Diario de Brenda

Brenda

Siendo mujer, no hay mayor placer que el momento en el que descubrís el punto débil de los hombres, yo lo aprendí de chica gracias a una amiga, fue en la escuela, un compañero la estaba molestando y la patada en los huevos que Sabrina le pego fue tremenda, no me olvido más de la cara del chico y los gestos, se llevó la mano a las bolas, abrió la boca, se cayó al piso y se puso a llorar, a casi todas las chicas nos causó gracia, por mi parte no sabía que el pito o las bolitas eran tan sensibles, en cambio los compañeros varones se agarraban la entrepierna poniendo cara de dolor mientras el flaco estaba llorando en el piso.

Obvio que sabemos que la fuerza física de los hombres es mayor a la nuestra, no obstante, lo cual, saber que con apenas un golpe (Encima en la parte que los hace varones) me resulto y resulta muy gracioso o curioso.

Aplique explotar esa debilidad masculina por primera vez con mi primo, me estaba haciendo cosquillas y como me enoje, lo agarre de los hombros y le pegue un rodillazo en las bolas lo más fuerte que pude. Sentir la sensación de mi rodilla impactando en la bolsita que contienen los huevos y también el impacto en su pitito me encanto y pude por rodilla propia comprobar la teoría de como dominar a un hombre sabiendo donde pegarle, era más fácil de lo que yo pensaba mostrar quien manda, cuando aprendemos eso las mujeres, ya sea el golpe o la simple amenaza resulta aterradora para los hombres, sean chicos, adolescentes o adultos, hacen los mismos gestos y quedan arrodillados frente a nosotras, tan simple como eso y complicado para ellos.

Ya siendo más grande, en los boliches bailables, me fue fácil, ningún hombre se resiste a un beso de una chica si una le hace creer que quiere algo con él, por eso a muchos les hacía creer que me los quería transar, y la técnica de rodearlo con los brazos antes de besarlo les es irresistible, justo antes de chocar los labios, el rodillazo en las bolas no falla, lo mejor es cuando tratan de fingir que no les duele y terminan en el piso a los cinco segundos, la urgencia de tener pene y querer estar si o si con una mujer nos facilita mucho la tarea, nosotras no tenemos ese apuro, por ahí es como dice mi prima, ellos cogen cuando pueden y nosotras cuando queremos, la imagen de un varón en un lugar público, agarrándose los testículos por el dolor que una pierna femenina le ocasiono no tiene precio, además de las chicas riéndose o hasta guiñando un ojo en señal de complicidad es incomparable, además es un golpe que jamás nos pueden devolver, nosotras tenemos todo adentro y además la capacidad de excitarlos con suma facilidad, sumado a que no nos cuelga un punto débil entre las piernas, obvio que un golpe en la concha duele pero no tiene punto de comparación con uno en los huevos, las mujeres en dos minuto estamos bien.

Con todos mis novios aplique patada, apretón o rodillazo, si estaba discutiendo me hacia la enojada más de la cuenta y el flaco terminaba con las bolas lastimadas por mí, si estaba todo bien, me hacia la que fue sin querer mientras garchabamos, o se los apretaba a un nivel que sabía que le iba a doler.

Lo mejor es que, aunque sea un chico de primaria, un adolescente o un tipo más grande, cuando una les pega ahí, todos hacen el mismo gesto de cara y se agarran las bolitas.

Después fui aprendiendo otras maneras de dominar o hacer daño a un hombre, decirle que su pito es corto los puede aniquilar mentalmente, otra es hacerle la paja, y sin previo aviso pelarles el prepucio de golpe y lo más abajo posible, les re duele eso también jjajjajajajjaja

Pero estos últimos detalles los dejo para el próximo diario.                     Salu2Brenda