Día a día 10

Acerque mi polla a su frente y fui soltando su pelo para que pudiese comerse mis huevos completamente depilados. Primero me chupaba el uno y luego el otro intentando llegar a mi polla. No la deje y me separe de ella otro poco.

La luz del sol nos

despertó

sobre las siete de la

mañana,

yo

había

quedado a las diez con Felipe.

Patricia aun

dormía

con su carita de

ángel, su cara estaba preciosa y su boquita incitaba a pecar.

Me

levanté

sin hacer ruido y fui hacia la ducha.

-

Hummm

¿Por qué no me has despertado?

-Estabas

preciosa

ahí tumbada con esa boquita pidiendo guerra.

-

Hummm

he dormido como una reina

hummm

ayer me

dejaste

muy relaja

jajajja

-Me alegra

oírte

decir eso, yo

también

lo disfrute mucho.

Mi polla ya estaba mirando al cielo y patricia la

cogió

entre sus manos se arrodillo y la

metió

en la boca como si

estuviese

adorando a un dios. La

metió

muy lento en su boca y

el saco

llena de babas para volver a meterla y sacarla, cada vez

imprimía

más

velocidad

a la boca. Yo agarraba su nuca para intentar detener tan tremenda mamada, no

quería

correrme en su boca.

La levante

del suelo de la ducha y la puse de espaldas a la pared,

metí

mi polla en su coño y

agarrándola

de los

brazos la

follé

muy fuerte

buscando

solamente mi corrida.

Hummm

siii

,

siii

te voy a llenar

entera

hummm

tomaaa

,

tomaaaa

. Mi polla estallo con una gran cantidad de chorros que consiguieron su corrida y tuve que

sujetarla

, pues sus piernas perdieron fuerza y casi se cae. Joder

tío

humm

menuda follada me has dado

hummm

casi me desmayo, hubo un momento que no

veía

nada.

Después

de ducharnos desayunamos en la

cafetería

del hotel. Comentamos las reuniones de la mañana y nos despedimos con un beso.

Pedí

un taxi y me

dirigí

a nuestra oficina en Arrecife.

Aún

era `pronto,

así

que di un paseo por la ciudad sin

ningún

rumbo. Entre en una bonita

cafetería

y

pedí

un café solo,

miré

mis correos y

leí

la prensa. Mire mi

reloj

y

salí

en

dirección

a la oficina, llegue dos minutos antes de las 10. La puerta estaba

cerrada,

pero

había

gente dentro. A las 10 en punto la puerta se abrió.

Entre y vi a

Felipe

al fondo frente a una

máquina

de café.

-Buenos

días

Felipe.

-Buenos

días

don Pablo.

  • ¿

Qué tal va todo?

-Pues ya puede usted ver como tengo la mesa.

-Ya veo ya, es impresionante.

  • ¿Si quiere que le presente a

algún

cliente y

así

de paso vemos un poco la isla?

-Perfecto,

así

podemos hablar por el

camino

.

Salimos rumbo a las bodegas Vega Yuco posiblemente la mejor bodega de la isla. En ella nos reunimos con el director y dimos una vuelta por la bodega probando alguno de sus excelentes vinos. Nos

estuvo

explicando

cómo

se

plantaban

las

viñas,

dentro de un cono de lava

volcánica. Que a la vez le

proporcionaba,

nutrientes,

humedad y calor. Una vez visitada la bodega, fuimos hacia el

Timanfaya

. Que casualmente

también

estaba en la lista de mi cliente. Tras dar un breve paseo por las instalaciones.  mientras

bajábamos

hacia el golfo,

sonó

el

teléfono

. Hera Patricia que ya

había

terminado. Le pregunte a

Felipe

donde

podíamos

quedar y me dijo que en la Cocina del

Colacho

. Le dije a Patricia que alquilase un

coche

y

que os

encontrábamos

e la Cocina del

Colacho

a comer. Nosotros aun

teníamos

un ratito

también

.

-Por lo que he visto, te

desenvuelves

muy bien y tienes unos excelentes clientes.

-La

verdad

que no se me da mal, por eso te

comenté

, ¡te puedo tutear?

-Por supuesto.

-Por eso te

comenté

lo de otra persona

más

, como

mínimo

una.

-Ahora mismo facturas tu solo

más

del doble que Las Palmas de Gran Canaria. Creo que no solo puedes contratar

una persona

más

,

sino

además

una secretaria que a la vez haga las funciones de comercial.

-yo

tenía

pensado contratar una persona para la oficina y dedicarme yo a las visitas.

-

Tu manda

, tienes libertad para hacer lo que quieras, la verdad es que

confío

en ti.

-¿

Por cierto, tu amiga que es lo que necesita?

-Pues la verdad ella te

dirá

, pues yo tampoco

muy bien lo que quiere, me pase el tiempo trabajando

jajajja

. La verdad es que

además

de ser preciosa, es una

máquina

.

-

Pues

mejor

, todos somos liberales por lo que veo,

así

no tendremos problemas.

Entramos en el restaurante que era espectacular, compaginando lo

clásico

y lo moderno dentro de un toque de glamur. Nos sentamos y pedimos una botella de

Malvasia

seco Yaiza. De las bodegas

Vega Yuco.

El propietario de La Cocina del

Colacho

,

también

era cliente de

Felipe

. El camarero nos

comentó

que estaba ocupado pero que

más

tarde

pasaría

a saludarnos. Patricia llego al restaurante y se la presente a

Felipe

que

quedó

prendado de sus encantos.

-Pablo me

había

dichos que eras preciosa, pero se

había

quedado muy corto.

-Valla

jajá

otro

adulador

.

  • ¿

Qué

es lo que pasa con tu negocio?

-pues la verdad no sabemos, la

situación

inmobiliaria

no

está

en su mejor momento, pero

tampoco

es

que este tan mal. No

, no nos cuadran las cuentas, por eso he venido desde Las Palmas.

-Si vienes desde Las Palmas, solo te podre aconsejar, es a nuestra

sucursal

allí

a quien corresponde llevar tu cuenta.

-N

o,

este negocio es independiente y, aunque los socios y el capital es el mismo, el negocio es de

Lanzarote

.

Mientras

Felipe

y Patricia

discutían

de sus asuntos, yo marche a dar una vuelta por el restaurante, la verdad es que el sitio era una maravilla.

Volví

a la mesa y el camarero ya traía los primeros platos.

-Me he permitido pedir algo para picar, luego si

queréis

pedimos un segundo.

-Muy bien perfeto, siempre es mejor que pida quien sabe.

La verdad es que la comida estaba espectacular, nos pedimos un café y unas copas y salimos a la

terraza

a tomarlas con la brisita.

-Tengo una casa cerca de faro de punta

pechiguera

. Hay unas preciosas puestas de sol y

así

conocéis

otra parte de la isla.

-Perfecto, por

no hay problema ¿y

patricia?

-Pues la verdad es que no

venía

preparada.

-Podemos comprar algo en el pueblo, pero en casa no nos vera nadie, ¿

cómo

quieras?

-No, por

no hay problema.

Tomamos la copa tranquilamente y ahora

cogí

yo el coche mientras Patricia iba con

Felipe

en el

suyo. La

verdad es que

estábamos

muy cerca y llegamos enseguida., la casa

era

muy grande y

tenía

una piscina casi

olímpica

, con unas preciosas vistas al mar. Una vez dentro,

Felipe

nos

ofreció

unas copas y nos sentamos en la piscina. Desnudaros si

queréis

que vais a sudar como pollos y nos

dejó

unos finos albornoces junto a

las sillas

.

Nos desnudamos y nos colocamos los albornoces, ahí me pude fijar que patricia no

tenía

marcas. Felipe llego con las copas y estuvimos charlando amigablemente hasta que el mismo

Felipe

nos propuso ir al

agua

. Se despojo del

albornoz,

dejando a la vista un tremendo aparato de

más

de 25 cm y con un importante grosor. Ni Patricia ni yo

podíamos

apartar la vista de

semejante

instrumento

.

-Venga todos al agua.

Y saltamos a la piscina cuya

agua

esta

calentita. Felipe

vino a por

y me hizo una aguadilla, la verdad es que no soy muy buen

nadador

. Patricia fue su siguiente

víctima,

pero esta opuso

más

resistencia, por lo que las manos

volaban

por los cuerpos intentando

hundir,

al contrario.

me

acerque para ayudar a Patricia y entre los dos conseguimos

hundir

a Felipe.

Así

estuvimos un buen rato jugando mientras las manos buscaban los cuerpos y los

apéndices

y

hendiduras

de estos. Salimos del agua y nos dirigimos hacia las tumbonas y la mesa, la

erección

de ambos era patente y Patricia agarrando ambas pollas nos preguntó.

-¿

Hummm

esto es por

?

-todo por ti preciosa, todo por ti.

Y

agachándose

en la

hierba

llevo la polla de

Felipe

a su boca, mientras agarraba la

mía

y la pajeaba

dulcemente.

-Estaba deseando comerte la polla desde que te quitaste el albornoz. Tienes una polla preciosa

humm

y me la voy a tragar enterita.

Patricia mamaba con ganas la polla de

Felipe

y yo me fui hacia su coñito para metiendo mi cabeza debajo de sus piernas, recoger con mi boca su

clítoris

y empezar

a acariciarlo

con mi lengua.

-

Hummm

que bien la chupas

hummm

-Da gracias a pablo que me

está

comiendo el coño como los

ángeles

.

Hummmm

Patricia cada vez

metía

un poco

más

de polla en su boca, mientras se refregaba sobre mi cara y mi

lengua

, en busca ya de su orgasmo. Se

sentó

sobre mi cara y s trago la polla de

Felipe

hasta un

poco

más

de la mitad,

mojándome

la cara con sus jugos en prueba de que se

había

corrido.

-

Hummm

follame

, vamos te necesito dentro.

Felipe se

sentó

en la

hierba

, mientras Patricia agarrando la polla con una mano, se la fue metiendo

lentamente.

-

Hummm

como la siento

hummm

me vuelve loca.

Yo me quede mirando la escena

viendo

como lentamente

desaparecía

toda la polla en el coñito, hasta que los huevo pegaron en su culo. Patricia

subía

y bajaba por esa polla

cabalgándola

lentamente.

-

Humm

cabrón

que polla tienes

hummm

me llenas entera

humm

me llega hasta el

útero

hummm

me estas

matando

.

La cabalgada

empezo

a ser cada vez

más

fuerte mientras

patricia

se sujetaba del cuello de

Felipe

y este bombeaba con fuerza desde el suelo del

jardín

.

-

siii

hummm

siii

me voy a correr

hummm

siii

siii

.

Y

sujetándose

al cuello de

Felipe

, Patricia alcanzo una brutal corrida que la tuvo

más

de un minuto temblando sobre las piernas de

Felipe

. Una vez recuperada un poco,

empujé

su espalda hacia delante y untando su culo con

saliva

, fui metiendo mi polla en su culito, muy lentamente hasta el final, patricia

gemía

de gusto y

pedía

más

. Una vez mi polla dentro

Felipe

y yo empezamos a movernos hasta que encontramos el ritmo. Al haber otra polla dentro el agujero del culo se

hacía

aún

más

estrecho,

lo que propiciaba mucho

más

gusto,

tanto a

Felipe

como a

. Nuestros movimientos iban

ascendiendo

en grado

según

la

coordinación

era mayo. Patricia era un mar de gritos, de orgasmos y de jugos.

-cabrones

humm

me vais a matar

humm

, me estáis volviendo loca

hummm

ya no puedo más, e corro otra

veeez

hummm

siiii

dadme más fuerte

hummm

más, más

siii

, así,

siiiiiiii

. No se os ocurra parar,

nooo

, ahora

nooo

,

siiiiiiiii

, así,

siiiiiiiiiiime

salí del culito de Patricia, mientras Felipe aceleraba las embestidas ya buscando su propio orgasmo, Patricia sujeta a su cuello seguía corriendo una y otra vez, hasta que Felipe la levanto en vuelo mientras llenaba su coño con su leche. Estuvieron tumbados un rato hasta que Felipe s

e

salió de ella, tumbándola en la hierba. Me puse entre las piernas d patricia y cogiendo mi polla empecé a pasarla por su coñito, la reciente corrida me lo hacía más fácil. La pasaba la polla por la entrada del coño y golpeaba su clítoris así una y otra vez, hasta que sus jadeos fueron aumentando de ritmo y entonces pues su pierna en mi hombro, aprete su vientre con mi mano y empecé a pasar mi polla a toda velocidad por el canal de coño y su clítoris. Patricia abrió la boca y tomo aire mientras un chorro salía de coño y regaba el pecho y la cara.

-

Hummmmmmmm

siiiiiiiiiiiiiii

Así

termino

corriéndose

mientras empapado en sus jugos me apretaba a ella para

sentir

como temblaba su cuerpo. Nos besamos con

pasión

y luego fue

Felipe

quien la beso.

Agarrados los tres, nos dispusimos a ver la puesta de sol.

Después

de observar una preciosa puesta de sol, nos vestimos y nos despedimos de Felipe.

-Un placer

Felipe

, estaremos en contacto.

-

Sii

yo

también

estaré

en contacto, mi empresa necita mucha ayuda.

-Montamos en el coche y pusimos rumbo al hotel. Comimos en el camino. Paramos en la ola, un precioso restaurante frente al mar en Puerto del Carmen.

-Ha sido una tarde perfecta,

hummm

me

habéis

dejado bien llenita.

-Fue todo un placer.

-Y esa

última

corrida con tu polla

hummm

aún

me late el

clítoris

.

-Aun podemos repetirlo hoy. ¿por cierto, me

parecido

apreciar,

que te gusta el dolor?

-

siii

me gustan unos buenos azotes y que me retuerzas los pezones y llegar a pedir que me folles, que me destroces el coño.

-Entonces te iras con el culo rojo.

-

Hummmm

. ¿ya has

reservado

vuelo?

-No aun no.

-¿

Te lo pido para las dos y volvemos

juntos?.

-Perfecto

así

te hare un dedito en el vuelo.

-

hummm

cabrón

ya estoy chorreando.

Pues

aún

queda mucha

noche,

que mañana no hay que madrugar.

Terminamos la cena y tomamos una copa en la terraza, el sitio era una maravilla. Nos levantamos sobre las once y fuimos directos al hotel.

-Hoy toca en mi

habitación

.

--no hay

ningún

problema, mira

qué

bonita se ha puesto la noche, parece que va

a llover

.

desnudémonos

y salgamos a la terraza.

  • ¿

Estás

loco?

-Por comerte el coño mientras llueve.

Nos desnudamos y salimos a la terraza

.

Tenía razón.

Patricia

estaba totalmente en celo. Bajo la cabeza como con resignación y

salió

a la terraza y se

tumbó

acurrucada en una tumbona, como queriendo taparse de posibles miradas ajenas.

-no te preocupes, nadie nos puede ver! Desinhíbete y disfruta

– Luego

miré

al cielo y

añadí

extendiendo los brazos – si no me equivoco, hoy vas a vivir algo único.

Tumbé

a Patricia en la tumbona y

abrí

sus piernas y sus brazos.

Pasé

mi mano frotando su sexo y me la

volví

a llevar a la boca.

-Relájate y disfruta, preciosa! Ahora te voy a comer el chochito hasta que empiece a llover.

Me

agaché

entre sus piernas y después de estar unos segundos observando su coñito,

empecé

a lamerlo haciéndote gozar con una mamada magistral. tu no acertabas a correrte porque no estabas completamente relajada. No lograbas quitarte de la cabeza la idea de que nos podían ver.

Entonces sucedió. En pocos minutos el cielo se obscureció hasta hacerse casi de un negro total y empezaron a caer gotas de lluvia,

pocas,

pero grandes,

que hacían

que Patricia se estremeciese en un escalofrío cada vez que golpeaban en

su cuerpo

ardiente. No sé si fue porque la escasa luz que había la tranquilizó o porque se sentía protegida por la lluvia de miradas indiscretas, pero

pareció

relajarse y, por fin, mis maravillosas lamidas sobre su sexo empezaron a hacer efecto. Se estaba empezando a correr, sentía el orgasmo cercano. Pero pare en seco.

  • Ya te dije que te lo iba a comer hasta que empezara a llover – la dije con una sonrisa triunfal en la boca.

Patricia estaba con los ojos entreabiertos en un estado entre el orgasmo y la consciencia, un estado en el que, por acto reflejo movía su pelvis, en un intento de alcanzar ese orgasmo que estaba ahí, tan cerca. Me separe de su cuerpo y ella cerro los ojos en un intento d orzar mi

vuelta.

Entonces lo hice. La penetre bruscamente. mi polla estaba dentro de

ella. Patricia

abrió

los ojos y me miro, mientras mi herramienta parecía querer

desgarrarla. Patricia

miro como mi tronco estaba totalmente enterrado en su interior. Pablo sonreía tiernamente. La lluvia nos golpeaba ya sin piedad, haciéndola sentir una serie de placenteros escalofríos que hacían que su orgasmo se acercara aún más. Patricia me agarro de la espalda y me clavo sus uñas, arañándome. En dos embestidas, comenzó su orgasmo, un orgasmo intenso y largo. Fue tan brutal que grito como una loca, coincidiendo su grito con un relámpago de la tormenta, que terminó con el trueno ensordecedor, que ni con su fuerza fue capaz de callar su grito.

Patricia quedo exhausta después de ese prolongado orgasmo y de pronto me levante de encima de Patricia, sin apenas dejarla probar ese dulce éxtasis... Patricia no quería que me

fuera, me

necesitaba encima suyo... quería que la follase una y otra vez... sin embargo, quería hacerla rabiar... su coñito ardía

y deseaba

seguir teniendo esa cosa tan dura dentro de ella, tanto, tanto, que no le importaba nada más....

  • Vuelve, por favor... métemela otra vez... – me suplicaba.

Patricia

estaba echada en la tumbona y Pablo permanecía de pie sonriendo y con esa polla balanceándose una y otra vez tan cerca de Patricia

que no podía evitar seguirla hipnotizada, seguía erecta, dura, imponente... Luego le hice una seña con mi mano la

invité

a levantarse de la tumbona extendiendo mi mano:

  • Ven, te vas calar por fuera tanto como por dentro...

Me dio la mano y los dos desnudos corrimos bajo la lluvia que caía con fuerza en aquella enorme terraza. la lleve hasta su habitación, la coloque frente a la cama y me coloque

detrás

de ella, muy pegado a ella,

su piel mojada se pegaba a mi piel.

  • ¿Qué te ha parecido? – la preguntó.

  • Ha sido genial… -

respondió

.

  • Pues eso solo es el principio...

Dándola

un mordisco en

su

cuello,

acerqué

mis manos a sus pechos y

apreté

sus pezones, mientras mi polla se apretaba a su culo. Encima de la cama

había

un pañuelo de seda, lo

cogí

y

até

sus manos con

él

.

Quería

que me pidiese ser

follada,

que lo rogase.

  • ¿Te aprieta? - le pregunte.

  • No... pero.... ¿

qué

haces?...

  • No te preocupes, no te haré daño...

La coloque de rodillas frente a mi polla, patricia

quería

meterla

en la boca y yo la sujetaba del pelo sin

dejársela

tocar. Patricia

movía

con rabia la cabeza intentando engullir mi polla y la sujetaba, en una de sus intentonas,

solté

su pelo y mi polla entro hasta su garganta, lo que la produjo una arcada y el juntar sus manos a mis piernas para poder separarse de

. Busco el aire y

tosió

babeando, mi polla

había

atravesado

su garganta y casi se ahoga.

  • ¿

te gusta?

-

siii

la quiero en mi boca,

dámela

.

Acercaba mi polla a sus mejillas y patricia

intentaba

tocarla con su lengua o con su boca.

Acerque mi polla

a su

frente y fui soltando su pelo para que pudiese comerse mis huevos completamente depilados. Primero me chupaba el uno y luego el otro intentando llegar a mi polla. No la deje y me separe de ella

otro

poco.

La

miré

con una sonrisa

pícara

en mi boca y fui acercando mi polla de nuevo hasta boca, muy lento, muy despacio. Con una mano sujetaba su pelo y con la otra mi polla con la que golpeaba sus labios mientras ella

abría

la boca

todo

lo que `

podía

intentando llegar a mi polla.

Solté

su pelo de nuevo y mi polla

volvió

a entrar hasta sui garganta, pero esta vez no la saco, se

quedó

chupándola

de tal manera que sus chupadas se escuchaban en toda la

habitación

. La chupada me estaba volviendo loco, Patria chupaba mi polla con gran

devoción

y un

ligero

escalofrió

recorría

mi espalda. Tuve que sacarla de su boca o me

correría

.

-

nooooo

, grito P

atricia,

al separarla de su juguete, las manos atadas no la

permitían

agarrar mi

polla,

pero lanzaba su cabeza en busca de mi instrumento.

Dejándola

de rodillas busque por la

habitación

y otro pañuelo de seda me

sirvió

para tapar sus ojos.

Patricia estaba

desesperada,

ahora no

veía

y con las manos atadas se

sentía

indefensa.

-

No te preocupes, lo vas a disfruta.

Mientras buscaba por la

habitación

había

llamado al servicio de habitaciones pidiendo un spray de nata.

Una

camarera

me lo

ofreció

y la

convencí

para que pasase. (Los

billetes

morados hacen maravillas).

Me

rocié

la polla con la nata y la fui pasando por la cara de Patricia que

recogía

con su lengua cuanto

podía

, yo la ayudaba lamiendo su cara hasta llegar a su boca y

besarla

con

pasión

. Se no taba en los besos su calentura. La camarera s fue

desnudando

y

mirándonos

con

pasión

, se

relamía

y juntaba sus piernas.

-

hummm

tenías

hambre

ehhhhh

. Ahora me toca a

.

La tumbe en la cama y ate sus pies al somier dejando sus piernas bien abiertas.

Rocié

el coñito de Patricia con la nata e hice una seña

a la

camarera, para que se pusiese de rodillas frente a ella y empezase a comer su coño. Patricia

pareció

darse cuenta del cambio, pues muy suave comento.

-

Hummm

has cambiado la forma de comerme el coñito.

Subí

mis manos a sus pechos mientras la camarera

seguía

comiendo el chochito y aprete fuerte sus pezones, su pelvis

subía

y bajaba buscando su orgasmo que ya estaba

próximo

.

Bajé

mis manos hasta su coñito y

metí

, uno,

dos,

tres dedos y con mucha fuerza los

metí

y

los saque

del coño, cuando ya estaba

a punto

de tener el orgasmo, los saque.

-

cabroooonnnnn

Introduje mi dedo gordo en el coño de patricia y el anular

aprovechando

sus fluidos en su

coño mientras

la camarera no dejaba de succiona su coñito y ahora si sin

compasión

los frote hasta que un fuerte orgasmo hizo que patricia

temblase,

pero mis dedos no pararon y la lengua de la camarera tampoco. El orgasmo

había

sido muy

intenso

, pero la

continuación

sin pausa, casi hacen que Patricia se desmaye.

La camarera

subió

por su cuerpo hasta su boca y

poniéndose

encima de ella

empezó

a besarla, mientras yo follaba su coñito, lo que

transmitía

a patricia mis movimientos.

  • ¿

qué

haces

cabrón

, esa polla es

mía

?

-Pídela

,

pídela.

-

Dámela

por favor,

follame

, por favor.

La camarera se

quitó

de encima de Patricia y yo me coloque sobre su sexo entrando una sola vez y

fallándola

salvajemente, hasta hacer que su cabeza chocase contra el cabecero. Mis envestidas eran

brutales

y

Patricia

ya

había

perdido la cuenta de sus

orgasmos

. Ya no

podía

más

y tensando mi espalda me

corrí

encima de ella llenando su coñito con mi leche.

Tumbé

a la camarera y

empecé

a comerla el coñito, estaba muy caliente y su coño estaba inundado,

metí

un dedo en forma de gancho en su coñito y lo fui meneando lentamente. Patricia una vez

recuperada,

puso su coño en la boca de la camarera, que lo lamia con ansia mientras

recibía

mi lamida y mis dedos.

Sujeto las piernas de patricia y

empezó

a correrse, formando un charquito en la alfombra. Patricia restregaba su coño por la boca de la camarera mientras se

corría

otra

vez,

esta vez sobre su cara, la que lleno con su flujo y con mi corrida.

Nos duchamos, la camarera se

marchó

y

nosotros

nos tumbamos en la cama.

-

Cabrón,

me lo has hecho ganar

ehhh

, pero ha sido una pasada.

Amaneció

un viernes nublado y nos

dirigimos

al aeropuerto para volver a Las Palmas.

El

avión

salió

puntual y solo nos separaban tres cuartos de hora del aeropuerto de Gran Canaria.

Echamos

una mantita por encima de nuestros cuerpos y cerramos los ojos. Mi mano busco el coñito de patricia subiendo lentamente por su pierna y descubriendo que no llevaba nada debajo. Mi mano acaricio su sexo una y otra vez,

haciendo

que de este empezasen a salir gotitas de flujo que resbalaban por las piernas de Patricia que buscaba con ansia que mis dedos la penetrasen. Acercando su boca a mi

oído

me dijo:

-Vamos

cabrón,

acaba lo que has empezado.

-

Chuuuss

tranquila gatita, sigue

ronroneando

y

tendrás

tu premio.

Mis dedos

recogían

el flujo y lo pasaban por su

clítoris

, hasta que se pararon en

él

, haciendo

círculos

y buscando su

placer

.

Patricia

se

retorcía

en el asiento y

gemía

ya sin control. Mi boca

tuvo

que cerrar la suya para acallar los gritos, mientras mis dedos

aceleraban

el

ritmo

en su

clítoris

. Patricia se estiro en el asiento apretando mi mano contra su coño y gimiendo en mi boca, mientras un orgasmo

recorría

su cuerpo. Uno de mis dedos entro en su coño, mientras otro y gracias a

sus

propios flujos se

adentraba

en su culito y ambos empezaron a entrar y salir de sus orificios, casi con una lentitud desesperante.

Patricia

se

retorcía

en el asiento mientras cogiendo mi mano la daba

más

ritmo, se estaba follando muy duro con mi mano.

Subió

su mano a mi nuca y apretando muy fuerte tenso su cuerpo y se

corrió

esta vez lanzando un chorro que rego la parte baja del asiento y calo toda su falda.

-

hummm

y ¿ahora como salgo yo de

aquí?.

-Tienes muchas

opciones

y todas muy excitantes. ¿

tu

veras

?.

Valorando

sus

posibilidades,

cogió

la maleta y se

dirigió

al baño a cambiarse. Evidentemente para esto

tenía

que recorrer todo

el

avión

, pero con mi jersey en la cintura, daba menos el cante.

Volvió

con unos vaqueros que

parecían

pegados y m

e

devolvió

el jersey.

-Esta

empapada cerda.

-Ya ves que pena. Se me

está

metiendo el

pantalón

en el coño y tengo el

clítoris

al rojo vivo.

-Que

bien,

luego damos un paseo.

-No te lo crees ni tu.

Una vez llegados al aeropuerto nos dimos un beso y cogimos

dos taxis

que nos

acercarían

a nuestros destinos.