Día 2 - Continuación

De cómo terminó ese día, y Luz prendida a la joda

Dia 2 - Continuación

En mi relato anterior les conté como fue el primer día y la mañana del día siguiente en el hotel. Todo lo que había pasado con Maxi, y no pensaba parar. Estaba descubriendo un mundo nuevo.

Me daba cuenta, en los pocos momentos que podía razonar, que estaba fuera de mí y que no iba a tener el mínimo cuidado sobre mi exposición. Pero debía tenerlo o por lo menos intentarlo. Una cosa era que yo me sintiera una trola y quisiera serlo y otra que todo el mundo lo viera.

En un par de días había tenido un cambio muy grande hasta en la manera de vestir. Buscaba usar prendas ajustadas, o minis cortas o estar sin corpiño, mostrando las tetas y los pezones, y me había propuesto no usar tanga en algún momento.

Pero sigamos con el relato.

Eran poco más de las 11 de la mañana y estábamos sentados en el balcón, desayunando y conversando, cuando vi que se le asomó la pija por debajo del short, le apoyé mi mano en la rodilla haciéndome la distraída y la fui deslizando a la entrepierna y se la agarré, me agaché y se la empecé a chupar. El me sacó la remerita que me había puesto, dejándome en tetas y se sacó la malla para estar más comodo. Se la estuve chupando un buen rato mientras él tomaba café. Dicho así parece que fue algo mecánico, en realidad estaba adorando esa pija, le pasaba la lengua desde la base del tronco hasta la cabeza, le chupaba los huevos (estaba totalmente depilado), me los metía en la boca y los succionaba. Luego volvía a atender la cabeza que ya estaba a punto, me la metía bien hasta el fondo, la mordía. Pero todos mis movimientos eran lentos, como queriendo eternizar todo. Me la ponía en mi nariz y aspiraba su olor, y hasta tuve la fantasía de que me acabe directamente en los orificios nasales y me los llene de leche

“Vamos a la cama, tengo la concha que es un fuego”. Dije, nunca había hablado así, no tenía frenos.

Nos acostamos, se puso arriba mío y me empezó a penetrar metiéndola hasta el fondo, sentía algo en la zona del vientre pero no era dolor, y también espasmos. Empezó a moverse muy lento, sacando su miembro de adentro mío totalmente y cuando lo hizo también sentí mucho placer. Le miro la verga y estaba de un color rojo, y brillaba por estar cubierta de flujos. La vi enorme. La vuelve a colocar a la entrada de mi cueva y repite todo nuevamente. Asi lo hizo 4 o 5 veces. Luego me empezó a dar bomba, sentía sus bolas golpearme el culo. Me la metía hasta el fondo en cada movimiento. Yo gemía como una loca, pero trataba de no gritar.

A ese momento creo que ya había acabado más de una vez.

Estuvimos un buen rato así y noté que se empezó a poner tenso y entrecerraba los ojos. De golpe sacó la pija de adentro mío, vino hacia mi cara, la acercó y vi que empezaba a asomar algo blancuzco de su orificio, me dijo “abri la boca, saca la lengua”. Obedecí y un chorro me bañó la cara, luego otro, y otro, y otro, no sé cuantos, pero sentía leche por toda mi cara, mi boca y mis ojos, mi cabello también. El seguía emitiendo sonidos como si gruñera. La leche bajaba a mi cuello. Me acercó la pija a la boca y me dijo “limpiala toda”. La empecé a lamer y chupar toda, buscando cualquier gota de semen que hubiera quedado. La dejé reluciente.

Cuando me iba a lavar me dijo “espera, no te laves todavia”, nos acercamos al balcón para tener mejor luz y me empezó a sacar fotos con su teléfono.

Mucho no me gustó la idea, porque no sabía donde podían terminar. Pero por otro lado sacarme fotos con la cara llena de leche me excitaba. Le pregunté que para qué las quería, y me dijo que le gustaba ese recuerdo, que no las iba a ver nadie,....como me equivoqué. Me sacó varias fotos, algunas sonriendo y mostrando la leche, otras con la pija en la boca. El ojo izquierdo totalmente cubierto de leche también fue blanco de sus fotos.

Después me di otra ducha, en realidad los dos juntos, después nos pusimos mallas y salimos para la playa. Ocupamos dos reposeras un poco a la sombra de unos árboles y descansamos un rato. Creo que también dormitamos. Yo estaba cansada, pero me sentía tan bien. Me dijo “voy a buscar algo de tomar, que te traigo?”. “Una gaseosa light”, le digo. Vuelve al ratito con dos vasos, se sentó junto a mí y apoyó los vasos en una mesita. Se frotó las manos y como si fuera lo más natural del mundo metió una de ellas por debajo de la tanga yendo directo a mi concha.

-que haces?- le dije riéndome

-quiero que alguien vea como te meto mano.

-te gusta que miren?, espera que me doy vuelta y me pones crema, pero tene cuidado.

Me puse boca abajo y le di un pomo con con bronceador, dejó caer unas gotas en la espalda y lo empezó a repartir con sus manos, luego bajando a la cola, la que masajeó bastante, sus manos subían y bajaban contorneando de a una pierna por vez, y cuando llegaban a la cola, una de ellas se metía en la raja del culo. Yo, súper relajada, abría bien las piernas.

Empezamos a conversar de lo acontecido,

-¿como la pasaste?, ¿como la estás pasando?- me preguntó.

-mira - le dije - no tengo palabras para describir lo que me hiciste sentir, había tenido sexo con dos chicos, pero eso ya no existe, hasta me da vergüenza decirlo. Creo que cogí con ellos para no pasar por boluda y para saber como era, pero me doy cuenta que me hizo mal haberlo hecho. Con vos es increíble.

-a mi también me encantó todo, la pasé y la paso muy bien con vos. Y con respecto a coger, la verdad que lo haces muy bien. - me dijo.

-es que lo que me faltó con esos chicos, lo reemplacé viendo porno, y veo mucho, jaja.

-¿si?, yo pensaba que nosotros, los hombres, consumíamos porno.

-no amor, las mujeres estamos a la par de ustedes, mira, por ejemplo.

Y sacando mi celular del bolso, lo desbloqueo y busco mi grupo de amigas íntimas, le muestro algunos videos que subimos, todos tríos, y se empieza a reír. En realidad también lo hice para que vea hasta donde puedo llegar.

-jaja, pero qué petardas son, jaja.

Así continuamos un rato hablando de nuestro pasado. Me contó de su trabajo de coordinador. Anécdotas a montones. Que los eligen de acuerdo a su cara y fisico, y después los hacen interactuar con mujeres contratadas a ese efecto, y que si no tienen buena charla los descartan.

Que las pendejas se les regalan, y que los padres no tienen idea de lo que son.

Pero también me dice que hay un capítulo aparte y son las madres acompañantes, que ellos hacen una separación de acuerdo a como son, si se cuidan, si son lindas, o no. Y las primeras, en un 100% van a coger.

-ya hay dos que invitaron a dos de nosotros a tomar un trago después de ir a la disco.- me dijo.

-¿quiénes son?- le pregunté.

-no te voy a decir, por lo menos, no todavía- y agregó-tratamos de ser reservados.

-¿a vos te invitaron?- le pregunté.

-no, a mi todavía no, pero lo van a hacer. Además acá se juntan grupos de otros lugares de Buenos Aires, y muchas de esas “señoras” nos piden que les hagamos la mano con chicos de otros grupos por su seguridad, y muchas también nos piden que vayamos más de uno.

-está bien, pero decime por lo menos si las que están con nosotros son de las que están lindas.

-las que vinieron con ustedes van a coger todas. Y ya dijeron que no quieren perder el tiempo.

-la verdad que a mi edad me sorprende esto que me contás- le dije. - es muy arriesgado- y antes que me responda le pregunté - ¿y si te invitan, vas a ir?.

-.por qué me haces esas preguntas, que querés que te diga?

-perdóname, jaja, me puse celosa. Es que te quiero sólo para mí.

-vos me vas a tener todo el tiempo.

-anda, mentiroso- le dije en chiste.-pero por ahora seguí poniéndome crema y amasame la cola.

-a tus órdenes.

Puso un poco más de crema en mis glúteos y lo distribuyó en toda la zona, se le escaparon algunos dedos que se colaron más allá de lo permitido, aunque a él le había dicho que me haga lo que quiera. Esos masajes y sentir sus dedos pasar por mi ano y mi concha me pusieron caliente de nuevo. Además veía, con la poca conciencia que me quedaba, como miraban y hablaban algunos espectadores que se hacían los desentendidos.

Levantándome de la reposera, con un poco de dificultad, lo tomé de la mano y le dije: -vamos-.

-¿adonde?

Lo miré a los ojos y le dije “a coger”.

Fuimos al cuarto y nos matamos de nuevo. Me di cuenta que estaba totalmente desihibida cuando le dí la tarjeta de mi puerta para que la abra, poniéndome detrás de él y sacándole la pija del short lo empecé a pajear.

-soy reputa- le dije riendo.

-no, todavía no es para tanto, pero vas bien.

-me gusta todo esto, me gusta coger, me encanta chuparte y calentarte. Me gusta ser tu puta.

Cuando terminamos, nueva ducha de por medio, me dijo

-ahora vamos a ir preparándonos porque está por llegar el grupo, cambiate, en un rato vamos a cenar. Después iremos a bailar a la disco.

-si - contesté.

Cuando llegó el grupo, yo todavia me estaba terminando de arreglar. Se oían algunos gritos y palabras tontas, típico de nosotros. Los pasos en las escaleras y entró Luz a la habitación. Me miró y preguntó “¿y, como te fue?”.

-que? - le contesto.

-dale Lau, no te hagas la boluda, todos sabían que te quedaste para transarlo a Maxi. ¿Te lo garchaste?

La miré a los ojos pensando sostener mi mentira, pero sabía que no iba a durar, ella estaba convencida.

-si, pero por favor no le digas a nadie. No quiero que se corra la bola.

-¿y que te calienta?, ya estamos en el último año y en unos meses se terminan las clases y esto queda en el olvido. Viene pasando todos los años y va a seguir pasando.

Pero contame algo. Qué tal te cogió?

-fue increíble, tampoco quiero hablar mucho porque me da cosa, pero la verdad que va a ser inolvidable.

-eehhh!!, para tanto?, qué tenía, un juguete importante?

-si, bastante importante- le digo.

-pero como es?, 18, 20?

Junto los dos puños y le digo - a esto sumale 4 o 5 centímetros. Y no me cierra la mano por lo gruesa.

Se me queda mirando con la boca abierta y su sonrisa empieza a desdibujarse.

-Me lo vas a prestar?, en serio te digo- me dice.

-y Diego, que pasa?- le pregunto.

-el no tiene por qué enterarse. Aparte me cansó un poco. Le dije que necesito aire.

-boluda, se va a enterar de cualquier manera.(debo confesar que sentía un poco de celos).

-Lau, te entiendo que no lo quieras compartir, pero pensas que sólo va a coger con vos?. Soy tu amiga, dale, o preferís que coja con otra?.

-dejame que le vaya hablando y te digo.- le dije así para terminarla ahí.

Luz se fue a duchar y yo salí hacia un patio cercano a la recepción, allí se reunían la mayoría de los huéspedes para tomar algo y escuchar música hasta que el restaurante abría sus puertas para servir la cena. Era la única del grupo que se había hecho presente hasta el momento, ya que casi todos estarían arreglándose para el evento.

Me acerqué a la barra donde estaban los tragos ya servidos y tomé uno que parecía daiquiri de frutilla, le pregunto al mozo y me lo confirma, busco un lugar para sentarme un poco aislada del tumulto de personas que iban y venían. En eso veo llegar a Eli y Cris, madres de Anita y Franchu respectivamente, y se dirigen a la misma barra de la que tomé mi vaso. Se ponen a hablar animadamente con el barman, y se reían los tres. Tanto Eli como Cris estaban muy bien vestidas, aunque algo provocadoras, me pareció. Si bien tenían muy buenos físicos producto de horas de gym, creí que no era necesario ofrecer la visión de esos escotes, que obviamente impedían usar corpiño, y mostraban mucho de sus pechos, especialmente cuando se agachaban. En dos oportunidades, a Eli se le vieron los pezones sin dificultad, y se agachaba demasiado seguido, como haciendo reverencias a no se que o quien.

Me llega un mensaje de Maxi que me preguntaba donde estaba.

“En la recepción “, le contesto.

Y me llega otro que me dice que estaban reuniéndose todos en el restaurante de playa.

“Ya voy para allá”, le envié.

Cuando corté, busqué a las mamás y las vi conversando con dos hombres y tomando sendos tragos. Ellos parecían huéspedes también, así que opté por quedarme unos minutos para ver qué hacían. No sé de qué hablaban, pero los tipos gesticulaban ampulosamente y ellas se reían, Eli cada vez que se reía se agachaba y se le desacomodaban las tetas, realmente me divertía ese juego, y en algunos ademanes que hizo para acomodarse el vestido dejó al descubierto esos pezones. De repente uno de los hombres le saca el vaso a Eli, pero agarrando su antebrazo, y después le frota la mano con las suyas. Veo que el hombre vuelve a la barra, le dice algo al cantinero, que le da dos vasos llenos de jugo y los lleva de vuelta, le da uno a Eli y el otro a Cristina, ellas lo prueban y hacen un movimiento de cabeza como afirmando, y Cris mueve su mano como apantallandose.

Volvieron las risas, me pareció, y al ratito uno de los hombres les dijo algo y los vi irse para la zona de el teatro.

Ya ahí me levanté y me fui a encontrarme con mis compañeros y el resto.

En el restaurante, me encuentro que Esteban, el Jefe de los coordinadores, que tendría poco menos de 30 años y también estaba rebueno, aunque un poco grande para mí y varias que opinaban igual, le estaba hablando al grupo acerca de los horarios de comida, teatro y disco. Que debíamos respetarlos porque sino se ocuparían los lugares y quedaríamos desencontrados. Así con eso y más recomendaciones que fue dando, intercalando algunos comentarios graciosos, entramos al lugar y buscamos ubicaciones. Ahí me empecé a dar cuenta que mi situación era conocida por varias compañeras, algunas quisieron sentarse en nuestra mesa para chusmear, otras miraban y se reían. Las miradas iban y venían, teniendo como destinatarios a mi persona y a Maxi.

En eso veo que los coordinadores se levantan y empiezan a deambular por las mesas, conversando con todos, tratando de reagrupar algunas para poder sentarse ellos también y compartir el momento. Los padres hicieron lo mismo, menos Eli y Cristina que nunca aparecieron. La cena transcurrió en un ambiente de charlas que cruzaban las mesas, risas y cargadas. En más de una oportunidad me sentí observada por mis compañeros, sobre todo cuando me levantaba a servirme los platos que ofrecían en el buffet. Me llamó la atención el “todo bien, Laura?” de Lucas, otro de los coordinadores. Es que ese comentario vino acompañado de un guiño de ojos y una leve sonrisa.

-si, todo bien, Lucas.- le respondí.

Ya eran más de las 19:30 hs. cuando gran parte de mis compañeros estaban afuera, algunos, unos cuantos, estaban fumando cigarrillos que habían comprado en el free-shop y haciendo comparaciones de marcas y no sé qué más. Al ratito vino Esteban, rodeado de sus legionarios, y emprendimos el camino al teatro. Íbamos conversando, formando algunos grupos en la caminata, y yo mirando a Maxi, que mucha atención no me dedicó en todo este tiempo.

Llegamos al teatro, buscamos unas bebidas y nos ubicamos en mesas algunos y en butacas otros. Ese día tocaba dar una función de magia que resultó aburrida. A los 15 minutos nos levantamos con el pretexto que Luz se había manchado el vestido.

En el camino Luz me volvió a sacar el tema de Maxi. Que quiere acostarse con él y que nadie tiene que enterarse “llamalo y decile que venga”.

-vos estás en pedo, Luz?, o las ganas de coger no te dejan ver?- le dije.

-por qué?, que dije de malo?- respondió .

-si le digo a Maxi que venga, en el caso que quiera hacerlo, se va a armar kilombo con los del grupo, no creo que se quiera arriesgar. Van a estar todos mirando quiénes están y quiénes no. Por qué no lo atacas en la disco?.-le dije.

Se queda pensando y me dice “si, no es mala idea. Lau, vos no te enojas, no?.”

-mira amiga, la verdad que mucho no me va, pero como me dijiste, si no sos vos va a ser otra. Es la elección de él.

Llegamos a la habitación y nos empezamos a cambiar, yo no tanto, pero ella quería verse mejor, eligió un vestido strapless negro, estampado, con volados. Se lo pone y gira como la mujer maravilla mostrando todo, hasta el ombligo. “Estás bárbara”, le dije, y era verdad, luz era muy bonita, rubia, de rasgos nórdicos y un lomazo. Siempre tuvo arrastre. Ese vestido marcaba bien sus atributos, pechos y cola. Si no se daba con Maxi, seguro iba a ser otro. “Y quien más te gusta, aparte de Maxi?”, pregunté. “Mira”, me dice, “con Diego está todo mal, ya no la paso bien, me parece un pelotudo,..., en realidad todos los chicos de mi edad me parecen pelotudos, ya no siento nada o nunca lo sentí, y hoy cuando llegué y te vi, destilabas placer, tu cara lo decía todo; bueno quiero que me cojan así, y puede ser cualquiera, me gustan todos. Se que no va a pasar de ahi y tampoco lo quiero, solamente quiero sentir.”

-si, Luz, te entiendo. Ahora cuando volvamos quiero ver qué onda. Maxi mucha bola no me dió, y te digo más, creo que se va a transar a alguna de las viejas el guacho.

-me estás jodiendo- me dice, abriendo los ojos.

-no, no te estoy jodiendo, me lo insinuó, y a Eli y a Cristina las vi irse con dos tipos y están desaparecidas desde hace rato.

-me jodes, estás segura?

-si, boluda, las vi irse de la recepción a eso de las 18 hs, o un poco más y nadie dice ni sabe nada. Igual es un comentario, por mí que se diviertan, mientras no me jodan.

-si, tenés razón, pero qué par de putas.

-y nosotras, Luz?, estamos desesperadas por una pija. Yo estuve cogiendo todo el día con alguien que ni conozco, casi, y quiero seguir, y vos me pedis que hable para que te empome cualquiera- le dije sonriéndome.

-si Lauri, tenés razón, jaja. ¿Vamos?.

-dale, vamos.

Agarramos las tarjetas de la puerta y salimos para la disco.

Cuando estábamos a medio camino me llega un mensaje de Maxi preguntándome donde estaba.

-Estoy con Luz, saliendo de la habitación -, le digo.

-yo estoy con Lucas, se está cambiando y me pidió que lo aguante. Te animas a venir para aca?- me preguntó Maxi.

-te dije que estoy con Luz, Maxi.

-y tiene problema en venir?

La miro a Luz, y parecía que me estaba rogando, como si supiera de qué estabamos hablando.

-vamos para ahí!!.-le dije, y agregué- esperanos cerca porque mucho no conozco, no sé bien donde es.

-si, ahi salgo.

Pasamos unos jacuzzi enormes que estaban con algo de gente, en su mayoría norteamericanos, y vi que Maxi venía hacia nosotras.

-hola, como estan!- nos dice.

-bien Maxi-le digo yo.

-vengan que les muestro donde estamos.

Subimos al 3° piso y golpea antes de abrir la puerta. “Estás presentable?”, pregunta.

“Ya salgo”, se oye desde el baño.

La habitación era igual a la nuestra, con algunos colores diferentes, pero nada más. “Que toman?”, pregunta Maxi.

Yo me lo quería comer ahi mismo, le iba a decir que no queríamos nada, pero me salió que yo tomaba lo que quiera él.

Luz dijo lo mismo.

“Está mal si abro un champucito?”, dijo. Yo lo miro balanceándome, y me muerdo el labio inferior, “no, dale”. Luz me miró aprobando mi respuesta. Sirve dos copas diciendo, “vamos a tener que compartirlas”, no hay más que dos.

Sale Lucas del baño, llevaba puesto un pantalón de tela liviano, y saca del placard que estaba enfrente del baño una camisa estampada con flores. Se la termina de abrochar ya con nosotros. “Epa, que estamos festejando?”, dice.

-por nosotros...- dice Maxi.

-por nosotros decimos los demás.

Maxi bebió un sorbo y me dió su copa, Luz titubeó pero hizo lo mismo con Lucas. La vi regalada en ese momento, y me gustó la situación. Por lo que miré a Maxi y le pregunté que haciamos. “Si, vayan bajando que me termino de arreglar y los alcanzamos”, dijo él.

-perfecto- dijo Lucas, tomando a Luz de la mano y salieron por la puerta.

-estos se vuelven antes de llegar- dijo Maxi mirándome. -tu amiguita está muy caliente.

Antes de 5 minutos se abrió la puerta y entraron Luz y lucas, ni nos miraron casi, agarraron la copa y se fueron al balcón.

-Podes apagar algunas luces?, le dije.

Apagó todas menos la de entrada y una que estaba en la estantería que dividía el sector de las camas y una especie de estar con un sofá pegado a la pared y un sillón, también había una mesa ratona. Nos sentamos en el sofá y podíamos ver, a través de la cortina, las siluetas de ellos. Maxi me pasa la mano por el cuello y me acerca su boca, nos empezamos a besar y a tocar todo. Pero estábamos muy pendientes de lo que pasaba en el balcón. Al ratito veo que se levanta Luz de su sillón y se sienta arriba de Lucas como montándolo.

No podíamos ver muy bien, un poco porque no había mucha luz y otro poco por la cortina. Pero hubiera apostado que Luz ya estaba con el vestido por la cintura. Maxi, que también estaba recaliente mirando el espectáculo, me hace acostar apoyándome en sus piernas frente a él, que estaba sentado. Nos besábamos de una manera pornográfica, nuestras lenguas no dejaban lugar sin explorar. Me abre el pantalón y me mete la mano por dentro tocándome toda la concha, que ya estaba muy mojada, me mete los dedos y emito un gemido, al mismo tiempo escucho a Luz hacer lo mismo, Maxi saca la mano, me mira y se chupa los dedos mojados con mis jugos, vuelve a meter la mano pero esta vez va para arriba, llegando a mis pezones, a mi teta izquierda, que le quedaba más accesible. Me desabrocha la camisa y las empieza a chupar, yo me incorporo apenas para ponerle en la boca mi pezón derecho, mientras su mano jugaba dentro de mi sexo nuevamente. En eso me dice “mira a tu amiga”; giro mi cabeza y veo la silueta de Luz arrodillada entre las piernas de Lucas, que estaba sentado. “Quiero ver esto”, le digo a Maxi; me levanto y muy despacio me acerco a la puerta que da al balcón y veo a Luz que le estaba chupando la verga a Lucas. Él me mira con los ojos entrecerrados y apenas hace una mueca con la boca, acariciando la cabeza de Luz. También ella sintió mi presencia y puso su mejor cara de puta sin dejar de chupar. Viene Maxi por detrás y mete su mano por mi culo llegando a mi vagina, yo me arqueo un poco para que pueda llegar mejor y mete dos dedos adentro. Respiraba y jadeaba fuerte ya. Me excitaba ver a Luz comiéndose esa pija en directo con sus pechos al aire. La pija de Lucas era muy grande también y me daban ganas de comerla junto con la lengua de mi amiga. Maxi se dió cuenta que no iba a aguantar mucho más por lo que me sacó los pantalones, la tanga, y comenzó a apoyar la cabeza de su pija en la entrada de mi concha, yo ya estaba gimiendo despacio, me doy vuelta y le digo “metela toda de una”. Luz le había babeado toda la pija a Lucas, pero me pareció que tenía autocontrol. Siento que me empieza a penetrar, pasa su cabeza y siguió lento hasta adentro, hasta que su pelvis dió con mis nalgas. Exhalé un suspiro y me empezó a garchar con ritmo lento.

Yo esperaba o ansiaba coger en ese viaje, pero esto superaba todo. Veo que Lucas le dice a Luz “vamos adentro”, ella obediente pasa por delante mío mirándome y cuando pasa Lucas me besa en la boca metiéndome toda su lengua, la que le chupo. Maxi me estuvo cogiendo un poco en esa posición para después también llevarme a la cama. Luz estaba sentada arriba de Lucas, cabalgándolo. Estaba gozando como una condenadada. “Sacate el vestido que lo vas a hacer mierda”, le digo. Ella se cruza de brazos, lo toma por la parte superior y se lo saca completamente, arrojándolo a un costado. Me coloco con la cabeza en los pies de la cama y abro totalmente las piernas, así Maxi podía elegir qué hacer, pero yo estaba mirando a Lucas y Luz, podía ver perfectamente como le entraba toda esa verga en la argolla llena de su flujo vaginal. Lucas también estaba dotado de una buena herramienta y parecía que la usaba muy bien, ya que Luz emitía toda clase de ruidos, frases inconexas y gemidos con su garganta. Maxi ya me estaba chupando cuando veo que Lucas me estaba mirando a los ojos, “te gusta?, mirá que hay para vos también, si mi amigo no tiene problemas”, me dice. Juro que no se me había cruzado la idea de estar con él, pero me quedé muda, lo miré nada más. “Qué belleza de putas”, le dice a Maxi, quien levanta la cabeza y le sonríe. Ahi Lucas le saca la pija, se para y le pide que se apoye toda boca abajo pero que levante bien el culo. Era mucho más zafado que Maxi. Se agarra la pija por la base, mostrándomela y pasa muy cerca de mi cara, le apoya la cabeza en la concha a Luz y se la mete sin vacilaciones, lo que provocó que gritara. Todo esto estaba en un primer plano, yo estaba recaliente y tenía una laguna abajo, no sé cuantas veces había acabado. La empezó a bombear a un ritmo sostenido, pero lo que me excitaba era ver que la pija entraba y salía en su totalidad. Mientras se la garchaba me miró varias veces. En un momento se la saca toda y acerca la pija a mi boca..., sólo atiné a abrirla, me metí toda la cabeza adentro y la chupé, le pasé la lengua y tragué. Se la volvió a meter y volvió a hacer lo mismo, solo que esta vez la chupé más todavía. Maxi me empezó a coger. El ambiente era como irreal. Luz que estaba como dormida con el culo para arriba dejándose hacer de todo. Empiezan a acelerar sus ritmos y Lucas cuando está por acabar la saca y viene hacia mí, yo abro la boca y siento que empieza a descargar su leche adentro, la sentía bastante espesa. Maxi también la sacó y vino gateando hacia mi cabeza y se empezó a pajear hasta que también acabó, llenándome la boca. Me la quería tragar pero era mucho, me parecía, cerré la boca y tragué un poco, sentía como que algo quedaba en mi garganta, así que tragué un poco mas, y después terminé lo que quedaba. Me quedé unos segundos acostada y cuando me iba a reprochar lo que había hecho sacudí la cabeza como sacando esos cuestionamientos de mi mente. Porque en el fondo, o ya no tan en el fondo, me estaba gustando mucho todo eso, el descubrirme, el descubrir al hombre, o mejor dicho, al macho, saber qué le gustaba, como debía mirarlo, cómo debía tocarlo, chuparlo, cogerlo, y todo lo que hacía falta para volverlo loco. Cuando me incorporo un poco la veo a Luz chupándole la pija a Maxi, dejandola toda limpia, y luego a Lucas. Después ellos se sentaron en la cama y mi amiga los siguió chupando, se las tragaba todas enteras y sus bolas también. Creo que ella no había hablado nada o casi nada, pero abrió la boca y les dijo, “la próxima, yo quiero ser la 1 de la fiesta”.

-Si bombón, te lo prometo- le dijo Lucas.

-no se ofendan, chicas, por favor no tomen a mal lo que voy a decir, pero puede venir alguien más la próxima?- dijo Maxi.

Nos miramos con Luz y como que no decíamos nada, los mirábamos a ellos y seguíamos sin responder.

En eso Lucas dice “grande o Negra?”. “Cooomo?”, le pregunta Luz.

“Si queres una más grande o sino negra.”, aclaró Lucas.

Parecía una conversación entre amigos de toda la vida, con la diferencia que estábamos todos desnudos. Ellos dos apoyados en el respaldo de la cama donde estaba Luz semiacostada, y yo en la otra cama conversando pero con la cara con semen.

“Y cuánto mas grande?”, se interesó Luz.

-Mucho más- dijo Lucas, - bastante más que estas- volvió a decir mientras reía.

-27 centímetros exacto- como para aclarar.

-y la tuya cuanto mide?- preguntó Luz.

-19 o 20. La de Maxi un poco más-

-Es alguno de ustedes?- siguió preguntando.

-si, es Esteban. Por eso está flaquito- dijo riéndose.

Luz me miraba como buscando aprobación. Y como yo no decía nada, arrancó con un “no seee, vos que decis, Lau?”. “Ustedes estan locos”, dije, pero enseguida seguí con un “no me siento lista”, para no cerrar terminantemente la propuesta, que obviamente me interesaba. Qué mujer no quiere, aunque sea por curiosidad, ver una verga de proporciones en vivo?. Sólo las veía en los sitios porno y a veces se me hacía, y se me sigue haciendo, agua la boca. Pero había que cuidar las apariencias, que en ese momento estaban por el suelo. Igual todo era una simulación, ellos sabían que queríamos probar pija todo el tiempo, y estaban dispuestos a dárnosla, pero siempre apostando por más.

Maxi propuso ir a la disco, así que me levanté y fui a lavarme un poco la cara, realmente tenía un olor a semen en la boca que volteaba. Le pedí un cepillo de dientes y me lavé tres veces y seguía igual. Me lavé la cara sacando restos de lo que tenía seco. Mientras hacía esto Luz estaba sentada en el inodoro, orinó y se dió una ducha rápida. Después me metí en la ducha e hice lo mismo. Nos cambiamos y salimos para ir a bailar.

Ibamos hablando y pasamos por un bar que está abierto toda la noche. Seguía con la boca pastosa y con sabor a leche, por lo que Maxi me dijo “vení, comete algo”, entramos y me serví unas pocas papas fritas, unas piezas de pollo frito, y le puse aderezo a todo. Comí algo y santo remedio, estaba como nueva. Salimos y llegamos a la disco.

Allí estaban todos, o casi todos, y como entramos Luz y yo por un lado y ellos a los pocos minutos y separados, nadie se dió cuenta.

Fuimos a la barra y nos pedimos unos tragos. Luz una bebida cola con ron y yo un champán. Nos sentamos en una de las mesas ocupadas por compañeros y conversamos de temas sin importancia. Realmente estaba cansada, por lo que al rato de estar ahi le dije a Luz que me iba a dormir y ella vino conmigo.