Dia de san valentin

Me disculpen aquellos que esperan encontrar erotismo,amor o sexo en el relato;este_se me permita la licencia_nada tiene que ver con ninguna de estas cosas.

Recuerdas tu  cumpleaños ?.

Yo entonces no le di importancia…apenas llevábamos juntos unos meses y entendí que lo normal era pasarlo con los tuyos…pero después llegaron otros cumpleaños y comencé a darle importancia a no poder celebrarlos junto a ti.

También llegaron los míos y me dolía cada llamada recibida para felicitarme, por  que lo que necesitaba de ti era algo más que eso..

Llegaron también días de san Valentin, que jamás celebramos juntos.

Tu tenias que cenar en pareja y nunca, por mucho que lo deseé durante años, te plantaste frente a mi para decirme:”te amo, cenemos juntos, mi amor”.

Decías que esas cosas te fastidiaban, pero yo envidiaba a la mujer que las compartía contigo.

¡Cuantas navidades celebrando la entrada de año sola, cuantos deseos perdidos entre días de espera!.

Y sin embargo una visita al mes de una hora escasa, muchos te quiero, muchos sueños compartidos y muchos mas que se fueron perdiendo y rompiendo…era lo único que podías ofrecerme y yo aceptaba, temerosa de poder perderlos.

Seguía esperando esa llamada, esa visita como el mendigo espera una limosna; seguía soñando y deseando….y por cada vez que te esperaba y no venias, cada vez que deseaba un poquito, solo un poquito de ti y no llegaba, me iba desengañando.

Cada lunes de madrugon para estar preparada por si te dignabas a aparecer y no asomabas, era una gotita que me iba llenando de desespero y desencanto.

Cada cumpleaños sola, cada ansia de ti no satisfecha….gotas y más gotas…hasta entender que la vida se me escapaba esperando al hombre de otra mujer, la que sí te tenia en sus celebraciones y en las tuyas ;la que nunca tenía que esperarte, la que no tenía que preocuparse de esperar perfecta al hombre que ama.

Tú hacías tu vida y condicionabas la mía.

En estos años, fuiste padre varias veces y yo fui perdiendo oportunidades de vivir normalmente.

Renuncié a tener  hijos, a tener un hogar contigo, a llevar una vida en pareja normal.

Pasaban los años y yo me marchitaba esperándote.

Muchas veces te dije que mi corazón deseaba ser feliz, y cansada de llorar te decía sin fuerzas ni valor que debía alejarme de ti.

Pero siempre llegaban las promesas de más, las promesas de cambios… con excusas repetidas de tantos años juntos, pero deseaba creerte, necesitaba creer que esta vez sería la verdadera!.

Necesité varios años de terapia para entender que esta dependencia de mí hacia ti no era sana, que  esta renuncia a vivir mi vida para supeditarme a la tuya no era la elección adecuada para mi felicidad.

El primer año sin ti fue duro…tu insistías en llamarme, en enviarme regalos, y tener que ignorarte fue lo que más me costó, por que en ocasiones deseaba mandar todo al carajo y salir corriendo a tus brazos…

Después  con ayuda y buenos amigos, comencé a vivir de nuevo; a salir, a conocer gente, a reír, a afrontar mi vida con decisión.

A mirarlo todo con mis ojos y no a través de los tuyos.

Así me fijé en Ignacio, un compañero de trabajo que siempre_ según me dijo después_ estuvo enamorado de mi en silencio.

Comenzamos a salir y año y medio después nos casamos.

Ahora se produce el milagro. Estoy embarazada. Tengo una vida en mi interior y una vida plena por disfrutar con un gran amor que me regala flores en san Valentín, que me invita a cenar por mi cumpleaños y a quien poder invitar a cenar por el suyo.

Me parece ridículo recibir a estas alturas, un ramo de rosas rojas y una postal en la que me declaras tu amor por el día de san Valentín, me resulta triste que vengas a entregármelo en mano e implores que lo deje todo y regrese contigo por  que te has dado cuenta de mi valía en tu vida.

Lo que si has omitido,_pero todo se sabe ,ya sabes _ es que tu mujer, hace seis meses te dejó para irse con un buen amigo tuyo.

Lo siento de veras…pero en mi vida ya no hay sitio para ti.