Desvirgada por una botella
Por orden de mi Amo describo lo que hacía cuando era una guarra jovencita y no una perra asquerosa de tetas caídas como ahora. No probé con dos en aquel entonces, sí lo hago ahora.
DESVIRGADA POR UNA BOTELLA
Por orden de mi Amo describo lo que hacía cuando era una guarra jovencita y no una perra asquerosa de tetas caídas como ahora. No probé con dos en aquel entonces, sí lo hago ahora.
Esta perra asquerosa era en aquel entonces una guarrita de apenas dieciocho años, muy caliente, mi coño pedía a gritos ser follado. Cualquier cosa valía hasta la polla asquerosa de aquel borracho que me la enseñaba mientras esta perra comía en el bar en la mesa a la salida de WC, si me lo hubiera pedido le hubiera dejado follarme en el mismo retrete, pero tenía que contentarme con mojar mis braguitas y masturbarme a escondidas.
A falta de un hombre necesitaba algo para follarme el coño, los perros callejeros eran una opción, pero me daban miedo, ahora sigo teniéndolo pero contemplo aparearme con un perro, mejor con pedigrí.
Aquella película porno que vi a escondidas, mientras me corría una y otra vez me dio la solución, aquella puta con el coño pelado lo hacían con una botella de "Don Perignon", era mi salvación y sin riesgo de que me creciera el bombo.
Corrí al bar y busque una botella vacía de "Codorniu", me encerré en el retrete, baje mis húmedas braguitas, mi coño ardía de excitación. Con mis dientes arranqué rápidamente el papel plateado del cuello de la botella, metí mi boca para ensalivar, bebiendo el ultimo trago que quedaba y rápidamente me abrí totalmente de piernas y la introduje de un golpe y comencé a moverla frenéticamente, seguí horas y horas corriéndome repetidas veces.
Pensaba en un desfile de pollas por mi coño y no paraba de soltar juguitos, la botella quedó impregnada, como pude la limpie con mi boca y mi lengua y la volví a dejar en su sitio.
Aunque me hizo daño en el empujón inicial la experiencia había sido muy excitante, aquella noche no dormí haciéndome pajitas bajo las sábanas.
Tuve numerosas experiencias promiscuas con numerosas botellas en los siguientes meses, estaba hecha toda una putita.
Un día me encontró en el tren el que sin yo saberlo fue mi primer Amo, decidió que sería su puta gratuita, yo acudía a su casa para dejarme inundar mi coño con su semen siempre que a él le apetecía, después de usarme me hacía vestir sin asear y me hacía marchar oliendo a guarra.
Sin duda me usaba para lo que no le permitía su novia formal, por aquel entonces dejé las botellas y como me follaba a pelo comencé con la píldora, sólo le interesaba como agujero para alivio de su polla.
Me usaba de lunes a viernes a su antojo, los fines de semana los destinaba a su novia. Me usó durante meses hasta decidió desecharme. Siempre usó mi coño, el uso de mis otros dos agujeros lo inició mi actual Amo
En aquel entonces parecía una mojigata pero realmente era una puta muy guarra.
Ahora, veinte años después soy una perra asquerosa, de tetas caídas y mi Amo me ha obligado a volver a las botellas, incluso he de ocupar mis dos agujeros de guarrona.
P.D.- Mi Amo me castigará si mi relato no recibe la máxima puntuación y un mínimo de 5 comentarios en un mes desde su publicación, además me ha avanzado que quiere que 3 botellas ocupen al mismo tiempo mis tres agujeros, pero todo esto quedaría para otro relato
perra asquerosa