Diana

Sexo y dominación a la carta

Diana, Diana, Diana….

La conocí en una conocida web de contactos especializada en BDSM, fisgoneó en mi perfil y me mando un mensaje, pronto nos dimos los correos y comenzamos a charlar.

Diana es una mujer exuberante, atractiva a rabiar, sexy, provocativa, inteligente y con buen gusto para la ropa y los complementos, cosa que me agradó desde el minuto 1. Separada y madre de una niña, la distancia nos lo ponía un poco complicado, es de San Javier (Murcia), la rubia por la que todos doblamos nuestro cuello, tetas espectaculares y culo para pasarse el día usándolo, trabaja como responsable de una oficina de viajes.

El inicio de nuestras conversaciones se centró en lo mucho que fantaseaba sobre sentirse dominada y atrapada por una mente perversa y potente. Es una mujer inquieta sexualmente, con varios amantes que no solo no la acababan de satisfacer, además ella les pedía que era lo que necesitaba, cosa que lógicamente quitaban la gracia a este asunto.

Tras unos cuantos mail para conocernos pasamos a cambiar nuestras conversaciones por wassap, esta mujer cañón estaba claramente necesitada de que alguien le diera lo suyo.

Comenzamos por dominación y control de su vestuario, cosa que a Diana rápidamente le entusiasmó. No soy nada chabacano y me gusta que mis mujeres no parezcan vulgares putas. Le informe que de ahora en adelante nada de pantalones y que llevar bragas debía ganárselo, así cada mañana antes de salir de casa se hacia una foto para mi autorización. Diana es una mujer de bandera ya además es bastante  empática, así que rara vez me defraudaba en su vestuario.

Durante estos primeros días hice que se exhibiera lo mas posible, sobre todo en los trayectos desde su casa a su trabajo. En el trabajo no tenía permitido llevar bragas, así que inmediatamente iba al baño, se las quitaba y me mandaba una foto con las bragas metidas en la boca, esta y muchas mas experiencias diarias hacían que Diana viviera en un estado de excitación y agitación permanente. Dada la distancia consentí que quedase con un tío para follar con él, pero solo bajo mis premisas cumplidas escrupulosamente. Después de presentarme a los candidatos, que fueron tres;  un joven de 25 que conoció en una discoteca, un maduro la que había comido la polla un sábado loco y un tipo de unos 35 años que ya se la había follado y actuaba como presunto dominante.

Decidí que fuera el tercer candidato el que metiera su pilila en mi caxorra, pero con varias objeciones, ella no podría lamerle la polla, el estaría atado, ella le follaría su boca llamándole perrito, después le follaría ella como una diosa cabalgándole, para terminar dándole beber su leche directamente del condón. Si no se cumplían estas premisas mi putita no cataría polla.

Diana con una buena dosis de inteligencia consiguió que el supuesto Amo aceptara todas mis limitaciones y lo convirtió en un perrito sumiso mamón. En ese momento descubrí que Diana guardaba mucho potencial y creo las ganas de poseerla de inmediato.

Decidimos quedar para darnos un fin de semana a placer, mostrándonos libres en nuestros roles, aceptándolos y esperando llenar el vacío que produce no sentirse pleno.

Quedamos al medio día en un Hotel a medio camino, yo llegué sobre las 11, descargue mis cosas y puse una caja especialmente concebida para Diana. Me puse cómodo y baje a la piscina para relajarme un poco antes de la batalla.

Sobre las 13h decidí subir a la habitación y  lo que allí me encontré hizo que se me pusiera la polla como el cuello de un cantaor.

El culo de Diana expuesto ante mi nada más abrir la puerta, estaba a cuatro patas, solo podía ver sus zapatos rojos, sus preciosas piernas, su sexo brillante, su culo abierto para mi. Vestía medias y una falta que estaba subida por encima de sus caderas, y encima su cabellera rubia sujetada en una coleta y el contenido de la caja que ya había descubierto.

En la caja coloqué un collar de perra que Diana había elegido buceando por diversas webs, como en el ámbito del BDSN no le gustaron,  eligió uno de perra, además del collar tenía un manuscrito mío diciéndole como quería encontrármela en la habitación.

Había cumplido a la perfección, la cadena del collar recorría su espalda y por como vibraba debía llevar mas de media hora en esa postura, cosa que seguro aumentaba su excitación.

Me acerqué lentamente a ella y sin mediar palabra le di dos fuertes manotazos en cada una de sus nalgas, ella suspiro pero no dijo nada, a lo que pregunté

-        Que eres?

-        Soy tu puta, soy tu caxorra chupapollas, soy tuya Oscar. Haz conmigo lo que quieras.

-        Muy bien perrita, lo estabas deseando verdad?

No hizo falta contestación, la cogí fuerte de la coleta y de la correa del collar para llevarla frente a mi, me senté en una silla, dios estaba preciosa, su mirada desvelaba deseo, temor, excitación y ganas de entregarse.

-        Cuídame los pies caxorra.

No tardo ni un segundo en postrarse a besarme y lamerme lentamente los pies, con mi dedo gordo se lo metía en la boca como si fuera una polla

-        Chupa putita, vete entrenando

Cada vez que la humillaba más, mas rápido y fuerte chupaba, sin duda estaba frente a la mujer más excitante que me encontré en  los últimos tiempos.

Cuando me cansé y me sentía relajado por el trabajo en mis pies le pregunte.

-        Que quieres putita? Que te apetece ahora?

-        Tu polla mi Señor, quiero besar, lamer, mamar y succionar tu polla.

-        Bien bájame el bañador con la boca

Lo hizo como una autentica profesional, menuda zorra tenia entre mis piernas, una vez hubo bajado el bañador saco su lengua y recorrió mis piernas desde el tobillo hasta mis pelotas, pasando por mi muslo, dios que excitante, pero no tenía permiso

La agarré del pelo separándola de mis pelotas y plafffff, le cruce la cara. Sus ojos hervían de lujuria

-        Quien cojones te ha dado permiso para lamerme las pelotas puta?

-        Nadie mi señor, lo siento.

Me dijo con la cara con un mohín, me hizo gracia esa cara de niña buena, así que le di un tierno beso en los labios que ella agradeció y me devolvió una sonrisa estupenda

-        Nunca más hagas nada sin que te lo ordene, debes estar siempre a la espera de lo que te ordene, verdad caxorra?

-        Si mi Señor, haré todo lo que me digas

-        Estás cachonda putita?

-        Muchísimo, nunca me había sentido así.

-        Bien, pues para corregirte y viendo que tienes muchas ganas de mamas, vas a lamerme el culo en señal de obediencia.

-        Lo que ordene mi señor.

Saqué el culo fuera de la silla, levante mis piernas encima de sus hombros.

-        No lo lamas todavía, huélelo quiero que te quedes prendada de mi olor, quiero que en cuanto me huelas se te moje el coño, ese coño que es mío verdad caxorra?

-        Tuyo, todo tuyo Òscar

Note como aspiraba aire y olisqueaba mi ano.

-        Adelante caxorra, lámeme el culo!

Como una perra en celo empezó a pasar su lengua por mi culo, haciéndome llegar al cielo

-        Mete tu lengua putita

Cosa que hizo rápidamente, como me gustaba, le agarré del pelo y comencé a frotar mi culo contra su cara, notando como su lengua se abría paso en mi interior.

-        Ya está bien caxorra, ahora quiero que me comas la polla.

Me levante de la silla, hice que se pusiera de rodillas, con las manos pegadas a mi culo.

-        Huele mi polla, aspira profundamente

Lo hizo como con mi culo, la olía y se la pasaba por la cara

-        Ahora saca la lengua

Le pase el capullo por la lengua, dándole golpecitos, de vez en cuando le daba pollazos en la cara para aumentar su humillación/excitación

-        Chupa, trágate mi polla entera

Diana con su gran boca hizo lo que pudo para meterse mi polla hasta la raíz, pero no llegaba al final, así que la cogí de la coleta y de la correa y tire de ella con fuerza hasta que se calvó mi pollas por completo, la mantuve así unos segundos, llamándola chupapollas y mamona, por fin se la saqué y comenzó a brotar babas de su boca, estaba extasiada, le separe de mi y le crucé la cara con dos tortazos

-        Tienes que aprender a comerme la polla bien caxorra

-        Si mi Señor, me dijo con ojos de aprendiza entusiasta

Volvimos a repetir la operación pero esta vez llegó hasta el final, pegando su nariz a mi abdomen y así comencé un mete saca en su boca brutal, ella suspiraba, le estaba gustando a la muy puta, volví a sentarme y le ordené que chupara hasta que me corriera, así lo hizo y mientras tanto le azotaba el culo con la cadena de perra, cada fustazo ella mamaba más fuerte.

-        Ahora mientras me comes la polla y me corro en tus entrañas quiero que te masturbes y te corras como la puta perra que eres.

-        Ummmmm, solo acertó a decir la muy puta.

Vi como llevaba una mano a su mojado coño y empezó a frotarlo con violencia, empezó a correrse a los pocos minutos, así que decidí darle su primera comida del día.

Me corrí dentro de su boca, Diana se esmeraba en no dejar ni gota, ella ya sabía la importancia de no derramar un una sola gota de mi miel, pero fue  tal la cantidad que unas gotitas fuero a caer al suelo.

-        Que cojones haces caxorra? Ya sabes que esto no me gusta.

-        Ummm lo siento Señ---

-        Plaf, le cruce la cara- Pide perdón

-        Perdón mi señor por ser desconsiderada y no aprovechar todas y cada una de las gotas que me regala.

Me agradó su respuesta, me gustó que estuviera atenta a nuestras conversaciones previas, así que la obligue a lamer el suelo y no dejar ni una gota

-        Me meo caxorra, llévame hasta el baño.

Rápido se puso a cuatro patas y delante de mí, me guió hasta el baño.

-        Metete en la bañera caxorra

Cosa que hizo rápidamente, asombrosamente rápido, lo estaba deseando

-        Pídeme que te mee

-        Por favor mi Señor, lléneme el cuerpo con su pis caliente, esta caxorra lo está deseando.

Así comencé a mearla por el coño, subiendo pos su tripa, Diana se tocaba y acariciaba con mi lluvia, la visión era espectacular, sus ojos llorosos por la mamada y los bofetones, sus pintalabios desparramado por su cara y por mi polla, aun con el vestido puesto restregándose mi orín por todo su cuerpo, una vez termine, le dije.

-        Ya sabes que tienes que hacer

Diana como un Diosa se amorró a mi polla de nuevo para degustar hasta la última gota de mí, quedé muy complacido.

-        Ahora puedes ducharte, no tienes permiso para tocarte ni correrte, así que sea una limpieza rápida, cuando termines sal del baño y ponte en mitad de la habitación arrodillada y mirando al suelo.

-        Si mi Señor.

Tras esta última instrucción salí del baño, llame a recepción y pedí una botella de Cava, dije que me la subieran en diez minutos que estaría duchándome.

Esperé mientras Diana terminaba, cuando salió estaba radiante, se arrodilló en medio de la habitación, agachó la mirada y dijo.

-        Otra vez dispuesta para usted mi Señor

En ese momento tocaron a la puerta, Diana me miró asustada, me acerqué a ella, le acaricié la cabeza como a una perra

-        Un momento dije

Saqué mi fusta y se la puse a Diana en la boca, Dios, que visión… una perra de pura raza!!!

-        Tranquila, confía en mí, esto es una de las cosas que querías, que te viesen como una puta perra lamepollas.

Diana no dijo nada, agachó la cabeza, me dirigí a la puerta y abrí, allí estaba el camarero

-        Adelante, déjelo sobre esa mesa. Dije señalando a Diana

El tipo me miro extrañado pero pasó, sus ojos eran dos platos, una belleza rubia arrodillada con las manos a la espalda y una fusta entre los labios.

-        Caxorra por favor por las manos hacia adelante para que el camarero pueda dejar el Cava.

Diana obedeció y el camarero dejo el cubilete con los hielos y el cava en sus manos, no sin antes mirarla incrédulo

-        Muchas gracias, pediremos más cosas a lo largo de la tarde, si está por aquí y nos da atención VIP le daré una propina que no olvidará

-        Si, si claro, cuenten conmigo para lo que necesiten

Me dijo el tipo con unos ojos de salido pajillero, cerré la puerta y al volverme vi en los ojos de Diana ese brillo que solo las mujeres satisfechas hacer relucir

Solo eran las 14.30, nos quedaba día y medio….

Continuará….