Desvirgue a mi sobrino
Entré a su habitación, estaba de costado, de espalda a la puerta. Cuando entré se giro y se quedó mirando mi cuerpo. Lo puse boca arriba en la cama y tiré las sabanas y el acolchado al suelo. Le saque el boxer,
Mi nombre es Victoria, tengo 23 años. Les cuento como soy, mido 1.62, peso 53 Kg. Soy Castaña clara, pelo largo lacio, ojos marrones. Medidas 87 58 92.
Lo que les voy a contar pasó en el mes de Abril de 2015, a mediados del mes. Mi hermana mayor Jimena, esta separada y tiene un hijo, Ezequiel. Ella es Oftalmóloga, y tenía un Congreso en Denver, Estados Unidos.
Soy de Buenos Aires, Capital, pero hace un par de años estoy residiendo en Santa Cruz. Jimena me pidió de quedarme en su casa por una semana cuidando a mi sobrino. Hablé con mi jefe y me adelanté una semana de vacaciones.
Mi hermana y Ezequiel, fueron a buscarme al aeropuerto, y fuimos hacia su casa. Pase un par de días con ella hasta que partió, hacia el Congreso.
Fuimos los 3 hasta al aeropuerto con el auto de Jimena y la despedimos. A la vuelta volviendo con el auto junto con Ezequiel, empezamos a hablar, a ponernos al día, mucho tiempo no pasé en esos 2 días con mi sobrino, porque mi hermana es muy abarcativa y pobre, no me veía hace bastante.
Lo noté distante, a Ezequiel, recuerdo, que éramos mas unidos, pero también se que los adolescentes son de pocas palabras con los mas grandes.
Ese día le preparé el almuerzo, era Domingo, comimos unas hamburguesas, lavé los platos y me fui a tirar a la cama, estaba muerta, el cambio de aire, me agotó, mas el ritmo acelerado de Buenos Aires.
Me desperté como sobresaltada, me sentía observada y fuera de la puerta de la habitación estaba Ezequiel, mirándome, el se sorprendió y me dijo algo que no entendí, aun seguía atontada por despertarme de golpe.
Fui al living y mi sobrino estaba jugando a la Play 3. Le pregunté si necesitaba algo, me dijo que no.
Me puse a hacer cosas de la casa y todo siguió normal. Salvo por lo que me sentía todo el tiempo observada, siempre estaba con su celular, no era muy disimulado y sentía que me sacaba fotos, pero pensé que era cosa mía.
Pasaron un par de días y seguía sintiendo lo mismo, cada vez que pasaba por ahí o me paraba agarraba el celular y hacía que escribía, pero siempre me apuntaba a mi.
La noche del Jueves, no me aguanté mas y cuando se estaba bañando, agarre su celular de la habitación y entre a ver las fotos.
Había cientos de fotos mías durmiendo, de mi cola, tetas, piernas, siempre con ropa, salvo las de mi habitación que usaba un short para dormir, tenía mis sospechas pero no pensé que fuera tan pajero, y menos con su tía.
No sé porque lo hice, pero me bajé el jean y la tanga y me saqué unas fotos con su celular, de mi culo y concha. Le dejé el celularsobre la cama de donde lo había agarrado y me fui a hacer la cena.
Le avisé que estaba la comida y me dijo desde su habitación que no quería comer, que ya se dormía.
Supuse que vio las fotos, y sintió vergüenza que lo descubrí. No le insistí y cene sola.
Eran como las 12 am, y estaba en mi cama, sin poder dormir, instintivamente, comencé a tocarme mi concha por debajo de mi tanga, estaba algo mojada, y en parte me quedé mal por haberle hecho pasar un mal momento a mi sobrino, seguro que iba a disfrutar las fotos, pero se que le dio vergüenza que lo descubra.
Me levanté y fui como estaba a ver a Ezequiel a su cuarto, llevaba puesto una tanga blanca, pequeña, que me marcaba muy bien la concha y se me metía casi toda en mi culo. y Arriba un top negro, sin corpiño, también ajustado.
Entré a su habitación, estaba de costado, de espalda a la puerta. Cuando entré se giro y se quedó mirando mi cuerpo. Lo puse boca arriba en la cama y tiré las sabanas y el acolchado al suelo. Le saque el boxer, y comencé la lamerle los huevos, me los tragaba, fue en menos de un minuto que su pija estaba completamente parada. Con mi mano derecha empecé acariciarle los huevos y comencé a lamer su pija (de unos 16 o 17 cm), comencé por su cabeza, se la chupe muy bien y fui bajando por su tronco, Ezequiel gemía y temblaba a la vez, me metía su pija por mi garganta y la volvía sacar, no lo habré hecho unas 10 veces, que empezó a como a convulsionar, sentía que quería resistir, pero no puedo, acabo dentro de mi garganta, tragué todo lo que pude pero me dio arcadas de tanta leche que largó, trague gran parte pero otra parte salió por mi boca, manchándome el mentón y cayendo sobre mi sobrino.
El seguía mirando el techo, quería sacarle hasta la última gota de leche y continúe masturbándolo con mi mano, no tardó ni 5 minutos que ya estaba listo. Me saqué la tanga y el top, y lo cabalgué, una pierna de cada lado y deje caer mi cuerpo sobre el, sentí su miembro entrando de a poco en mi concha hasta que lo tuve completamente dentro mío.
Empecé a cabalgarlo despacio no quería hacerlo acabar rápido, tome sus manos y las apoye contra mis tetas y empezó a apretarlas, lo hacía muy fuerte al punto de lastimarme pero me gusta fuerte, me hizo excitar aun mas, subía y bajaba, sentía su verga entrar hasta el fondo, y levantaba mi cuerpo nuevamente, a la vez iba regulando, Ezequiel estaba a punto de acabar y yo aflojaba el ritmo, lo fui regulando lo mas que pude, al cabo de 15 minutos, sentía que explotaba, lo cabalgué rápido por unos 30 segundos y estalló dentro mío, sentir la leche de mi sobrino dentro, me dió tanto morbo que acabé a los segundos.
Agotada, me dejé caer sobre mi sobrino, mi pecho sobre el de el, y me quedé dormida.
No se cuanto tiempo pasó pero aún era de noche, estaba Ezequiel arrodillado sobre la cama al lado mío, yo estaba boca abajo desnuda, y el se pajeaba, con mucha violencia, cerré los ojos y traté de dormirme nuevamente, pero antes de lograrlo, sentí como se chorreaba sobre mi culo. Fue pasando su pija contra mis nalgas esparciendo el semen, fue lo último que recordé.
Me desperté esa mañana, cerca de las 8, mi sobrino estaba casi todo su cuerpo sobre el mío, yo seguía boca abajo. Lo corrí, estaba adolorida de dormir torcida, no pude dejar de sentir el olor a sexo en la habitación, traspiración, semen, fluidos, mas en la habitación de un adolescente, se potenciaba.
Me di una ducha, me sentía toda pegoteada, la cara, pernas, concha, culo, espalda. Disfruté el baño por un buen tiempo, y fui a preparar el desayuno.
Mientras hacía unas tostadas, entró Ezequiel a la cocina, despeinado, y desnudo.
Se me acerco y comenzó a tocarme las tetas y a besarlas, apoye mi cola contra la mesada y el contra mi, le agarré la pija, y lo empecé a pajear contra mi concha, mientras nos besabamos con la lengua, duro unos cuantos minutos y acabo contra mi estomago, la leche fue bajando hasta mi concha y siguió bajando por las piernas.
Por dentro pensaba para que me bañé.
Esos días antes que vuelva mi hermana, no hace falta decir que fueron de sexo tras sexo, sin parar, traté de llevar la cuenta, pero me perdía, los adolescentes son maquinas de coger, el sexo es corto, pero constante, y con mucha leche.
Ya Domingo a la mañana me desperté y pensé en regalarle algo, esa tarde ya volvía Jimena. Me empecé a dilatar el ano con mis dedos, primero uno después otro y con un poco de saliva lubriqué mi ano. Me puse en 4 sobre la cama y lo desperté a mi sobrino.
-"Llenale el culo de leche a la tía". Le dije.
Se levantó y empezó a tocarse, a los minutos se arrodillo atrás mío y me clavó la pija por el culo, fue extremadamente violento, la metió de golpe y sentí como entraba con fuerza hasta el fondo, me hizo gritar del dolor, y parecía un perro, me la metía sin parar, sus huevos chocaban contra mis nalgas, fue una cogida de menos de 10 minutos, hasta que le llenó el culo a la tía de leche tibia.
Pobre, lo hice adicto al sexo anal, ese día me lo hizo 4 veces. Sentía el culo muy adolorido y con mucho ardor, pero me dejó satisfecha. No seguimos porque teníamos que ir por mi hermana al aeropuerto.
Espero les haya gustado mi semana con mi sobrino.
Besos