Dia a dia 12

¿Ana por cierto, a qué hora te vas? -A las cinco y media, pero puedo quedarme más tiempo. -No, no, ya me he aprovechado bastante de ti. -Que va es un placer, además no tengo nada que hacer. -Pues serás mi anfitriona estos días que estaré en Tenerife. -Pues ya está dicho.

El lunes amaneció tranquilo y soleado. Tras desayunar salimos para a oficina, una vez

allí

me dedique a preparar el viaje a Tenerife que

tendría

lugar al

día

siguiente. Una vez recopilados los datos y viendo que la

situación

de la oficina tinerfeña era muy buena, me

dedique a

hablar con

Carmen

y su equipo de los cambios a realizar en Gran Canaria.

Había

mucho trabajo que hacer y nos repartimos las visitas para poder avanzar

más

rápidamente

. Sobre las dos de la tarde llame a

Unsinn

y la

pedí

que me reservase un vuelo sobre las doce del

mediodía

para el

día

siguiente.

Comí

en un restaurante cerca del mar y me fui a casa, el

cansancio

empezaba a hacer mella y

quería

estar relajado. Me

preparé

un

combinado

y fui a tomar el sol cerca de la piscina.

Después

de unos baños

miré

en la nevera y no

había

nada,

así

que me

vestí

y fui a un pequeño restaurante cerca de casa.

Después

de cenar fui para casa me

acosté

pronto sobre las once me

hacía

falta un poco de tranquilidad.

Prepare mi maleta y tome rumbo al aeropuerto, embarque y en una media hora estaba en Tenerife. Monte en un taxi y le di el nombre del hotel

Iberoestar

Heritage

Grand

Mencey

. Fue

más

largo este

trayecto

que el vuelo en

avión

. Pero

valió

la pena, el hotel es espectacular y

está

en el centro de Santa

Cruz. Una

vez tomada

posesión

de

la

habitación

, me di una ducha me

cambié

de traje y fui a la oficina de Tenerife.

Al llegar fui recibido por Ana, una preciosa morena que trabajaba de comercial en la oficina.

-Lo siento mucho, pero estoy sola, mis compañeros han ido a La Palma y El Hierro, para cerrar el me.

-No te preocupes, soy pablo el jefe de la

zona

sur y

quería

que me presentases los informes de este año ¿si puede ser?

-Si perfecto, ya me lo han dejado todo preparado.

-Perfecto pues donde me digas me pongo con ello.

La verdad es que ya eran las dos de la tarde así que

decidí

invitar

a

Uma

a comer.

  • ¿

Dónde podemos ir a comer, un sitio tradicional que este bien?

-Pues si le parece bien al Puntero, uno de los mejores restaurantes de Tenerife.

-Perfecto y

trátame

de tu por favor.

Salimos hacia el restaurante, fuimos andando ya que estaba bastante cerca de la oficina.

Por el camino pregunte a Ana por la oficina, su funcionamiento y su personal. La verdad es que era una chica muy agradable, pequeñita, pero con un buen cuerpo. Una vez en el restaurante pedimos cosas típicas que Ana se encargó de pedir. La verdad es que estaba todo fenomenal como que lo hubiese hecho mi abuela. Tuvimos una amena conversación en la que Ana me conto que acababa de separarse y que por eso se había quedado en la oficina, pues no estaba en condiciones de ver clientes. Me agradeció el buen trato y la comprensión y yo la respondí que era fácil, pues era una mujer muy atenta. Volvimos a la oficina y me dispuse a mirar los expedientes.

-¿

Ana

por cierto, a qué hora te vas?

-A las cinco y media, pero puedo quedarme

más

tiempo.

-No,

no

, ya me he aprovechado bastante de ti.

-Que va es un placer,

además

no tengo nada que hacer.

-Pues

serás

mi anfitriona estos

días

que

estaré

en Tenerife.

-Pues ya

está

dicho.

Puse la alarma de mi

móvil

a las cinco y veinticinco y

empecé

a mirar los expedientes, la verdad es que

tendría

para un

día

más

casi seguro. La

situación

de la oficina era bastante buena y se apreciaba que

seguían

el protocolo casi

escrupulosamente

. El

móvil

sonó

a la

hora puesta

y marco el final de la jornada.

-Esto se

terminó

. ¿Qué

hacemos

ahora?

  • ¿

Dónde

está

tu hotel?

-Es el Gran

Mencey

-Entonces esta cerquita. Si quieres podemos ir a tu hotel y

después

nos damos un paseo por el centro de

Tenerife.

-Pues si a ti te va

bien,

yo encantado.

Nos dirigimos al hotel

al que

llegamos en menos de diez minutos.

-Esto es precioso.

  • ¿

no lo

conocías

?

-

Jajajaj

por dentro no, esto es

fantástico

, te

sientes

como una reina y solo de

visita.

-Pues cenaremos aquí esta noche. ¿te parece bien?

  • ¿De verada? Sera perfecto, pero

tendré

que

vestirme.

  • ¿

Si te apetece? A

me parece que estas perfecta.

-Muchas

gracias,

pero me

sentiré

más

cómoda

si me visto un poco.

-Como prefieras, podemos pasar por tu casa y

después

pasear por el centro para venir a cenar sobre las nueve.

-Sera perfecto.

Subimos a la

habitación.

Espéreme

que no tardo nada.

-Tarda lo que quieras esto es una preciosidad y es

más

grande que mi casa.

La

habitación

tenía 34

m² y terraza de 8 m², con vistas al Mar Mediterráneo y espaciosos baños. La

verdad

es que estaba muy bien y con una bonita

decoración

.

-Pues ya estoy en marcha.

-Ahora a mi casa que yo tardare

más

jajaja.

Cogimos un taxi pues Ana vivía cerca del hospital Quirón, El trayecto fue corto y pronto subimos a su apartamento. La verdad es que era un apartamento muy mono y muy bien decorado.

-

Siéntate

y coge algo del

frigorífico

, que tardare un rato.

-Muchas gracias.

Me acerque al frigorífico y tome una botella de agua. Me asomé a la venta y estuve observando la calle durante unos minutos. Por fin Ana salió. La verdad estaba preciosa con un vestido negro un poco por encima de la rodilla y unos tacones de infarto.

-

Guauuu

estas preciosa

.

-Que adulador

-

No,

para nada

estas preciosa

.

Una picara sonrisa

apareció

en su cara demostrando que se

sentía

alagada. El

vestido se ajustaba perfectamente a su cuerpo y

dejaba

intuir que no llevaba nada debajo,

al menos

en sus tetas no y si llevaba tanga

había

de ser muy pequeño.

-Hoy

seré

el hombre

más

envidiado de

Tenerife.

-Adulador

jajajja

Tomamos un taxi para volver al centro y recorrimos sus calles

apreciando

la cultura canaria en sus edificios coloniales y sus

preciosas

iglesias.

-Me apetece tomar algo, ¿

dónde

podemos ir?

-Vamos a la Santa que

también

podemos picar algo.

Nos dirigimos hacia la Santa que está cerca del puerto. El sitio estaba lleno de gente y la verdad que es un lugar agradable. Después de pedir unos aperitivos y unas tapas, nos pusimos a hablar de los compañeros de Tenerife. Pero casi nada más empezar a hablar se os acerco una rubia impresionante que dio dos besos a Ana saludándola. Ana amablemente nos presentó, María, Pablo, Pablo, María. María se acercó a darme dos besos, clavando sus tetas en mi pecho, mientras su boca se acercaba mucho a la mía. Ana se tensiono y la miro con cara de ¿Qué haces?

-Un placer acabo de llegar de la

península

y la

verdad

que

Tenerife

me

está

dejando impresionado con su belleza.

-Él es mi jefe y ha venido a revisar el trabajo del semestre.

-Es un placer, ya

podía

tener yo un jefe

así

.

-Muchas gracias

María

, ¿si quieres

pedir

algo

, acabamos de llegar?

Un zapato

impactó

levente contra mi pierna, pero el mal ya estaba hecho, ya no me

podía

volver

atrás

.

-Jo me encantara,

además

estoy sola y

así

me

hacéis

compañía

.

La mirada de Ana fue como una bofetada en toda la cara, pero saco una sonrisa y la dijo a María.

-Ve a pedir algo que nosotros ya hemos pedido.

-¿

perooo

cómo se te ocurre invitarla?

-No sé por educación, es tu amiga, ¿supongo?

-S

í

, pero bueno es un poco acaparadora.

-No te preocupes, soy todo tuyo.

Y

guiñándola

un

ojo,

la dije

-Anda bebe un poco.

-

jajajaj

vale.

María

apareció

entre la multitud y

empezó

su discurso lo imposible que estaba llegar a la barra. El camarero llego con

la consumición

de M

aría

y las tapas. Le pague religiosamente para no hacerle volver y seguimos la

conversación

sobre la cantidad de

gente

habida en el local. Tras un rato conversando la verdad que muy amenamente le M

aría

que

nos

íbamos

a cenar y que

había

sido muy agradable la

conversación

. Me dio dos besos volviendo a pegar sus duras tetas en mi pecho.

-Ana ya sabe mi teléfono, si vuelves me das un toque.

Salimos del local y tomamos camino al hotel.

  • ¿

No estarás celosa?

-Pues

, era mi momento.

-No te preocupes tenemos toda la noche.

La cogí por la cintura y la atraje hacia mí, noté como sus pezones se ponían duros bajo la tela del vestido. Ya estábamos cerca del hotel y Ana me dijo.

-No me ha gustado nada como te ha restregado las tetas por el pecho y esos casi picos que te ha dado.

-

Hummmm

¿a ver como lo haces

?

Y juntado nuestras bocas nos fundimos en un

cálido

y

húmedo

beso que me dejo notar sus pezones duros

cómo

piedras en mi pecho.

  • ¿

Mejor

así

?

-Mucho mejor

Entramos al restaurante del hotel y pedimos nuestra cena y ahora si pudimos hablar de los compañeros de

Tenerife

.

-La verdad que son muy buena gente y me han ayudado mucho con mi

separación, todos en general han tratado de tapar mis

errores

y ayudarme a ir saliendo poco a poco. La verdad es que han tenido mucha paciencia y yo estoy muy agradecida. Sobre

todo,

con el director, que ha sabido repartir el trabajo para dejarme

más

libre. Creo que se lo

tendré

que

devolver

con creces.

-Me alegra mucho lo que me dices y dice mucho de la

delegación

, es un placer trabajar en buen

ambiente

. Creo que si todo funciona como me dices

tendrá

razón

tu director para decir que la salud de la sucursal es perfecta.

-Pues estoy segura de ello todos somos un equipo y nos desvivimos para que todo

esté

en orden y los clientes

estén

encantados. Como veras

tenemos

una cartera muy variada ya que

todos

los clientes son igual de importantes para nosotros y ellos saben que es

así

.

-Me encanta escucharte con ese

fervor

y esa

dedicación

Continuamos con la cena y con la charla hasta casi las once.

  • ¿

Te apetece una copa?

-No me apetece ir a

más

sitios la verdad.

  • ¿En la habitación, puedo pedir una botella de

champagne?

Pues no es mala idea en esa terraza frente al mar.

Subimos a la habitación y nos sentamos en la terraza mientras llegaba la botella de champagne. Ana se levantó indicando que las vistas eran preciosas y que era un lujo para ella estar en este lugar.

  • ¿

Puedes quedarte si quieres?

-Deja que me beba el champagne.

-¿Necesitas estar

desinhibida

?

-Puedes llamarlo

así

,

jajajajja

Llamaron a la puerta y una camarera entro con un carrito donde había una cubitera con la botella y un par de copas. Abrí la botella y

llené

las copas.

-Por nosotros

-Ese brindis me vale dijo

Ana.

Mientras tomábamos el champagne mirábamos el horizonte donde un gran barco empezaba a aparecer. Me acerque a Ana que estaba apoyada en la barandilla de la terraza observando cada rincón que la vista podía observar. Lentamente mi mano recorrió su espalda subiendo y bajando por la cremallera de su vestido. La piel de Ana comenzó a erizarse al paso de mis dedos por su espalda, un leve gemido salió de su boca, a la vez que empezaba a bajar la cremallera del vestido. Al llegar al final acaricie su culo a la vez que iba por la botella de champagne para servir una nueva copa.

Mis manos fueron bajando los tirantes del vestido hasta llegar a sus pechos donde este ya cayo solo hasta el suelo. Mis manos se dedicaron a recorrer sus pechos y apretar suavemente sus pezones. Acerque mi boca a su cuello a la vez que desabrochaba el sujetador y lo dejaba caer igualmente. Mis manos recorrieron sus pechos con adoración haciendo los pezones se pusiesen duros como piedras. Lleve mis manos a su tanga y deslice lentamente la prenda a la vez que mis labios recorrían su espalda para terminar mordiendo su culo. Ana me ayudo a sacar la prenda levantando sus pies al llegar está a sus tobillos. La senté en la silla de la terraza y empecé a comerme su coño. La punta de mi lengua recorría sus labios en busca de su clítoris hasta que lo encontró y estuvo un largo rato dando golpecito sobre él. Ana llevo sus manos a mi cabeza y me apretó contra su coño. Entonces mis labios succionaron el clítoris y mi lengua empezó una frénica carrera en círculos sobre él. Ana pego su coño a mi boca y se

corrió

en ella llenado mis labios de su sabor.

-

Hummmmm

siiiiiiiiii

que bueno, no pares.

Seguí con mi boca sobre su coño a la vez que uno de mis dedos acariciaba su culito, mi lengua no paraba sobre su clítoris a la vez que mi dedo poco a poco iba conquistando camino en su culito. Por fin entro entero y a la vez que chupa y sorbia su clítoris mi dedo entraba y salía muy lentamente de su coñito.

-

Humm

me estas

matando,

siiiii

hummmmmm

no pares.

A la vez que

decía

esto sujetaba fuertemente mi cabeza sobre su coño y la apretaba como queriendo

metermer

dentro.

-

Siiii

noooooo

paaaaareeeeeeesssssss

Y a la vez que decía esto un chorro de flujo salió de coño inundado toda mi boca. Pasados unos segundos y aun temblando sobre la silla Ana me dijo:

-

Guauuuuuu

ha

estado muy muy bien.

Y diciendo esto me sirvió una copa de champagne me empujo contra la silla y empezó a desabrochar mi pantalón. Lo fue bajando lentamente a la vez que mordía mi polla sobre el calzoncillo. Yo ya tenía la polla bien dura. Recorría mi polla con sus labios mientras me miraba a los ojos. Ayudada de sus manos bajo mi slip y mi polla salió dura y tiesa como una barra de hierro. Agarrándola por la base Ana empezó a chupar mi capullo, pasando su lengua por el recorriéndolo muy lento para después meterla en su boca. Lentamente envolvía el capullo con sus labios y lo tragaba hasta donde podía, para volver a salir hasta la punta relamiendo el liquidillo que mi polla iba soltando. Cada vez iba imprimiendo más velocidad a la chupada y adentrando mi polla más dentro en su boca. Alguna arcada sonó en el silencio de la noche y unas lágrimas brotaron de sus ojos. Tanto una cosa como la otra me pusieron como una moto y agarrando su cabeza introduje mi polla hasta el fondo, descargando un fuerte chorro de esperma en su garganta, a este le siguieron otros tres o cuatro mientras la dejaba ir sacando mi polla de su boca muy poco a poco. Ana salió de mi polla relamiéndola entera sin dejar ni una sola gota, para lo que estuvo un buen rato lamiendo mi capullo después de una espectacular mamada. Una vez que considero que ya no quedaba más, se

acercó

a mi boca y nos fundimos em

húmedo

y blanco beso.

-Creo que

tendré

que quedarme a dormir aquí, ahora soy incapaz de volver a mi casa.

-Sera un placer seguir

dándote

placer

jajajaj

.

Recogimos la ropa de la terraza y entramos hacia la habitación. Nos tumbamos en la cama y mi mano acariciaba su coño perfectamente rasurado en suaves caricias que recorrían su contorno y sus labios, pero sin llegar a tocar ninguna parte sensible. Después de unos cuantos jadeos y de retorcerse de desesperación Ana llevo su mano a polla y empezó a acariciarla muy lentamente. Uno de mis dedos busco su clítoris y lo fui acariciando muy lentamente en circulo ayudado por sus flujos y de vez en cuando por mi saliva. Un suspiro tras otro salía de su boca.

Follame

me dijo,

-

Follame

que ya no aguanto

más

.

Besándola en la boca me levante la puse en perrito al borde la cama y muy lentamente me fui introduciendo dentro de ese hume y cálido coñito. Entraba y salía muy lentamente.

-UHHHH

siiiii

así

, despacito.

Pare mi ritmo con mi polla hasta el fondo y ahora era ella quien marcaba el ritmo, cada vez más rápido y cada vez más fuerte. Agarrando sus caras la di todo lo fuerte que pude hasta terminar en un doble orgasmo que nos llevó a caer rendidos sobre la

cama. Mis

manos la abrazaban por detrás a la vez que pellizcaban sus pezones

haciéndola

temblar en cada pellizco.

-Necesito descansar y creo que comer algo también ¿Por qué no pedimos algo al servicio de habitaciones?

-Vale pediré jamón, jamos y champagne son una combinación estupenda.