: Miro de vez en cuando la puerta para ver si no aparece mi hermana

Paula: Me encanta que te acaricies las tetas

Esto lo dije a propósito para joder a mi hermana que estaba a un metro y acariciándose un pecho. Mi sobrina con el chupete en la boca y a su lado debía estar hambrienta, pero me parece que su madre quería jugar con su teta un ratito más, sobre todo después de mis palabras. Mi hermana hizo algo que me encantó. Tomó su pecho y se puso a apretar su pezón, unas gotitas de leche salieron de su punta. Se llevó el dedo a la boca y lo chupó

Paula: ¿Qué te pasa? Estas mirando más para allá que a mí. Si tenes miedo andá a tu cuarto o cortemos.

Yo: No No

Paula: Bueno, contame, como tenes la pija

Yo: ¿Cómo te imaginas que la tengo?

Paula: No sé, me gustaría verla

Sonia ya había comenzado a darle el pecho a Jazmín. Yo quise extender un poco más la charla con Paula para darle tiempo a Sonia a que termine con Jazmín y le dije:

Yo: Volvamos a Chat mientras voy a buscar los auriculares

Paula: Porque no vas a tu cuarto así estas más tranquilo

Yo: Pero volvamos a chat por las dudas, después yo te llamo

Paula: Ok, y cortó el video

Sonia seguía dándole la teta a Jazmín. Yo seguía intentando no apagar el fuego con Paula vía chat. Mi hermana me preguntaba que me estaba escribiendo. Ya te imaginaras las cosas que me está escribiendo, le dije

-          Quiero ver, dijo Sonia

-          Mirá, le mostré el celular

Paula: Me gustaría estar ahí para chuparte la pija

Yo: Uh y no sabes lo dura que la tengo

Sonia leyó eso y se estremeció. Pude notarlo. No hizo nada por disimularlo tampoco. Se levantó con la nena en brazos mientras uno de sus pechos quedaba al descubierto y colocó a Jazmín para que haga el provechito. Con todo el empeño del mundo mi hermana acunaba a Jazmín para que se durmiera. En el chat Paula no se detenía

Paula: y te acariciaría los huevos mientras te miro a los ojos

Yo: Uy Pauli, como me calienta leerte

Se lo mostré a Sonia y se rio divertida, y excitada. Jazmín no se dormía, de modo que le dije a Sonia que me iba a mi cuarto que mañana le contaba todo y le mostraba si quería.

-          Si si, dijo mi hermana con cara de decepción

-          Chau, y le di un beso en la mejilla. Peligrosamente cerca de la boca

-          Chau, mi hermana me dio el beso con los labios entrecerrados y con una suavidad excitante

-          Me voy para mi cuarto, suerte

-          Tocate mucho, vas a necesitar el sacaleche? Jaja, dijo mi hermana divertida

-          Jaja, estuviste muy bien, dije al tiempo en que me acomodaba el paquete y me iba perdiendo en la habitación

Martes 31 de marzo

Habían pasado las doce de la noche y no lograba conectarme. Paula me llamaba por video y yo estaba bajando una aplicación para grabar todo lo que pasaba en la llamada que iba a hacer con Paula. Mi temor era que Paula se cansara, pero después de un tiempo se alinearon los planetas y al fin pude lograrlo

Paula: ¡Hola!

Yo: ¡Hola! Ya me vine al cuarto

Paula: mejor así estamos solos

Yo: estoy muy caliente

Paula: y yo

Yo: quiero que te toques la concha y me muestres

Paula: ¿Siii?

Yo: Si, no doy mas

Paula: ¿Vos no me vas a mostrar nada?

Yo: Todo te voy a mostrar, como siempre

Paula: Mirá como estoy, y acerca su teléfono a una concha súper empapada

Yo: Uy, como muero por chupar esa concha

Paula: Uf y yo porque me la chupes

Yo: Tocate y pensá que te estoy chupando

Paula: mmmm, siiii, mirá como me pajeo

Yo: Ufff, estoy muy caliente

Paula: Yo también

Yo: Me encantaría meterte la pija despacio mientras te acaricio el clítoris con mis dedos

Paula: Aghhh me vas a hacer acabar

Yo: Quiero que acabes porque yo ya estoy a punto

Paula: Aghhhh, acabo, acabo, ah ah ah

Yo: Agh, yo también voy a acabar, mirá

Paula: Acabame en las tetas…

Yo: Si agh ah ah agghhhh, acabé encima de mi pecho y tuve que poner la mano para detener los chorros que salían

Paula: ¡Que caliente que estabas!

Yo: si, estaba muy caliente

Paula: Y cuanta leche que largaste

Yo: Si, si

La palabra leche me hizo hacer una asociación con mi hermana.

Al otro día me levanté como siempre y no fue un buen día en el departamento. Ya de entrada mi hermana no estaba de buen humor. Le pregunté si le pasaba algo y solo me dijo que no, muy cortante.

Al mediodía comimos y hablamos muy poco y cosas superficiales mientras miramos en la TV programas de decoración del canal home & health

Por la tarde, oí a mi hermana discutir fuerte con mi cuñado, y para cuando salió de su habitación tenía cara de haber estado llorando. Solo atiné a decirle

-          Sonia, si queres hablar de algo…

-          No, está bien

-          ¿Qué pasa?, le pregunté

-          Nada, que se quiere quedar más tiempo, no está como prioridad para regresar, solo eso

-          ¿Segura que es solo eso?

-          Si, bueno. Pasaron otras cosas, se sinceraba mi hermana

-          Queres contarme?

-          No sé es que…no se animaba Sonia

-          Decime, dale, podes confiar en mí, la animé

-          Bueno, no, es que… dudaba

-          Dale, decime

-          Es que ayer me quedé medio caliente con lo de la conversación con tu amiga

-          Paula, añadí yo

-          Si, Paula confirmó ella

-          ¿Y qué tiene que ver?

-          Que le pregunté si quería hacer un video y me dijo que no, que era peligroso y que no quería

-          ¿Y vos tenías muchas ganas?

-          Si, se sonrió mientras se puso colorada

-          Está bien, es normal. Agregué

-          Bueno eso sumado a mi decepción por todo lo que se demora su regreso, nos dijimos cosas feas, pero nada raro, reconoció mi hermana

-          Ah bueno, mejor así, ya se te va a pasar, le dije

Por la noche decidí preparar la cena, nada especial, pero unos ñoquis de una casa de pastas cercana que eran buenos, con una salsa fileto a la que le agregué una salchicha parrillera que había comprado en la carnicería la última vez. Sabía que eso le iba a gustar a mi hermana. No tomamos alcohol, solo coca cola zero. Sobre el final la noté más distendida. Le dije que se vaya a dormir que tenía que descansar, que mañana sería otro día. Ya iba a ver

Miércoles 1 de abril

Nuevo día en la ciudad de Buenos Aires y los ánimos parecían mucho más calmados que en el día anterior. Claramente Sonia se levantó de muy bien humor. Como lo venía haciendo últimamente con su remera sin corpiño, pero esta vez, para mi sorpresa, sólo llevaba puesta la bombacha y no un short como siempre.

-          Hola hermanita, ¿cómo dormiste?

-          Bien, muy bien, pese al mal día de ayer, dijo

-          Me alegro, le dije

-          ¿Qué estás haciendo? Me preguntó

-          Jugo de naranjas, te quería despertar con algo rico, le dije

-          Sos un amor, me dijo al tiempo que se levantaba y me abrazaba desde atrás pegándome sus tetas a la espalda

-          No es para tanto, dije haciéndome el humilde, quería que se quedara toda la mañana con sus tetas pegadas a mi espalda, pero no, se volvió a sentar

-          ¡¿Y encima hay medialunas?! Dijo ella contenta

-          Claro, si la vamos a hacer, la vamos a hacer bien, yo me había levantado temprano y con la excusa de salir a comprar aproveché para salir a caminar y pasé por la panadería que sabía que le gustaba a Sonia y compré unas facturas

-          Sos un capo, hermanito, dijo ella con una medialuna en la mano

-          Gracias, gracias, dije riendo

-          ¿Cómo viene tu día? Me preguntó

-          Con bastante trabajo por la mañana, menos por la tarde

-          Ah, ¿me podrás ayudar con el sacaleche hoy? Ayer me costó bastante, me pidió

-          Claro, como no, dije mientras mi pija comenzaba a levantarse debajo de la mesa

-          Gracias, ¡ves que sos un sol! Dijo divertida

-          En eso no tenes que agradecerme, se me escapó

-          Porque te gusta, ¿no? Me dijo

-          Si, dije ruborizado, pero sin dejar de sostenerle la mirada

-          A mí también, dijo y sus pezones se endurecieron totalmente

-          Mejor, dije recorriendo con la mirada sus pezones

Jazmín lloró y nos sacó de ese erótico momento entre hermanos. Vino con ella en brazos, me la alcanzó y, como había hecho en otra oportunidad, se sacó la remera por la cabeza dejándola en la silla. Sus tetas, coronadas por esos pezones parados eran la gloria para mí en ese momento. Ella estaba sentada y yo estaba de pie a su lado. Cuando estaba por alcanzarle a la beba para que le dé la teta me dijo:

-          Esperá, me las voy a masajear primero

-          Ok, dije sin dejar de mirarla

-          Primero esta, dijo mientras se acarició la teta sensualmente

-          Perfecto, susurré

-          Y ahora está, mientras empezaba a acariciarse de manera más excitante, si es que se podía

-          Muy bien, decía yo parado a su lado y con una erección tremenda

-          Y vamos a dar el último con el estilo de mi hermanito, mi dijo mirándome a los ojos

-          ¿? La miré sin saber a qué se refería

-          Así, dijo y comenzó a acariciarse las dos tetas a la vez mirándome seriamente para terminar tocando y apretándose suavemente los pezones.

-          Ahhhh, dije en un estremecimiento

-          Ya está, dijo recogiendo un chorrito de leche con el dedo y llevándolo a la boca

-          ¿Qué sabor tiene? Pregunté

-          Rico, dulce, ya probaras…dijo

-          Ok, creo que un minuto más y me tiraba encima de mi hermana, pero logré controlarme. Había dicho ya probaras ¿Qué había querido decir?

Sonia se puso a darle la teta a mi sobrina, yo iba levantando la mesa.

-          No. Dejá, me dijo

-          ¿Qué pasa? Dije

-          Yo levanto la mesa, andá a trabajar, ya hiciste mucho

-          Ah ok, le dije, tengo bastante para hacer

-          Dejá todo así que ahora levanto, me dijo mi hermana

-          Bueno, en realidad yo me quería quedar para ver a mi hermana en bombacha y sin corpiño cuando se pusiera de pie, pero no tuve oportunidad así que me fui a mi cuarto a trabajar

Durante el día trabajé mucho y concentrado, almorcé con mi hermana, en donde le conté que la noche anterior había hablado y también que hicimos una video llamada hot

Ella se mostró muy curiosa, así que le dije que después le mostraba el parte del video porque lo había grabado todo.

-          ¿Por qué solo una parte? Me preguntó curiosa

-          Porque es muy, pero muy fuerte

-          Dale, mostrámelo todo, dijo riendo por el doble sentido

-          Jaja, no no, no creo.

-          Dale, por favor, decía y ponía carita de nena caprichosa

-          Más tarde, cuando termine de trabajar porque es largo y voy a necesitar el teléfono para trabajar

-          Ok, me dijo resignada

Llegó la tarde y a eso de las 6 PM ya me estaba desocupando. Fui a la cocina y encontré a mi hermana preparando mate

-          ¿Ya estas desocupado?, me dijo mi hermana

-          Si, le dije

-          ¿Aprovechamos que Jazmín está dormida y me sacas un poco de leche?

-          Dale, le dije

-          Agarrá el mate y el termo mientras voy a buscar la crema y el aparato, me dijo mi hermana levantándose

-          Ok, dije

-          Ya está, vamos al sillón que estamos más cómodos, dijo

-          Perfecto. Dije mientras me sentaba y me ponía crema y mi hermana se sacaba la remera bamboleando esas tetas

-          Ya está, dijo, pero se quedó parada a mi lado con las tetas a la altura de mi cara

-          ¿No te vas a sentar? Pregunté

-          ¿No es más cómodo así para vos? Me dijo

-          Si, si, levanté la vista de las tetas y la miré con una sonrisa

-          Vamos, dije y empecé primero con una

-          Dale, dijo

-          Ahí va, empezando a acariciarla muy sensualmente, no me importaba

-          Mmmm, me gusta, dijo

-          A mí también, dije y por primera vez delante de ella me llevé la mano a mi bulto para acomodarlo

-          ¿Qué pasa? ¿Estás incómodo?, dijo ella con sus pezones totalmente erectos

-          Y si, no lo voy a negar, dije

-          ¿No te descargaste anoche? Me dijo

-          Si, si, pero esto es inevitable, le dije

-          No me molesta, para una chica es un elogio que a un hombre se le pare, ¿no? Me dijo dejándome de una pieza

-          Claro, si, dije casi sin voz

-          Y tu piropo es evidente, dijo con su mirada en mi paquete

-          Vamos a la otra, dije empezando a ocuparme de su otra teta. La situación era de lo más erótica. Mi hermana parada frente a mí, que sentado y con una erección tremenda le masajeaba las tetas una por una

-          Muy bien, lo haces muy bien, me dijo mi hermana

-          Le pongo ganas, le dije

-          Sí, eso se nota, me dijo y sus pezones se endurecieron más aún

-          Seguí con el masaje y por último tomé un poco más de crema y empecé a acariciar las dos a la vez, mientras las miraba a centímetros de mis ojos. Y de mi boca

-          Como te gusta esto de acariciar (no dijo masajear) las dos al mismo tiempo, ¿no?, me dijo mirándome con los ojos brillosos

-          Si, si, y ¿a vos? Le dije excitado

-          También, lo sabes, pero… en ese momento le empecé a acariciar los dos pezones al mismo tiempo

-          Esto… dijo perdiendo prácticamente la voz

-          Esto ¿Qué? Le dije y presionaba más sus pezones con mis dedeos encremados

-          Esto, es… no deberíamos…decía, pero no le salían las palabras

-          Shhhh, le dije y me concentré aún más en sus pezones

-          Mmmm, dijo tirando la cabeza hacia atrás, y agarrándose de mi cabeza para no caerse

-          Esta bien, dijo separándose bruscamente

-          Perdón, le dije

-          No, está bien, me gustaba mucho a mí también y estaba por perder los estribos. Me dijo

-          Es que no me puedo controlar, le dije

-          Dale, Agarrá el aparato, me dijo

-          Claro, si, sí. Dije y empecé el proceso de extracción

-          Muy bien, así, como un profesional, dijo riendo

-          Jajaja, si, como un profesional, dije

-          Cuando terminaba de extraerle la leche una gota resbalaba por su pezón así que me animé, la recogí con el dedo y me lo llevé e la boca mirándola

-          ¿y? ¿Qué te parece? Me preguntó

-          Riquísima

Por la noche, nos juntamos en el sillón con Jazmín, mi sobrinita, ya dormida. Me pidió que le mostrara el video. Le dije que sí, pero con la promesa de que yo manejaría el aparato. Accedió. Se sentó pegada a mi lado y comencé la reproducción. Enchufé los auriculares y le puse uno a ella y el otro a mí. No me gustaba escuchar mi propia voz, pero necesitaba saber cuándo cortarlo. Mi hermana llevaba como siempre su remera sin corpiño y un short. Yo un short de futbol (de River Plate) y una remera. Estábamos mirando y con Paula en tetas y acariciándose y diciéndome que me chuparía la pija. Paula en el video me pedía vérmela mientras ella colocaba el teléfono en primer plano de su concha. Quise cortar, pero mi hermana me lo impidió. Quiero verlo todo, me dijo. ¿Estás segura? Si, segurísima. Bueno, pero tapo cuando se me ve la pija, le dije. El video se reproducía tal cual como yo lo había visto la noche anterior. En pantalla principal Paula y en una pantalla chiquita yo con el torso descubierto. No, no tapes, me dijo mi hermana. No es justo, vos me tocas las tetas a tu antojo y yo ¿no puedo verte la pija en un video? La palabra pija en la boca de mi hermana hizo que mi miembro diera un salto. Ok le dije y descubrí esa parte. Mi hermana no parpadeaba mientras miraba el video y pude ver de reojo que en un momento pasó la mano por su concha. Estaba acabando Paula en el video con dos dedos dentro de su concha y gritando. Al rato empecé a acabar yo en el video en el cual salía una cantidad tremenda de leche. Fin del video. Desconecté los auriculares. Mi hermana estaba conmovida.

-          ¡Qué bien que la pasaste! Me dijo ella

-          ¡Viste! Es zarpadita Paulita, dije

-          Me voy a dormir, que suerte que tenes que podés ver eso antes de acostarte, me dijo ella

-          ¿Por?  le pregunté curioso

-          Porque si queres tocarte, podes volver a verlo, me dijo

-          Es verdad, le dije

-          Yo, en cambio, lo voy a tener que recordar, me dijo excitada

-          Si, ¿te vas a tocar? Le pregunté sin miedo

-          ¿no te parece un poco desubicado preguntarme eso? Dijo mi hermana con una sonrisa

-          Sí, pero ¿Qué se yo? No se… dije sin poder encontrar las palabras

-          Sí, me dijo

-          Si ¿qué? Pregunté no entendiendo

-          Que sí, que me voy a tocar, chau, y se perdió en su cuarto dejándome de piedra en el sillón

Yo me levanté y me metí en mi cuarto y ahí se me ocurrió: Podría darle mi teléfono a mi hermana. O algo alternativo, enviarle el video por whatsapp, era pesado y tardaría, pero en unos minutos lo tendría. Así que rápidamente tomé mi celular, abrí whatsapp, busqué a mi hermana y le mandé

Yo: Esperá

Sonia: ¿qué?

Yo: si queres, te puedo mandar el video por acá

Sonia: ¿en serio?

Yo: Si, ¿lo queres?

Sonia: Claro

Yo: Ahí va.

Sonia: Gracias y emoji de un beso

Yo: disfrutalo

Sonia: vos también

Yo: después contame

Sonia: ahí se terminó de descargar, chau, y emoji de una llama

Yo: chau

Me recosté en la cama y mirando el video y sabiendo que mi hermana también lo estaba haciendo en ese preciso momento me empecé a masturbar. Dos minutos debo haber tardado y despedí un montón de leche. Me manché todo y con ayuda de unos pañuelos descartables me limpié lo mejor que pude. Más tarde fui al baño a terminar de limpiarme y cuando pasé por el cuarto de mi hermana me pareció oír unos gemidos ahogados. Volví y me dormí

Continuará…

Pueden dejarme sus comentarios en reybaco2005@hotmail.com