Diablos que primita!

Mi linda primallega de vacaciones,todo se pone para pasar una noche de sexo increible.

Mi nombre es Bono, vivo en Ciudad de México y las pasadas vacaciones, vinieron mis primas a visitar a la familia. Son del norte del país y tenían varios años sin venir. La mayor ahora tiene 21 años y la menor 17 ambas buenas como el pan guapas y bien formadas como las buenas norteñas.

Como es común, entre nosotros siempre hubo esa extraña atracción que a veces surge entre primos.

Vamos a describirla, 1.70 de estatura, morena clara, enormes ojos negros buenos pechos, delgada y con un trasero de campeonato, sin olvidar sus carnosos labios besadores.

Resulta que después de una cena familiar, subimos a ver las pocas estrellas que el smog nos deja ver a una terraza de casa me una tía. Abajo, toda la familia reunida y arriba nosotros dos platicando en completa oscuridad, tratábamos de definir que íbamos a hacer en los 4 días que ellas iban a estar en la ciudad. Me contó que estaba muy triste por que había pelado con su novio y que con su hermanita acababa de tener también una riña por lo que lo único que quería era

Ponerse una buena borrachera y olvidarse de sus problemas el poco tiempo que iba a estar en México, varas veces insinuó que yo le gustaba y que si no es por que somos primos, podrían pasar muchas cosas

Realmente era guapa y yo solo esperaba un pretexto para ver hasta dónde podía llegar con ella.

Por lo pronto, esa noche nos besamos, sus labios carnosos y jugosos sabían a gloria y sobre todo después de que yo ya llevaba un rato sin novia, ese momento realmente me excitó.

Solo fue el comienzo, esa noche ella y yo, salimos a una fiesta muy lejos de la casa de mi tía donde ellas se estaban hospedando. Se veía hermosa, con una blusita de algodón negra de tirantitos que descubría sus hombros y dejaba ver los esbozos de sus lindos pezones que se paraban por el frío de la noche. Unos pantalones de pescador negros ajustados que delineaban si culo de ángel, y unas alpargatas o sandalias de tacón con tiras que amaraban sus lindos piecitos.

Nos gustábamos eso era un hecho y ella estaba dispuesta a pasarla bien conmigo y por supuesto yo a aprovecharlo, a lo largo de la fiesta nos besuqueamos nos acariciamos un poco, bebimos y me di cuenta que mi primita, la niñita con la que jugaba de pequeño, se había convertido toda una mujer y medio puta además.

Cuando yo estaba algo ebrio y ella totalmente borracha decidí llevarla de regreso a casa de mi tía cuando momentos más tarde ella me llamó a mi celular y al escuchar mi estado de embriagues, nos sugirió que nos quedáramos en mi casa, que estaba más cerca y podíamos aprovechar que mi papá había salido a un viaje de negocios con mi tío (el padre de imprima) de tal forma que había un cuarto vacío en casa para que ella se quedara. Cabe señalar que mi hermana y m madre no viven conmigo por lo que la casa iba a estar totalmente sola por 2 días. Mi pobre tía pensando en nuestra seguridad, nunca imagino el gran regalo que me obsequió esa noche.

Llegamos a casa le mostré mi cuarto y ella se acostó en mi cama, se quitó los zapatos:

-Estoy pedísima, no voy a poder dormir bien. Me dijo, mientras se estiraba a lo largo de la cama.

Me acosté junto a ella, me quité los zapatos y platicamos un rato viendo al techo, uno a lado del otro, con solo la luz del buró encendida.

De pronto se acercó a mí y me abrazó, yo la besé y comenzamos a acariciarnos cada vez más sensualmente. Me acarició las nalgas, lo que me dio pié a hacerle lo mismo, recorrí con mi mano si culo de arriba a bajo sobre su pantalón pudiendo sentir la tanguita que traía puesta.

Lamí su cuello de arriba abajo mientras ella me rodeaba con sus piernas, bajé hasta sus senos,

Bien formaditos y los manosee un poco por encima de la ropa, al ver que ella me dejaba, empecé a dar leves besitos alrededor de sus pezones, esto la puso caliente, se levantó la blusita y alzó los brazos dejando su sostén al aire, dándome pié a que hiciera lo que yo quisiera con sus tetas.

Las besé y las acopé con mis manos, olían delicioso.

Me quitó la camisa. Y yo la blusa por completo. Repasé todo su cuerpo con mis manos y comencé a lamerle los pies al llegar a ellos, ella cerró los ojos y levantó la cara en señal de que le gustaba. Volví a sus tetas mientras ella me acariciaba la espalda y las nalgas apretándome con fuerza. Metí la lengua bajo el sostén y se lo quité completamente mientras lamía sus lindos pezones que estaban bien parados. Ella puso su mano en el bulto que hacía mi pene bajo el pantalón y me frotaba suavemente. Desabotoné su pescador y bajé la cremallera dejando ver la orilla de unas lindas y delgadas pantaletitas negras. Ella ya comenzaba a dar gemiditos de placer cuando me desabrochó el pantalón y me lo bajó hasta las rodillas mientras me besaba el pecho.

La punta de mi verga asomaba por el resorte de mis boxers que se bajaron un poco junto con el pantalón. Bajé también su pantalón y mi cara quedó frente al triangulito negro de sus pantaletas, no pude resistir u me fui cintra ella dando besos sobre la tela, ella se puso como loca, abrió las piernas al máximo y me agarraba la cabeza apretándome hacia ella mientras me terminaba de quitar los pantalones con los pies. La dejé solo en calzones y nos revolcamos en la cama mientras nos tocábamos todo. Una mancha de semen ya se veía en mis boxers y cuando ella vio eso, me tomó la verga por encima de la tela y tiernamente me sobaba mientras gemía quedamente, yo no podía creer lo que estaba pasando, estaba a punto de cojerme a mi prima!

Me agarró los testículos suavecito y yo bajé mi mano a su coño, estaba empapada la pantaleta, la froté suavemente mientras ella me daba lindos apretoncitos y nos besamos. Poco a poco metí un dedo bajo su húmeda pantaleta hasta tocar su vajina, se los metí despacito y ella gemía. Esto fue el pretexto para que me quitara el boxer y tocara mi verga totalmente desnuda. Me jugó los huevos un poco y paso su mano por mi pene de arriba abajo mientras yo toqueteaba si vulva todavía con calzones. Cuando se empezó ella a calentar más olvidó un poco mi miembro para consertrarse en el placer que le daba mi mano entre sus piernas, esto me llevó a bajar la cara y poco a poco ir descubriendo sus pelitos mientras baja su pantaleta y la besaba suavemente.

Vi su raja frente a mi y gimió profundamente cuando la acopé con mi boca, la lamí y chupé como nunca, nunca había chupado a una mujer, su sabor era delicioso. Arqueaba la espalda y se apretaba las tetas mientras chillaba apretando los dientes, tuvo un orgasmo.

Luego me miró a los ojos y sin decir nada se lanzó a mi pito. Comenzó con besitos y sacaba la lengua tímidamente, poco a poco agarró confianza y empezó a darme lenguetazos por todo el cuerpo de mí verga, mordía suave la cabeza y luego bajaba hasta mis pelotas, las que se metió a la boca completas jugándolas con su lengua, yo estaba apunto de correrme.

Quise venirme en su cara pero temiendo que eso le molestara, me aparté y le dije:

-Voltéate. Ella lo hizo rápidamente y no tardé en acercarle mi miembro a la cola. Me tomó con su mano jaló mi pene hasta su húmeda rajita, la metí suavemente. Que increíble sensación sentirla tan cremosita por adentro. Le agarré las tetas y comencé a dar embestidas cada vez más fuertes y ella gemía cada vez más hasta que comenzó a gritonear. Era increíble.

La hice voltearse para ver su cara de frente se la metía y sacaba y ambos gemíamos sin control.

Hasta dijimos que nos amábamos se vino otra vez. Eso me excitó tanto que exploté dentro de ella, al sentirme empezó a mover su cadera en espasmos alargando mi orgasmo hasta que me vacié.

Me quedé un rato acostado sobre su piel bañada en rudo mordisqueando sus tetas sin sacarle mi verga. Así hasta que sentí que mi erección pasaba.

Amanecí heroicamente feliz, con mi preciosa prima desnuda a mi lado.

Que bonito.