Desvirgado en la escuela III

David tenía una sorpresa para mí. Tras la realización de un examen terminamos pasándolo bien, y esta vez con compañía inesperada..

Tras nuestro último encuentro, pasaron unas cuantas semanas hasta que volvimos a coincidir David y yo a solas debido a los exámenes finales y a la relación que David mantenía con su por aquel entonces novia.

Las clases habían terminado y solo quedaban los exámenes, por lo que nuestros encuentros diarios ya no eran posibles y ya no manteníamos contacto. Sin embargo, esa mañana cambiaría porque teníamos examen de química y nos veríamos obligatoriamente.

Cuando sonó el despertador estaba inquieto, pero no por el examen de química que me estaba esperando, sino por el encuentro con David. Me duche, me puse mi mejor ropa interior por lo que pudiese pasar, desayuné y fui a toda prisa a clase con un calenton más que importante.

Al llegar a la puerta principal del centro note como alguien chistaba a mi espalda y acto seguido me abrazaba por detrás.

-          ¿No me has echado de menos zorrita?

-          Mucho, y a juzgar por tu rabo…. Veo que no he sido el único… - dije mordiéndome los labios-

-          Esta así solo de ver ese culazo que tantas ganas tengo de follarme otra vez... (llevaba unos pantalones de chándal que acentuaban de manera importante mi culo)

-          Pfff mejor para, porque vengo muy cachondo y tenemos examen.

-          Tengo un plan preparado para ti después del examen, debes confiar en mi. A la salida espérame que voy a relajarte como nunca antes lo han hecho contigo – dijo guiñándome el ojo-

Caminamos juntos hasta la clase tratando de disimular la palpable tensión. David se quedó hablando con un compañero de otra clase que también tenía examen y yo me dirigí a otro grupo. Tras unos minutos, noté como si me estuviesen mirando. Me giré, y pillé a David hablando con Mario todavía señalándome a mi. Me puse nervioso porque me estaban mirando raro, pero trate de ignorarlo porque ya tenía suficiente con el examen.

Llegó el profesor, entramos a la clase e hicimos el examen. El amigo de David, vio el examen, puso su nombre y fue el primero en abandonar el aula. Cinco minutos antes de finalizar el examen David entregó su examen y salió mirándome y me dio a entender que me esperaba fuera.

Cuando el timbre indicó el final del examen solo quedaba yo, por lo que entregué el examen y salí de clase algo adormilado por el esfuerzo. Al salir, baje las escaleras y me encontré apoyados en el alfeizar de una ventana a David y su amigo. David al verme, sonrió y me llamó. Me quedé pensando pues me empezaba a pensar mal. De todos modos, no me quedaba otra que acercarme. Mario al verme se quedó mirándome de arriba abajo reparando en todos mis detalles poniéndome algo nervioso. Al estar frente a ellos…

-          Así que ¿esta es la zorra que nos va a comer la polla? –dijo Mario, sobándose el rabo marcándolo morcillón sobre los pantalones.

-          ¿A qué coño te refieres imbécil? –espeté enfadado a Mario, aunque en el fondo me estaba poniendo cachondo.

-          Darío, mira tu rabo, te estas poniendo cachondo. Mario es de confianza y podemos disfrutar mucho… ¿No te apetece? – Dijo David poniéndome ojitos.

Me quede dubitativo un segundo mientras ellos se miraban divirtiéndose por la situación. Acto seguido clavé mis rodillas en el suelo ante Mario y me quede mirándole con la boca abierta, mordiéndole la polla sobre la tela…

-          Ostia tío, que zorra más buena tenemos tío… - Dijo mirando a David-

Mario se sacó la polla después de comprobar que no había nadie en el edificio y me dio un par de pollazos en la cara. Acto seguido sujeto mi cara mirándome fijamente mientras agarrando su grueso miembro, que debía medir 19 cm, lo pasó lentamente sobre mis labios permitiendo embriagarme con su olor y disfrutar de su textura en mi cara. Mario se estaba volviendo loco al ver cómo me estaba excitando. Sabía que estaba deseando tragarme su polla, pero quería llevar los tiempos de la situación, le gustaba dominarme.

-          Abre la boca puta

La situación era para vernos, se nos había olvidado que estábamos en mitad de un pasillo del instituto. David mirándonos mientras se tocaba el rabo sobre el pantalón, Mario situado en el alfeizar de la ventana y yo arrodillado ante él, dejándome dominar por aquel macho que bien sabía excitarme.

Chupé mis labios humedeciéndolos mientras no dejaba de mirarle y deje caer un hilo de saliva sobre su glande, acto seguido y sin dejar de mirarle me metí su cabeza en la boca, aprisionándola en mis labios. Con mi lengua recorría su frenillo y fui abrazando cada vez mayor cantidad de su rabo hasta tragármelo por completo. En ese momento Mario bloqueo que me la sacara y me tuvo así hasta que no pude aguantar más.

-          Joder David…. ¡Qué buena tragona tenemos!, come polla de lujo…. – no pudo terminar de decirlo porque se le escapaban los suspiros.

-          Te lo dije, y eso que aún no lo has visto todo…

David, en ese momento ya se estaba pajeando a la altura de mi cara. Mario, por su parte tiró de mis axilas hacia arriba para incorporarme.

-          Vamos putita, súbete en esa mesa que te vas a hartar de rabo.

-          Hoy vas a tener doble ración de polla – dijo David guiñándome un ojo.

La mesa era de una altura perfecta puesto que Mario me colocó a cuatro patas y mi boca quedaba a la altura de sus pollas. Además, estaba al lado de un baño por lo que si en algún momento alguien se dirigía a esa zona, nos podríamos esconder rápidamente antes de que nos vieran.

David, que se volvía loco con mi culo, me quitó los pantalones y los slips y empezó a tocarme el ano, dándome nalgadas. Colocaba su polla en mi culo y simulaba follarme bien fuerte, sujetándome las caderas, mientras yo no paraba de comerle la polla a Mario. Aunque a decir verdad, a esas alturas, me estaba follando literalmente la boca. No paraba de salir saliva por la comisura de mis labios, e incluso disimule alguna arcada que no pude reprimir porque las embestidas de ese rabazo no eran para menos.

-          Joder, que culazo tiene ¿no? – Le dijo Mario a David

-          Bufff ya ves tio, a mi me vuelve loco follarmelo..

-          Déjame que me lo folle primero porfa… que de lo bien que la come me tiene a puntito de caramelo la zorra.

Se intercambiaron el sitio y Mario se agachó a observar de cerca mi botón sonrosadito que palpitaba ansiando su rabo. Me dio una cachetada y separaba mis glúteos para acto seguido hundir su cara en mi culo, metiendo su lengua hasta donde mi ano cedió. Yo gemía de puro placer, pero David ahogaba mis gemidos con su polla para evitar ser descubiertos. Mario no paraba de escupirme en el culo para seguir dilatándolo y metía sus dedos. Entraban a la perfección ya, por lo que se incorporó y apunto su rabo a mi culo metiéndolo lentamente. Una vez me acostumbré a su rabo y sus huevos chocaban en mi cuerpo, comenzó a bombearme lentamente.

-          Uhmmmm, sii, que rico. ¡Dame más fuerte! Fóllame

-          Pfff… si zorra, ¡tómala toda dentro!

Después de un rato, cuando ambos estaban a punto de correrse volvieron a intercambiarse lugar. David metió de golpe su rabo haciéndome gemir muy fuerte, por lo que nos callamos un segundo por si había alguien. Como vimos que no, seguimos.

Al poco rato de follarme sin parar David, no pude evitar correrme sin haberme tocado una sola vez. Mario al verme, dejo de contenerse y se corrió lanzando cuatro trallazos en mi boca y tres más que se escaparon en mi cara..

-          Buffff, que zorra más rica. Dijo Mario mientras se recuperaba recorriendo mi cara con su rabo esparciéndome su lefa.

David me folló un minuto más y se corrió inundándome el culo de su rica leche. Después de cinco minutos, me levantaron y me hicieron un sandwitch abrazándome y besándome lentamente en la boca.

Pasamos al baño, nos vestimos y me limpie como pude todos los restos. Lo que pasó después, ya es tema para otra historia. Espero que os haya gustado y vuestros comentarios. ¡Hasta la próxima!