Desvirgamiento de Pitufina por Papá Pitufo

- Pitufo. Bromista: mira Pitufo. Empollón, tengo un regalo para ti.

-Pitufo.empollón: pues sí chica, yo sé incluso la fórmula científica del zumo de naranja.

-Pitufina: ¿ah sí? y cuala es?

-Pitufo.empollón: es corta, con denso contenido pero corta. Dice N de naranja, + E de exprimidora = ZN. O sea; N+E=ZN, zumo de naranja.

-Pitufina: oh cuanto sabes, a mi me gustaría saber un día tanto como sabes tú.

-Pitufo.empollón: uy, no te creas que sea fácil. Tienes que estudiar mucho y, no sólo eso, sino que debes tener una predisposición biológica a aprender cosas super difíciles. Ser una persona muy lista. Quizá, Pitufina, llegases a ponerte a mi altura. Pero eso te llevaría muchos años, lustros, siglos de estudio y total entrega en cuerpo y alma al dios del aprendizaje.

-Pitufina: pues yo estoy dispuesta. Creo ser capaz de ello y quizá tenga que invertir siglos de mi milenaria vida de pitufa, pero creo poder conseguirlo y, con tu ayuda, me veo capaz.

-Pitufo.Empollón: bien pues, vamos a empezar hoy mismo. Acerquémonos a mi seta que te entregaré una en principio sencilla enciclopedia universal que te iniciará en el arte de estudiar.

Mientras Pitufina y Pitufo.Empollón charlaban de esto en medio de la plaza de la villa pitufa, hay diversos pitufos aparentemente pululando por ahí pero que en verdad prestan atención al coqueteo de Pitufo.Empollón y Pitufina. Susurrando Pitufo.Fortachón y Pitufo.Bromista hacen planes.

-Pitufo.Fortachón: será hijo de puta, él sus putos libros y se va a comer a Pitufina.

-Pitufo.Bromista: ja ja ja, es verdaderamente cabrón. Se las da muy de listo pero es tan cerdo como nosotros y seguro que en su seta se mata a pajas pensando en el culo de Pitufina.

-Pitufo.Fortachón: esto no va a quedar así. Lo voy a cojer de la cabeza y haré que se coma su propio culo, si es necesario rompiéndole la espalda.

-Pitufo.Bromista: espera, espera, tengo una idea. Precisamente llevo preparado una cosita que nos va a ir de fábula con Pitufo.Empollón.

Pitufo.Bromista da un par de saltos hasta su seta y vuelve de ella con una caja regalo envuelta en un lazo.

-Pitufo.Fortachón: ¿qué llevas ahí? no será lo que me sospecho?

-Pitufo.Bromista: pues no sé lo que te sospechas, pero mejor no pienses absolutamente nada, no sea que Pitufo.Empollón reciba telepaticamente tus sospechas y se pitufe.

Pitufo.Bromista se acerca hasta donde están Pitufina y Empollón que ya se dirijen a casa de Empollón.

-Bromista: esto, Pitufo.Empollón, mira qué tengo, esto es un regalo para ti.

-Empollón: ¿un regalo? uy, no me lo esperaba. ¿Cómo es que me regalas esto, sin más?

-Bromista: pues mira, yo he sido siempre muy amable y gentil, y ahora me ha apetecido regalarte esto. Pero no pitufes, ábrelo, y verás qué bonito.

Pitufo.Empollón toma la caja y se dispone a deshacer el lazo y abrirla, repleto de ilusión por saber qué se esconde en la caja. Fortachón teme que alguien que no debe reciba lo que no conviene y toma a Pitufina de la mano para apartarla de Empollón.

-Pitufina: ¿eh? qué haces? Yo también quiero ver qué hay en la caja.

-Fortachón: tranquila, ya verás que se ve más bien de lejos.

-Pitufina: ¿de lejos? pero qué dices? Cómo se va a ver más bien una cosa de lejos?

Los manejares de Empollón, peró, no se han detenido, y tras deshacer unos cuantos lazos consigue abrir la caja.

---BOOOUUUUUUMMMMMMM---

La caja contenía una potente bomba, y Pitufo.Empollón sale despedido hacia todos lados. Pues son diversos sangrientos trozos de Empollón que saltan alrededor de la detonación que ha hecho el regalo sorpresa.

-Pitufo.Bromista: ¡ ja ja ja ja ja ja ja  ja ja !

-Pitufo.Fortachón: ¡ ja ja ja ja ja ja j a!

-Pitufos.Mañoso.Poeta.Dormilón.Skinhead: ja ja ja ja ja, ¡qué has hecho! ja ja ja ja ja ja ja.

La plaza de villa pitufa presenta un aspecto aterrador. Diversos trozos de pitufo encharcan aterradoramente el suelo con azul sangre y roja carne que dan fe de que de Empollón no se saberá nunca más. Pero sus compañeros pitufos, representación terrenal de la feliciddad, no se apenan en absoluto y se retuercen a carcajadas viendo el monstruoso estado en que ha pitufado. Pitufina parece ser la única a la que ha afectado negativamente el horrendo escenario. Y arrodillada en el suelo llora a chorro suelto garrafas y garrafas de lágrimas.

-Pitufina: ¡buuuuuuh buuuuuuh! qué le habéis hecho! buuuuuuuh!

En esto que llamado por el estruendo aparece Papá.Pitufo, que se encontraba haciendo la siesta en su hamaca.

-Papá.Pitufo: ¡pero, qué ha pasado! qué ha sido esa explosión!

-Bromista: ¡pues nada, Empollón que ha abierto una caja, ja ja ja ja ja!

-Fortachón: ¡una caja que no debería haber abierto, ja ja ja ja!

-Papá.Pitufo: ¡maldita sea, no se os puede dejar sólos! y ahora quien arregla todo esto!

-Pitufos.Extrema-derecha.Músico.Cantaor.Ladrón.Vegetariano.Canibal.y todo el resto que se han reunido con el ensordecedor detonamiento en la plaza, ríen: ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja.

-Papá.Pitufo: ¡la madre que os pitufó! todos a vuestras setas! ahora mismo! y no os quiero ver hasta mañana a las 7!

Papá.Pitufo es simpático y gracioso cuando quiere, pero cuando quiere ser autoritario también lo es. Y toda la pitufería se dirige a paso rápido a sus setas. Pitufina es la única que permanece en donde está desde el principio; llorando arrodillada en el suelo a un lado de la plaza.

-Pitufina: ¡buuuuuuh! buuuuuuuh!

-Papá.Pitufo: maldita sea, dios los cría y ellos se reajuntan.

Papá.Pitufo toma una bolsa de basura y mete en ella todos los trozos de Empollón desperdigados por la plaza. Con ella en la mano repara que aún queda una tarea, y es que si alguien no arropa a Pitufina podría llorar durante siglos. Papá.Pitufo deja la bolsa en el suelo y se acerca a Pitufina.

-Papá.Pitufo: ..no te apenes hija.. todos tenemos que visitar tarde o temprano el cielo.. y a Empollón le ha tocado hoy..

-Pitufina: buuuuh, buuuuh, pero que era tan bueno, estaba a punto de enseñarme todo lo que sabe, e iba a ser tan lista como él, buuh.

Papá.Pitufo ve que no se arreglará todo con un par de palabras bonitas y se sienta al lado de Pitufina. La toma de la espalda con un brazo y la recibe en el pecho cuando ella se derrumba encima suyo.

-Pitufina: ¡buuuuuh, buuuuuuuh! no se levantará nunca más! nunca más hablaré con él y nunca más me enseñará cosas, buuuh!

-Papá.Pitufo: Pitufina, Pitufina, no puedes darlo todo por perdido, tú sigues viva al igual que los otros 98 pitufos. El mundo no se ha terminado sino que apenas ha empezado, para ti.

-Pitufina: snif... pero.. éramos muy amigos.. se portaba muy bien conmigo y ahora me daría clases.

-Papá.Pitufo: no debes apenarte hijita mía. Mira, sabes qué, ¿qué te parece si vienes a mi casa y te pongo una película de los humanos que tengo?

-Pitufina: ¿de los humanos? oh sí, me hacen mucha gracia.

-Papá.Pitufo: pues trato hecho, vamos a mi casa y mientras te preparo una cena tú ves la película.

Papá.Pitufo y Pitufina se dirigen en el día que está ya decayendo a la seta mayor, la de Papá.Pitufo. Una vez dentro Papá.Pitufo pone la película para Pitufina y se retira a la cocina a preparar la cena. Pasa el rato mientras prepara un delicioso arroz con huevos fritos y está aún cocinando que oye, satisfecho, una carcajada de Pitufina en el salón, que está viendo la película de los humanos. La propia sonrisa acompaña desde entonces a Papá.Pitufo mientras termina de cocinar la cena. Una vez está lista, con ella retorna al salón. Nada más entrar es recibido por la alegre carcajada de Pitufina viendo la película de los humanos.

-Pitufina: ¡ja ja ja ja ja!

Papá.Pitufo se sienta al lado de Pitufina y deposita el arroz con huevos fritos en la mesita ante el sofá central del salón.

-Papá.Pitufo: ¿qué hacen ahora?

-Pitufina: el detective Torrente ha pescado un chiquillo urgando en su coche, y en vez de detenerlo le ha quitado todos los radiocasettes que llevaba y lo ha echado.

-Papá.Pitufo: ja ja, Torrente es el mejor, la supremacia de antihéroe.

-Pitufina: ¿antihéroe? y eso qué es?

-Papá.Pitufo: es... cuando un peronaje de una película es notablemente importante pero no por su fuerza, o inteligencia o belleza, sino todo lo contrario.

-Pitufina: uhmmm, usted también sabe mucho, me hace pensar en...

Pitufina se ve vencida por un sollozo que la ataca por sorpresa y se derrumba sin piedad encima del regazo de Papá.Pitufo.

-Pitufina: buuuh, buuuuh, por qué tenía que pensar en ello... buuuuh.

-Papá.Pitufo: cálmate Pitufina, si ya lo habías superado, te oía reír de los humanos desde la cocina.

-Pitufina: síííí, pero, buuuuh, es que era tan buenooo.

Papá.Pitufo acaricia la cabeza de Pitufina mientras medita algún sistema de que Pitufina recobre el gigantesco buen humor que la suele acompañar. Papá.Pitufo iergue el torso de Pitufina y la abraza cálidamente tratando de transmitirle todos los buenos sentimientos de que dispone. Pitufina sigue llorando en el hombro de Papá.Pitufo, pero gracias a las caricias que este le da en la espalda el sollozo va deteniéndose.

-Papá.Pitufo: tranquiiiila, todo ha pasaaaaado, mañana amanecerá otro díiiia.

-Pitufina: buuuh, buuh, snif, snif, ay Papá.Pitufo, cómo han podido ser capaces Fortachón y Bromista de gastarle esa mala jugada.

-Papá.Pitufo: son juventud rebelde pequeña, todos hemos sido rebeldes algún día y todos tenemos o tendremos pecados de los que arrepentirnos.

-Pitufina: pero.

Dice Pitufina separándo el abrazo y mirando a Papá.Pitufo a los ojos.

-Pitufina: ¿usted, de qué tiene que arrepentirse?

-Papá.Pitufo: pues, a ver, déjame pensar. Yo, también fui jóven, y no gasté una broma como la que le han gastado a Pitufo.Empollón. Pero le gasté muchas malas pasadas a Gargamel, y no por resarcir cosas que nos hubiera hecho él, sino por simple diversión. Por ejemplo una vez le cambiamos el contenido de una botella de vino que tenía por jugo de telaraña, y oímos sus maldiciones desde la aldea.

-Pitufina: ja ja, pero Gargamel es malo, se merece eso y más.

-Papá.Pitufo: es malo, sí, pero, tengo el temor de que... no lo haya sido siempre, sino que se lo haya convertido por las malas pasadas que le gastamos mis compaleros y yo.

-Pitufina: oh no, él siempre ha sido malo. Cuéntame alguna más, que le hicísteis.

-Papá.Pitufo: pues... una vez, usamos pegamento en su casa por la noche. Le pagamos sus zapatillas al suelo, su taza a su fregadero, su botella a su armario, y su ventana, su puerta, todo lo que pudimos pegar.

-Pitufina: ja ja ja, ¿y lo visteis, cuando se despertó?

-Papá.Pitufo: sí, estábamos escondidos entre los platos del escurridor, también pegados, y tuvimos que mordernos la lengua para que no nos oyera reír.

-Pitufina: ja ja, que divertido debía ser. Usted se lo debe haber pasado muy bien a lo largo de la vida, no como yo, apenas tengo 200 años y hoy ya estaba deseando mi propia muerte.

-Papá.Pitufo: no digas eso Pitufina, son cosas muy feas.

Dice Papá.Pitufo cerrando la boquita de Pitufina con un dedo. Pitufina sigue con la broma y le muerde suavemente el dedo.

-Pitufina: ñac.

La broma podría haber quedado en eso, un bocado, pero Pitufina se ve con inspiración de seguir la broma y sigue mordiendo el dedo de Papá.Pitufo.

-Pitufina: ñac, ñac, ñac.

Papá.Pitufo resta inmóvil contenplando como Pitufina juega a morder su dedo, pero algo le indica que no es un juego tan inocente como parece, o cómo mínimo como le parece a Papá.Pitufo.

-Pitufina: Papá.Pitufo, ñac, ¿esto se lo había hecho nunca una pitufa? ñac.

-Papá.Pitufo: por supuesto que he jugado a esto con otras pitufas.

-Pitufina: ñac, pues yo no, ñac, yo nunca había jugado a esto con ningún pitufo, ñac, sabe que... nunca he tenido novio.

-Papá.Pitufo: yo sé, hijita, practicamente todo lo que se puede saber sobre la comunidad pitufa. Claro que lo sé.

Pitufina no está ya mordiendo el dedo sino chupándolo y pasándole la lengua largamente.

-Pitufina: pues si lo sabe, ¿por qué no reacciona como es debido? O como creo que es.. debido.

Papá.Pitufo se queda un instante encantado mirando como Pitufina le chupa el dedo, hasta que reacciona como cree Pitufina que es debido y, toma a Pitufina de la carita y le mete en la boca no otro dedo, sino su misma lengua.

Papá.Pitufo y Pitufina se besan humedamente un rato, Pitufina es a la que más cercanamente le llama el juego y mientras se besa con Papá.Pitufo sus manos tienen una incursión en los blancos pantalones de Papá.Pitufo. Su mano se mete dentro y siente gran excitación entre sus mismas piernas cuando descubre algo duro y caliente dentro los pantalones de Papá.Pitufo.

-Pitufina: ooooh, Papá, para ti no pasan los años.

-Papá.Pitufo: en algunas cosas nunca han pasado y espero que siga así.

Mientras Papá.Pitufo y Pitufina se siguen besando, ella saca la verga de su Papá fuera y la masturba animadamente.

-Papá.Pitufo: uhmmm, quien lo iba a decir, veo que se te ha pasado la depresión.

-Pitufina: ¿depresión? pero de qué depresión me habla?

Dice esbozando una amplia sonrisa

-Papá.Pitufo: pues de Pitufo.Empollón, esto, perdona..

-Pitufina: ja ja ja ja, ¿depresión? ja ja ja.

Soltando sus carcajadas Pitufina se levanta del lado de Papá.Pitufo y se arrodilla ante él. Toma la verga y mirándo a los ojos de Papá le dice.

-Pitufina: creo que me veo con fuerzas de... continuar... ja ja ja.

Y engulle de un bocado la azul marino verga de Papá.Pitufo. Mientras Pitufina se la chupa Papá.Pitufo se entrega también al sabor del pecado y toma la cabeza de esta, para calarla hondamente en su miembro. La verga de Papá entra enteramente en la boca de su pareja sin apenas encontrar ningún tipo de resistencia. Una de dos; o Pitufina está biológicamente dotada para tragarla toda, o es que ha "practicado" domesticamente con pepinos u cosa parecida. Es por ello que Papá.Pitufo pierde toda precavida delicadez y cala la cabeza de Pitufina en su centro con gran vigor.

-raaaas- -raaaas- -raaas-

Pitufina, peró, acaba sobrepasando su límite pitufo y se separa de la verga tosiendo toscamente.

-Pitufina: tjó, tjó, tjó.

-Papá.Pitufo: uy, perdona.

-Pitufina: no hace falta Papaíto, me ha gustado mucho. Bueno, ahora te toca el trabajo duro, tienes que hacerme pitufa.

-Papá.Pitufo: encantado, ¿cómo quieres hacerlo?

-Pitufo: como es natural, como a veces veo los cervatillos en el bosque hacerlo.

-Papá.Pitufo: pues va cervatilla, ponte a 4 patas que te haré cierva.

Pitufina se dispone a 4 patas en el suelo apoyando la cabeza en el sofá. Papá.Pitufo maneja su verga tras de ella encajando su cabeza en la rendija que le ofrece Pitufina.

-Papá.Pitufo: bien hijita, voy a tratar de hacértelo suave, no te muevas.

-Pitufina: ok.

Papá.Pitufo avanza su cadera introduciendo un trozo de su verga.

-Pitufina: ooooh.

-Papá.Pitufo: vale, ¿te ha dolido?

-Pitufina: un poco, pero sigue sigue.

-Papá.Pitufo: bien, ahora te meteré más. Ahora quizá te duele un poco.

-Pitufina: encantada.

Papá.Pitufo avanza ahora su cadera pero con fuerza, uniendo la piel de su cintura con el pandero de Pitufina.

-THUND-

-Pitufina: ¡OOOOOOOOOHH!

Papá.Pitufo siente temor a hacerle daño e instantaneamente retrocede para sacar la verga. Pitufina, peró, siente y comprende la reacción que ha tenido Papá.Pitufo y retrocede de improviso su trasero para volverse a meter la verga de Papá.

-Pitufina: ¡ooooooohh! sííííí, no pares Papá, sigue, sigue!!

Papá.Pitufo capta la orden y entabla un frenético ritmo de cogida como es pedido por Pitufina.

-Pitufina: oooh, oooh, oooh, ooooh, oooh, oooh, síííí, Papá, sííííí, síííí, uhmmm, síííí.

La cintura de Papá.Pitufo impacta contra el pompis de Pitufina con creciente sonoridad. Esta falta de delicadez no incomoda, peró, a esta recién iniciada fémina que saborea con golotonería esta primera verga que batalla en su vagina. Los gemidos de Pitufina salen de su boca siguiendo cercanamente el ritmo de esa verga que le entra dentro. Está siendo para Pitufina una experiencia que recordará toda la vida pues representa su paso de pitufina a pitufa. Papá.Pitufo cuenta ahora con más de dos milenios de vida, pero el pasar de los siglos y la eras glaciales no parece haber mermado la juvenil fuerza con que oscureció el corazón del malvado Gargamel.

-Pitufina: más, más, más, más, por favor, Papá.Pitufo, no pare, es usted delicioso, uhmmm, síííí, síííí, ooh, mmm.

Papá.Pitufo no parece tener prisa pues tiene hasta el amanecer a las 7 en que tendrá que imponer disciplina a la tropa mandándolos a correr 10 kilómetros pitufos. Por lo que vuelve a Pitufina pitufa durante toda la noche. La coge desde el primer inicio ante el sofá, hasta estirada esta en la mesa del comedor y tomándola él erguido en el suelo, y hasta la última posición que se alarga más de dos horas con Pitufina cabalgándolo en la alfombra.

Papá.Pitufo le toma los azules pechos que botarían al mismo veloz ritmo que la cadera de Pitufina. Mientras Papá se los aprieta a cada sentada a Pitufina le viene un final tremendo orgasmo en que los músculos de su vagina se contraen y retuercen prietamente, cosa que exprime con presión el pene de Papá haciéndolo escupir semen aún sin que él se haya corrido. La presión es tal que su pene comprende que sólo cesará esta, de entregar el premio que se le exige. El pene de Papá.Pitufo estalla concediendo a Pitufina el deseo rezado tantas veces en su casa con un pepino entrepiernas.

-Papá.Pitufo: uhmmm, uhmmmm, uhmmmmm.

-Pitufina: síííí, lo noto Papá.Pitufo, me está usted haciendo no Pitufa, sino lo que de verdad quiero, madre. Madre pitufa de la que nacerá ese pitufo 99 que con la desaparición de pitufo.Empollón hemos perdido.