Diario Ajeno

No se decir que no, me averguenza tener este comportamiento, pero al estarlo haciendo disfruto como una puta.

– Prologo.

Estábamos recostados en la cama de mi cuarto después de hacer el amor con una renovada pasión, apenas hacia algunos días en que había terminado por sincerarse por primera vez desde que la conocí, un año y medio atrás, y ahora me contaba algunas experiencias de su promiscuo pasado, cada vez que nos veíamos era para coger, a ambos nos encantaba, pero en las pausas normales entre cada coito y a veces mientras lo hacíamos ella hablaba de eso y nos excitábamos mas de lo normal, de esa manera conocí cada aspecto de su vida y de sus experiencias y me enamore de su manera tan reprimida y a la vez tan resuelta de gozar del sexo que ella a tenido durante todo su vida.

(Este es tan solo un pasaje de lo que se de ella, uno de mis favoritos, es como para ver como es esto de enviar relatos ya que es mi primera vez)

Fue durante un viaje que realizo al rancho de los familiares de una amiga de la preparatoria técnica en la que estudiaba, en la semana mayor del año 1995. A este mini viaje (que fue dentro del estado) iban su amiga Idalia, su hermanita Amy con su padre Don Fernando, el cuñado de este y tío de Idalia Lalo, los hijos de este Brendita la nenita de cuatro añitos el pequeño Pepito de ocho y Júnior que ya estaba en secundaria, su vecinito Chuy de la misma edad que Júnior, el primito de Idalia Tony apenas meses menor que Júnior e hijo de otra hermana del Tío Lalo y que al igual que la esposa de este y de Don Ferh no acudieron por un viaje relámpago que realizarían juntas a los casinos de Luisiana aprovechando estar solas y sin niños; y por ultimo Haydee la cómplice de Blanca en muchas aventuras.

(Lo siguiente es tan solo una pequeña parte de lo que hizo Blanquita en ese viaje)

se vistió y a los niños les puso su respectiva pijamas, acostándolos en la cama no sin antes asegurarse que lo que había ocurrido seria un secreto, los convenció diciendo que tan solo se trataba de un inocente juego, y mientras se ponía una falda muy corta y entallada de mezclilla sobre la pequeña tanga negra de encaje, la combino con una blusa del tipo

strapless

color blanca con la que lucia una fracción de su abdomen; los niños se quedaron dormidos.

Fue primero a la cabaña de sus amigas, estas se estaban vistiendo después de salir de la ducha pero guardando un silencio exagerado para no despertar al los hermanitos de Idalia, pero Haydee que estaba aun afectada por la borrachera de la noche anterior insistió en quedarse a descansar y aunque trataron entre las dos de convencerla de que saliera con ellas un rato no lo lograron, en minutos estaría dormida profundamente.

Idalia y Blanca se unieron al resto en el porche de la cabaña de los señores, donde se encontraban estos dos y Júnior, Chuy ya también se había rendido yéndose a dormir a su cabaña. La mayoría se encontraba resintiendo la noche anterior, el tío Lalo desparramado en la mecedora cabeceaba constantemente, el sueño y el alcohol no tardarían en vencerlo.

Estuvieron un rato charlando entretenidos todos juntos, pero paulatinamente Idalia que veía en Júnior a su primo favorito y tenían una relación estrecha de confianza así como en el trato se fueron enfrascando una platica mas aparte; y con el Tío Lalo ya del todo dormido Don Ferh y Blanca conversaban discretamente y sin levantar ningún tipo de sospechas.

El quería subir el tono de la plática con Blanca ahora que nadie se ocupaba de ellos y cambiándole el tema le dijo, te vez radiante vestida así, pareces mayor; y ella coqueta como cada vez que estaba con el le contesto:

¿En serio?

Claro, se apuro en contestar, te vez muy sexy.

¿Sexy? No le creo.

Te lo aseguro, le insistió el con un tono lleno de seguridad en su voz, eres capaz de de lograr excitar a cualquiera de inmediato… te lo digo yo que he tenido la dichosa suerte de poder verte sin ropa.

Blanquita se ruborizo y le entregaba una complaciente sonrisa, pero el continuo;

Te vez fabulosa, ¿te agrada mucho vestirte asi?

¿Así como?

Linda, sexy, provocativa

Ella rió un poco antes de contestar,

Me gusta verme bonita, solo eso.

Pero bonita te ves, incluso si solo muestras tu rostro, pero te vistes para lucir tu cuerpo mas que nada, sabes que tienes un cuerpo provocador y te gusta mostrarlo.

En el rostro de Blanca se notaba la falta de argumentos para rebatir la opinión de el.

La verdad me gusta que me miren, que los hombres vean que ya no soy una niña, que me traten como mujer, no creo que eso tenga nada de malo, lo miraba con un semblante más serio pero igual de amable.

No, claro que no, para eso hacen la ropa así, le dijo mientras con su dice apuntaba a su cuerpo, pero continuo diciendo, aunque aun eres una jovencita, te falta conocer el amor, bueno, de forma física me refiero.

Blanca lo miro aun mas seria y le contesto;

Ahí si que se equivoca, y termino la frase con una picara sonrisa llena de timidez.

A poco con tu novio ¿ya? , le dijo fingiendo sorpresa mientras

Ella asentía levemente con la cabeza.

Estas generaciones van ya muy de prisa, concluyo.

Don Ferh permaneció pensativo un par de minutos como tanteando el terreno que tendría que abordar, después de eso agrego con un tono de voz mas condescendiente pero igual de seguro;

¿Y dime… eres principiante o ya paso esa etapa?

¿Cómo es eso? pregunto extrañada.

El indeciso buscaba las palabras correctas para responderle.

Vaya… me refiero a… disculpa, ¿no te incomoda que te pregunte al respecto? Digo, son cuestiones muy intimas y no me quiero entrometer.

No, para nada, le contesto mientras le sonreía confiada, no me incomoda, no se por que pero usted me inspira muchísima confianza y seguridad, ni con su hija he platicado de algo asi.

El tomo mas seguridad y continuo;

Me refería a si lo has hecho una o varias veces.

¿la verdad? Varias veces, contesto ella algo alegre.

Y tu primera vez ¿fue hace poco?

Hace como un año, mas o menos, contesto ella para en seguida quedarse algo pensativa y al final agregar a manera de excusa, lo que pasa es que el me insistió mucho y yo la verdad tenia curiosidad, quería saber que se sentía hacerlo y pues… así fue.

¿te gusto?

Pues si… aunque a veces creo que debí haber esperado a alguien con mas experiencia, y algo pensativa agrego, pero bueno, con el he aprendido a hacer muchas cosas muy ricas y estoy segura que algún día voy a poder hacerlo con alguien mas experimentado.

¿Y si te terminas casando con el? La interrumpió Don Ferh.

No podría, le confeso ella con cara de toco madera, no sin antes saber como es hacerlo con otro hombre.

Entonces tendrías que serle infiel ¿no es así?

Creo que si, respondió Blanca muy seria y convencida, ¿acaso soy mala?

No, se apresuro el en contestar, la vida sexual de casados es muy importante, y no puedes elegir bien en estos tiempos si no tienes un punto de referencia, que tal que después te das cuenta de que tu novio no te lo hace bien, que no te da suficiente placer, después agrego con una jocosa sonrisa, o que la tiene muy chiquita. La verdad es que tú tienes un físico tremendo y puedes escoger al hombre que desees, aprovéchalo.

Si, tal vez tenga razón, contesto ella mientras sonreía satisfecha de escuchar sus palabras, porque a veces que lo hacemos… pues no dura mucho y pues yo… me quedo solo con la sensación

El la interrumpió de nuevo.

¿Y tienes que masturbarte?

Pues… si, contesto con mucha pena, pero no se siente lo mismo, aunque cuando estoy con muchas ganas si me ayuda

Iba a continuar diciendo pero la interrumpieron ahora Idalia y Júnior, que todo este rato habían estado sentados en uno de los escalones del porche a algunos metros de ellos, poniéndose de pie y entre bostezos se dirigieron a Don Ferh diciéndole que estaban cansados y que irían a dormir ya, el señor los despidió no sin antes recordarles que había que madrugar al día siguiente ya que su tío iría a recoger la barbacoa y tenia que ayudar con los niños.

Blanca lo miro disponiéndose a despedirse para ir a dormir también cuando el le atajo antes de que palabra alguna saliera de sus sensuales labios

¿Te gustaría meterte a la alberca?

Si, contesto ella sin vacilar, pero tendría que ir por mi traje de baño… a menos… hizo una pausa ayudada de una expresión de duda combinada con picardía antes de continuar, que me meta como me encontró la otra noche.

Me encantaría poder verte así, y con una cara que reflejaba algo de lujuria agrego, solo deja que vaya por mis shorts.

Esto último a Blanca no le pareció mucho y se le noto en el semblante de su rostro antes de decirle;

Pero… ¿por que no se mete así como yo?

Porque no quisiera incomodarte, le explico comprensivo para después con una mueca en forma de sonrisa le adelanto, aunque por mi no hay ningún problema.

Blanca no tuvo que insistir mas, estaba hecho, Don Ferh entendió por la sonrisa de complicidad en ella que así seria y ambos se dirigieron a la zona de la piscina. El reflejo de la luna en todo su esplendor iluminaba perfectamente el lugar, Blanca se sentó en uno de los camastros comenzar a soltar las correas de las zapatillas, mientras de reojo se dio cuenta de la rapidez con la que Don Ferh que le daba la espalda quedaba al instante desnudo, levanto su mirada para admirar su trasero mientras el entraba a la piscina por los escalones que se escondían hasta por debajo del nivel del agua.

Blanca se puso de pie y se saco la blusa y la falda, doblo con cuidado las prendas y las coloco cuidadosamente sobre el camastro, en seguida fue a recoger la ropa de el para acomodarla igual, mientras lo hacia Don Ferh la contemplo abiertamente, su cuerpo le parecía magnifico tan solo cubierto por la diminuta tanga, ella se lucia despreocupada ante sus ojos, acomodo la ropa de el, se desprendió de su prenda intima y se acerco a la piscina mientras veía como Don Ferh la observaba detenidamente, cuando llevaba tres escalones descendidos y el agua le daba a las rodillas el le extendió las manos para ayudarla a entrar, aunque ella esperaba poder verlo por completo el tan solo salio del agua hasta la cintura.

Nadaron un poco y ella volvió a cansarse antes que el y fue a los escalones a sentarse, el nivel del agua le llegaba apenas debajo de sus generosos pechos, aunque al flexionar las rodillas lograba cubrirse buena parte de las mismas, Don Ferh se acerco a ella y se recargo en la orilla de la piscina logrando que ambos brazos descansaran por fuera como pareciendo que estuviera sentado en un sofá y los descansara en el respaldo de este, claro mantenía el nivel del agua a la altura de la cintura.

La contemplo en silencio por un momento que a ella le pareció eterno, algo le atraía con fuerza de ese hombre, tal vez el hecho de que le triplicaba la edad, o que era el padre de su mejor amiga, tal vez que se imaginaba que la vida al lado de su esposa era casi imposible con ese carácter de ella, o simplemente que se sentía mas caliente por lo vivido recientemente; el mientras admiraba el borde del costado de sus tetas así como su espalda y parte de sus piernas desnudas, al darse cuenta que ella ni se inmutaba rompió el silencio y le dijo,

No te da para nada vergüenza estar desnuda ¿verdad? ¿Te gusta andar así, que te vean? Y después sonriendo en tono de aprobación agrego, eres muy coqueta.

Lo que pasa es que con usted me siento muy bien, le contesto sonriendo, me gusta como me mira y lo que dice de mí, me hace sentir muy mujer.

¿Entonces te gusta que te mire así, mientras estas sin ropa? La miro como sonrojada asentía con la cabeza y con un tono mas sugerente agrego, bien, pues déjame verte mejor ¿no?

Blanca enderezo el torso hecho sus codos hacia atrás y los apoyo en el escalón que seguía hacia fuera, esa postura la obligaba a sacar el pecho y junto con el agua así como la luz de la luna hacia que se le vieran mas grandes los senos, el la miraba sorprendido y tratando de parecer muy seguro le hizo un gesto sugerente para que se mostrara aun mas, ella lo entendió inmediatamente y se recorrió un escalón arriba, sus codos ahora se encontraban en la orilla de la alberca y su cuerpo por completo a la vista de Don Ferh, el reflejo de la luna hacia que fuera totalmente visible, distinguía a la perfección su cuerpo desnudo y ella lo miraba sugestivamente.

Asombrado la admiraba detenidamente, no quería perder detalle, su tersa piel entre aperlada y morenita, su abdomen plano, sus largas y torneadas piernas, sus generosos pechos muy desarrollados para sus 16 años recién cumplidos un mes atrás, imaginaba que no cabrían en sus grandes manos, firmes y coronados por un pequeño pero constantemente endurecido pezoncito apenas mas oscuro que su tono de piel y sobre todo su sexo, un pequeño canalito entre sus piernas, sin rastro de vellos, unos carnositos labios fuertemente apretados el uno contra otro, en fin estaba aprovechando al máximo de la por demás linda figura de Blanquita, pero sabia que si seguía conformándose con tan solo verla desnuda tal vez perdería una inmejorable oportunidad de poder hacerla suya, en estos momentos ya no pensaba mas en las consecuencias de que era una menor de edad ni donde estaban la nenita lo excitaba de sobremanera, se armo de valor y decidió arriesgarse, total ella solita se había encuerado y le permitía que la viera así.

Don Ferh estaba al cien, su verga erguida a punto de explotar de hinchada por la erección que esa menor le provoco, sin embargo cuando hablo lo hizo con voz serena pero segura,

Disculpa que te lo diga así pero, estas buenísima.

Blanca sonrió y continúo escuchándolo.

En serio, lo pienso desde que fuiste a la casa el día del sauna, ahora su voz era mas franca y menos seria, me tienes sorprendido con tu sensualidad y belleza, pensé que estaba loco por ver de esa manera a una jovencita como tu, pero cada vez que te veo de nuevo me doy cuenta de que a pesar de tu corta edad estas convertida en toda una mujer, a tal punto que en estos momentos me encuentro completamente excitado de estarte viendo así.

Blanquita se estaba se ponía mas caliente con cada palabra de Don Ferh y sin poder disimularlo le pregunto.

¿en serio? ¿yo lo excito así?

Si, contesto el.

Y subiendo un escalón saco a la superficie un pene erecto al máximo, ella ya lo había visto unos días atrás, pero con el vapor del sauna, de lejos y no así parada y tan cerca de ella, Don Ferh tenia un miembro enorme, no tanto como el novio de Vane, la vecina de Dulce (estos son otros capítulos que ya tengo escritos pero en un diario, a puño y letra tal vez se publiquen mas delante) pero de gran tamaño, muy ancho y algo curveado así arriba; Blanca al vérselo dejo escapar un suspiro ahogado, sin apartar le vista de ese pedazo de carne y con una voz de inocencia y algo entrecortada le dijo.

Esta… muy… grandotota.

Don Ferh con una mirada maliciosa se rodeo la verga con su mano y meneándola un poco le pregunto.

¿a si? ¿mas que la de tu novio?

Ella asintiendo y sin desviar la mirada ni por un segundo de su aparato le contesto convencida.

¡Uufff! Si, pero mucho mas.

Bueno, pues así me pones, a mi jamás se me pone así por la nada, tengo que estar muy excitado, y ahorita la traigo bien parada tan solo de verte, veía que estaba de acuerdo con lo que ahí ocurría y se animo a pedirle, me gustaría verte de espaldas a mi, ¿te voltearías?

Blanca estaba cachondisima, quería que la tomar de inmediato, pero esperaba que el tomara la iniciativa, no quería verse aun mas lanzada, opto por darle gusto y se volteo, hincada en el mismo escalón, apoyando los codos fuera de la piscina se empino para el y girando el cuello lo miro sensualmente, el se tomo algunos segundos para tomar un retrato mental de esa maravillosa postal antes de sentarse junto a ella un escalón arriba de donde estaban apoyadas sus rodillas, alargo su mano y con mucha suavidad acaricio a lo largo su espalda, ella continuaba con la mirada fija en el monstruo de su entrepierna, sentía la palma de el recorrer su espalda casi hasta llegar a la raja de su culo mientras le oía decir – que linda tu figura – deslizo la mano por el costado de sus caderas hasta llegar a sus muslos y los sobo con firmeza para reanudar el camino de regreso, la respiración de ella era agitada, se incorporo hasta quedar únicamente sobre sus rodillas y con una mirada cargada de lujuria tomo la mano libre de el y la llevo hasta su abdomen, justo arriba del ombligo, esta apenas hizo contacto y la comenzó a acariciarla, deslizo las yemas de sus dedos por en medio de sus pechos, era inevitable rozar el borde de los mismos, luego los deslizo hacia abajo hasta muy cerca de su sexo, Blanca se aferraba al antebrazo de el pero con suavidad para darle libertad de movimiento.

Don Ferh se levanto lentamente, sin dejar de tocarla, mantenía una mano en su cadera y la otra en la zona entre el ombligo y la rajita de su sexo el cual se le derretía de excitación, se paro justo detrás de ella un par de escalones mas abajo, Blanca se levanto el cabello con ambas manos mostrando su nuca y sus hombros, el toco con ambas manos cada uno de sus codos y las fue suavemente deslizando hacia abajo acariciando sus brazos, sus axilas, el costado de sus senos, sus costillas, sus caderas, hasta llegar a sus muslos y de regreso.

Blanca se giro y se sentó en el mismo escalón donde estuvo hincada, el miembro hinchado de el apuntaba directamente a su rostro y no podía apartar la vista; Don Ferh ya estaba convencido de que Blanca seria suya en ese momento, pero quería que lo fuera de una manera total, sin mesura, miraba como ella no paraba de verle la verga, con voz sumamente tranquila le pregunto.

¿esta grandota? la miro asentir ¿y te gusta así?

Si, contesto ella, mucho.

¿la quieres tocar?

Ella tan solo se encogió de hombros pero el la animo y tendiéndole sus manos le dijo.

Si, si sabes.

Ella tomo sus manos y este las llevo a su sexo, coloco una en la base del tronco y la otra sobre sus testículos, de inmediato la dejo sola y ella comenzó a masajearle la verga a buen ritmo, Don Ferh cerro los ojos por un instante disfrutando de la sensual caricia que recibía de esas juveniles manos, mientras ella que veía tan cerca de su rostro lo que tenia entre sus manos estaba haciendo un esfuerzo enorme por no llevársela a la boca y probar su sabor, ya estaba por dejarse vencer cuando el le dijo.

Vaya que sabes tocar a un hombre, pensé que no sabrías pero tus manos se sienten muy ricas ¿a ti te gusta?

Si, dijo ella con voz apenas audible por la excitación que sentía, esta muy dura.

Así me pones.

Don Ferh la tomo de la mano y la puso de pie llevándola un poco mas adentro de la piscina, el de pie en el fondo de la alberca y ella un escalón mas arriba para estar a su altura, rodeo las caderas de ella con sus brazos y ella entrelazo sus dedos por atrás del cuello de el esperando que por fin la besara en la boca, pero el beso su cuello y sus hombros mientras le dicia lo bella que era ella se dejaba besar muy caliente ya, la hizo gira sin dejar de besar sus hombros, aun no la había tocado ninguna de sus partes intimas pero al tenerla de espalda a el le tomo sus pechos con ambas manos con firmeza, ella puso sus manos sobre las de el y también apretó con fuerza, Don Ferh ya no pudo mas y fuera de si le imploro.

Ya no puedo mas, déjame cogerte.

Sus palabras habían salido de su boca expulsadas por un ímpetu desconocido en el y por un momento pensó que su forma tan abierta de expresarse fuera a repercutir en el comportamiento de la amiga de su hija, podría ofenderse pensó, pero tan pronto Blanca escucho esas palabras se volvió de frente a el y lo beso con pasión en los labios, la lengua de ella entro en su boca y la exploro con maestría mientras que su mano le rodeo la verga masturbándolo con fuerza, ella no había dicho palabra alguna pero su actitud disipo en el cualquier duda, una de sus manos bajo de sus tetas y busco entre sus piernas el endurecido clítoris, lo acaricio un momento pero la humedad en su sexo lo invito a introducirle con facilidad su dedo medio, los jadeos de Blanca le decían cuanto estaba disfrutando lo que le estaba haciendo en su depilada conchita.

La volvió a sentar en los escalones, justo donde el agua no cubría ninguna parte de su cuerpo y le beso las tetas, lo hizo como si nunca en su vida hubiera podido chupárselas a ninguna otra mujer, ella acariciaba sus cabellos entrelazándolos con sus dedos, no la había dejado de desear y ella lo disfrutaba, su boca comenzó a descender por su vientre sin dejar de besar ningún lugar por donde pasara hasta llegar a su sexo, le comió la concha con gran dedicación, busco sus ingles, chupo sus labios, succiono su botoncito, metió la lengua en su cuevita y por cada rinconcito de su sexo tan abajo que casi podía lamerle el culo besando en mas de una ocasión el borde de sus glúteos.

Blanca sentía un enorme placer con lo que le hacia y a el le sorprendía la manera de cómo ella gozaba, la miraba asombrado como se masajeaba ella misma sus senos, disfrutaba sin restricciones y sin cohibirse en lo mas mínimo, incluso aunque habían tratado de no hacer ruido ella había incrementado sus gemidos de forma inconsciente, Don Ferh tuvo que recordarle un par de veces que no hiciera mucho ruido, mientras continuaba con su rostro entre sus piernas y a pesar de que le hacia caso para ella era muy difícil controlarse y concentrarse con lo que el le hacia.

El la había chupado plenamente durante varios minutos, se incorporo y dejándose de nuevo llevar por el deseo que sentía por ella le dijo.

Te quiero coger, necesito metértela.

Si, contesto ella también muy cachonda y apunto de alcanzar su orgasmo, cogame, métamela toda, quiero sentirlo dentro de mi.

Don Ferh se acomodo entre las piernas de ella, tomo su verga con firmeza, la coloco con sumo cuidado entre los labios de su sexo y la penetro lentamente; no dejo de empujar hasta que tuvo la totalidad del erecto pene hundido completamente dentro de ella, la miraba y parecía que sus ojos fueran a salírsele, a Blanca le falto por un momento el aire, pero paulatinamente su vagina se acostumbro al tamaño y grosor de ese tronco enterrado en su sexo y al fin le pudo decir a su tan esperado amante.

Que rico siento, me lo esta haciendo bien rico.

El ya se movía a un ritmo tranquilo pero constante, la posición en la que se encontraban no era la mas cómoda para ella estaba acostada en los escalones y uno le estaba calando mucho en la espalda, pero eso no hizo que disfrutara de un liberador orgasmo, el al darse cuenta que se estaba viniendo comenzó a acariciar su clítoris con la yema del pulgar aumentando su placer.

La dejo que se corriera a gusto, después de salio de su interior y se sentó a un lado de ella con la verga aun a reventar de tiesa, le paso el brazo por encima de sus hombros y ella se recargo en su pecho aun reponiéndose del orgasmo y le alcanzo a decir.

Que rico, sentí mucho, bien adentro, me encanto, quiero mas, haré lo que usted quiera, soy toda suya.

¿Lo que yo quiera? Le pregunto muy serio y mirándola los ojos.

Si, lo que usted quiera, le dijo muy caliente y fuera de si, lo que desee, no me negare a nada, pero no deje de hacérmelo.

Bueno, contesto el como retándola un poco, antes de seguirte cogiendo quiero que me la chupes, y después como que medio apenado agrego, un poco.

Ella de inmediato se hico frente a el y le separo las piernas un poco; Blanca primero lo masturbo con ambas manos, se inclino y paso su lengua a lo largo de la dura tranca, desde los huevos hasta la punta y de regreso, lo repitió varias veces antes de meterse la hinchada cabeza a la boca, lo miraba a los ojos mientras mantenía su pene entre sus labios, el muy sereno le decía.

Así mi niña, chupala bien, quiero que me la mames tan rico como yo te mame tu chochita.

Blanca se éxito aun mas con la forma en que le hablaba, después de siempre ser tan cortes y educado, ahora lo escuchaba expresarse así y eso la prendía mas, se trago la verga de el lo mas adentro que su cavidad bucal le permitía y la mantuvo hundida en su garganta la mayor cantidad de segundos posibles, desprendiendo una gran cantidad de saliva que quedaba adherida en el erecto pene de el cuando por falta de aire se retiro un poco, pero casi de inmediato regreso, la metía y sacaba de su boca a buen ritmo y antes de descansar volvía a comérsela hasta el fondo y de nuevo la mantenía dentro hasta que el aire le faltaba, descansaba un poco mientras le pasaba la lengua por los testículos y a lo largo de la verga, antes de llevársela de nuevo al interior de su boca se la restregaba por toda la cara sin quitarle la vista a los ojos de el que impresionados la observaban.

Que rica su cosa, me gusta como sabe, me encanta chuparla.

No se dice mi cosa, la corrigió con dulzura, se dice mi verga

Me encanta como sabe su verga, dijo obediente antes de seguírsela mamando.

La estuvo penetrando por la boca varios minutos mas, incluso estuvo mas tiempo chupándole la verga a el que lo que este la había chupado a ella, hasta que Don Ferh le pidió que lo montara, ella se le subió encima dejando que fuera el quien guiara su pene a su interior, cuando la tuvo bien apuntalada en la entrada de su concha se dejo caer quedando de inmediato ensartada en ese duro pedazo de carne, el tenia la intención de guiar los primeros movimientos pero apenas la había penetrado y Blanca comenzó a mover sus caderas para adelante y para atrás sin casi sacarse nada de verga de su interior así que se dejo consentir mientras se agasajaba comiéndole las tetas que tenían unos pezones que parecían de piedra y pescándola de esas nalgas tan firmes y paraditas que tanto tiempo había visto de lejos y a discreción; al poco tiempo Blanca se había vuelto a correr llenando los huevos de Don Ferh con sus liquidos que emanaban en grandes cantidades de se complacida pagina, pero nunca aminoro el ritmo y lo siguió cabalgando por casi veite minutos mas, de repente el hacia una pausa para detener su corrida, no quería que ese palo terminara, estaba convencido de que ella quería tan solo un punto de comparación para con su novio y el quería que la diferencia fuera abismal.

Blanca se daba cuenta que el retrasaba su orgasmo constantemente, pero lo dejaba, cada vez que le pedia un segundo ella dejaba de moverse para que se controlara, ella no quería que la dejara de coger, quería mas, y mas.

Don Ferh se salio de debajo de ella y tiernamente la dejo hincada, se puso por detrás y ella espero a que la penetrara de perrito, el nivel del agua estaba apenas por debajo de donde la verga de el entraba en ella, chapoteaban mucho, ella levantaba el culo y arqueaba la espalda para sentir que se la clavaba aun mas profundo en su sexo, el la pompeaba con vigor, era ya hora de venirse, pero la cerveza que había tomado y tantas veces que se aguanto prolongaron su clímax un rato mas; se la saco y pasándosela repetidas veces por la brecha que forman sus nalgas la hinchada cabeza de la verga enrojecida comenzó a escupir largos latigazos de semen sobre su espalda, algunos tan potentes que alcanzaron sus cabellos, arqueada de su espalda como se encontraba se formo un pequeño charco de esperma de lo que se le fue escurriendo, ella la sentía calientita, sobre todo lo embarrado entre sus nalgas tan cerca del hoyo de su culo que sentía que se escurriría a su interior, sentir tanta leche sobre su espalda y su culo de lo que había sido una copiosa corrida le arranco el ultimo orgasmo de la noche, se reponía a duras penas viendo como Don Ferh se dejaba caer a su lado con la verga aun dura y con una gran cantidad de semen escurriendo y resbalando a lo largo del tronco, ella se inclino sobre su regazo y metiéndose en la boca ese pedazo de carne que tanto la hizo gozar l saboreo la esperma que tanto le gustaba sentir en su boca hasta dejarla flácida y tan limpia como antes de entrar a la piscina con ella.

Estuvo con su cabeza recargada sobre su hombro durante unas minutos en lo que el se mostró preocupado por lo ocurrido, ella le iba a hacer sentir que no iba a ser un problema para el y que nadie en el mundo se enteraría de lo que había pasado esa noche, pero le dijo antes que se fuera a bañar para que se limpiara de los jugos de el y se fuera a descansar, Blanca no muy convencida lo obedeció.