Desvirgado por el padre y tío de su amigo VIII

Así fue como, Nando, un joven adolescente después de ser desvirgado y follado por el padre y tío de su mejor amigo, se convierte en la putita de ambos sementales.

Cuando el padre de Iker, Oscar, llegó al apartamento de su hermano Mario, donde ambos lo esperábamos para cenar, tanto Mario como yo estábamos tumbados en el cheslong viendo la televisión. Yo estaba como me había ordenado Mario, completamente desnudo, solo llevaba puesto aquel diminuto hilo dental que tapaba mis huevos y polla, órganos que seguían enjaulados en aquella jaula de castidad, pues al parecer tanto Mario como Oscar ya lo habían hablado y planeado, querían que mientras estuviera en el apartamento me iban a tener con aquella jaula de castidad, no querían que me corriera, iban a estar follándome sin dejar que me corriera hasta que me llevasen al pueblo con Iker. Era como si quisieran tenerme dispuesto para follarme a todas horas y que estuviera lo suficientemente caliente y excitado para que yo estuviera deseando que me dieran por el culo. Si me tenían caliente y excitado, sabían que no iba a hacer falta que ellos me pidieran para follar, ya iba a ser yo solito el que los buscara a ellos y los provocara para que me diesen por el culo. Y la verdad es que así fue lo que sucedió y empezaba a suceder. Por lo pronto aquel día ya me habían follado 2 veces, por la mañana lo había hecho Oscar y no hacía mucho que aquella tarde noche lo acababa de hacer su hermano Mario y yo ya estaba con ganas de nuevo.

Estábamos allí tumbados en el cheslong Mario y yo, los 2 estábamos acurrucados, Mario me tenía abrazado a él y no dejaba de meterme mano, pues como empecé a decir, estaba completamente desnudo, solo llevaba puesto el hilo dental que tapaba mis genitales y la jaula donde estaban encerrados en castidad, luego seguía llevando las muñequeras y tobilleras de cuero puestas y las pinzas con sus respectivas cadenas presionando mis pequeños pezones, y por supuesto el Butt plug con el que Mario me había taponado el culo, pues no solo querían que estuviera caliente y excitado, además querían que mi culito estuviera preparado y dilatado en todo momento.

Al llegar a donde estábamos, al ver como Mario me tenía abrazado a él, Oscar haciéndome poner en pie, me hizo desfilar para poder ver como me tenía su hermano Mario.

Al ver con la cara que me miraba, supe al momento que lo que Oscar estaba viendo le encantaba, veía como le brillaban los ojitos y como se mordía y relamía el labio inferior, no se como pudo resistirse, pues tenía la mirada de un depredador acechando a su presa. Me sujetó por la mano haciéndome girar delante suya y al darle la espalda, con su otra mano golpeó los cachetes de mi culito exclamando:

¡Dios Fer, que sexi y tentador te ves! Esta noche te voy a romper el culo, cabronazo, te voy a meter la polla que te va a llegar hasta la boca del estómago, me decía dándome otra palmada en el culo a la vez que apretaba mis cachetes.

Voy a ponerme cómodo, poner ya la mesa para cenar que no se si voy a poder aguantarme, decía soltándome la mano y viendo como Mario y yo íbamos para la cocina a preparar la mesa para cenar.

No tardó ni 5 minutos en aparecer de nuevo Oscar, aún estábamos terminando de colocar la mesa cuando este apareció. Al momento nos sentamos, Oscar pegado a mí, pues no me sacaba los ojos de encima, estaba claro que aquella noche yo iba a ser su presa y él el depredador que me iba a hacer suyo, iba a comerme y hacerme chillar como no lo había hecho hasta esa noche.

La verdad es que la cena fue bastante frugal, no se si a causa de las ganas que teníamos de sexo, el caso es que Oscar no dejaba de mirar devorándome y yo muriendo de ganas por volver a ser follado, el culo seguía estando caliente a más no poder, y los huevos no dejaban de enviar sensaciones placenteras que recorrían por toda mi espina dorsal y por encima aquel Butt plug que tenía introducido en mi adolescente culito, ayudaba a que mi excitación y calentura se mantuviese, deseando volver a ser penetrado por una verga que me hiciera chillar de gusto.

Nada más terminar de cenar, mientras Mario quedaba recogiendo todo, Oscar sin poder aguantar más, rodeándome por mi estrecha y escuálida cinturita con su brazo, me llevó para la habitación donde me iba a follar prácticamente toda la noche. Era una habitación más grande que la que me habían dado a mí, esta era igual que la habitación de Mario, tenía una cama super gigante, era una cama King Size, de 2 por 2 metros. Nada más llegar allí, mientras Oscar me mantenía abrazado por la espalda, iba mordiendo mi nuca y cuello a la vez que me susurraba que me iba a follar hasta dejarme reventado.

Joder maricón como me tienes, tengo los huevos que me van a explotar, menos mal que no te puedo dejar preñado como a una mujer, si no ibas a estar preñado seguido, ibas a tener más hijos que una hembra de conejo, ibas a estar pariendo seguido, me susurraba mientras me mantenía abrazado por la espalda acariciándome el vientre y abdomen a la vez que iba mordisqueando mi cuello, hasta que llegó a mis labios donde luego de mordérmelos y saborearlos, terminó metiéndome la lengua en la boca, dándome un morreo que casi me deja sin aliento.

Cuando por fin separó su boca de la mía, mientras me mantenía abrazado a él, con sus manos acariciaba los cachetes de mi adolescente culo a la vez que sus labios iban bajando por mi cuello haciéndome estremecer. Oscar no decía nada, solo acariciaba los cachetes de mi culito mientras con su boca recorría mi cuello lamiéndolo y mordisqueándolo, haciendo que yo me estremeciera de gusto.

Viendo cómo me tenía, sin poder aguantar más con mis manos empecé a buscar con desesperación lo que tanto estaba deseando. Empecé a palpar su entrepierna pudiendo notar lo duro e hinchada que tenía ya su verga. Deseaba tocarla y tenerla entre mis manos, así que empecé a buscar el cierre de su cremallera y una vez di con ella, rápidamente se la bajé, metiendo mi mano por ella en busca de lo que tanto estaba deseando.

Cuando por fin pude tocar aquella verga que se notaba dura e hinchada, noté como Oscar se estremecía al contacto de su verga con mi mano. Viendo que me era difícil sacarle la polla de fuera, pues el cabronazo tenía una polla mucho más grande que la de su hermano, Mario. No era tan gruesa, pero sí era bastante más larga, y tal y como estaba de empalmado, se me hacía difícil sacarle la verga por la abertura, así que, ayudándome con la otra mano, empecé a aflojarle la correa del pantalón. Una vez conseguí aflojarla, desabroché el pantalón consiguiendo ahora sí sacarle por fin la polla de fuera.

Dios que caliente y dura se la notaba, la acariciaba con mi mano pudiendo notar lo larga y dura que ya estaba. Mientras la recorría a todo lo largo, iba pensando en que toda aquella barra de carne muy pronto iba a estar dentro mía. Cada vez que pensaba en lo largo y grande que era aquella verga, más me extrañaba que todo aquello pudiera entrar por mi adolescente culo. Joder como era posible que todo aquello me pudiera entrar por mi culo, dios, cuanto más lo pensaba, más me estremecía.

Oscar, viendo como gemía y me retorcía agarrado a su verga acariciándosela, mientras seguía lamiendo y mordisqueando mi cuello, empezó a susurrarme:

¿Tienes ganas eh mi perrita?

¿Mi perrita quiere que su macho la posea y haga suya eh?

Pues no te preocupes que tu macho esta noche te va a dar lo que tanto estás deseando, esta noche te voy a romper el culo y follar hasta que revientes de gusto.

Separándome con sus manos un poco de su cuerpo a la vez que llevaba estas a mis caderas, me decía mirándome a los ojos, mira como me tienes, mira como está de solo pensar en ti. Mírala bien que muy pronto va a ser toda tuya, dentro de muy poquito la vas a tener toda dentro tuya, me decía sin dejar de mirarme a los ojos a la vez que con sus manos tiraba de las cadenas que colgaban de las pinzas que aprisionaban mis pequeños he hinchados pezones.

¡Ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Chillé mientras me retorcía agarrado a su verga, apretándome a él.

Así mi perrita así, así quiero oírte chillar y gemir esta noche mientras te follo.

Soltó las cadenas empezando a quitarse la camisa, luego mientras yo lo seguía acariciando, se terminó de quitar los pantalones y bóxer que llevaba, se quitó los zapatos y una vez estuvo desnudo por completo, sujetándome por las caderas, me levantó como si fuese un muñeco, se dio la vuelta y sentándome sobre la cama, puso sus manos sobre mis hombros, haciendo que llevase mi cabeza a su entrepierna y metiese aquella enorme verga en mi adolescente boca.

Sin necesidad de que me dijese nada, mientras sujetaba aquella enorme verga con mis manos, abrí la boca, empezando a tragar aquella verga que tanto estaba deseando.

Dios, miraba para ella, pudiendo ver lo dura e hinchada que estaba. El glande ya casi estaba descapullado por completo y empezaba a estar sonrosado, pudiendo notar el calor que aquella polla emitía. Empecé a chupar, abriendo todo lo que podía la boca, mientras con una mano la sujetaba y con la otra acariciaba y jugaba con sus huevos, pudiendo escuchar como el padre de mi mejor amigo gemía y acariciaba mi cabeza, enredando sus dedos en mi pelo.

¡Ohhh! ¡ooohhh! Así así maricón, ¡ohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! Gemía mientras acariciaba mi cabeza a la vez que presionaba para que yo fuese tragándome más su verga.

Así así, abre bien la boquita y trágala toda, me decía mientras yo chupaba y tragaba todo lo que podía aquella enorme verga.

Cuando ya se cansó de que le chupara la polla, viendo como en varias ocasiones me había abierto en vómitos y como mis ojos no dejaban de lagrimear, saliéndome las babas por la comisura de mis labios y nariz, sacó su polla de mi boca, me empujó con sus manos haciéndome tumbar sobre la cama boca arriba, llevó sus manos a mi cintura y tirando del hilo dental que tapaba mis genitales, quitó este, pudiendo ver como tenía mi polla enjaulada en aquella jaula de castidad. Pasó sus manos por ella pudiendo notar como tenía colocada la misma y como mi pobre polla no dejaba de soltar líquido preseminal, pringando todos mis genitales.

Sin liberar mi pobre polla de aquella jaula que la torturaba, me hizo dar la vuelta en la cama, quedándome ahora boca abajo y con mi adolescente culito mirando para él.

Me levantó por mi estrecha y escuálida cintura, haciéndome poner a 4 patas, pasó su mano por mis genitales pudiendo comprobar cómo estos quedaban aprisionados por la jaula de castidad, fue subiendo la mano por el canal de mi culo, comprobó como tenía ensartado el Blutt plug en mi agujerito, tiró del con su mano, pudiendo comprobar que lo tenía prácticamente inflado al tope, haciendo que mi esfínter anal estuviese bien abierto y dilatado. Una vez mi agujero quedó liberado de aquel tapón anal, tuve la sensación de que me entraba una bocanada de aire por el mismo, Oscar volvió a meterlo en mi culo, haciéndome gemir a la vez que mi cuerpo se estremecía.

Así mi perrita así te quiero tener, bien dilatado, excitado y lista para encularte. Dejó metido el Blutt Plug en el culo, me dio unas palmadas en los cachetes de mi culo, fue por el costado de la cama, me hizo que le diera uno de mis brazos, el cual sujetó con la ayuda de los mosquetones que llevaban las muñequeras, a uno de los extremos de la cama. Luego yendo por el otro costado, hizo lo mismo con el otro brazo, quedándome amarrado por los brazos a ambos extremos de la enorme cama.

Llevando la almohada con él, volvió a los pies de la cama, se subió a ella, colocó la almohada debajo de mi cuerpo, tiró de mis piernas para que quedara recostado boca abajo y la almohada quedara sobre mi vientre y genitales y así mi cuerpo quedara algo más levantado de la cintura y mi culo quedara respingado hacia arriba. Luego abriéndome de piernas sujetó estas al igual que había hecho con mis brazos, quedando estas sujetas por los mosquetones de las tobilleras, a los extremos de los pies de la cama. Así quedaba tumbado sujetado en cruz, boca abajo sobre la cama, con el culito algo respingado y listo para ser follado.

Una vez me tuvo bien sujeto y colocado como él quería, subiéndose sobre la cama, se colocó de rodillas sobre mis abiertas piernas, sacó el Blutt Plug que taponaba mi dilatado y abierto esfínter, empezó a acariciar mi cuerpo con sus manos haciéndome estremecer, colocó las cadenas que iban sujetadas a las pinzas que presionaban mis hinchados y pequeños pezones, haciéndome soltar un gemido a la vez que mi cuerpo se estremecía al sentir como aquellas pinzas que sujetados a mis hinchados pezones, tiraban de estos aprisionándolos al dar un leve tirón de las cadenas.

¡Ohhh! ¡ooohhh! Gemí a la vez que mi cuerpo se tensaba notando como aquellas pinzas pellizcaban mis pequeños pezones.

Oscar al ver como mi cuerpo se tensaba y como gemía, siguió acariciándome con sus manos, empezando a morderme con sus dientes por todo el cuerpo. Primero empezó a morder los cachetes de mi culo, luego fue bajando por las piernas, parándose sobre todo en la parte interna de mis muslos, haciéndome que me retorciera de gusto cuando este mordía en la parte interna más pegada a mis ingles.

¡Ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Gemía a la vez que le chillaba que me follara.

¡Fóllame! ¡fóllame! Le pedía retorciéndome de gusto.

Pero Oscar aún me estuvo haciendo chillar de gusto un ratito más, hasta que ya desesperado por que me diera por el culo, noté como se pegaba arrodillado a mí, me sujetaba con sus manos por mi estrechita y escuálida cintura, colocaba la punta de su polla en la entrada de mi caliente y desesperado agujerito, y de un empellón, me introducía toda su verga por el culo.

¡Ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Gimotee, notando como aquella polla entraba por mi culo, introduciéndose en su totalidad.

Dios, me había clavado la polla hasta los mismísimos cojones. Podía notar sus huevos pegados a mi culo, y la punta de su polla en lo más profundo de mis entrañas. Joder, aquella verga me había llegado a la boca del estómago, haciéndome que me quedase sin respirar a la vez que todo mi cuerpo se estremecía, al notar como entraba por mi culo, dejándome ensartado en ella.

Así mi perrita así ya está, ya la tienes toda dentro, ahora ya es toda tuya,

Me decía Oscar, impulsando su pelvis para que su polla entrase por completo en mí. Impulsaba su pelvis a la vez que sus manos tiraban por mis estrechitas caderas hacia él y pudiese notar toda su virilidad. Quería que sintiera como le pertenecía y como me hacía suyo. Era su putita y él el macho que me iba a preñar.

Poco a poco fue empezando a mover sus caderas, haciéndome chillar y gimotear de gusto con cada arremetida que me daba.

Metía sus manos por debajo de mis sobacos sujetándose en mis hombros a la vez que sujetándose en ellos impulsaba su pelvis mientras me introducía una y otra vez su polla por el culo, mientras me tenía sujetado en cruz boca abajo a la cama. Estaba tumbado sobre mi espalda, metiendo y sacando su polla por mi culo a la vez que su boca mordía mi nuca y orejas, susurrándome:

¡Ay maricón que bueno estás! Que culito más rico y caliente tienes, no me cansaría nunca de follarte, si pudiera te tendría siempre así. Menos mal que no te puedes quedar embarazado, si no, ibas a estar pariendo más que una hembra de conejo.

Yo que estaba delirando de placer, notaba como mi pobre polla no cejaba de soltar líquido preseminal, hasta me parecía que mi culito soltaba líquido mientras estaba siendo follado, notaba entrar una y otra vez aquella enorme polla por mi culo, y como rozaba mi próstata cada vez que esta se introducía en mí, como sus huevos chocaban con la entrada de mi caliente ano y el sonido de su polla entrando por mi culo, chof, chof chof chof, chof, chof chof chof.

Estaba gozando como nunca, notaba su cuerpo sobre el mío, y su boca y aliento sobre mi nuca y orejas. Como pude giré mi cabeza en busca de su boca, quería morder sus labios, y notar su lengua dentro de mi boca, deseaba saborearlo y sentirlo todo dentro mía, en aquellos momentos yo era suyo, le pertenecía y quería hacerlo gozar como me estaba haciendo gozar él a mí.

Oscar al ver como yo giraba la cabeza e iba en busca de su boca, arrimó sus labios a mi cara y ayudándose con la mano, acercó mi boca a la suya, dejando que saboreara y mordiera sus labios mientras él me seguía dando por el culo.

Así estuvimos un buen rato, hasta que empecé a notar como Oscar apuraba las embestidas y como sus jadeos se incrementaban, hasta que noté como su polla empezaba a palpitar y Oscar gritaba que se corría.

Me corro, me corro, ¡ohhh que gusto! ¡ohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! Gritaba empezando a soltar varios trallazos de esperma, dejándome preñado con su semen.

Yo que no había dejado de gimotear en toda la follada, elevaba todo lo que podía mi adolescente culito, notando como su polla se iba descargando en mi interior. Quería su semen dentro mía, quería que me preñase y ser su hembra. Quería su semilla en lo más profundo de mis entrañas, deseaba que su esencia estuviese dentro mía, era mi macho y yo lo deseaba.

Después de descargar todo el semen que sus huevos contenían en lo más profundo de mis entrañas y ambos nos recuperamos de la follada que acababa de darme el padre de mi mejor amigo, Oscar se levanto de la cama, soltó mis piernas del amarre en que me tenía, luego hizo lo mismo con mis brazos, sacó la almohada de debajo de mi cuerpo, la colocó en su sitio, abrió la cama retirando las cobijas, haciendo que me metiera dentro y cubriera con ellas, luego él hizo lo mismo, se metió entre ellas, se cubrió con las mismas y abrazándome a él, quedamos acurrucados uno junto al otro.

Así mi putita, así, ahora vamos a dormir un poco y en cuanto me recupere un poco, te volveré a follar. Pegó mi espalda a su pecho y así acurrucado a él, nos quedamos descansando.

Yo no tardé mucho en quedarme dormido, ni siquiera me enteré cuando su hermano, Mario se incorporó introduciéndose en la cama con nosotros. Lo único que supe, fue que allí estaba acostado con nosotros cuando me desperté al empezar a amanecer. Y me desperté, no porque empezara un nuevo día, lo hice al notar como la enorme polla de Oscar, volvía a entrar por mi adolescente culo.

Estaba durmiendo como nunca, cuando empecé a notar como mi culo se iba abriendo y una enorme polla lo estaba empezando a profanar. Tan pronto la enorme polla de Oscar estuvo por completo nuevamente dentro mía, abrí los ojos a la vez que gemía, notando como empezaba a estar siendo follado nuevamente.

Quedé con los ojos abiertos como platos y la boca abierta, notando como la polla de Oscar acababa de entrar por mi culo, cuando veo que acostado junto a nosotros estaba su hermano Mario. Este al escucharme gemir, abrió los ojos, pudiendo ver como yo estaba siendo empezado a ser follado de nuevo por su hermano Oscar.

Al ver como me había quedado con la boca y los ojos abiertos como platos, ya se dio cuenta al momento de que su hermano me estaba sodomizando nuevamente. Llevando su mano a mi cara, empezó a acariciarme a la vez que acercaba su boca a la mía, metiéndome su lengua en ella. Luego mientras me morreaba y besaba, llevaba su mano a mis genitales, pudiendo comprobar cómo estos seguían en su jaula de castidad, por lo que mientras su hermano me daba por el culo, él se limitó a acariciar mi cara y besarme mientras su hermano me follaba.

Viendo como gemía y disfrutaba de la follada mañanera que su hermano Oscar me estaba dando, mientras ambos nos comíamos la boca y disfrutábamos de nuestras lenguas, con una de sus manos cogió la mía, llevando esta a su herramienta, Dios, el cabrón estaba empalmado a tope, la polla que se gastaba no era tan grande como la de su hermano, pero joder, era muchísimo más gorda.

Empecé a acariciar aquella verga que tenía delante mía y que ya estaba lista y en espera de follarme al igual que lo estaba haciendo su hermano Oscar.

Dios, aquellos sementales iban a acabar conmigo, me iban a estar dando polla hasta que me saliera la leche por las orejas. Hacía una semana que había dejado de ser virgen y había pasado a estar siendo follado sin descanso por el padre y tío de mi mejor amigo. Joder en tan solo una semana, había pasado de pajearme a diario a estar siendo follado salvajemente. A ese ritmo, mi culo iba a ser más transitado que la autopista que llevaba al aeropuerto. Lo malo es que seguía con mi polla en aquella jaula de castidad, yo creo que más que castidad, era de castigo, pues no es que pudiera hacer nada con mi polla, es que ni siquiera podía empalmarme y por encima mi pobre polla no dejaba de soltar líquido preseminal, pringando todos mis genitales, joder si hasta el culo me chorreaba y no dejaba de estar caliente y con ganas de ser follado.

Mientras Oscar me daba por el culo, Mario y yo, nos comíamos la boca uno al otro, saboreábamos nuestras respectivas lenguas, mordíamos nuestros labios a la vez que yo con mis manos acariciaba aquella gorda polla, sabía que así que Oscar acabara de darme por el culo, aquella verga que yo estaba acariciando iba a profanar mi adolescente y hasta hacía una semana virgen culito.

Mario viendo lo caliente y receptivo que yo estaba, mientras era follado por su hermano, sin dejar de comerme la boca, se hizo con las cadenas que sujetaban las pinzas que mordían aprisionando mis pequeños e hinchados pezones, empezando a dar leves tirones, haciéndome que me estremeciera y soltara gemidos más fuertes, haciéndome retorcer gritando con cada tirón que daba a las cadenas.

Así me tenían ambos hermanos, cuando empecé a notar como Oscar apuraba las culeadas que me daba, como se sujetaba fuertemente con sus manos a mis estrechas caderas, clavando sus dedos en mi escuálido cuerpo, como mordía mi cuello y hombro, empezando a gruñir mientras me llenaba de nuevo el culo de leche, volviéndome a preñar de nuevo.

¡Ohhh que gusto! ¡ohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! Gruñía a la vez que mordía mi cuello y hombro.

Cuando de su polla ya no salía nada y esta empezaba a escurrirse de mi culo, mordiéndome en la nuca a la vez que me palmeaba el culo, me decía que se iba a meter en la ducha, que me dejaba con su hermano Mario, que no nos apuráramos, que luego de ducharse, ya nos preparaba él el desayuno.

Y dejándome allí con su hermano Mario, con el culo recién follado y lleno de leche, salió de la cama yendo para la ducha. Iba desnudo como estaba, con la polla medio morcillona, bamboleándose de un lado para el otro, toda pringada y recién salida de lo más profundo de mis entrañas, aquella verga acababa de follarme, dejándome todo su cargamento en lo más profundo de mi ser, haciéndome gemir y gozar como nunca.

Joder yo estaba caliente y agotado, las piernas me temblaban, todavía no me había acabado de recuperar, cuando Mario sin poder aguantar más, me puso boca abajo, y a la vez que me abría de piernas, se montaba encima mía, empezando a introducirme la polla por el culo.

Di un pequeño respingo al notar como su gorda verga entraba por mi abierto y caliente culo, el cual estaba que chorreaba semen, pringando mis piernas y genitales. Había entrado por mi culo con suma facilidad, pues no solo mi culo estaba abierto y bien dilatado, es que además estaba que no dejaba de rezumar leche.

Cuando noté su cuerpo encima del mío, ya toda su polla me había entrado por mi abierto y caliente culo. Ya volvía a estar penetrado por una verga, esta menos larga que la que acababa de follarme, pero sí bastante más gruesa, por lo que notaba el culo ligeramente algo más abierto. Podía notar sus huevos aplastados en la entrada de mi ano y como Mario montado sobre mi espalda, mordía mi nuca a la vez que me ordenaba que levantara un poquito más el culo.

Levanta el culito cachorro y abre más las piernas, me pedía mientras introducía su gorda verga por mi culo.

Así cachorrito así levanta el culito y deja que te lo folle, me susurraba en la oreja mientras empezaba a cabalgarme, metiéndome su gorda verga por el culo una y otra vez.

Así maricón así, dame el culito, me decía una y otra vez sin dejar de culear.

Yo que ya empezaba a estar algo cansado, levantaba el culo notando como aquella gorda verga me follaba haciéndome gimotear con cada arremetida que me daba. No me llegaba tan profundo como la polla de su hermano Oscar, pero la verdad es que también me gustaba como me daba por el culo, además desde que la noche anterior se había puesto aquella doble anilla, hasta la polla parecía que la tenía más gorda e hinchada, era la sensación que me daba, sobre todo lo que notaba era que la follada que me daba duraba algo más, eso me parecía a mí, que tardaba algo más en correrse, incluso que los chorros de semen eran más largos y abundantes. El caso es que yo ya estaba deseando que se corriese, empezaba a estar algo cansado y aunque seguía caliente y excitado, el culo ya empezaba a no sentirlo al igual que las piernas, pues estas no dejaban de temblar.

Así estuvimos un buen rato, yo siendo follado por el tío de mi mejor amigo y él follándose al adolescente amigo de su sobrino.

Ya empezaba a desesperarme, cuando empecé a notar como sus culeadas empezaban a ser mucho más rápidas y profundas, cuando escuché como gritaba que ya se corría, ya ya, ya me corro, ya me corro, ¡ohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! ¡ooohhh ohhh que gusto! Gritaba metiendo su polla por mi culo una y otra vez, pudiéndose escuchar como su pelvis golpeaba mi culo una y otra vez, plof, plof plof plof, plof, plof plof plof, hasta que sentí como sus chorros de semen inundaban mi culo, y como Mario se dejaba caer sobre mi espalda mordiendo mi nuca mientras se corría dentro de mi adolescente culito.

¡Ohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! ¡Joder cachorrito que pedazo de culito tienes! Vas a ser un maricón muy pero que muy solicitado.

Así estuvimos un ratito, hasta que una vez recuperamos el aliento y su polla ya había salido de mi caliente y dilatado culo, habiéndome dejado preñado con su semen, este se dejó caer a un costado y mientras me acariciaba el culo, me decía que ahora iríamos los 2 a la ducha, que allí me sacaría las pinzas, muñequeras y tobilleras, nos ducharíamos y luego iríamos a desayunar.

¿Y la jaula de castidad? Le pregunté,

¿no me la vas a sacar?

No, solo la sacaremos para que te laves y luego la volveremos a colocar, mañana te la sacaremos y te dejaremos correrte y que descargues bien los huevos, cachorrito, me decía acariciándome el culo.

Joder, no se si podré aguantarme, tengo muchas ganas de correrme y soltar toda la leche, tengo la polla que no para de gotearme, le dije.

Ya lo sé, cachorrito, pero ya verás como sí puedes aguantar y ya verás mañana que gusto cuando descargues toda la leche que tienes acumulada.

La verdad es que no me hacia mucha gracia, pues tenía unas enormes ganas de eyacular, pero… a ver que era lo que pasaba.

Nos levantamos y ambos fuimos para la ducha, allí me quitó los artilugios que me había puesto, todos salvo la jaula de castidad que me ordenó que me metiera en la ducha con ella, que había que lavarla bien y luego secarla y poner crema donde me pudiera rozar.

Eso hice, ambos nos duchamos juntos, él prácticamente me duchó a mí, sobre todo cuando tuvo que lavarme los genitales y polla. Ahí fue cuando por fin me sacó la jaula, la cual lavó a conciencia, lo mismo que hizo con mis genitales. La verdad es que sentí algo de alivio y la verdad es que no sé por qué no terminé pajeándome allí en la ducha, el caso es que le hice caso, incluso mi polla no llegó a empalmarse de todo, estaría ya acostumbrada, no lo se si era eso, o es que luego de chorrear gotas de semen toda la noche, ya había quedado relajada.

Luego de habernos duchado y lavado, sobre todo yo, todas mis partes y sobre todo mi agujerito, nos secamos, y luego de que secó bien la jaula y le puso crema en las zonas que me podían rozar mis partes, me volvió a colocar la misma, salimos del baño, me puse el hilo dental, una camiseta y cuando me iba a poner un pantalón, me dijo que me quedara así, que se me veía muy sexi, que cuando saliéramos a la calle, ya me pondría el pantalón, que luego de desayunar iríamos a dar una pequeña vuelta, luego vendríamos a preparar la comida, luego por la tarde tendríamos una nueva ración de sexo, cenaríamos y luego al siguiente día después de comer nos iríamos para el pueblo.

Así hicimos, por supuesto volviendo a ser follado por ambos esa tarde noche, pero realmente lo bueno, fue al tercer día, justo antes de irnos para el pueblo. Pero eso lo dejaremos para el siguiente capítulo.

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