Dia de intensa cena y peor noche
Continuacion de El castigo (historia de Luis y su madre). Un dia que ninguno olvidará
Dormí placenteramente después de aquel agotador día, pegado a mi madre, a su escultural cuerpo desnudo, en otra ocasión no hubiese dormido de lo cachondo que hubiese estado en esa situación pero caí redondo aquella noche, no podía mas.
A la mañana siguiente me desperté yo solo en la cama, mi madre no estaba, mire hacia los lados y vi la puerta de la habitación entreabierta, me dispuse a levantarme y salir de casa para evitar la incomoda situación de encontrarme con mi madre (era inevitable pero cuanto mas tarde fuera mejor), me hubiese gustado levantarme sin que me viera y estar fuera toda la mañana hasta la hora de comer que tenia que ir a casa si o si para la comida con el que seria el nuevo jefe de papá y su mujer, luego ya pensaría que hacer. Las cosas nunca salen como se desean y así mismo fue, me levanté de la cama, me vestí y salí de la habitación lentamente, evitando hacer ruido llegue hasta la cocina pero no había nadie, papa no esta desde ayer pero creí que mi madre estaría haciendo el desayuno pero no, no había nadie y no se oía nada, seguí andando por el pasillo y antes de llegar a la puerta de casa oí una tierna voz
- Luis, cariño, ven...
Era mi madre, su voz venia del baño, en ese momento mi cabeza quería huir pero las piernas no me respondían, inevitablemente, no se por que me dirigí al baño, antes de llegar vi la puerta entreabierta y el sonido del agua caer desde la ducha cada vez mas y mas fuerte según me iba acercando. Llegué a la puerta como si fuera un robot movido a control remoto abrí lentamente la puerta, mi madre se estaba dando una ducha caliente, el vaho salia por arriba y su silueta se vislumbraba tras las cortinillas de la ducha.
- Oh cariño, ¿ya estas aquí? anda, entra, cierra la puerta que se va el calor y haz el favor de enjabonarme la espalda que no llego por fa – me dijo mi madre corriendo de una sola vez las cortinas de la ducha dejándome ver por un instante todo su cuerpo mojado, su cara, sus pechos, su coño, luego se giró y me puso la espalda de frente mostrándome una firme espalda que estrechaba al llegar a sus caderas y terminaba en un prominente, redondo y perfecto culo, carnoso y muy bien formado, sus piernas esculturales con unos muslos fuertes que estrechaban en sus pantorrillas y terminaban en sus delicados y cuidados pies que tanto me gustan.
Echó el brazo para atrás con la esponja en la mano esperando a que actuara, yo me quedé unos instantes totalmente obnubilado, observando y comiendo con la mirada llena de lujuria aquel cuerpo incestuoso de mi madre, notaba como el flujo sanguíneo se me concentraba en la polla se me pondría dura en momentos.
- ¿Luis es que no me has oído? ven ¿a que esperas? - me dijo ella devolviéndome a la realidad.
Tendría que haber corrido pero la imagen de aquel cuerpo desnudo con el agua escurriendo sobre su piel me paralizaba, estaba hipnotizado, mi madre era toda una experta en estos jueguecitos eróticos, sabe perfectamente como hacer que me quede pillado y manejarme como un títere y en aquella ocasión doy fe de que lo consiguió
Me acerqué lentamente hasta situar mi cara a pocos centímetros de su mojado cuerpo, con mi mirada pegada en ella cogí con la mano la esponja sintiendo el agua caliente, el jabón y el contacto de su piel en mi mano, ella bajó el brazo y lo situó junto a su cuerpo, como tenia el otro, llevé la esponja hasta el principio de la espalda, por la parte de atrás del cuello, la pose delicadamente en su piel y fui bajando hasta el final, hasta tocar con la mano el principio de su culo, a mi madre le gustaba pero exageraba mucho haciendo ruido con la boca, un “mmmmmm”, era una experta manipuladora y lo conseguía, me tenia hipnotizado y poniéndome cachondo por momentos. Repetí la operación un poco mas a la derecha.
- Cariño aprieta un poco mas anda – me dijo mi madre con la cabeza agachada, siguiendo con su jugada
Yo había caído totalmente en su juego e hice eso mismo, esta vez mas fuerte volví a enjabonarle la espalda de arriba a abajo, el jabón caía por su espalda, escurriendo por su piel, por su culo, cubriéndolo entero y cayendo por sus piernas hasta abajo. Yo me excitaba mas y mas, no solo por la situación de enjabonar la espalda de mi madre desnuda, ella no ayudaba con sus sonidos ”mmmm...” y sus risitas, lo hacia a posta sabia perfectamente que me ponía muy cachondo.
- Luis, cariño, ya que estas tan dispuesto lávame también el culo y las piernas anda, y no te dejes ningún rincón.
Joder, no me iba a dejar en paz, ahora quería que le lavara también el culo, con lo cachondo que me pone la muy guarra.....
Yo no me podía negar a enjabonar y sobar aquel culo y esas esculturales piernas, iba contra mi voluntad pero no me desagradaba es mas estaba deseando hacerlo. Baje la esponja por hasta su prominente y redondo culo, perfectamente formado sin un desperfecto ni nada que lo pudiera des embellecer, fuertemente pero con calma fui enjabonandolo todo, de arriba a abajo, me quedé mirándolo un segundo, lleno de espuma, vislumbrando todo su contorno y viendo como escurría la espuma hacia abajo por sus muslos, me lo hubiese comido entero, lo habría lamido hasta la saciedad pero no podía mi madre no me dejaría ella quiere hacerme sufrir y eso es lo ultimo en lo que estaba pensando, ella tenia otros planes.
- No te olvides de pasarme por dentro cariño, ábreme las nalgas y frota bien
Vaya, no le parecía suficiente con solo lavarle el culo por fuera, no, por dentro me iba a obligar a lavarle, tendría que abrirle las nalgas y lavarle todo, viendo todo su ano y su coño, me seria una visión esplendida seguro y no fue para menos, lo hice tal y como dijo, abrí sus nalgas y vi aquel espectacular ano y su coño un poco mas sobresaliente, mostrándome sus labios vaginales, era fantástico me encantaba aquella visión, entonces me dispuse a enjabonarla pasando suavemente la esponja y bañándolo todo con espuma, así se veía todavía mejor, a cada pasada mi madre respiraba mas fuerte, sentía el tacto rugoso de la esponja en esa zona tan sensible, le gustaba no lo podía negar.
- Pasa un poco mas fuerte cariño
Desde luego que le gustaba, yo pasaba mas fuerte por su coño y ano, llegaba hasta su clítoris, mi madre disfrutaba, se le alteraba la respiración, gozaba con el ir y venir de los esponja, cada vez le gustaba mas, no la veía pero se estaría sobando las tetas y pellizcando los pezones, eran una masturbación en toda regla, ella lo estaba pasando genial, vi como bajaba una mano a su pubis, masajeandolo, llevándola de vez en cuando a su clítoris. El ritmo era ya bastante rápido llegaría al orgasmo en breve, pero no fue así de pronto me cogió del brazo y me paró en seco.
- Ya esta bien cariño, esta lo suficiente limpio, muy bien echo – me dijo mi madre al cogerme el brazo y darse la vuelta quedándose de nuevo en todo su esplendor ante mis ojos.
No entiendo porque me paró en aquel instante, estaba muy cachonda, la estaba pajeando y disfrutaba mucho, de verdad que no lo entiendo....
En ese instante bajó la mirada hasta mis pantalones, vió como mi erecta polla sobresalía en un bulto bajo el pantalón, puso cara de viciosa, llevó una mano a mi cara y me acarició
Cariño, ven, date tu también una ducha antes de la comida, te sentará bien después de lo que sudaste ayer – me dijo con una tierna sonrisa saliendo de la ducha, situándose frente a mi.
Va.... vale... - no se me ocurrió otra cosa que decir, estaba totalmente empalmado y mi madre quería que me diera una ducha allí mismo....
Fui a desnudarme pero mi madre no me dejo me paro.
- No te molestes ya te desnudo yo cariño
Me cogió la camiseta y me la quitó acercando sus grandes tetas a mi cara, casi pegandomelas totalmente, las tenia grandes y mojadas, con las aureolas rosadas y los pezones duros, tiró la camiseta al suelo y se puso de rodillas, enfrente de mi bulto, sin dejar de mirarlo me cogió el pantalón y me lo bajó hasta los tobillos, dejándome solo con los calzoncillos puestos, ahí si que se veía totalmente mi polla dura y mis huevos, sonrió, me cogió los calzoncillos y me los bajo de un estirón, dejando al aire toda mi polla y mis huevos, saliendo de un respingo casi le rebota en la cara, ese olor a polla adolescente la embriagaba, le encantaba mi polla, no lo podía negar, se la comía con la mirada, levante los pies, cogió la ropa y la apartó.
- Venga, ahora métete en la ducha que hoy te voy a enjabonar yo - Iba a por todas, totalmente insaciable.
Yo no me negué pero me gustaba la idea, tenia curiosidad de ver con que me sorprendería mi lujuriosa madre. Me metí en la ducha, ella vino detrás de mi, se me puso mirándome hacia la espalda, cogió la esponja, echó mas gel y empezó a restregare la espalda fuertemente, rápido de arriba a abajo, pasándome por el culo y las piernas, subiendo de nuevo hacia mi culo, abriéndomelo para restregarme por el ano y parte de los huevos, ese momento se sentía genial, lo hacia con fuerza pero me gustaba la sensación
- Esto me recuerda a cuando te bañaba de pequeño – me dijo abrazándome por detrás, pegándose a mi, clavando sus tetas en mi espalda – Siempre has sido muy cachondote, de pequeño ya te empalmabas cuando te lavaba la polla, eras tan adorable – me dijo cogiéndome con una mano mi dura polla – Ahora date la vuelta que te lave por delante.
Me di la vuelta, estábamos cara a cara, ambos nos comiamos con la mirada, yo miraba sus tetas, su casi rasurado coño, sus pies, ella no podida de dejar de mirar mi polla y mis huevos, mirándome a la cara y sonriendo. Con la esponja me pasó de nuevo fuertemente por el pecho, el estomago, los brazos, pasándome por la cara y riendo como si de nuevo fuera su niñito pequeño de siempre, ella siempre me había tratado así. Bajó con la esponja hasta mi polla, la pasó rodeando mis huevos y llevándola hasta mi ano, era genial aquella sensación, subió la esponja de nuevo y me echo espuma en la polla.
- Esta zona es muy sensible, no voy a usar la esponja.
Me la cogió suavemente y empezó a “lavarme” lentamente, de arriba a abajo, rodeandomela con la mano, dando vueltas, llevando la espuma por todo el cuerpo de mi polla y mis huevos, era genial, me estaba pajeando suavemente con la espuma del baño, la veía de pie en frente mía con cara de vicio, mirándome a los ojos lujuriosamente y con una disimulada sonrisa en la boca, yo observaba sus tetas, su coño y sus pies, no había dejado de hacerlo desde que llegué, era muy excitante, magnifico, estaba totalmente a cien.
- Esto ya esta limpio cariño, voy a enjuagarte la espuma que queda – me dijo agachándose frente a mi tiesa y palpitante polla.
Si que iba a quitarme la espuma, a quitarla con la boca, la abrió metió la punta de mi glande en su cálida boca, me lo repasaba con su lengua, succionando, Oh Dios como me gustaba aquella sensación, mi polla palpitaba en su boca, no tardaría en correrme, se la sacó de la boca dándome un respiro mientras me succionaba los huevos, escupiendo a la bañera la espuma que se llevaba a la boca. De nuevo se metió mi polla en la boca, esta vez no solo el glande, se la metió toda y empezó a mamarla con ritmo hasta mis huevos, el va y ven era totalmente excitante, tenia el corazón a mil, estaba totalmente cachondo, no, lo siguiente, su lengua me repasaba toda la polla me iba a correr allí mismo pero no me dejó se la sacó corriendo de la boca, escupió la espuma que tenia en la boca, se levantó y salió de la ducha.
- Eso ya esta, termina de ducharte, vístete y prepárate para la comida, - me dijo mientras se secaba el cuerpo, pasándose la toalla por las tetas, el culo el coño, los pies, mmmmmm..... como me ponía.
Salió del baño y cerró la puerta, había echo todo aquello para dejarme a la mitad, solo había terminado ella, estaba totalmente loca esta mujer.
Yo no podía quedarme así, totalmente empalmado, cerré los ojos, me volví a imaginar el húmedo cuerpo de mi madre desnuda, la espuma resbalando en su piel, seguí pajeandome con aquella imagen en la mente, reviviéndola de nuevo y me corrí, solté un leve gemido de placer y un abundante chorro de semen, ella había llegado placidamenbte al orgasmo y yo tenia que conformarme pajeandome yo solo, no era justo.
Después de correrme me quedé unos minutos mas en el baño terminándome de lavar, cuando terminé, fui a mi habitación a vestirme y jugar con la consola pero al rato de tenerla encendida me cansaba, no podía concentrarme, la imagen de mi madre no me dejaba ni a sol ni a sombre, su cuerpo desnudo se había tatuado en mi mente, su tierna cara, sus tetas, sus curvas, sus pies, me estaba volviendo loco, no dejaba de pensar en ella a cada instante. Necesitaba aliviarme dejar de pensar en ella, era mi madre, necesitaba remplazarla en mi cabeza, apague la consola y fui al ordenador, me metí en una pagina porno y me puse a ver vídeos, vídeos de jovencitas rubias llenas de silicona, me ponía cachondo si, pero eso no es lo que quería en realidad, buscaba mujeres como mi madre, maduras y “reales”, gente amateur que se grava a si misma haciendo el amor, y buscando por aquellos vídeos llegué al kit de la cuestión, un vídeo de una mujer madura de mas o menos la edad de mi madre que tenia relaciones lésbicas con su hija, no me creo que fuera su hija de verdad pero bueno, era muy excitante, yo era hijo único y solo tenia de presencias femeninas a mi madre, a mi amiga Bea y la profesora Pilar, eran las únicas que me habían estado ahí en algún bajón mio, si tuviera una hermana las cosas hubiesen sido distintas, mas aun si hubiese salido como yo, si ella quisiera haríamos todo tipo de cosas y nunca me hubiese visto envuelto en esta situación que vivo con mi madre.
Aquellas pensamientos me ponían cachondo, el echo de tener una hermana y hacer guarrerías con ella me ponía mucho, si no tengo novia por lo menos tendría en casa una chica que me esperaría para poder satisfacer mis necesidades, ahora tenia también una mujer en casa pero era distinto, mi madre mas bien me domina a mi, me tiene casi esclavizado sexualmente, pero hasta la fecha nunca me había dejado follarla, no se porque pero aquella situación no debía verla bien.
Aquel vídeo en que la madre se follaba a su propia hija y yo imaginando como seria follar a mi madre me ponía a mil, ya estaba totalmente cachondo, con la polla dura, como me gustaría follarme a mi madre. En ese momento la puerta se abrió de repente, era mi madre, me vió viendo porno y con la polla totalmente dura, pienso yo que sabría que estaría pensando en ella, le gustaba la idea, era justamente lo que quería y seguro ella también pensaba en mi de aquella manera.
- ¡Luis ya estas otra vez con el porno! ¿Es que no te he enseñado nada? ¡Esta visto que no puedo dejarte todavía! - sinceramente dudo que me dejara algún día... - ¡Arréglate que va a llegar papa con su futuro jefe y su mujer! ¡Ya hablaremos tu y yo! - me dijo mi madre bruscamente y luego se fue dando un portazo.
Joder, que oportuna era, me había pillado completamente empalmado, ya había echo muchas cosas con mi madre, me había masturbado, y yo a ella pero todavía me seguía dando mucho palo aquella situación tan incomoda ¿a quien no le daría cuando tu madre te pilla en plena erección viendo porno...?
Apagué el ordenador y esperé unos minutillos a que se me bajara un poco la polla, abrí lentamente la puerta de la habitación pero no oía nada, mi madre debía estar en su habitación, arreglándose para comer. Fui al baño y me arreglé un poco pero empecé a imaginar a mi madre cambiándose de ropa, mmmmmm... genial, dudé en pajearme con aquella idea pero oí la puerta de la entrada y salí, era papa con su futuro jefe, un hombre de unos años mas que mi padre, y su mujer que era bastante mas joven que su marido, uno o dos años mas joven que mi madre, si no es que se conservaba muy bien, ya que era muy guapa, con apenas unas arruguitas en la cara, una melanita castaña y un cuerpo espectacular enfundado en un vestido blanco marfil ajustado que marcaba todas sus curvas, su culo y dejaba al aire parte de sus pechos gracias a un gran escote, llevaba unas medias de color blanco y unos zapatos de tacón, llevaba varias joyas y un bolso caro, se notaba que era gente de dinero a mi lo que me importaba es que estaba buenísima y era muy guapa.
Hijo ven y saluda al señor Alvarez y su mujer Maria Dolores – me dijo mi padre
Hola muchacho – me dijo aquel señor dándome fuertemente la mano
Hola – dije yo
Hola, ¿que tal? ¿te llamas Luis verdad? – me dijo su mujer
Si, encantado
Igualmente, guapo – me dijo acercándose y dándome dos besos en la cara, sintiendo su suaves labios, oliendo su perfume y porque no, mirando su pronunciado escote que dejaba libre mi imaginación para imaginar sus tetas.
¿Y tu madre? - dijo mi padre
En ese momento se abrió la puerta de la habitación de mis padres, y salio mi madre, caminado muy sensualmente hacia la entrada, estaba despampanante, con sus zapatos abiertos de tacón, sus piernas enfundadas en unas medias negras, un vestido palabra de honor negro ajustado que le llegaba un palmo por encima de las rodillas, estirándose al máximo con el movimiento de sus muslos al andar, notandose mucho la prominencia de su culo y sus grandes tetas, con su pelo negro suelto y muy ligeramente maquillado para disimular las pequeñas arruguitas, llevaba puesto una esclava de plata en la muñeca y un aro en el tobillo y un detalle que me gusto mucho fue el verle las uñas tanto las de los pies que se les transparentaban por las medias, tanto como la de las manos pintadas de negro. Oh Dios, me quedé embobado observándola de arriba a abajo, nunca la había visto tan sexy, era como una diosa, no, mas, era mi madre, esa madre que me volvía loco, mientras venia me la comía con la mirada, era fantástico como venia contoneando su cuerpo todo de negro muy sensualmente.
Cuando llegó a la entrada saludo muy disimuladamente a mi padre (ellos no se llevaban muy bien desde hace un tiempo), saludó con dos besos al Señor Alvarez y a su mujer pero no me gusto nada la mirada de aquel tipo, parecía un total pervertido, miraba a mi madre con cara de vicioso y como si ella fuera un puta, me ponía negro, no iba a permitir que le hiciese nada.
- Pues si os parece bien vamos a ir pasando al salon para empezar a comer, ya esta todo listo – dijo mi madre. Todos fuimos hacia el salón y nos sentamos en la mesa, mi padre se sentó presidiendo la mes, yo a un lado y mi madre enfrente, el Señor Alvarez a su lado, no me gusto que se sentara allí, no le iba a perder de vista pero vaya comida me esperaba a mi con aquellas dos mujeres, mi madre enfrente mía y la mujer de el Señor Alvarez a mi lado, no estaba pensando en comer precisamente.
Mi padre y el señor Alvarez hablaban de política y mi madre y la señora Maria Dolores de compras, que si de los culebrones y todas esas cosas de mujeres, yo mientras comía, deseando terminar para irme de allí, me aburría horrores pero de repente sentí algo tocándome la pierna, me tocaba una y otra, estaba desconcertado, ¿que era aquello? Seguía tocándome subiendo por mis piernas, yo miraba a todas partes, todo parecía normal, todos a lo suyo. Esa cosa seguía toquetandome, no paraba, subía hasta que llego hasta mi entrepierna, empezó a rozar mi polla por encima del pantalón, como acariciando y presionando levemente a veces, yo estaba muy tenso, miraba a todos lados hasta que vi a mi madre mirarme con los ojos y sonreír disimuladamente, era ella seguro.
Hice lo típico de “ahí que se me ha caído el tenedor” y me agaché a recogerlo, por debajo de la mesa vi el zapato de mi madre en el suelo y su pierna enfundada en unas medias negras estirada hasta mi entrepierna, tocando, haciendo piececitos, me levanté de nuevo y la miré, ella me miró y sonrió, sabia que ya me había dado cuenta pero no paró, seguía acariciándome la polla con su pie, era muy placentero, me gustaba, me la ponía dura y que lo hiciera delante de todos me ponía mas caliente todavía
Mi madre seguía con su tarea, haciendo piececitos con mi polla muy insistentemente y hablando con la señora Maria Dolores como si no estuviese pasando nada, yo disfrutaba no os voy a mentir, me poni muy cachondo, mi cara estaba totalmente seria pero no creo que nadie notara nada, mi madre subía el ritmo de sus movimientos, apretaba mas, mi polla estaba dura y empujaba con fuerza mi pantalón, lo que hacia sentir mas las pasadas del pie de mi madre, cada vez mas y mas cachondo mi cara iba transformándose con un gesto entre placer y miedo de aquella situación, en ese momento mi madre sin parar de masturbarme con el pie no me quitaba ojo, sabia que si seguía así me correría encima, lo que le hubiese gustado mucho pero tenia otros planes para mi.
Bajó el pie, se puso de nuevo el zapato y se levantó
Bueno ¿alguien quiere postre? - dijo mi madre a los que estábamos sentados en la mesa
Si, claro - dijeron tanto mi padre como el señor Alvarez y su mujer.
Luis, anda, ven y ayúdame a prepararlo – me dijo mi madre mientras se iba a la cocina
Eeemmm.... Claro, voy – dije mientras me levantaba e iba detrás de ella, espero que nadie se hubiese fijado en mi abultada entrepierna
Cuando llegué a la cocino encontré a mi madre apoyada en la encimera, esperándome
Bien, veo que ya estas aquí con tu polla aun dura
Mama estas loca como se te ocurre hacerme eso delante de todos
Te dije antes que ya hablaría contigo, lo estamos haciendo y considera eso como una parte de tu castigo
¿Pero y si nos hubiesen pillado?
Pero no lo han hecho, ¿te ha gustado?
Si claro, ha estado muy bien
Pues no se ha acabado – me dijo mientras se acercaba a mi y me besaba en la boca, recorriendo toda mi boca con su juguetona lengua.
Me besaba apasionadamente mientras quitaba el botón de mi pantalón y sacaba mi polla dura, la masturbaba de arriba a abajo con velocidad, me besaba el cuello, me mordía, era muy excitante. Paró, se subió el vestido bamboleando las caderas para que subiera, se agachó a la altura de mi polla con las piernas abiertas, siguió masturbándome con la mano, mientras ella se frotaba el coño por encima de las bragas.
Mama- me encantan tus nuevas uñas negras
Lo se, tengo mis contactos cariño
Me quedé un poco parado pero era fantástico, estaba a cien, de pronto mi madre metió mi polla en la boca y empezó a jugar con mi glande y su lengua, falto nada para que me hubiese corrido, no paraba jugaba con su lengua, metía y sacaba toda mi polla de su boca, notaba como chocaba en su paladar, nunca me imagine que mi madre la mamara tan bien, estaba en el cielo y mi madre era un ángel No aguantaba mas, me iba a correr, mi madre me miro, se dio cuenta que iba a explotar, paró, se apoyó en la encimera de nuevo y se sentó encima.
- Ven aquí cariño – me dijo muy sensualmente, abriendo las piernas
Yo me acerqué creí que me iba a decir que la follara pero no
- Córrete, córrete en mis bragas.
Me quedé parado un momento, me equivoqué, me acerqué aun mas y empecé a pajearme rápidamente, mi respiración se alteraba, el corazón me iba a mil, mi madre me miraba con deseo y se relamía los labios. Casi entre jadeos llegue al clímax, soltando dos chorros de mi caliente semen en sus bragas, pegadas todavía a su mojado coño.
- ¡Si...! ¡Perfecto! ¡Que caliente y espeso esta!
Se levantó de nuevo, se acercó y me limpió la polla del semen que tenia en la punta y succionando para acabar con todo se la sacó de la boca, se puso de pie, se trago la saliva y el semen que tenia en la boca y me beso apasionadamente. Me cogió del pelo, y se puso de un salto de nuevo en la encimera.
¡Ah! ¡Que haces, me haces daño!
¿Nunca te has preguntado como sabe el semen? lo vas a probar
¿Que? Ni de coña
Se quitó los zapatos y subió las piernas en la encimara, me bajó la cabeza bruscamente hasta sus bragas manchadas de mi semen, las vi, su coño se transparentaba entre las bragas y mis chorros de leche, sentía ese olor fuerte que tiene el semen, mezclado con el olor de su coño.
- Chúpalas, chupa mis bragas
Yo no quería, me daba mucho asco, aunque fuera el coño de mi madre, me negaba pero ella me empujo la cabeza contra su coño, chocando mi coca contra sus manchadas bragas, llenándome los labios de semen
- ¡Chupa, lame mis sucias bragas!
Ya había llegado hasta ahí y no me iba a dejar marchar, entonces hice estomago y lamí el seme4n que tenia por fuera de la boca, tenia un consistencia entre liquido y solido, muy viscoso y con un sabor fuerte, como a pescado, pero luego se sentía un poco dulce, era un sabor muy raro.
- Bien, ves que no era tan difícil, ahora lame mis bragas.
Yo no pude parar, lamí sus bragas, sintiendo la tela y el contorno de su coño, llevándome con la lengua el semen, saboreándolo y tragándolo, tragando mi propio semen, jamas lo hubiese imaginado, lo veía totalmente asqueroso pero no se porque me iba gustando. A mi madre también le gustaba, cerro los ojos, el coño se le mojaba, se tocaba las tetas por encima del vestido, yo seguí chupando, succionando sus jugos y mi semen, bebiendo aquel coctel incestuoso del coño de mi madre. Yo estaba a mil todavía, aquella situación me tenia medio drogado, estaba insaciable, entonces cogí las bragas de mi madre y las saque por sus piernas, oliendo y lamiendo sus pies tras las medias al sacarlas, volví a meter la cabeza entre sus piernas, a lamer su mojado coño, a recorrer todo su coño y morder suavemente su clítoris, mi madre jadeaba silenciosamente para que no se nos oyera, no paraba de echar fluidos. Totalmente cegado por mi calentón, saque la lengua de su coño y metí dos dedos de una vez, mi madre soltó un gemido bastante fuerte, ojala no nos hubiesen oído, tras ello empecé a follarle el coño con los dedos rápidamente, hasta el fondo de su vagina, mientras le lamia el clítoris, mi madre se estremecía, estaba todavía mas cachonda que yo, las piernas le daban contracciones, se le cerraban y abrían
- ¡No Luis, para, para esto no! - me decía mi madre intentando apartarme de su coño
No podía dejar de follarle el coño y lamer su clítoris, estaba fuera de control, era totalmente excitante, loes esfuerzos de mi madre por intentar apartarme de si eran en vano.
De repente entro en la cocina en la señora Maria Dolores, rápidamente deje a mi madre y me quede muy quieto tapándome la polla con las manos, nos habían pillado de lleno, se nos quedo mirando con cara de sorpresa que cambió al segundo, mi madre ni se inmutó.
Cuanto has tardado, casi me folla a mi – dijo mi madre levantándose de la encimera y poniéndose los zapatos.
Lo siento, tenia que resultar creíble, ya veo que lo habéis pasado muy bien – Dijo la señora Maria Dolores
¿Alguien me puede explicar que coño pasa aquí? - dije yo tímidamente pero muy sorprendido
Maria Dolores y yo ya nos conocíamos, le hablé de ti y quiso venir a “conocerte” - dijo mi madre
Exacto, tu madre me ha hablado de tu problema y decidí que quería venir a probarte yo misma, si te puedo ayudar sera todo un placer – me dijo la señora Maria Dolores mientras se me acercaba y me comía la boca
Que hijas de puta, lo tenían todo planeado desde el principio.
Pe... pero señora...
No me llames señora me hace sentir vieja a, llámame Maria Dolores
Seguía comiéndome la boca con insistencia, metiéndome la lengua hasta el galillo, de repente sacó la lengua de mi boca y me cogió la polla con una mano, empezó a pajearme.
Nena, no me habías dicho que besaba tan bien ni que tuviera este rabo – le dijo a mi madre mientras seguía pajeandome – lo querías solo para ti
Yo solo le estoy ayudando – dijo mi madre
Si claro.... se ha corrido hace nada y mira que dura la tiene ya, este niño es fantástico
Yo mientras callaba y disfrutaba de aquella situación, Maria dolores me pajeaba muy bien, me excitaba de nuevo, se me volvía a poner dura.
- Mira que tamaño – dijo Maria Dolores
Se agachó y empezó a mamarmela, jugando con su lengua por toda mi polla y los huevos
- Mmmm...... Me encanta el sabor a leche joven – dijo Maria Dolores mientras me repasaba la polla con su lengua.
Se levantó se miró con mi madre y me dijo
Luis, cariño, eres virgen ¿verdad? - me dijo Maria Dolores
…. Si ….
Perfecto, me encanta desvirgar jovencitos como tu, esto te va a encantar, ya veras – me dijo volviéndome a besar
Después fue hacia mi madre y se besaron ellas, se besaban apasionada y salvajemente, se apretujaban las tetas la una a la otra, frotándose el coño de vez en cuando, era increíble, eran unas guarras, me encantaba ver a mi madre y a Maria Dolores dándose el lote, nunca había visto una relación lésbica Cuando terminaron Maria Dolores se subió el vestido hasta las caderas, enseñándome sus esculturales piernas y su coño tras esas bragas rojas que llevaba, se quitó los zapatos, quedándose descalza y a mi altura, se bajó as bragas hasta los tobillos, se las quitó y me las tiro a la cara, sonrió y se sentó en la mesa de la cocina subiendo una pierna encima, mostrándome su rasurado y maduro coño.
- ¿A que esperas? ven y dale placer a mi coño, lámelo – me dijo muy lujuriosamente.
Aquella escultural mujer me pedía que le chupara el coño, ¿quien me lo iba a decir hace unos días que me encontraría en aquella situación? Era casi como un esclavo sexual para mi madre y esa mujer pero en aquel momento no me importaba, me lo pasaba en grande. Yo no dude, me acerque a ella, me agache y me dispuse a lamerle el coño, sus labios, su clítoris, un poco el ano, era fantástico, ella disfrutaba, se mordía el labio, le estaba gustando, me empujaba cabeza contra su coño, gemía disimuladamente. Le abrí los labios lamia su interior, desde su clítoris hasta la entrada de su vagina, ella se estremecía de placer, le temblaban las piernas, yo metía la lengua en su vagina que se iba dilatando poco a poco.
Mi madre nos miraba con cara de lujuria, se apretaba las tetas por encima del vestido, todavía sin bragas se restregaba el coño, disfrutaba ella también pero al momento paró, sin ponerse las bragas se puso el vestido en su sitio y se arregló un poco.
- Voy a llevar el postre que se estarán impacientando – dijo mi madre con una bandeja y yendo al salón
Maria Dolores y hoy no contestamos, estábamos muy ocupados, ella disfrutando y yo lamiéndole el coño
Mi madre llegó al salón y dejo los postres
Bueno aquí están – dijo mi madre
Por fin – dijo mi padre
¿Por cierto donde están Luis y Maria Dolores? - dijo el señor Alvarez
Están en la cocina hablando, nosotros vamos a tomar el postre allí para dejaros hablar de lo vuestro
Muy bien, que mujer mas buena tienes – Le dijo el señor Alvarez a mi padre
Mientras tanto en la cocina Maria Dolores y yo seguíamos disfrutando, yo le follaba el coño con dos dedos mientras nos comíamos la boca. En ese momento me quedé mirando sus perfectas y redondas tetas, le aparte el vestido y empecé a sobarlas, a ella le gustaba, se le veía en la cara, empecé a chupar sus duros pezones, ella seguía gimiendo disimuladamente hasta que yo le di un pequeño mordisco en uno de sus pezones, en ese momento soltó un gemido que espero que nadie hubiese oído
- ¡Oh nene! ¡Estoy muy cachonda! ¡Fóllame, fóllame!
Me cogió la polla y la puso rozando la entrada de su coño
- Vas a echar el primer y mejor polvo de tu vida, ya veras. ¡Empuja fuerte!
Saqué fuerzas de lo mas hondo de mi y empuje toda mi erecta y dura polla a lo mas hondo de su maduro y delicioso coño. ¡Oh Dios! mi polla entro sin problemas hasta el fondo, se sintió extraordinariamente bien, nunca me hubiese imaginado mi primera vez con una mujer mayor y en mi propia cocina, mi polla no pudo aguantar aquella situación y explotó dentro de su coño, soltando un largo chorro de semen. Ambos nos estremecimos, cerrando los ojos, mostrando el placer en nuestra cara, quedamos en silencio menos de un segundo y fundiendo nuestras voces en un sonoro gemido
- ¡AAAHHH...! - se nos oyó al mismo tiempo
Los dos quedamos apoyados el uno en el otro recuperándonos un instante de aquel orgasmo, me sentía en el cielo, era una experiencia indescriptible pero seguro que nos había oído y estarían de camino para pillarnos de lleno follando. Los dos pensamos lo mismo y nos dimos a vuelta pero solo esta mi madre enfrente de la puerta frotándose de nuevo su desnudo coño.
Veo que no habéis perdido el tiempo ¿eh?, al final has logrado desvirgar a mi hijo, si no hubiese cerrado las puertas ya os habrían oído degenerados
Ha sido maravilloso, tu hijo tiene un talento nato, no sabes lo que te pierdes al no habértelo follado aun
Es cierto, mi madre me había pajeado pero no me había follado hasta ahora, sin duda yo lo deseaba, soñaba con ese momento día y noche pero no llegaba el día
Mi madre se acercó a mi, ¿habría llegado el día? sacó mi polla del coño de Maria Dolores, manchada del semen con el que había llenado el coño de Maria Dolores, me aparté, mi madre se agachó enfrente del coño de Maria Dolores, abrió sus labios, la mezcla de sus fluidos vaginales y mi semen salían de su coño, mi madre empezó la lamerlos, tragándoselos, disfrutaba, se frotaba el coño.
- ¡Que delicia! - exclamo mi madre
Apartó la cabeza y me cogió la polla se la metió en la boca y empezó a apretarmela desde mis huevos hasta la punta succionando todo el semen que todavía quedaba, la chupaba con ganas. Se levanto y beso a Maria Dolores, se fue hasta la encimera, se sentó encima y abrió las piernas, Maria Dolores fue detrás de ella y empezaron a comerse la boca, le bajo el vestido y empezó a ordeñar los pezones de mi madre, primero con la mano y luego con la boca, mi madre se estremecía, gemía Después se doblo frente a su entrepierna y empezó a chuparle el coño, a mordisquear su clítoris y labios vaginales, metió dos dedos y empezó a follarla violentamente, mi madre gemía mas y mas fuerte, se apretujaba las tetas y ordeñaba los pezones. Yo que ya me había corrido dos veces volvía a ponerme duro por momentos, aquella relación lésbica de las dos me volvía loco, me encantaba, parecía un sueño, uno muy real y cachondo.
Yo estaba ya listo de nuevo y no lo dudé ni un instante, me agache enfrente del culo de Maria Dolores y empecé a lamer de nuevo su coño, saboreando de nuevo mi semen y sus fluidos, ella se llevo una sorpresa
- Este niño es estupendo, ya esta listo para mas, amiga tienes una joya en casa
Empecé a lamerle ahora el ano, ella gemía mas fuerte, le gustaba, yo metía la lengua todo lo que podía hasta que me levanté, la cogí por las caderas y me dispuse a follarla, situé mi polla en su coño y volví a empujar con fuera, mi polla entro de una vez.
- ¡Ah si! ¡Fóllame! - dijo Maria Dolores.
Mi madre no dijo nada solo disfrutaba de los dedos de Maria Dolores follando su coño. Yo empecé lentamente a meter y sacar mi polla del coño lubricado de Maria Dolores, era fantástico, estaba disfrutando mucho, al igual que ella, empecé a subir el ritmo cada vez mas y mas rápido mi polla follaba su coño, acariciaba su clítoris, todos disfrutábamos enormemente, mi polla parecía a punto de explotar, estaba mas cachondo que nunca, esta follando por primera vez y me esta encantando, estaba taladrando el coño de la hermosa Maria Dolores, era fantástico
Pasaron unos minutos, estábamos los tres extasiados, el fin se acercaba, Maria Dolores metió otro dedo as en el coño de mi madre, empujó hasta el fondo y apretó con los dientes el clítoris de mi madre, yo agarre fuerte a Maria Dolores por las caderas y hundí mi polla hasta lo mas hondo de su ser, chocando mi polla con la entrada de su útero, en ese momento todos llegamos al clímax, soltando un sonoro orgasmo y corriéndonos a la vez, mi madre soltó un largo chorro de flujo, mojando la cara de Maria Dolores y mojando el suelo, Maria Dolores también se corrió abundantemente encharcando el suelo, mezclándose con los flujos de mi madre, yo me había corrido por tercera vez soltando abundante semen en lo mas profundo de su coño, no se como pude soltar tal cantidad, al sacar la polla escurría por sus muslos.
Nos tomamos un tiempo sentados en las sillas para reponernos del shock, estábamos todo sudados y mojados de semen y flujos vaginales, era tan asqueroso y maravilloso a la vez, fantástico. Después de un rato, ya repuestos intentamos arreglarnos un poco para disimular lo ocurrido, ellas se arreglaron el pelo y los vestidos, se calzaron pero se fueron sin bragas, que guarras.
- Vamos al salón recoge todo esto y ve hacia allí- me dijo mi madre mientras caminaban hacia el salón
Yo lo primero que hice fue coger ambas bragas, olerlas, estremecerme, chuparlas, delicioso. Al margen de eso me habían dejado a mi para limpiar aquel estropicio, el suelo lleno de sus jugos y mi semen , hijas de puta, mientras lo limpiaba me invadió el placer y chupe el suelo, aquellos jugos de puro placer y deseo. Cuando ya lo había recogido todo fui al salón, encontré a todos muy normal, como si nada hubiese pasado, mi padre y el Señor Alvarez no se habían dado cuenta.
Bueno, ya va siendo hora de que nos vayamos ¿verdad cariño? - le dijo el Señor Alvarez a Maria Dolores
Claro cariño, lo que tu quieras
Nos dispusimos a ir a la puerta de la entrada, allí nos despedimos
No lo hemos pasado muy bien – dijo el Señor Alvarez
Por supuesto... - dijo Maria Dolores mirándonos picarescamente a mi madre y a mi
Ya hablaremos – le dijo el señor Alvarez a mi padre
Tras esa despedida se fueron, nosotros fuimos al salón unos minutos y mi padre se fue al bar como siempre. Mi madre y yo nos echábamos unas cómplices miradas, ella se levantó, me dio un beso en la boca y se fue a recoger la mesa y demás cosas, yo me fui a mi habitación a jugar un rato con la consola y el ordenador.
A la hora de la cena mi madre y yo solo nos mirábamos, era una situación muy tensa, ninguno de los dos hablaba de lo ocurrido pero no podíamos negar que nos había encantado y que lo que queríamos era follar salvajemente como había echo con Maria Dolores.
Tras la cena yo fui a ver la tele y mi madre se quedé en la cocina luego vino al salón y se quedo un rato conmigo, todavía sin decir nada, pasó el tiempo y llego la hora de dormir.
- Ya es muy tarde cariño vete a acostarte, te lo mereces, hoy ha sido un día agotador – me dijo mi madre mientras me daba un beso en la boca y se iba a su habitación
Me dejó impactado al final había hablado de lo ocurrido, le había gustado. Yo me fui a la habitación y me acosté, estaba agotado, intente dormirme pero me costaba mucho, aquella tarde no la olvidaría nunca, habíamos estado toda la tarde follando, había sido maravilloso. En ese momento oí la puerta de la calle y como entraba mi padre, borracho como siempre, le oí como entraba en la habitación de mi madre que estaba al lado de la mía, (recordad que ya no dormían juntos) mi padre se sentía contento porque la comida había salido bien y venia borracho, no vi nada pero lo oí, mi padre se acerco a mi madre, quería follar pero ella se negaba a si que mi padre la forzó, mi madre gritaba, la estaba violando en la habitación de al lado, no sabia que hacer, estaba totalmente paralizado, no lo podía permitir, me levanté y fui corriendo a la habitación, la puerta estaba entre abierta, vi a mi padre encima de mi madre que estaba de espaldas, clavándole la polla en el coño mientras tumbado sobre ella sobaba las tetas de mi madre, pellizcando sus pezones y chupando su cuello, mi madre se resistia y gritaba pero no podía quitarse a mi padre de encima que no dejaba de forzarla sin compasión.
Mi polla totalmente implacable ante la situación empezó a crecer, poniéndose dura por momentos ante la situación que mis ojos veían, mi padre totalmente fuera de si follaba el cuerpo sometido de mi madre, penetraba su coño y sobaba sus tetas, metió violentamente un dedo por el ano de mi madre, ella gritó fuertemente, ese grito me llego hondo y mi polla creció aun mas. Ahora mi padre también follaba con un dedo el ano de mi madre, sacando el dedo a los pocos minutos y rompiéndole el culo duramente con su polla, mi madre gritaba cada vez mas fuerte, se retorcía de dolor, veía su cara de angustia y sufrimiento, sus lágrimas caían por su cara, en poco tiempo su expresión se volvió totalmente inexpresiva, se quedo totalmente en silencio, dejo de forcejear quedándose inmóvil totalmente, sucumbiendo a las embestidas de mi padre como si fuera una muñeca de trapo. Yo impactado por la situación, no hice otra cosa que ponerme duro como una piedra mientras veía a mi padre violando a mi madre, que las e de hijo era yo al permitir aquello, la situación no cesaba, mi madre era embestida analmente por la polla de mi padre, ella estaba como en otro mundo, inmóvil, llorando con la mirada perdida, era un mal hijo, un degenerado, con aquella situación empecé a masturbarme, sacudiendo mi polla viendo como mi madre era violada por mi padre, mas tarde me arrepentiría pero no lo pude evitar. Mi padre embestía mas fuertemente a mi madre, yo me masturbaba sin apartar la mirada, viendo como el coño y el ano de mi madre eran sometidos, como ella yacía en la cama. Al poco tiempo mi padre estaba por correrse y hundió su polla en lo mas profundo del ano de mi madre, soltando un gran suspiro, se había corrido, mi madre lloraba insaciablemente con una cara inexpresiva, casi como si estuviese muerta.
Tras esto mi padre saco la polla del dilatado, colorado y dolorido ano de mi madre, el semen salia de su ano escurriendo por su coño, manchando la cama, mi padre se levanto todavía con la polla hinchada, se fue al lado de mi madre y la obligo a que se la chupara, mi madre sumisa con miedo a su reacción obedeció como si fuese su esclava, mi madre tragaba de palmo a palmo la polla de mi padre que la hundía mas y mas en su boca, mi madre lloraba, por un lado quería entrar en la habitación y parar aquello pero por otro lado ese sufrimiento y sumisión de mi madre me ponía muchísimo ¿que demonios estaba haciendo?
Mi padre follaba implacablemente la boca de mi madre, yo me masturbaba, los dos nos corrimos, yo solté a penas unas gotas de semen que cayeron al suelo, mi padre saco la polla y echo un chorro de leche a la cara de mi madre, el semen y las lágrimas se fusionaban en la cara de inexpresiva de mi madre que parecía muerta en aquel instante. Mi padre se apretó fuerte la polla, conteniendo el semen que quedaba se subió de nuevo en cima de mi madre y soltó el resto de su corrida en su desnudo cuerpo, llenando de leche la espalda y el culo de mi madre.
- Ahora ya estas echa toda una puta, te gusta ¿eh? - gritaba mi padre golpeando las nalgas de mi madre que sin estremecerse seguía con un gesto inexpresivo, llorando y con la mirada perdida, mis ojos atónitos no se perdían detalle.
Tras eso se tumbó junto a ella en la cama y quedo durmiendo a los pocos minutos, mi madre todavía despierta, sin moverse ni un centímetro desnuda y llena de semen, lloraba y sollozaba sin parar, en ese momento me di cuenta de la barbaridad que había hecho, en ese momento rompí a llorar y me fui a mi habitación, era un monstruo por no haber evitado que mi madre fuera violada, no podría volver a mirarla a los ojos nunca mas, me moriría de la angustia.
Tras un largo rato de llorar y sufrir los remordimientos de mis actos de aquella noche las fuerzas me abandonaron y caí rendido en la cama, quedando profundamente dormido, deseando que todo hubiese sido un sueño, aguardando al amanecer para que se levantara un nuevo día y ver las consecuencias de mis terribles actos.
(CONTINUARÁ)